Semejando una yunta de labriegos santandereanos;
uno que engendraron en las ariscas tierras de las montañas del Chicamocha, y el
otro, en una colina que se despeña a las mansas aguas del rio Saravita, deciden
una noche de diciembre de 2022 arar en los recuerdos y urdir un poemario que
revele la simbiosis de dos hijos de campesinos acosados por la violencia, con
un costalado personal con mochilas con el mismo nombre, unas, y el resto, que
revelen el quehacer y sentir poetico de dos bardos que la vida los juntó para
trenzar y entrelazar 100 poemas, tan originales como el mismo título del
poemario.
El poeta internacional Joseph Berolo en un
aparte del prólogo del poemario, expresó: “El hecho es que los pueblos, en todo
momento, tienen oráculos que los interpretan y se convierten en voceros de su
tiempo. En intima simbiosis interpretativa de un sentimiento común. Esta invocación ES la voz que llega
directamente a la mente y al corazón y como Paul Muni, “Esta tierra es mía”
en el filme, “La buena tierra”, Simbiosis es la fuente natural de
sus autores: Nauro Torres Quintero y Robin Germán Prieto, los dos dolientes
sobre los surcos de la tierra. En su poemario en honor a Santander, ambos van
deshojando sus emociones de amor, devoción y anhelos de restauración de “su
tierra” de las garras de la rapiña, el libre albedrío, la maldad humana, el
materialismo y el egoísmo mediante el pensamiento dirigido a la tierrita de
Nauro: “ Se amontona el breñal, se despiedra la parcela, se ara sin tardar
para lograr oxigenar y espolvorear; se zanjea para drenar, se hoya para
abonar/depositando semillitas/ y tapando para abrigar”. A la par, la
declaración de Robin Prieto: “esta es mi tierra/santandereana y colombiana/
que contiene los restos del abuelo/que oculta con recelo las armas/ de la
esclavitud ye independencia”/.
Y continúa el prologuista: “llegan estos
bardos de la tierra a rescatar la “jerga” santandereana popular y colombiana en
camino a ser olvidada, tejiendo entre versos, prácticamente todos los términos
de la conversa campesina, escueta, pura, tan pura como lo fuera en los labios
de los abuelos”.
Y en muy santandereano: La cabra tira pa ´l
monte, “la tierra llama” y “Dios los hace y ellos se juntan” tramaron este
bello poemario digno de los santandereanos:
En el poema “El cabestro” el
medico recuerda su niñez cuando guiaba al buey que guía por azarosos caminos a
una manada de ganado; mientras el artesano de la palabra en la primera estrofa
similar cuenta: “Para no quedarme en el rancho barriendo y lavando platos/
cargando la múcura llena desde el ojo de agua al tendal/, mi madre me mandaba
al oficio/ de cabestro para ayudar al gañan/.
José Fierro escribió: “la poesia se escribe
cuando ella quiere”. “Cuando tolde” es otro poema incluido en
“Simbiosis”. Robin empieza el poema: “Pasará el calor que sofoca,/ ese que
reseca los cuerpos de los obreros,/ que calcina los juveniles sueños,/ que
abraza a las almas en pena”. Y el artesano de la palabra colombiano,
aparea: “Cuando al sol lo abracen las nubes/ y el calor acaricie la brisa,/
cuando se esconda la tarde,/me entoldaré escribiendo/del sentir del ayer, del
vivir del hoy,/ sin pensar en el mañana”/.
Zoroastro escribió: “El mejor y el más
grande príncipe es aquel bajo cuyo dominio la tierra es mas fértil”. Bajo
el título: “Despedrar” empieza el poema Nauro Torres Quintero: “Cuando
le saque la chispa, no se emberraque mijito/ despiédrese con disimulo/, respire
sacando su piedra,/ la ira consume energías, no es consejera cierta/, haga como
el campesino que para labrar la tierra/socola, roza y despiedra la tierra para
sembrar,/sin quemar la maleza y amontonando la piedra/cantando con buen humor
las manchas para las huertas/. En su poema, Robin Prieto, reza: “Retirar
el abrojo del camino/ esos odios que se pegan al cuerpo/ los malos sentimientos
adheridos al alma/. “Sacar las piedras pequeñas,/ las envidias y rencores,/
remover las rocas grandes,/ la perdida del amor propio,/ despedrar los pueblos
y ciudades/”.
Si usted es santandereano, asi como las
hormigas o los bocadillos veleños nunca le pueden faltar a la hora de merendar,
este poemario es digno de leer y regalar. Usted me escribe y a su casita
Simbiosis va a dar:
Nequi: 3178572848
También lo puede leer en digital, adquiriendolo por 4 dólares en una tienda digital global.
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