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miércoles, 10 de febrero de 2021

UN SUSPIRO, SOMOS: Poema de Nauro Torres Quintero

 

No es que tengamos poco tiempo,

Sino que perdemos mucho”

Séneca

 Nauro Torres

2.020

D.R.A.

 

¿Qué hace que mi padre me engendró?

 68 septiembres que mi madre me parió;

¿Y qué hace que aprendí a caminar? ¡menos años ¡

¿Y qué fui a la escuela? ¡Solo 720 meses ¡

 Medio siglo hace que me obligué con dama;

¿Y a la universidad? ¡300 meses menos ¡

¿Y qué engendré cinco hijos? 14 años del último en la estirpe.

 

El tiempo es fugaz;

¡ya no es nuestro¡;

creíamos disponer de él,

pero se esfuma, sin percatarnos.

 


¿Qué hace que pesaba 35 kilos? Hoy sumo el doble;

ayer tenía pelo; hoy él, huyó de mí;

ayer gocé de constitución atlética,

hoy la masa muscular está en retratos;

 la grasa se concentra y los huesos se empeñan en lucirse;

ayer corría diez kilómetros por hora,

hoy cuatro caminando, en el mismo tiempo.

 

Otrora no conocía de quebrantos de salud,

hoy son pan de cada día;

los dedos se entumecen y duelen al doblarse

las manos pierden flexibilidad;

las rodillas deploran tiempos idos;

la cintura tiende a entiesarse y estar adolorida;

la espalda, se queja ya por todo;

el caminar se hace más lento y pesaroso;

el sueño nos domina en el día

y en las noches, se desvanece en cada madrugada.

 

¡Somos una paradoja ¡

¡nacemos para morir ¡

 

Sumamos años y restamos tiempo por vivir;

nos asiste el antojo e ingerimos poca cantidad;

el sueño nos acompaña y dormimos menos;

teníamos centenares de conocidos y amigos;

hoy cada vez, escasean;

en casa los hijos pululaban,

hoy la soledad esta por doquier;

                                   otrora íbamos menos al templo,

                                        hoy con regularidad oramos.

 

 

Ayer nos buscaban para platicar,

nos abordaban para solicitar favores,

nos esperaban con empeño;

hoy, nadie nos busca, nadie nos mira,

ninguno nos espera ni para un saludo;

los niños nos miran cual mascota,

los jóvenes nos ven con denuedo,

y para los hijos, somos el trasto viejo

que ocasionalmente se revisa

para matar el gorgojo y la preguntadera.

 

Con los años, uno se tiene a sí mismo;

es la soledad eterna compañera,

es la soledad, la prueba del vivir,

es la soledad, el frio o el calor

en las noches de desvelo

royendo recuerdos de seres y momentos

que uno ata para que no se esfumen

e intenta respirar para sentirse vivo

mientras en un cerrar de ojos,

nos iremos, nos iremos, cual suspiro.

 

¡Somos una paradoja ¡

¡nacemos para morir ¡

 

 

CASTAÑOS OJOS: Poema de Nauro Torres Quintero

 

"La cara es el espejo de la mente. 

Y los ojos sin hablar confiesan los secretos del corazón".

San Jerónimo.

NAURO TORRES 

2.020

D.R.A.

Dos luceros brillaron en el bosque;

su resplandor, alteró mi inocencia,

y escondí mis miradas en la timidez.

 

¡Sus castaños ojos lindos,

los cerré al morir ¡


Centellearon esos ojos, otra vez,

en el sendero que salía al camino;

para evitar las preguntas de sus miradas,

las mías se escondieron en el falso del potrero;

y mis pies, cual duende, se despeñaron

de piedra en piedra en el camino real.

 

¡Sus castaños ojos lindos,

los cerré al morir ¡

 

En el recreo de la escuela, los evitaba;

al regreso a casa, las niñas, partían primero;

yo, retornaba pensando en ella

con la esperanza de ver relumbrar sus ojos, otra vez.

 

¡Sus castaños ojos lindos,

los cerré al morir ¡

 

Su piel blanca descollaba el diamante de su rostro;

su lacio cabello largo y negro, la protegía;

sus pestañas atezadas escudaban

sus monumentales vistas;

fanales marroncitos inquietaban mis nervios.

 

¡Sus castaños ojos lindos,

los cerré al morir ¡

 

Frente a frente nos encontramos, sin pensar;

me vi pintado en sus ciclopes iris marroncitos;

el verde del follaje y el rojo del ocaso estaban fusionados;

el violeta de las flores y el amarillo del sol lucían amalgamados;

el azul del cielo y el naranja del amanecer

pintaron sus ojos jóvenes del marrón

que se apropiaron de mí, desde entonces,

para mirarme siempre en ellos

y contemplar desde el espejo de su alma,

su esencia misma.

 

¡Sus castaños ojos lindos,

los cerré al morir!

Sus miradas, sus caricias y palabras

fueron las buenas noches, por años compartidos;

en cada amanecer, sus ojos, atisbaban los míos,

mirando juntos, la belleza del convivir.

 

Juntos contemplamos el milagro de la vida

y los dos velamos el dormir y el despertar

de los frutos del amor.

 

Los vimos aprender a caminar

y los contemplamos planear, cual gaviotas;

en el inmenso mar, tras el horizonte

que cada uno fue construyendo en su andar existencial.

 

¡Sus castaños ojos lindos,

                                         los cerré al morir!

 

El 28 simboliza: el equilibrio, la armonía,

el servicio a los demás, la empatía,

La adaptabilidad, el propósito de la vida,

 la misión del alma, el logro, el conocimiento

y la sabiduría interna.

 

27 años vivimos fusionados;

y en un anochecer, marrón y tétrico

del noviembre del 2.000,

sus castaños ojos lindos,

¡los cerré al morir ¡ 

martes, 2 de febrero de 2021

Hortelanos de la paz, artesanos “del otro”: Poema de Nauro Torres Quintero

"No es posible mantener la paz usando la fuerza;

solo puede conseguirse mediante la comprensión"

Albert Einstein 

                

Por Nauro Torres

2.020

D.R.A. 

Las praderas, zarzales, montes, y ojos de agua;

 los animales y aves eran para todos, y de ninguno.

 

La palabra, el trueque y los senderos,

nos congregaban;

las flechas, las cerbatanas y las trampas

eran herramientas de caza en la familia.

 

Las lagunas, ojos de agua,

páramos y bosques

representaban nuestros dioses;

a ellos rendíamos tributo y respeto.


A nuestros caciques y sacerdotes

les ofrendábamos en oro y esmeraldas, joyas;

exclusivas para uso ceremonial.

 

A los visitantes los recibíamos con regocijo,

eran siempre bienvenidos;

Si había comida para unos, había para todos, comida.

 

Por yanaconas avasallados y amenazados

les mostraron nuestras rancherías y cacicazgos;

 aparecieron por el rio opón,

otros por el camino que unía a Colombia con Venezuela.

 

En retribución a la hospitalidad

Galeano y Alfinger, impusieron su rey, su religión,

demandando nuestras tierras y mujeres.

 

Los caciques Saboyá, Tisquizoque, Chancón y Guanentá

junto con miles valientes

ofrendaron sus vidas por la libertad

entre 1.536 y un siglo más.

 

En 1.781, los descendientes de guanes y muiscas

se levantaron contra el absolutismo y aristocracia española.

 

Por días y noches caminaron

a Zipaquirá en más de veinte mil;

el ungido de la mitra y el báculo,

capituló con los comuneros.

 

El obispo fue nombrado virrey

y usando el poder sobre los adoctrinados

desplegó persecución, muerte,

apropiación de bienes, destierro,

maldijo a la descendencia

y sembró sal en sus viviendas.

 

Al que no creyó en las bondades del prelado,

con yanaconas, apresó;

y fusiló en Santafé;

Galán el comunero, su cuerpo 

 fue incinerado sin cabeza y extremidades;

a éstas mandó exhibirlas

en pueblos comuneros

donde se habían levantado

 contra el rey y el mal gobierno.

 

Transcurrieron 29 años y los descendientes del común

se levantaron otra vez;

en cada población amedrantada se conformaron guerrillas;

 tenían como estrategia, retrasar los refuerzos

      al ejército español de Barreiro.

 

Bolívar y Santander liberaron a América

del imperio español;

pero los criollos asumieron mañas dominantes

y han gobernado desde 1.819 con guerras internas

y persecución a quienes piensen diferente.


 

201 años después, Colombia adolece de paz;

ochenta años en armas, desplazados y agredidos

 se levantaron para hacerse escuchar;

pero el régimen con las armas

la vida va apagando sin piedad.

 

Mas de un siglo cumplimos los colombianos

desplazándonos de un extremo a otro

escondiéndose en la selva

para volver a empezar.

 

Primero fueron mis ancestros,

luego mis bisabuelos y abuelos,

luego mis padres y tíos

escondiéndose en los pliegues de las montañas

para descuajar selva y surgir otra vez

sembrando comida y paz.

 


 

Para poder ir a la escuela tuve que ir a la ciudad,

mis hijos para especializare

al extranjero fueron a dar,

por oportunidad laboral,

en cada país enraizaron;

pero llegaron persecuciones

y al país regresaron para volver a comenzar.

 

Las utopías se reencarnan

y seguimos soñando mas

que el don más precioso

es la vida y el respeto a los demás.

 

Aun seguimos trabajando

para trenzar la paz hilando con esperanza la justicia social;

hilando solidaridad,

tratamos con hermandad para urdir los acuerdos de paz

y lograr al fin, vivir en comunidad con equidad.

extirpando el egoísmo y la individualidad.

 

Usando un lenguaje conciliador,

respetando al otro, sin violentar;

 empeñados estamos muchos

en enlazarnos con iguales para tejer hermandad

y soñar por fin vestir con la ansiada libertad.

 

 

 

 

 

 

 

El parasitismo del plagio intelectual

  El apropiarse de los méritos de otro u otros, el copiar y usar palabras e ideas de otros y sustentarlas o escribirlas como propias y usa...