Por Aan Isabel Urrea Zafra
Desde mi
bello Curití,
que
siempre dice presente
que no es
indiferente,
a lo que
suele ocurrir
de por allá
y por aquí,
hoy quiere
participar
y venirles
a contar,
lo que
pasó el 20 de julio
un suceso
muy mayuyo,
en la
historia Nacional.
González
Llorente chapetón,
no quiso
prestar el florero
cuidado
con gran esmero,
y recibió
un bofetón
de Morales
con pasión,
y el
florero fue la chispa
y los
criollos como avispas,
corrieron
alborotados
salían de
muchos lados,
incluyendo
hasta el Obispo.
Ocupa
puesto de honor,
José María
Carbonell
patriota
fiel a su grey,
que motivó
con ardor
desde el
niño hasta el mayor,
visitó
casa por casa
que el
pueblo fuera a la plaza,
y exigiera
a los de arriba
proceder
sin cobardía,
más
respeto con su raza.
El Obispo Andrés
Rosillo,
un ilustre
comunero
protegió
con mucho esmero,
al virrey
de aquel corrillo
que le
tiraba ladrillos,
a Antonio
Amar y Borbón…
a la
virreina de un tirón,
le
rasgaron el vestido
mujeres
enfurecidas,
que pedían
su ejecución.
Reinaba la
anarquía,
los
pusieron los chisperos
a los
revoltosos huelgueros,
que
formaron gritería
ya de
noche ya de día,
pidiendo cabildo abierto
se
mantenían despiertos,
exigiendo
a la junta plena
que llamaron la suprema,
que no
fueran tan mamertos.
Del
cabildo los señores,
al pueblo
exhortaban
ciudadanos los llamaban,
y les
rendían honores
que afuera
los sinsabores,
los
invitaban a la unión
que
utilizaran la razón,
que fueran
obedientes
a la
patria amor ardiente,
por la
libertad el corazón.
Y
volviendo a los virreyes,
salieron
escoltados
En medio
de los soldados,
con
cadenas como bueyes
esas eran
las leyes,
salieron vía
a Cartagena
el puerto
de sol y arena,
presos en
el castillo
de La Popa que martirio,
y a España
con honda pena.
Riohacha y Panamá,
fieles a
los Españoles
considerados chapetones,
no querían
la libertad
ni saber
de igualdad,
en cambio
el Socorrito
el 10 de
julio prestico,
dio el
grito de primero
como
buenos comuneros,
se
quitaron el yuguito.
Jóvenes
llamados criollos,
recibían
formación militar
por las
tardes sin faltar,
las armas
todo un embrollo
con oxido
hasta al cogollo,
ahí
aprendió Santander
fue su
primer cuartel,
también
Atanasio Girardot
y maza que
lo siguió,
y otros
patriotas de ley.
Curití, 20
de julio de 2020