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lunes, 1 de junio de 2020

Sueño húmedo


Esa chica era el perfecto pincel, y yo, un arco iris soñado.


Tenía la silueta anhelada para salir con ella a chicanear ante mis amigos. Gozaba de una estatura armónica con la mía.  Su cabellera lacia batía al viento semejando hojas de palmera. Sus ojos brillaban cual espejo al sol; eran verde esmeralda. Sus labios carnosos semejaban mandarina sin cascara. En su rostro, veía a Afrodita, la diosa del amor. Tenía un caminar cual sirena en el mar. Gozaba de una voz melodiosa que usaba en tonalidades agradables al oído.

Pin de Gabriel Garcia en Faces | Belleza mujer, Hermoso rostro, Chicas de  belleza

Imagen tomada de internet.

Ansié contemplarla como un arco iris que utilizara la gama de colores para que pintase nuestra existencia compartida y que fuese el pincel que colorease nuestro hogar.


Codicié que usase el color blanco para borrar los oscuros nubarrones que ocurren en la vida de pareja y fuese el color preferido en nuestra fusión de almas y cuerpos. El amarillo para reflejar mi puro y tierno amor. El azul para sanar los sinsabores. El zafiro para aceptar los mandamientos de Dios. El fucsia para plasmar nuestra correcta relación amorosa. El azul para sanar las heridas del pasado. El oro para mostrar el creciente patrimonio ahorrado. Y el verde para sentirnos siempre en un paraíso.


Yo, sería su bastidor. Tan blanco como mi corazón para que ella pintase nuestro nido de amor, y los dos fuésemos un chasis que con amor y comprensión continuáramos armando el ponedero para criar la prole. Yo facilitaría la armazón de nuestra vida compartida. Y los dos, seriamos el esqueleto de nuestra morada. 


Éramos el cuadro perfecto pintado por mis sueños que tenía un marco de madera que ni el gorgojo ni el comején lo perforaba.


Cual porra en una piedra, escuché tres golpes en la puerta de mi habitación.


-¡Bolsón, levántese¡ -Gritó mi padre. 

¡Levántese¡, ¡Échese agua¡ Tome tinto y váyase a traer las vacas para el ordeño- Ordenó mi viejo-.

 

El entramado de mis anhelos se borró con el susto. El diapasón de mi amor se fragmentó con el sobresalto. El marco del bastidor se deshizo al abrir mis ojos.

Desperté sin el pincel, sin la tela del bastidor y sin mis amores deseados.


 - ¿Y del marco?, ¡Para qué le cuento ¡

¡Se esfumó  con el amanecer ¡

 

San Gil, abril 20 de 2.020,

día 34 de la cuarentena para evitar el covid-19


Confesoras y contritos


Algunos varones acuden a las amantes para recibir comprensión y más afecto. Les cuentan las diferencias y sin sabores que tienen con la esposa.  Ellas los escuchan, cual sacerdotisas, los miman; satisfacen los caprichos y con mejorías, los atienden con esmero, en menos tiempo que canta un gallo.


Los contritos regresan a casa confesados, en paz y relajados. Las esposas esperan que ellos, al retorno a casa, aprecien el aseo de la casa, la sazón de la comida y la disposición de las flores en la sala. Siempre esperan que ellos se fijen en su belleza física y su disposición para todos los menesteres de madre y esposa; pero ellos, poco tiempo tienen para fijarse en minucias, estaban trabajando.

CÓMO PERDONAR UNA INFIDELIDAD. SÍ SE PUEDE OLVIDAR.

En los aposentos matrimoniales los casados se abrazan, cenan, ven televisión y rezan; luego, se besan y se desean las buenas noches. Los varones, con cara de satisfacción se duermen de inmediato olvidando los anhelos eróticos de las esposas que los desearon todo el día. Y ellas, esperanzadas sueñan que ya habrá una noche más placentera la siguiente semana.  

Los dormidos contritos están confesados, relajados y en paz.

 

San Gil, abril 8 de 2.020

NAURO TORRES Q.


Fogoso bailarín.

 

De Cali era su origen. Fue engendrado al ritmo de la salsa y su piel tostada semejaba un chocolate caliente. Desde muy joven fue vinculado a un ballet que hacía giros nacionales e internacionales en cuyas funciones atiborraban las damas que, luego de la presentación acudían al camerino a felicitar al bailarín y dejar registrada en una fotografía la gracia del salsero. En el teatro las mujeres morían de la euforia al contemplar el rítmico y estético movimiento del caleño y le suplicaban miradas a su admiración.

En el hotel, aquella mañana Marlon se despertó antes de tiempo. Un leve ruido en la chapa de la habitación le agudizó la atención. Era la mucama del hotel que inoportunamente abrió la puerta. 

Ella intentó disculparse por la torpeza, pero sus ojos revelaron la atracción que le producía Marlon por su figura, su estilizado cuerpo y su piel de cascara de coco.

El bailarín entrenado para identificar suaves movimientos, le hizo saber que no se preocupase por interrumpir el descanso.

-      No he podido dormir, le dijo. La cama es muy dura, argumentó. 

-      ¡No puede ser, señor ¡

-      ¡Es la primera vez que un huésped se refiere a nuestras camas, así¡. Justificó, la mucama con una voz sensual y seductora.

-      Marlon le insinuó probar la dureza del colchón.

Y ella, sin recato, decidió confirmar la queja del huésped.

Imagen relacionada | Silueta de baile, Baile

Se acercó a la cama y se sentó inicialmente. Luego de 15 minutos, la mucama comprobó que si era verás la queja por el movimiento que hizo el fogoso bailarín al ritmo de salsa, sobre ellos.

 

San Gil, abril 6 de 2.020.

Nauro Torres Q.

 


¡Pareja perfecta¡


Los jóvenes de hoy no se casan. ¡Conviven¡

Él, le hizo el amor como cuando eran novios. Ella estaba sorprendida, pero no lo demostró.  Ya había alistado maleta para salir muy temprano a la correría como visitadora de droguerías a los pueblos distantes de la capital.

Muy temprano salió ella de la casa. Y él, luego del beso de despedida, dormitó en la cama marital soñando y reconstruyendo las poses y veces que se fundieron con pasión desmedida. Se sentía un compañero satisfecho, deseado y amado. 

- Un fugaz pensamiento pasó por la mente que su hermosa compañera pudiese serle infiel. Pero, era un macho, y desechó el presentimiento. Nadie podía ser un toro en la cama; más que él, se creyó.

En la esquina de la cuadra, un carro la estaba esperando. Esta vez no viajaría en flota. Esa semana en las mañanas hacia el recorrido en cada pueblo, y las tardes con sus noches fueron para atender los pedidos de pasión que requería, cada 20 minutos el chofer particular.

 Y ella, tenía la juventud, el deseo y las fuerzas para despachar cada encargo, que entregaba sin papel de empaque y cinta de embalar en dirección diferente al hotel que siempre usaba para el descanso en cada población en semanas anteriores.

El viernes, en la mañana ya estaba en la bodega del capital ordenando los pedidos de las droguerías para el despacho posterior a cada lugar visitado.

Hacia el mediodía, llamó al esposo para anunciarle que ya estaba de regreso en la capital.

¡Quería dar una sorpresa ¡

Silueta de una pareja de enamorados al atardecer cerca. | Foto ...

  Solicitó que no preparase almuerzo.

Se apareció en casa con comida de mar. La casa estaba dispuesta tal como la había dejado. Y él, seguía en la cama sesteando, anhelándola.

 Desnudos, almorzaron juntos. Luego de un afloramiento pasional desmedido haciendo el amor al ritmo y velocidad igual a cuando eran novios. La siesta transcurrió hasta el ocaso, borrando la oscurana del pensamiento incipiente que alcanzó a tener el enamorado compañero cuando ella, partió el lunes anterior de madrugada a la correría.

¡Eran la pareja perfecta ¡

 

San Gil, abril 6 de 2.020

NauroTorres Quintero.


El parasitismo del plagio intelectual

  El apropiarse de los méritos de otro u otros, el copiar y usar palabras e ideas de otros y sustentarlas o escribirlas como propias y usa...