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domingo, 21 de junio de 2020

¿Y usted padre, está orgulloso de serlo?


Desde niño me presumo, qué hacia mi diferencia con otros de mi generación?. Hoy, en la madurez de la existencia, lo pregunto, aún. Sigo activo y productivo, haciendo emprendimientos, aunque la mayoría de los de mi generación  consideran que ya hicieron lo necesario, ven el panorama como el estado "del no hacer nada".

Claro, hay otra diferencia. Soy padre de un niño de seis años, y cuando salgo con él, los conocidos me dicen como esta de grande el nieto. Mi hijo Samuel José, ya hizo esa catarsis y no se enfada como lo hacía las primeras veces. Lo cierto es que a esta criatura le estoy dando lo mejor de mí, en particular, herramientas para razonar, analizar y tomar decisiones acertadas, ya que en el colegio, tantos los pensum de mas de 10 materias contienen información poco útil en la vida real, y mis colegas se empeñan en evaluar a los seres humanos, -confiados a ellos para que les descubran y animen los talentos-, en medirlos por la información que recuerden, -sin contextualizarla- sin enseñarles, ni técnicas de comprensión de lectura, ni técnicas de redacción, ni analisis de la información desde el cuestionamiento y su aplicabilidad en la practica. 

Fuí maestro del sector publico, y en esa labor, en los últimos años con mas de 18 grupos cada semana y 45 estudiantes promedio en el aula, dediqué mis esfuerzos a provocar en los estudiantes que se mostrasen como eran para lograr descubrir en ellos "el elemento", "el talento", el valor intrínseco que hacia a cada quien diferente. Una vez, salia a flote, mi misión fue convencerlo que lo potenciase, que lo mostrase, lo cultivase, lo alimentase y le diera prioridad al tallaje del mismo. Si bien, no se logró con todos, puedo enumerar mas de cien chicos con los cuales podría enumerar con sus experiencias profesionales exitosas. 

Pero la historia de hoy no esta relacionada con los aprendizajes en el aula. Hoy a usted, lector que viene permitiendo que mis textos sean una compañía en su confinamiento, con aprecio les comparto el porqué estoy orgulloso de ser padre.

 Soy consciente que el nutrido genero de lectores de mi blog son mujeres, también reconozco que el 40% de las madres en Colombia, son cabeza de familia, cifra nada despreciable cuando el 60% de los varones, padres biológicos piensan y actúan con la bragueta olvidando hoy lo que tendrán que reconocer, luego con los años, que el sexo pierde el encanto, y el calor humano lo brindan los hijos en los tiempos en que ya no se es el tarzán de las faldas, ni el héroe de las divas. Y entonces, será la soledad, las lamentaciones, la melancolía, las únicas compañeras en la vejez. 

Hoy como padre de seis hijos comparto diez razones por las cuales no me arrepentiré en los años venideros.

Ø Siempre hay que dar lo mejor de uno, aun cuando las circunstancias o las personas lo desalienten.

Ø Con los años uno comprende que es mejor escuchar antes de juzgar en las riñas familiares. Y más aún, en cualquier confrontación temática o ideológica con quien sea.

Ø Uno es el resultado de las emociones. Por eso es mejor pensar antes de hablar cuando se está emocionalmente afectado.

Ø  Es siempre saludable escuchar a los demás, por esa razón es mejor no pensar mal de que quien nos llega con cuentos.

Ø No me arrepiento por ser generoso hasta con el enemigo, tal vez, el vecino.

Ø Me alegro de haber evitado que a mis oídos entre el chismorreo.

Ø  Comprobé que el escuchar genera buenas amistades y el confiar y hablar con principios a los adolescentes, los guía y acrisola.

Ø No es fácil aceptarlo, pero el pedir perdón cuando uno comete un error, así sea con los hijos; nos da méritos para recibir más confianza. Uno se aquilata con el presentar perdón.

Ø El ser agradecido con las personas que nos colaboran en los oficios domésticos ayuda a que ellas mismas encuentren nuevos horizontes.

Ø Todo ser humano, por sencillo que sea, tiene algo que enseñarnos. Hay que mantener viva la actitud y la disposición de aprender, incluso al bien morir.

La mayoría de nosotros conocemos los ideales para ser buenos padres. Poner esos ideales en práctica es lo difícil... ¡Pero también es lo más reconfortante!

Nuestros hijos nos dan la oportunidad de ser los padres que siempre deseamos ser:



Cristian es el hijo mayor, quien se formó como ciudadano global. Tres días después de sustentar la tesis como ingeniero mecánico en la UIS, ya estaba ingresando a una universidad en Sevilla, España, en donde cursó estudios de maestría en SAP. Él, recientemente comentó en este blog:

Yo soy el primogénito de este estupendo redactor, escritor, soñador, luchador, periodista, profesor, emprendedor, financiero y padre de familia. Aunque llevo 12 años fuera de mi país, España, de los cuales 8 han sido trabajando para una de las empresas más importantes del país donde resido y también trabajando en otros países, debo agradecer SIN DUDA ALGUNA a este Señor o autor de estas notas o blog que es mi PADRE, cada día que pasa, que hablo con él, que leo sus escritos, sus acciones y su capacidad y ganas para aprender me inunda de admiración. En los últimos años ha aprendido a usar internet, facebook, palms, computadores, Smart phones y todo lo que ha podido para estar a la par de las tendencias del mundo de las tecnologías de información. !!Felicitaciones padre!!


Respecto a este post en específico, puedo decir que tiene toda la razón, a los hijos hay que amarles, pero sin olvidar que aunque para ellos siempre seremos niños, con el paso de los años crecemos y se dará lo que él dice en este post, pues al final cuando creces, estudias, trabajas, te casas y haces TU PROPIA FAMILIA y es ahí el centro de gravedad, pues es en este punto donde tu dejas de ser HIJO para ser PADRE; pero para tus padres seguirás siendo el hijo pequeño de la casa, pues podremos tener 40 o 50 años y 10 o 15 años de experiencia, ellos nos seguirán viendo como niños, y no es del todo inconveniente. ¡Así somos los seres humanos¡.


Actualmente me encuentro en un proceso para irme a trabajar a Arabia Saudí.  Para los que no conocen algo a cerca de este país, es la Nación con las mayores reservas de petróleo del mundo, con una monarquía y familia real gobernante que tiene más de 5000 príncipes que perciben salarios superiores a los 10 mil USD mensuales por derecho, y, aunque en los últimos años, debido a la tasa de desempleo de los saudíes, pues la gran parte de trabajos cualificados y no cualificados la hacen los extranjeros, el gobierno está haciendo un esfuerzo en que los saudís trabajen.  Pero las empresas se enfrentan con una realidad, cual paredón,  y es el pasado reciente de comodidad de estas generaciones -que lo han tenido todo en sus vidas-, que miran el trabajo como un castigo y no rinden satisfactoriamente en el trabajo.. Allí  hay que respetarles y reconocerles  la razón en la gran mayoría de veces, convirtiéndose en  un carga para las empresas. Reitero no todos son así, pero por lo general es así. 

Por esta razón "enseñarle a tus hijos a ganarse las cosas" es algo que puede marcar el futuro de tus hijos".

Mi segundo hijo es Carlos Augusto. Tiene la edad que tenía Jesús cuando empezó su vida pública. En el reciente mes del padre chateando me escribió en el día del padre: “padre te amo, estoy muy orgulloso de ti. Gracias por todo lo prodigado. Si la reencarnación existe me gustaría que volvieses a ser mi padre”.

Adriana Ricio es mi cuarta hija, quien conviví tres años mi viudez, y quien al final presionó y motivó mis segundas nupcias. Ella también me escribió con motivo del día del padre: “feliz día al mejor amigo, al mejor maestro, al mejor chef, al mejor escritor, al mejor jefe, al mejor abogado, ¡al mejor padre del mundo. Eso eres tú, pá”.

Margarita es la tercera hija y la primera mujer, y como tal asumió en el hogar el papel de administradora al morir mi esposa. Ella, aunque por el trabajo de administración y dirección, mantiene muy ocupada, siempre tiene unos minutos para mí. Ella escribe poco, pero siempre hay en sus labios una palabra tierna: “te amo pá”. Ella es quien está más pendiente de los asuntos que me conciernen y conciernen a la familia. Es quien da lecciones de ética y teología, es como la conciencia de la familia, cuya generosidad se desborda con propios y extraños.

María Paz, aunque no es hija de mi sangre, la vi crecer a mi lado. Aunque no es expresiva verbalmente, lo es en sus manifestaciones no verbales. Su prudencia, su frescura y hasta su pereza, invitan a ver la vida con calma y a vivirla sin preocupaciones.

Samuel José es el menor de la familia, pero es la síntesis del resto de hijos. Su forma de razonar, el sentido lógico que pone a todo cuanto hace, su facilidad que tiene para hablar y relacionarse lo convierten en un ser singular. Siempre está aprendiendo, está ensayando, está construyendo, esta imaginando. Está en la etapa cuya existencia se asimila a una esponja. Todo lo recopila y la relaciona convirtiéndose en una promesa, en un diamante en bruto presagiando un ser inusual razón por la cual sus maestros lo señalan de no encajar a sus requerimientos y medidas.


Los hijos son una semejanza a la mano, todos los dedos no son iguales. Todos son importantes para uno pues cumplen diferentes funciones, pero a los hijos no se les pueden tratar igual, ni esperar que actúen de igual manera. Igual pasa con los alumnos. Cada ser humano nace con talentos. Corresponde a los padres y maestros, potenciarlos, hacerlos brotar y orientar. No castrarlos. 

El evangelista Mateo (7:12), escribió: “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos”.


El parasitismo del plagio intelectual

  El apropiarse de los méritos de otro u otros, el copiar y usar palabras e ideas de otros y sustentarlas o escribirlas como propias y usa...