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jueves, 21 de febrero de 2013

Uno será recordado por los hijos, por los nietos si los hubo en vida; por algunos amigos del alma, incluso por algunos alumnos en los cuales, uno como maestro dejó algún legado, un buen consejo, incluso porque ayudó a aflorar una habilidad o una competencia.



RASTROS DE UN QUEHACER PEDAGÓGICO

Con los años, uno será parte del olvido. Aunque puede estar en los recuerdos de los seres amados en la siguiente generación; y en las siguientes, si dejamos algún escrito o fotos estéticamente bien logradas, podríamos estar en algún anaquel de la historia de pequeños círculos familiares y algunas amistades de tantas conocidas en las estaciones de la vida.

Uno será recordado por los hijos, por los nietos si los hubo en vida; por algunos amigos del alma, incluso por algunos alumnos en los cuales, uno como maestro dejó algún legado, un buen consejo, incluso porque ayudó a aflorar una habilidad o una competencia.

Mi labor como padre empezó dos años después de iniciada la de maestro. Y mi gestión docente empezó en 1973 en un corregimiento del municipio de Jesús María, hoy el municipio de la Belleza en Santander, Colombia. Muchos de mis alumnos eran mayores en edad. Aunque en ese lugar solo estuve menos de tres años, con el tiempo uno se entera por boca de los mismos ex alumnos, los efectos de alguna acción pedagógica ejercida.

En esta ocasión comparto con los lectores, una carta reciente, de tantas intercambiadas con un ex alumno del Colegio San Juan Bosco de la belleza, a quien tuve el honor de inducir a la arquitectura y la ingeniería civil por medio de las clases de  dibujo técnico en 1975 y 1976

CARTA DE UN EX ALUMNO, RADICADO EN E.U.

Helmer Martínez, fue un alumno de dibujo técnico en el colegio  San Juan Bosco de la Belleza, Santander. El, en 2006 me contactó por teléfono desde la ciudad donde reside, y desde entonces mantenemos un fluido correo epistolar que solo hasta en el 2012 he decidido dejar en esta carpeta de la cual extraigo esta misiva de final de año con su respectiva respuesta.

Diciembre 28 de 2012

Recordado Profesor Nauro:

Muchas gracias por tu mensaje navideño y por compartir conmigo la correspondencia que mantienes con mi otro recordado profesor bellezano Pedro Antonio Mateus.

Debo dejarte saber que se puede percibir la alegría con que escribes. Aunque escribir no es uno de los proyectos que planeas con Pedro Mateus para los siguientes 50 años de sus vidas, deberías pensarlo, además de que lo disfrutas lo haces muy bien. Lo he podido ver en varias cartas que has compartido conmigo, mantienes al lector atento.

Profesor, tienes toda la razón al pensar que le estoy agradecido, pero no es solo por haber descubierto en mi la habilidad de dibujar, sino también por haberme motivado y por qué debido a esa motivación creé el primer negocio de mi vida.

 No solo vendía las planchas de dibujo técnico a 5 pesos en mi curso si no que exportaba mis servicios a otros cursos, incluyendo al primer quinto de bachillerato que existió ese año.

Debido a la gran demanda, me vi forzado a crear mi primer sistema de producción en serie utilizando alfileres delgados para trasferir los puntos a 3 planchas a la vez, y luego, utilizar cuchillas de afeitar para sellar los huecos en el papel, funcionaba perfectamente. Creaba varias planchas matrices para no ser tan obvio y con la primera producción me alcanzó para ordenar de Bogotá una copia del libro que usaba el profesor como guía.

Mientras estudiaba en la Nacional utilicé el mismo formato de negocio, con la diferencia que esta vez los clientes no eran estudiantes sino personas que en Bogotá hacían sus propias construcciones pero necesitaban planos para que la ciudad aprobara las construcciones. Esto me ayudó mucho porque arquitectura es una carrera costosa y yo costeaba todos mis gastos estudiantiles.

Cuando vivía en La Belleza pensaba que quienes diseñaban las casas y los edificios eran los ingenieros, pero al llegar a Bogotá me di cuenta que los que hacían este oficio eran los arquitectos y fue por ello que me presente a la Nacional para estudiar Arquitectura y me fascinaba mi carrera, pero por cosas del destino, terminé en Miami y luego en Indiana estudiando ingeniería en otra cultura, en otro idioma y en diferente sistema métrico. Llevo ya más de 25 años diseñándoles máquinas a los gringos, pero lo que más me gusta es diseñar viviendas.

Un feliz y próspero año nuevo para ti y toda tu familia, que el Todopoderoso los colme de bendiciones y que todos tus proyectos se te cumplan, incluyendo el de escribir más y más seguido.

Tu agradecido alumno.

Helmer Martínez

 RESPUESTA AL EX ALUMNO

San Gil, diciembre 29 de 2912.

Un fuerte abrazo con caluroso saludo santandereano con aroma de café degustado con molido, o si lo prefieres, con natas de mantequilla de la vaca barcina. Un saludo mañanero acompañado con caldo con huevo y arepita de mazorca y chocolatico con queso de hoja y amasijos de maíz.

Una despedida del 2012 con tu esposa y los gratos recuerdos 
de tu hija, ahora en Australia, con menos frío que otros años, mas ilusiones que siempre, y uno que otro recuerdo de un 31 de diciembre en la vereda con tus hermanos y viejos en torno a la mesa con una cena de noche buena con  sopa con gallina acompañada de arroz y arracacha y una que otra malanga, sin que falten las papitas.

Un despertar del 2013  con las ilusiones que 
Obama restableció la economía norteamericana despareciendo la pobreza en el país, sin ilegales inmigrantes, sin tráfico de drogas desde México y sin enemigos en países tercermundistas.

Gracias por tamaño regalo acabado de recibir, de
 digerir, luego de repetida lectura.  Lo he pensado y acepto tu recomendación, tomada como un reto personal. Escribiré. Sí señor, escribiré, así sea para la familia, los amigos y los ex alumnos. Ya tengo listo las herramientas: tableta, cámara, grabadora, libreta y lápices para dedicar días y noches en los tiempos venideros del retiro laboral próximo a iniciarse.

Este año y el pasado fueron prolíficos. Escribí crónicas de mi viaje a México, una decena de mis experiencias en
 Turquía, y están en el tintero las impresiones de mi viaje por Tailandia, Viet Nam, Cambodia, China y el tránsito por Dubái y Katar.

Estoy sorprendido con tu historia de emprendimiento que surgió en las aulas del don Bosco. Siempre fuiste
 un pilo. Detectaste la demanda del mercado y diste solución empresarial para cubrir las expectativas de los consumidores. Lo bello de esta historia es que dio origen a tu empresa en E. U. de la cual ya vendrá otra historia escrita por tus manos como otro ejercicio para practicar el español.

Los emprendedores, son eso. Hacen lo que el común
 de la gente no hace. Ven donde los demás no ven nada. Están listos a dar soluciones a las necesidades de la gente que vive sin necesidad de dar solución personal a las mismas necesidades. Es en ello donde se hace la diferencia entre los exitosos emprendedores y los consumidores. Es allí donde está el origen de la riqueza y la prosperidad que hacen y viven los pocos que logran hacer la diferencia. Y tú eres uno de ellos. Por ello estoy muy orgulloso de lo que eres y has logrado construir. 

Tu corta historia de cómo empezaste, será tema de lectura para mis alumnos actuales y pasados. Siempre lo 
hago como referentes para los chicos como recurso de motivación.

Así como tuve, de ese entonces como decente de dibujo técnico, varios alumnos profesionales en arquitectura e ingeniería civil, tengo otros tantos empresarios, licenciados en letras y literatura, ingenieros, incluso maestros. Pues he sido docente de emprendimiento y lengua española en los últimos diez años, sin dejar desde luego de hacer empresa, ahora con más ahínco con los hijos.

Mi buen amigo Helmer, que la vida nos dé tiempo de encontrarnos nuevamente para departir
 del presente y del pasado, como otra manera de hacer historia.

 Es reconfortante platicar contigo, pues eres la síntesis de mi experiencia laboral en esa tierra que Mateus Pedro, llamó la Suiza de Santander, y, siempre que me reencuentro con alguien de ese pasado, me reconforto y gozo con los recuerdos, pues en mi caso, además de ser un comienzo laboral fueron momentos que me catapultaron a otros estadios con los cuales pude levantar con holgura a la familia. Y si no hubiese pasado por allí, no estaría ahora en esta ciudad en la que crecieron mis retoños hoy ya hechos y derechos haciendo sus propias vidas, en las cuales, solo intervengo, para animarlos.


Un saludo caluroso de despedida amigo. Un respetuoso saludo para tu amada esposa. Recuérdale que el
 carnaval de Barranquilla esta próximo a realizarse y será objeto de un programa mañana sábado en la noche por discovery y History.

Un 2013 inundado de bendiciones. Con
 borrascas de logros empresariales. Con tormentas de nuevos emprendimientos y con una creciente llamarada de buenos augurios. Que sea un año sin los nubarrones de la Humareda, sin las dificultades pasadas del camino a la Tipa.

 Que cada día sea un amanecer esplendoroso visto desde Vista Hermosa y que todos los espacios en los que te muevas son tan bellos como los senderos en los cuales caminabas y retornabas a la casa desde el colegio.

Que cada dulce que consumas te recuerde el del toldo de la señora que los ofrecía en la plaza de la belleza, o sino, en la esquina donde las turras de la misma plaza de ese pueblo que te recordará por haber nacido en ese lugar.


JOSE NAURO WALDO TORRES QUINTERO

DOCENTE DE DIBUJO TECNICO Y ESPAÑOL COLEGIO SAN DEPARTAMENTAL SAN JUAN BOSCO 1974-1976.

COMENTARIO A LAS MISIVAS DE UNA COLEGA DE 1977

Que feliz y satisfecho debes sentirte de haber sembrado una buena semilla en tus alumnos y en especial en ese joven, que hoy es una persona exitosa y agradecida, que reconoce y valora lo que hiciste, hace tantos años, sin intención egoísta de recibir algo a cambio. La vida te ha dado la oportunidad de ver los resultados de tu labor docente, de esos primeros años, en los que la experiencia no fue necesaria, porque el amor y el gozo, con que realizabas tu trabajo, la suplieron. Comparto tu alegría y tu satisfacción y te agradezco el que me hayas incluido en la lista de tus destinatarios.

Educar, no es impartir conocimientos, estos se olvidan fácilmente. Incitar, motivar, orientar, para que los valores inherentes en el ser humano florezcan, es el verdadero sentido de toda actividad docente. Ser maestro es abrir e iluminar un camino, para que quien lo transite pueda ver y superar los inevitables obstáculos. Es una profesión bien difícil, pero tal vez, la más meritoria de todas. La materia prima, es nada menos, que un ser divino, oculto en un cuerpo humano.

Es una lástima, que tan tarde haya descubierto el verdadero sentido, de la que fue mi profesión, pero también he comprendido, y esto me consuela, que mientras tengamos vida podemos ser luz... esa posibilidad siempre la tendremos, no la disminuye los años, ni las circunstancias, ni las condiciones, en las que nos encontremos. Aprender y  enseñar terminan, cuando la vida en esta dimensión, concluya.

No te equivocas cuando dices: " Gózame leyéndome..."  Naurito, la palabra es siempre una presencia. Las tuyas, por el medio que lleguen, acompañan, alegran, ayudan... son recibidas con gozo... saboreadas, digeridas... convertidas en amor... transforman la distancia en cercanía. Además, me complace constatar, que somos varios los que apreciamos tu talento para escribir.

Claudia O. Galvis.

Gilberto Elías Becerra Reyes nació, vivió y murió pensando en los otros.

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