Poema 145
01/20/2.022
Los gallos cantan,
las aves trinan,
los patos graznan,
cacarean las gallinas,
croan las ranas,
laten los perros,
braman los terneros.
La noche se esfuma,
el amanecer, perfuma,
el perro aúlla,
la aurora brilla,
el día a la noche, trilla,
en el horizonte, el sol brilla.
La ceniza desabriga a las brasas,
arden las brasas,
prenden los chamizos,
se hacen las llamas.
Se pone el chorote,
se apronta la leña,
se prepara el café,
se saborea la taza,
se ordeña la vaca.
La cementera atrae,
la huerta provee,
el arcabuco abriga,
el arroyo irriga,
la floresta florece,
el campo abastece.
Es la vida apacible
del labriego amable,
del campesino humilde,
del hombre del campo,
que trabaja de la aurora al ocaso
produciendo alimentos,
cosechando desprecios,
del consumidor urbano.