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jueves, 2 de julio de 2015

EN LAS RUINAS ARQUEOLOGICAS DE LA CIUDAD DE TERMESSOS , LA UNICA QUE NO LOGRO CONQUISTAR ALEJANDRO MAGNO

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Entre más se conoce, mas uno se sorprende de las maravillas de la naturaleza y de la capacidad de creación de los humanos cuando ante las adversidades se levanta como el ave Fénix para protegerse y dejar para las civilizaciones posteriores, vestigios de épocas florecientes plasmadas en piedra, el único elemento que hasta ahora soporta las inclemencia de la naturaleza y las guerras de los hombres, al menos en la antigüedad.

En esta cuarta entrega compartiré con usted nuestra excursión al yacimiento arqueológico de la legendaria ciudad de Termessos[1] [2]a cuyas ruinas llegamos luego de tres horas de viaje en auto y luego de ascender por una carretera angosta como las de Santander y pavimentada como ninguna de las de nuestras hasta el parqueadero vigilado por tres guardabosques, uno de ellos, con buen manejo del ingles, quien nos orientó suministrándonos un mapa que fue nuestra brújula por los senderos de esta escabrosa montaña hasta alcanzar los 1050 metros de altura y adentrarnos en las huellas de lo que fue la cuidad más famosa en su época por ser la única que no pudo conquistar Alejandro Magno2 en su expansión imperial por Asia menor.


Esta ciudad antigua logró su apogeo en las épocas helenística y romana, cuando el municipio logró tener sus propias leyes, pues en ese entonces, cada ciudad era autónoma y sus gobernantes centraban sus acciones políticas en convertir sus ciudades en únicas entre las demás de la influencia griega.

En el lugar siempre caminamos por senderos recién desmatonados pues las huellas de un pasado glorioso están derrumbadas en medio de la espesa vegetación como resultado de los numerosos temblores que intentaron enterrar la ciudad construida en los picos de la cima y que obligaron a sus habitantes a abandonarla en el siglo V de nuestra era.

La Acrópolis[3] como otras tantas de esta legendaria tierra está construida armónicamente en piedra negra y mármol negro en particular. En la medida que trepábamos encontramos rastros del sistema de senderos en piedra que atravesaban la ciudad, del sistema de captación de aguas lluvias que data del siglo II y la red de agua y sus depósitos en numerosas cisternas armónicamente distribuidas para colmar las necesidades de los pobladores que gozaban de estadio para las competencias atléticas, coliseo para diversos espectáculos y un gigante teatro cuyos ingenieros lograron colgar en un ápice de una de las montañas desde el cual se observan los abismos que sirvieron para levantar las paredes en piedra del colosal centro cultural en el que los juglares, poetas y teatreros extasiaban a los habitantes que asiduamente acudían a expandir sus espíritus en un ambiente natural que simula sentirse en un paraíso situado en las caídas de los picos de montes mellizos diferenciados solo por la vegetación, pues mientras que en el que se irguió la Acrópolis es de un color verde oliva, el adyacente es gris por su composición rocosa.


Nos enajenamos en la Necrópolis[4] admirando los sarcófagos y sepulcros hermosamente tallados por doquier con sus tapas rectangulares con remate en triangulo con epitafios e ilustraciones que denotan la importancia social de quienes están en sus restos mortales. Al caminar en ella, sentí la sensación de hacerlo por cajas de bocadillo esparcidas después de derrumbarse de un montículo.

Estuvimos en los restos del gimnasio que aún se puede apreciar e imaginar su apogeo donde la cultura física era parte de la formación de niños y jóvenes. Nos perdimos entre los restos de los siete templos que gozó la Acrópolis.

Nos fotografiamos en el templo de Zeus[5] y nos sentamos en la puerta del templo de Artemisa en la que leímos la inscripción de la familia donante.

El estar en el Teatro de Termessos permite gozar de una energía inigualable y de una paz profunda que el hambre no florece y el tiempo pasó sin darnos cuenta que la noche asomaba en el horizonte. Este coloso tiene estilo helenístico y disponía de 4.200 doscientos asientos que demuestran lo poblada que fue esta ciudad.

De regreso por la ruta preestablecida por una de las paredes de la montaña vimos en el trascurrir de la misma, numerosas tumbas talladas en ella, unas abiertas y otras conservadas para dejar en el visitante el deleite de la imaginación de una época gloriosa de una civilización a que todavía hay mucho que aprender.

Como soportes de esta sencilla crónica están las fotos que encontrara a continuación.

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Autografiándonos en el parqueadero de Termessos, listos para tomar el sendero que nos conducirá a la Acrópolis de estilo helenístico que data del siglo I.

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Al fondo se puede observar las ruinas de depósitos construidos en piedra negra. Detalle los arcos en piedra colocados y sostenidos sin adherente alguno. (Foto de Cristian Torres, abril 2012).

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Al fondo las Ruinas del templo de Artemisa. (Foto de Nauro Torres abril 2012). En primer plano el ingeniero Cristian Torres, quien trabaja para una compañía española en el sector eléctrico de Turquía.

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Así colgado en lo alto de la montaña están las ruinas de este gigante teatro para 4.200 personas construido entre cerros para dar un mejor eco en las presentaciones y extasiarse con la inconfundible belleza de la naturaleza. El teatro de estilo helenístico fue construido en el siglo I de la presente era. (Foto de Cristian Torres, abril 2012).

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Detalle del arte helenístico se aprecia en las tallas, arcos y líneas de este nicho que aún prevalece en pie luego de varios terremotos ocurridos en el siglo V. (Foto de Nauro Torres, abril 2012).

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Al fondo la montaña gris gemela de la que fue base de la Acrópolis de Termessos. Al lado derecho un portal dórico de unas seis metros de alto. El yacimiento arqueológico reposa en medio de la vegetación. (Foto de Ximena León, abril 2012).

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Los resultados de un cataclismo, ante el poder de la naturaleza no hay belleza que prevalezca. Las ruinas nos muestran los alcances de una civilización de principios de nuestra era. (Foto de Nauro Torres, abril 2012).

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Estos son los rastros de un monumental teatro levantado todo en piedra en el hombro de un monte y que formaba parte de la ciudad de Termessos. (Foto de Cristian Torres, abril 2012).

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Un beso a la montaña, un beso al pasado, un beso a la paz que se sintió en este lugar, un beso a la vida que nos permitió impregnarnos de historia y de belleza natural y la gestada por civilizaciones pasadas ante las cuales rendimos reverencia con esta manifestación de amor. (Foto de Cristian Torres, abril 2012).

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Volar en la imaginación y en el lugar que alguna vez fue sede de una ciudad casi perfecta es un reto para todo visitante de Termessos. En la foto, la bumanguesa Ximena León salta para alcanzar un horizonte que toda persona debería tener para dar un mayor sentido a la existencia. (Foto de Cristian Torres, abril 2012).

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Entre sarcófagos en la necrópolis de la antigua ciudad de Termessos. Son numerosos las tallas en piedra de cajas mortuorias de personajes ilustres que reposan en este lugar escogidos para quienes dejaron huellas en su trasegar existencial. (Autorretrato de Cristian Torres, abril 2012).

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Sepulcros tallados en la roca de la montaña sobre el sendero de regreso del yacimiento de Termessos. (Foto de Ximena León, abril de 2012).

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Restos del templo de Zeus. (Foto de Nauro Torres, abril 2012).

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[1] Termessos se encuentra en lo alto de una cumbre del Güllü Dag, la Montaña Rosa, cuya cima alcanza los 1.067 m sobre el nivel del mar. A 11 km por la carretera general a Burdur e Isparta se debe tomar la desviación a Korkuteli, de la cual sale la carretera que conduce al yacimiento arqueológico. Esta desemboca en un aparcamiento en la base de la colina sobre la que se alza la acrópolis; desde allí un accidentado sendero asciende hasta la ciudad antigua, enclavada en un escenario de una belleza salvaje en lo alto de la montaña. Sus ruinas están casi cubiertas por la vegetación, y los antiguos muros y sarcófagos yacen por todos lados como en un grabado romántico. Aunque Termessos se encontraba dentro de los límites de la provincia romana de Panfilia, está realmente en Pisidia, cerca de su límite oriental con Licia. 2

(Alejandro III) Rey de Macedonia (Pella, Macedonia, 356 - Babilonia, 323 a. C.). Sucedió muy joven a su padre, Filipo II, asesinado en el

[2] a. C. Éste le había preparado para reinar, proporcionándole una experiencia militar y encomendando a clip_image028Aristóteles su formación intelectual. Con la conquista del Imperio Persa, Alejandro descubrió el grado de civilización de los orientales, a los que antes había tenido por bárbaros. Concibió entonces la idea de unificar a los griegos con los persas en un único imperio en el que convivieran bajo una cultura de síntesis (año 324). Para ello integró un gran contingente de soldados persas en su ejército, organizó en Susa la «boda de Oriente con Occidente» (matrimonio simultáneo de miles de macedonios con mujeres persas) y él mismo se casó con dos princesas orientales: una princesa de Sogdiana y la hija de Darío III.

[3] La palabra Acrópolis proviene del griego κρος, (extremo) y πόλις, (ciudad), y hace referencia a la parte más alta de una ciudad.1

En la actualidad se suele restringir el término a la parte más alta de las antiguas polis griegas, aunque también se puede utilizar para ciudades romanas y de otras civilizaciones.

Con la intención de disponer de una mejor defensa,[cita requerida] los primitivos pobladores emplazaban sus asentamientos en elevaciones naturales del terreno, preferiblemente con bordes escarpados. Con el tiempo, esta zona elevada se convertía en el núcleo a partir del cual iba desarrollándose el crecimiento urbano. Así nacieron ciudades como Atenas o Roma, la cual fue resultado de la unificación de siete poblados ubicados en sus respectivas colinas. Debido a la situación privilegiada, las acrópolis solían albergar los edificios más emblemáticos, como templos o plazas de reunión (ágora), y en ellas se reunían las personalidades de la ciudad o se celebraban actos importantes.

[4] Una necrópolis es un cementerio o lugar destinado a enterramientos. Etimológicamente significa ciudad de los muertos/cadáveres, pues proviene del idioma griego: necro, muerto o cadáver, y polis, ciudad. El término se emplea normalmente para designar cementerios pertenecientes a grandes urbes, así como para las zonas de enterramiento que se han encontrado cerca de ciudades de antiguas civilizaciones.

[5] Dios griego, padre de los dioses y los hombres.


sábado, 27 de junio de 2015

ESTAMBUL, EL PUERTO QUE UNE A ORIENTE CON OCCIDENTE. HOY, YA LOS COLOMBIANOS PUEDEN VISITAR EN VUELO DIRECTO. ES BUENO, BONITO, RARO Y BARATO CONOCER TURQUIA

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UNAS HORAS EN ESTAMBUL

En este tercer reportaje de mi viaje a Turquía, permítame compartirle lo que vi y sentí en la ciudad de Estambul, la ciudad más importante de este país pero que no es su capital, pero si el puerto que une las culturas de occidente-la europea- y la cultura oriental-la musulmán-.

observando desde Europa a Asia. Comparando la partida desde Bogotá hasta llegar a Turquía.

Realmente fue muy poco lo que pude conocer de este puerto  ya que solo estuvimos unas cien horas, ya de regreso a Colombia. Llegamos a Estambul en un atardecer, luego de dejar las maletas en el hotel, nos fuimos a caminar por las calles que circundan las orillas del Bósforoi que en ese momento estaban llenas de una delicada luz rojiza que iluminaba los espacios de lo que fue la capital del Imperio romano de oriente, del imperio de Bizancio y del imperio otomano, y sentimos con los miembros de mi familia, de vacaciones por esos lares, el esplendor de un pasado glorioso y visualizamos el futuro de una modernidad caracterizada por la globalización, el ecumenismo y la diversidad cultural.

Es esta ciudad la única en el mundo que se asienta sobre dos continentes: Europa y Asia convirtiéndose por su ubicación en zona de gran importancia geopolítica para los dos continentes, y por ende, se ha visto, a través de la historia bajo los intereses de Estados que desean ejercer influencias sobre dichos continentes.

Esta ciudad en sus primeros años llevó el nombre de su fundador, el emperador Bizancio, luego fue bautizada con el nombre de Constantinopla en honor del emperador Constantino el Grande, y luego de la conquista de los otomanos, se convirtió en Estambul.

Caminando por el Bósforo pudimos deambular por la calle al puerto alinderada por sendas tiendas de artesanías turcas que sirven de paralelos hasta llegar a las aguas del azuloso mar en cuyos tranquilos vaivenes vimos dormir hermosos veleros con diseños de la época de los piratas, y de regreso a la calle por donde discurre el tranvía entramos a la primera mezquita construida antes de Cristo toda levantada en piedra cuya torre se confunde con el faro del mismo puerto, y desde ese lugar contemplamos las murallas de la ciudad, una impenetrable fortificación que se extiende por 7 kilómetros y que data del siglo V, fue considerada por la UNESCO como herencia cultural de la humanidad. En las murallas terrestres hay 46 puertas para comunicarse con la ciudad, pero también hay una muralla marítima de una extensión similar.

Al fondo la Mezquita Azul en Estambul Arte musulman

LA MEZQUITA AZUL

Es la mezquita más grande y fastuosa de la ciudad conocida en ese lugar como la mezquina del sultán Amherst de origen otomano quien asumió el poder a los 14 años y gozó de gran popularidad muriendo a los 28 años días después de inaugurar dicho monumento construido en menos de 14 años. En su construcción se colocaron 21.043 azulejos confeccionados en los talleres del palacio e igual sus alfombras fueron tejidas en los aposentos imperiales.

A ella entramos por una de sus cinco puertas y apreciamos su forma hexagonal con seis columnas de granito y vimos 30 pequeñas cúpulas y es la única de tantas mezquitas en la ciudad que tiene seis minaretesii .

DSCN2433 Alfombras comunes para creyentes en oracion a las afueras de una mesquita.

Se llama mezquita azul por los 20.000 azulejos de color azul vivo y verde de los mosaicos que decoran la parte superior y las cúpulas de la mezquita.

Al estar en ella pudimos apreciar la conexión entre el arte y la religión. En las mezquitas se observa hermosa caligrafía, llamativas artesanías en vidrios, tallas en piedra y en madera en espacios interiores y exteriores y esplendida alfarería; mientras que en la Iglesia cristiana de Constantinopla se aprecia una evolución armónica en la música, las imágenes, la pintura y la escultura.

Dentro de una mezquita

LA CISTERNA DE YEREBATAN

La inclemencia de los fenómenos naturales y los estragos de la guerra, vuelven al hombre recursivo y muy creativo.

Las murallas alrededor de la ciudad se construyeron para proteger a los habitantes de los asedios de los invasores o enemigos, pero como dichas fortificaciones estaban en las playas del mar, las aguas dulces escaseaban dentro de ellas, y había que conducirlas por una distancia de 25 kilómetros, trayecto en el cual, los enemigos envenenaban el agua; entonces los habitantes de Constantinopla construyeron 60 cisternas para guardar el agua y usarla en caso de necesidad.

 la cisterna alineando con las columnas

Estuvimos en la cisterna más grande de Estambul con capacidad para almacenar 80.000 metros cúbicos de agua construida en 532 en pocos meses y que fue usada hasta el siglo XIV y restaurada a mediados del siglo XIX. La cisterna que está al frente del museo Santa Sofía fue construida con diferentes tipos de piedra y de columnas romanas de diferente época. Tiene 336 columnas repartidas en 12 hileras de 28 cada una, situadas a 4 metros unas de otras. Estando en ella y muchos metros debajo de la tierra, se siente la sensación de estar en bosque de columnas con un espejo de agua clara de 10.000 metros cuadrados en el nadan tranquilos peces que se esconden en las bases de dos columnas esculpidas con óvolos clásicos que reposan sobre las misteriosas cabezas de Medusa encontradas en las narraciones de Homero en las epopeyas, La Ilíada y La Odiosea.

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EL BAZAR DE LAS ESPECIAS

El comercio es la fuente de crecimiento de las ciudades, regiones y países. Fue precisamente por el comercio que Marco Polo llegó a la India y Cristóbal Colon resultó en América.

Estuvimos en el Mercado Egipcio conocido con ese nombre porque es el lugar donde desde tiempos antiguos se venden especias, las primeras, traídas de Egipto durante el imperio de los otomanos. En este bazar hay unas 97 tiendas o puestos que sirvieron para financiar la construcción de una mezquita. Fue construido en 1660 en forma de cruz invertida y sus cúpulas están cubiertas de plomo y goza de seis puertas que se abren en diferentes posiciones.

En este bazar se puede comprar docenas de especias y todo tipo de hierbas en pequeños paquetes que sustraen los expendedores de grandes sacos en donde reposan ordenadamente como en una composición pictórica multicolor como si hubiesen sido plasmada por magos pintores del collage.

Pero no solo hay oferta de especias, también hay carne de ternera curada con especias, quesos, mermeladas, frutos secos y el delicioso lokum (delicias turcas), esponjas naturales y varios perfumes orientales que se venden en pequeñas botellas.

El haber estado en ese lugar uno se respira atmosferas orientales y apreciar la construcción en sus exteriores lo trasladan a las épocas faraónicas.

 

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EL GRAN BAZAR

Es uno de los mercados más variados del mundo y es el más grande de Turquía pues ocupa 35 hectáreas, unas ochenta calles y tiene más de cuatro mil tiendas en las que trabajan quince mil personas que entienden cualquier idioma y atienden cada día entre 250.000 y 400.000 personas procedentes de cualquier parte del mundo que acuden a este lugar a comprar o apreciar los trabajos de orfebrería y cobre, las piezas de ónice, los rosarios, disfraces para niños, trajes de bailarina para damas, cajitas de madera, de nácar y de marfil, así como la joyería de bellos diseños.

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Al mercado se accede por dieciocho puertas para apreciar mas d 12.700 productos dispuestos ordenadamente que demuestra la organización gremial de los dueños y facilita la oferta a los clientes.

En la época de los otomanos, el gran bazar funcionó como bolsa y banco. También fue un mercado de esclavos. En el bazar funciona una mezquita, doce capillas, un pozo y seis fuentes. Es una ciudad dentro de otra, pero ésta dedicada al comercio. Es en este lugar donde los turcos compran los samovares que son cafeteras para preparar el té y los narguiles o pipas de agua muy comunes en los turcos de todas las clases.

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El Bósforo es un estrecho (también conocido como estrecho de Estambul), que separa la parte europea [englobada durante el Imperio Otomano en la provincia europea de Rumelia (turco: Rumeli)] de la parte asiática (turco: Anadolu) de Turquía; divide en dos partes la ciudad de Estambul y conecta el mar de Mármara (turco: Mármara Denizi, griego: Θάλασσα του Μαρμαρά) con el mar Negro (turco: Karadeniz, griego: Μαύρη Θάλασσα). Tiene una longitud de 30 kilómetros, con una anchura máxima de 3 700 m en la entrada del mar Negro, y una anchura mínima de 750 entre Anadoluhisarı y Rumelihisarı (castillos otomanos que se alzan en las colinas de su ribera). Su profundidad varía entre 36 y 124 m. Las orillas del estrecho están densamente pobladas ya que la ciudad de Estambul (con una población de al menos 11 millones de habitantes) se asienta entre este estrecho que divide Europa de Asia. ii

El alminar o minarete es el nombre con el que se conocen las torres de las mezquitas. Su principal cometido es, por tanto, facilitar que la máxima cantidad de gente posible oiga cada una de las cinco llamadas diarias a la oración. Para ello suele tener en su parte más alta un balcón que lo rodea, desde el cual el muecín o almuédano realizaba tradicionalmente la llamada a la oración mediante la voz. En la actualidad, el almuédano ha sido sustituido con frecuencia por un megáfono.

REGISTRO FOTOGRAFICO

Contenplando la majestuosidad del hombre en honor a Dios.

Posando desde un ángulo de la mezquita Azul en la legendaria Estambul.

 

Vista interior de la mezquita azul. En primer plano los espacios para colocar los zapatos antes de ingresar a la zona sagrada de la mezquita a donde acceden solo los varones, pues la mujeres solo tienen ingresar a la zona que esta detrás de los canceles de madera que linda con las puertas de centro religioso. La mujer es en la cultura musulman, uno objeto considerado desde la religión como ser impuro.

Devotos en la mezquita azul

Interior de la mezquita azul. Obsérvese el piso está cubierto por hermosa alfombra turca diseñada con cuadrados y círculos, figuras armónicas consideradas por los mahometanos símbolos espirituales. Observe las paredes recubiertas de azulejos azules y verdosos, las lámparas que escurren sobre las humanidades de los creyentes que oran hacia el tablero ubicado para señalar la orientación de la Meca. Aprecie los ventanales que juegan con el diseño y crean un ambiente a cielo abierto. (Foto de Cristian Torres, abril/2012).

Arcos y decoracion musulmana

Aprecie los epifrafes con frases tomados del Corán con letras doradas sobre un intenso verde. Aprecie una de las cúpulas cubiertas de hermosas decoraciones geométricas concéntricas haciendo unidad con la misma cúpula soportada de columnas igualmente expectaculares. (Foto de Cristian Torres, abril/2012).

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Protegidos por hermosas alfombras verdes con motivos diferentes están los sarcófagos donde están los restos de los últimos 109 sultanes que ha tenido Estambul. Los depósitos mortuorios tienen el mismo diseño de antaño y el sitio es lugar de visita en los creyentes, es una mezquita de poca área muy simbólica para los mahometanos turcos.

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Detalle del acceso al lugar de predicación de los imanes, varones dedicados a velar por el rigor de las normas y costumbres del creyente en Alá(Dios). (Foto de Nauro Torres, abril212).

Armonia entre cuadrados y curculos, signos de lo espiritual y lo terreno.

Vista lateral de la mezquita azul. Observe la majestuosidad de la construcción con sus cúpulas coronadas por el símbolo musulman, la media luna sobre hasta en oro.

Contemplando a Jesus y Maria en mosaicos orientales de la epoca de Constantinopla.

Imágenes religiosas ortodoxas elaboradas en azulejos de forma cuadrada de la época de Constantinopla. Estan exhibidos en el segundo piso del museo Santa Sofía, piso donde se muestran los vestigios cristianos que testimonian la historia de dos visiones religiosas: en el primer piso es mezquita y el segundo fue basilica.

Cupula mayor del museo Santa Sofia.

Aunque desenfocada, la foto muestra que la Virgen esta en fresco en la cúpula principal del museo Santa Sofía. Parece la imagen de la Virgen del Carmen?. (Foto de Nauro Torres, abril2012).

Bajando a la Cisterna.

Vista desde el acceso a la cisterna, depósito de agua de una extensión de una hectárea usada como reserva en caso de envenenamiento de las fuentes de agua o estar sitiada la ciudad.

alineando con las columnas

Aprecie el monte de columnas rematadas en arcos que soportan el peso de la superficie y que albergaban 80.000 metros cúbicos de agua dulce que discurría 25 kilómetros desde las montañas. (Foto de Mariate, abril2012).

Belleza arquitectonica y belleza en flores

Las zonas verdes que unen la mezquita azul y el museo Santa Sofía están decorados con tulipanes, flor propia de Turquía y no de Holanda como se conoce en el mundo actual. (Foto de Ximena Leon, abril2012).

 

Foto tomada en el acceso a la cisterna. Un recuerdo de haber estado en tierras orientales. (Costo de las fotos en cd, 20 euros).

El escudo del gran bazar

Saliendo por la puerta principal del bazar de las especias. Observe el escudo que data desde su construcción. Hay en este lugar más de 4.000 tiendas visitadas cada mes por mas de 250.000 personas. (Foto de Cristian Torres, abril 2012).

En el caravasar de Estanbul

En una tienda de delicias turcas, son dulces con frutos secos que engolosinan cualquier paladar. Los dulces se compran por kilos o gramos. (foto de Ximena Leon, abril 2012).

Delicias turcas 2

Un muestra de frutas secas. En el recipiente izquierdo hay naranja deshidratada, en el del derecho hay brevas deshidratadas. En el fondo se aprecia dulces con pistachos. El costo del kilo es de $ 40.000. Son un delicioso manjar. (Foto de Nauro Torres, abril 2012).

En el bazar de las especias (2) En el caravasar de Estanbul

En el bazar de las especias posando en una tienda. Observe el mágico colorido de diversos sabores que hacen atractiva y gustosa cualquier comida. Se compran por gramos y su gama supera los 25 productos de origen vegetal. (Foto de Mariate.,abril 2102).

El faro en el bósforo, Estambul.

Faro ubicado en el Bósforo, el puerto turístico de Estambul. Es una reliquia arquitectónica de los primeros años de Constantinopla. En la foto posamos de izquierda a derecha: Maria Teresa Ortiz, Cristian Torres, Nauro Torres y Ximena León. (Foto de Cristian Torres, abril, 2012)

Gonzando el frio y el paisaje

Nuestra primera noche en Estambul. Foto nocturna al frente del museo Santa Sofia. (Foto de Crsitian Torres, abril 2012).

la medussa en la cisterna

La cabeza de medusa sirve de base a varias columnas que soportan la cisterna mas grande de Estambul construida en 532. Esta tallada en marmol blanco. (foto de Nauro Torres, abril 2012).

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Asi se revisten las mujeres cuando entran a una mezquita. En la foto orando ante los sarcófagos de sultanes de los últimos 10 siglos. (Foto de Nauro Torres,abril 2012).

Alfombras comunes para creyentes en oracion a las afueras de una mesquita.

Esta foto fue tomada en las afueras de una mezquita. Los creyentes disponen de alfombras para postrarse a la hora del llamado que sucede por cinco veces en el dia. Aunque esen espacios libres, los mahometanos se quitan los zapatos para orar. (Foto de Nauro Torres, abril 2012).

Dentro de la mezquita del museo Santa Sofia.

En toda mezquita la mujer debe ingresar cubierta en señal de respeto y reverencia. Es una norma que esta en las leyes de mahoma para sus seguidores. (foto de Nauro Torres, abril 2012).

En el gran bazar (3)

Y la foto para mi pequeño Samuel, estoy mostrando la lámpara de Aladino en oferta como tantas otras bellezas artesanales en el gran bazar en Etsambul. (Foto de nauro Torres, abril 2012).

En el tranvia de Estambul

Registro en un recorrido en el Tranvía de Estambul. (Foto de Cristian Torres, abril 2012).

El parasitismo del plagio intelectual

  El apropiarse de los méritos de otro u otros, el copiar y usar palabras e ideas de otros y sustentarlas o escribirlas como propias y usa...