UNAS HORAS EN ESTAMBUL
En este tercer reportaje de mi viaje a Turquía, permítame compartirle lo que vi y sentí en la ciudad de Estambul, la ciudad más importante de este país pero que no es su capital, pero si el puerto que une las culturas de occidente-la europea- y la cultura oriental-la musulmán-.
Comparando la partida desde Bogotá hasta llegar a Turquía.
Realmente fue muy poco lo que pude conocer de este puerto ya que solo estuvimos unas cien horas, ya de regreso a Colombia. Llegamos a Estambul en un atardecer, luego de dejar las maletas en el hotel, nos fuimos a caminar por las calles que circundan las orillas del Bósforoi que en ese momento estaban llenas de una delicada luz rojiza que iluminaba los espacios de lo que fue la capital del Imperio romano de oriente, del imperio de Bizancio y del imperio otomano, y sentimos con los miembros de mi familia, de vacaciones por esos lares, el esplendor de un pasado glorioso y visualizamos el futuro de una modernidad caracterizada por la globalización, el ecumenismo y la diversidad cultural.
Es esta ciudad la única en el mundo que se asienta sobre dos continentes: Europa y Asia convirtiéndose por su ubicación en zona de gran importancia geopolítica para los dos continentes, y por ende, se ha visto, a través de la historia bajo los intereses de Estados que desean ejercer influencias sobre dichos continentes.
Esta ciudad en sus primeros años llevó el nombre de su fundador, el emperador Bizancio, luego fue bautizada con el nombre de Constantinopla en honor del emperador Constantino el Grande, y luego de la conquista de los otomanos, se convirtió en Estambul.
Caminando por el Bósforo pudimos deambular por la calle al puerto alinderada por sendas tiendas de artesanías turcas que sirven de paralelos hasta llegar a las aguas del azuloso mar en cuyos tranquilos vaivenes vimos dormir hermosos veleros con diseños de la época de los piratas, y de regreso a la calle por donde discurre el tranvía entramos a la primera mezquita construida antes de Cristo toda levantada en piedra cuya torre se confunde con el faro del mismo puerto, y desde ese lugar contemplamos las murallas de la ciudad, una impenetrable fortificación que se extiende por 7 kilómetros y que data del siglo V, fue considerada por la UNESCO como herencia cultural de la humanidad. En las murallas terrestres hay 46 puertas para comunicarse con la ciudad, pero también hay una muralla marítima de una extensión similar.
LA MEZQUITA AZUL
Es la mezquita más grande y fastuosa de la ciudad conocida en ese lugar como la mezquina del sultán Amherst de origen otomano quien asumió el poder a los 14 años y gozó de gran popularidad muriendo a los 28 años días después de inaugurar dicho monumento construido en menos de 14 años. En su construcción se colocaron 21.043 azulejos confeccionados en los talleres del palacio e igual sus alfombras fueron tejidas en los aposentos imperiales.
A ella entramos por una de sus cinco puertas y apreciamos su forma hexagonal con seis columnas de granito y vimos 30 pequeñas cúpulas y es la única de tantas mezquitas en la ciudad que tiene seis minaretesii .
Se llama mezquita azul por los 20.000 azulejos de color azul vivo y verde de los mosaicos que decoran la parte superior y las cúpulas de la mezquita.
Al estar en ella pudimos apreciar la conexión entre el arte y la religión. En las mezquitas se observa hermosa caligrafía, llamativas artesanías en vidrios, tallas en piedra y en madera en espacios interiores y exteriores y esplendida alfarería; mientras que en la Iglesia cristiana de Constantinopla se aprecia una evolución armónica en la música, las imágenes, la pintura y la escultura.
LA CISTERNA DE YEREBATAN
La inclemencia de los fenómenos naturales y los estragos de la guerra, vuelven al hombre recursivo y muy creativo.
Las murallas alrededor de la ciudad se construyeron para proteger a los habitantes de los asedios de los invasores o enemigos, pero como dichas fortificaciones estaban en las playas del mar, las aguas dulces escaseaban dentro de ellas, y había que conducirlas por una distancia de 25 kilómetros, trayecto en el cual, los enemigos envenenaban el agua; entonces los habitantes de Constantinopla construyeron 60 cisternas para guardar el agua y usarla en caso de necesidad.
Estuvimos en la cisterna más grande de Estambul con capacidad para almacenar 80.000 metros cúbicos de agua construida en 532 en pocos meses y que fue usada hasta el siglo XIV y restaurada a mediados del siglo XIX. La cisterna que está al frente del museo Santa Sofía fue construida con diferentes tipos de piedra y de columnas romanas de diferente época. Tiene 336 columnas repartidas en 12 hileras de 28 cada una, situadas a 4 metros unas de otras. Estando en ella y muchos metros debajo de la tierra, se siente la sensación de estar en bosque de columnas con un espejo de agua clara de 10.000 metros cuadrados en el nadan tranquilos peces que se esconden en las bases de dos columnas esculpidas con óvolos clásicos que reposan sobre las misteriosas cabezas de Medusa encontradas en las narraciones de Homero en las epopeyas, La Ilíada y La Odiosea.
EL BAZAR DE LAS ESPECIAS
El comercio es la fuente de crecimiento de las ciudades, regiones y países. Fue precisamente por el comercio que Marco Polo llegó a la India y Cristóbal Colon resultó en América.
Estuvimos en el Mercado Egipcio conocido con ese nombre porque es el lugar donde desde tiempos antiguos se venden especias, las primeras, traídas de Egipto durante el imperio de los otomanos. En este bazar hay unas 97 tiendas o puestos que sirvieron para financiar la construcción de una mezquita. Fue construido en 1660 en forma de cruz invertida y sus cúpulas están cubiertas de plomo y goza de seis puertas que se abren en diferentes posiciones.
En este bazar se puede comprar docenas de especias y todo tipo de hierbas en pequeños paquetes que sustraen los expendedores de grandes sacos en donde reposan ordenadamente como en una composición pictórica multicolor como si hubiesen sido plasmada por magos pintores del collage.
Pero no solo hay oferta de especias, también hay carne de ternera curada con especias, quesos, mermeladas, frutos secos y el delicioso lokum (delicias turcas), esponjas naturales y varios perfumes orientales que se venden en pequeñas botellas.
El haber estado en ese lugar uno se respira atmosferas orientales y apreciar la construcción en sus exteriores lo trasladan a las épocas faraónicas.
EL GRAN BAZAR
Es uno de los mercados más variados del mundo y es el más grande de Turquía pues ocupa 35 hectáreas, unas ochenta calles y tiene más de cuatro mil tiendas en las que trabajan quince mil personas que entienden cualquier idioma y atienden cada día entre 250.000 y 400.000 personas procedentes de cualquier parte del mundo que acuden a este lugar a comprar o apreciar los trabajos de orfebrería y cobre, las piezas de ónice, los rosarios, disfraces para niños, trajes de bailarina para damas, cajitas de madera, de nácar y de marfil, así como la joyería de bellos diseños.
Al mercado se accede por dieciocho puertas para apreciar mas d 12.700 productos dispuestos ordenadamente que demuestra la organización gremial de los dueños y facilita la oferta a los clientes.
En la época de los otomanos, el gran bazar funcionó como bolsa y banco. También fue un mercado de esclavos. En el bazar funciona una mezquita, doce capillas, un pozo y seis fuentes. Es una ciudad dentro de otra, pero ésta dedicada al comercio. Es en este lugar donde los turcos compran los samovares que son cafeteras para preparar el té y los narguiles o pipas de agua muy comunes en los turcos de todas las clases.
El Bósforo es un estrecho (también conocido como estrecho de Estambul), que separa la parte europea [englobada durante el Imperio Otomano en la provincia europea de Rumelia (turco: Rumeli)] de la parte asiática (turco: Anadolu) de Turquía; divide en dos partes la ciudad de Estambul y conecta el mar de Mármara (turco: Mármara Denizi, griego: Θάλασσα του Μαρμαρά) con el mar Negro (turco: Karadeniz, griego: Μαύρη Θάλασσα). Tiene una longitud de 30 kilómetros, con una anchura máxima de 3 700 m en la entrada del mar Negro, y una anchura mínima de 750 entre Anadoluhisarı y Rumelihisarı (castillos otomanos que se alzan en las colinas de su ribera). Su profundidad varía entre 36 y 124 m. Las orillas del estrecho están densamente pobladas ya que la ciudad de Estambul (con una población de al menos 11 millones de habitantes) se asienta entre este estrecho que divide Europa de Asia. ii
El alminar o minarete es el nombre con el que se conocen las torres de las mezquitas. Su principal cometido es, por tanto, facilitar que la máxima cantidad de gente posible oiga cada una de las cinco llamadas diarias a la oración. Para ello suele tener en su parte más alta un balcón que lo rodea, desde el cual el muecín o almuédano realizaba tradicionalmente la llamada a la oración mediante la voz. En la actualidad, el almuédano ha sido sustituido con frecuencia por un megáfono.
REGISTRO FOTOGRAFICO
Posando desde un ángulo de la mezquita Azul en la legendaria Estambul.
Vista interior de la mezquita azul. En primer plano los espacios para colocar los zapatos antes de ingresar a la zona sagrada de la mezquita a donde acceden solo los varones, pues la mujeres solo tienen ingresar a la zona que esta detrás de los canceles de madera que linda con las puertas de centro religioso. La mujer es en la cultura musulman, uno objeto considerado desde la religión como ser impuro.
Interior de la mezquita azul. Obsérvese el piso está cubierto por hermosa alfombra turca diseñada con cuadrados y círculos, figuras armónicas consideradas por los mahometanos símbolos espirituales. Observe las paredes recubiertas de azulejos azules y verdosos, las lámparas que escurren sobre las humanidades de los creyentes que oran hacia el tablero ubicado para señalar la orientación de la Meca. Aprecie los ventanales que juegan con el diseño y crean un ambiente a cielo abierto. (Foto de Cristian Torres, abril/2012).
Aprecie los epifrafes con frases tomados del Corán con letras doradas sobre un intenso verde. Aprecie una de las cúpulas cubiertas de hermosas decoraciones geométricas concéntricas haciendo unidad con la misma cúpula soportada de columnas igualmente expectaculares. (Foto de Cristian Torres, abril/2012).
Protegidos por hermosas alfombras verdes con motivos diferentes están los sarcófagos donde están los restos de los últimos 109 sultanes que ha tenido Estambul. Los depósitos mortuorios tienen el mismo diseño de antaño y el sitio es lugar de visita en los creyentes, es una mezquita de poca área muy simbólica para los mahometanos turcos.
Detalle del acceso al lugar de predicación de los imanes, varones dedicados a velar por el rigor de las normas y costumbres del creyente en Alá(Dios). (Foto de Nauro Torres, abril212).
Vista lateral de la mezquita azul. Observe la majestuosidad de la construcción con sus cúpulas coronadas por el símbolo musulman, la media luna sobre hasta en oro.
Imágenes religiosas ortodoxas elaboradas en azulejos de forma cuadrada de la época de Constantinopla. Estan exhibidos en el segundo piso del museo Santa Sofía, piso donde se muestran los vestigios cristianos que testimonian la historia de dos visiones religiosas: en el primer piso es mezquita y el segundo fue basilica.
Aunque desenfocada, la foto muestra que la Virgen esta en fresco en la cúpula principal del museo Santa Sofía. Parece la imagen de la Virgen del Carmen?. (Foto de Nauro Torres, abril2012).
Vista desde el acceso a la cisterna, depósito de agua de una extensión de una hectárea usada como reserva en caso de envenenamiento de las fuentes de agua o estar sitiada la ciudad.
Aprecie el monte de columnas rematadas en arcos que soportan el peso de la superficie y que albergaban 80.000 metros cúbicos de agua dulce que discurría 25 kilómetros desde las montañas. (Foto de Mariate, abril2012).
Las zonas verdes que unen la mezquita azul y el museo Santa Sofía están decorados con tulipanes, flor propia de Turquía y no de Holanda como se conoce en el mundo actual. (Foto de Ximena Leon, abril2012).
Foto tomada en el acceso a la cisterna. Un recuerdo de haber estado en tierras orientales. (Costo de las fotos en cd, 20 euros).
Saliendo por la puerta principal del bazar de las especias. Observe el escudo que data desde su construcción. Hay en este lugar más de 4.000 tiendas visitadas cada mes por mas de 250.000 personas. (Foto de Cristian Torres, abril 2012).
En una tienda de delicias turcas, son dulces con frutos secos que engolosinan cualquier paladar. Los dulces se compran por kilos o gramos. (foto de Ximena Leon, abril 2012).
Un muestra de frutas secas. En el recipiente izquierdo hay naranja deshidratada, en el del derecho hay brevas deshidratadas. En el fondo se aprecia dulces con pistachos. El costo del kilo es de $ 40.000. Son un delicioso manjar. (Foto de Nauro Torres, abril 2012).
En el bazar de las especias posando en una tienda. Observe el mágico colorido de diversos sabores que hacen atractiva y gustosa cualquier comida. Se compran por gramos y su gama supera los 25 productos de origen vegetal. (Foto de Mariate.,abril 2102).
Faro ubicado en el Bósforo, el puerto turístico de Estambul. Es una reliquia arquitectónica de los primeros años de Constantinopla. En la foto posamos de izquierda a derecha: Maria Teresa Ortiz, Cristian Torres, Nauro Torres y Ximena León. (Foto de Cristian Torres, abril, 2012)
Nuestra primera noche en Estambul. Foto nocturna al frente del museo Santa Sofia. (Foto de Crsitian Torres, abril 2012).
La cabeza de medusa sirve de base a varias columnas que soportan la cisterna mas grande de Estambul construida en 532. Esta tallada en marmol blanco. (foto de Nauro Torres, abril 2012).
Asi se revisten las mujeres cuando entran a una mezquita. En la foto orando ante los sarcófagos de sultanes de los últimos 10 siglos. (Foto de Nauro Torres,abril 2012).
Esta foto fue tomada en las afueras de una mezquita. Los creyentes disponen de alfombras para postrarse a la hora del llamado que sucede por cinco veces en el dia. Aunque esen espacios libres, los mahometanos se quitan los zapatos para orar. (Foto de Nauro Torres, abril 2012).
En toda mezquita la mujer debe ingresar cubierta en señal de respeto y reverencia. Es una norma que esta en las leyes de mahoma para sus seguidores. (foto de Nauro Torres, abril 2012).
Y la foto para mi pequeño Samuel, estoy mostrando la lámpara de Aladino en oferta como tantas otras bellezas artesanales en el gran bazar en Etsambul. (Foto de nauro Torres, abril 2012).
Registro en un recorrido en el Tranvía de Estambul. (Foto de Cristian Torres, abril 2012).
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