A la Belleza regresarán numerosos ex-alumnos a revivir los tiempos en que estudiaron. A recorrer los parajes que guardaron en el subconsciente desde niños. A vivir momentos inolvidables en el seno de sus hogares. A intentar encontrarse con compañeros de antaño. A admirar las transformaciones que ha tenido, tanto el colegio como la localidad. A sentirse por algún momento alumnos, y siempre muy bellezanos.
A los ex-alumnos se sumaran algunos docentes que trabajaron en ese lugar. Todos, con numerosos invitados tienen cita en el puente de mayo para celebrar las bodas de oro del Colegio.
Con ocasión de esta efemérides, desde este espacio rindo homenaje a quienes hicieron posible la institución que suscitó con los años el cambio de la historia de la localidad desde el 17 de marzo de 1965.
Doy agradecimientos a quienes fueron mis alumnos, mis compañeros de trabajo, mis amigos, así hayan transcurrido 39 años sin pisar esas tierras agrestes pero bellas.
Rindo homenaje a quien ha dejado en letras de molde la historia desde la colonización de sus montañas.
Rindo homenaje a quienes con la música convirtieron al terruño en la musa de sus canciones.
Rindo homenaje a quienes el colegio fue la oportunidad para salir y construir sus proyectos de vida, ya en Colombia, ya en el exterior.
Rindo homenaje a los alumnos y alumnas que luego se convirtieron en alcaldes, maestros, profesionales o prósperos comerciantes.
Rindo homenaje a quienes hoy son ejemplo para las nuevas generaciones.
Y un reconocimiento a los maestros y alumnos que tienen el honor de organizar y dirigir los actos para celebrar los cincuenta años del colegio.
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Pasado y presente en fotos, canciones y vídeos de un pueblo en el que la educación cambió las costumbres y tendencias.
En el año en que Mao Tse Tung iniciaba la revolución cultural del proletariado en China; y E.U. bombardeaba sin misericordia la población civil de Vietnam del Norte, luego de declararle la guerra al comunismo un año antes y las protestas de los negros en el mismo pais, les permitió, luego, gozar del derecho al voto. Finalizaba la primera sesión del Concilio Vaticano II y cinco años después de constituirse en Liverpool Los Beatles, la banda de rock mas famosa del siglo XX; y en Argentina los militares gestaban secretamente un golpe de estado, que un año después, imitando a Mao, iniciaban lo que llamaron la “revolución argentina”; y en el continente latinoamericano los jóvenes se enamoraban de las ideas libertarias, protestaban contra la guerra y gritaban vivas al amor y la libertad de pensamiento y se trasnochaban leyendo a Mario Vargas LLosa, Jorge Icaza, José Ingenieros, García Márquez y escuchando al indio duarte y a Gonzalo Arango. Y en Colombia el ELN se tomaba a Simacota el 7 de enero de 1965 y en Bogotá muere un asesino asesinado, el “cobarde Efraín González, que peleo por cuatro horas contra 1.200 valientes soldados colombianos” y en patio cemento, muere Camilo Torres, el cura guerrillero; en “un remoto pueblo olvidado de Dios y de los hombres, metido en la breña santandereana de la vieja provincia de Vélez irónicamente llamado la Belleza”, un levita nacido en el Hato, Santander, “de pequeña estatura, porte sencillo, con aire de campesino, gordito y bonachón”, de pocas palabras y acciones evangélicas, abría el 17 marzo de 1965, las puertas de una casona de adobe de dos plantas de propiedad de la Diócesis de Socorro y San Gil, un colegio femenino para secundaría que llamó inicialmente, Santa María Goretti.
Plumilla realizada por Domingó en honor al mártir José Antonio Beltrán.
En la casona con techo de madera inicio el colegio femenino privado Santa María Goretti. En la casona del medio que fue propiedad de la parroquia se inició la sección masculina convirtiéndose un año después en el Colegio Integrado Don Bosco. (Foto cortesía de Marcos Piñarte. 1965). En el espacio de las dos casonas se construyó, luego, la alcaldía municipal.
Un año después abrió en la casa de al lado izquierdo, la sección masculina y en 1968 logró el reconocimiento, por la Secretaría de Educación de Santander, con el nombre de COLEGIO INTERGADO DON BOSCO, apelativo designado por el fundador en honor al santo italiano del trabajo y la educación, quien sería el referente en las clases de religión, sociales, ética y filosofía para sacar “ los puñales del odio y la venganza” que anidaba en los habitantes, para dar luz a “las sombras de la desesperanza”, para cambiar las pistolas por los cuadernos y los libros, para extirpar las diferencias entre liberales y conservadores, olvidar las rencillas entre familias y reemplazar los velorios y los entierros por actos culturales, obras de teatro y encuentros deportivos.
En 201o, esta era la cara del colegio que cumple bodas de oro el 17 de marzo.
Un colegio, que en estos cincuenta años, contribuyó en convertir “un pueblo olvidado que se hundía en la ignorancia”, se batía entre los tiros de la valentía y el partidismo y las rencillas entre familias, en un pujante foco urbano con gustos de ciudad, en un epicentro del desarrollo agropecuario, en un próspero municipio reconocido por el escritor de esos terruños, Pedro Matéus Marín como la “la Suiza de Santander” en su libro que tituló con igual nombre.
El mensuario JOSE ANTONIO en la pagina regional numero 10 registró la celebración de los 20 años del Colegio, en ese entonces, dirigido por un licenciado pamplonés.
La imagen inferior, cortesía de Marcos Piñarte, quien fuera docente del colegio en la década del 70 y rector en la siguiente , es una panorámica de lo que era la Belleza en un día de mercado en 1965..
Fue el sacerdote José Antonio Beltrán Monsalve, el fundador. Un cura que en cada parroquia donde fue el pastor, dejó huellas de su labor sacerdotal en la apertura de carreteras y caminos, creación de escuelas radiofónicas y colegios, en embellecimiento de los templos, en la formación de los laicos, en la promoción campesina y en la difusión del cooperativismo como estrategia de desarrollo de los pueblos para salir de la pobreza.
Un hombre que sembró paz por donde anduvo, siempre en una mula. Que vivió el acorralamiento que hizo la guerrilla a los habitantes de Juan Bosco de Laverde, otro poblado olvidado, murió en 1971 bajo las balas asesinas de la guerrilla de la cual formó parte el cura Camilo Torres, cuando transitaba por tierras de la vereda Cucuchonal del municipio de San Ignacio, en misión evangélica, martirio que empoderó a los habitantes. Y desde entonces, en esas tierras olvidadas, ni la guerrilla, ni los paramilitares, ni los fascinerosos han podido anidarse para causar el mal.
LLa localidad en 1975 en fotografía tomada desde la escuela urbana y cortesía de Luis Alirio Hernández Zambrano, tomada de Facebook.
Desde entonces, en esa extensa región no anidaron, ni los de izquierda ni los de la derecha y la bandera de los derechos humanos siempre esta izada en cada casa de Landázuri, Vélez, San Ignasio y Santa Helena.
En esa ocasión el periodista bellezano Edulfo Peña escribió al director del periódico “Bienaventurados los que luchan por la paz” una carta que en el segundo párrafo reza: “ Quienes se atrevieron a disparar un proyectil contra su humanidad y arrojar luego su cuerpo sin vida entre la maleza de un abandonado paraje, se asemejan mas a las peores bestias primitivas que a seres racionales del tercer milenio. cegaron la vida de un hombre bueno en todo el sentido de esta palabra, y hoy solo nos quedan sus enseñanzas, sus recuerdos, su memoria. Nos queda esa huella que dejan solo los hombres grandes, generosos y sabios como fue el padre Beltrán”.
Estas imágenes contrastan el desarrollo urbano de la Belleza. La primera fotografía muestra los toldos que se armaban los domingos en 1973, frente al templo en el espacio que servía como marco de la plaza, un día de mercado en la década del setenta. Y en la segunda fotografía se observa, ese mismo espacio convertido en parque principal en 2009. Y en la foto de la izquierda, una vista de la calle real en la misma época.
El padre Josa Antonio Beltrán, el gigante en miniatura, fue el primer rector quien actuó sin salario, igual los sacerdotes Wilfredo Suárez y Gabino Pinzón Sierra. Fueron sucedidos por Jaime Cubillos y Marcos Piñarte, Pedro Antonio Mateus, Josué Orlando Villamizar, quien en 1980 graduó los primeros bachilleres y dirigió la celebración de los 20 años; Vitaliano Peña, Luis José Sierra, Rafael Antonio Puentes, Hernando Gómez Olivero y dos decenas mas.
El colegio Don Bosco es una colcha de retazos de gestiones e inercias de 22 rectores en 50 años, lapso en el que solo uno duró 8 años, es decir, un rector cada dos años en promedio, con imaginarios y visiones de corto plazo como lo revela la programación que para esta efemérides se ha conocido en internet.
Un programa con tinte deportivo, con narración de experiencias significativas de algunos egresados, deja entrever ausencia de ponencias sobre el impacto de la institución en el desarrollo, la convivencia y la paz en la región. Ausencia de un homenaje póstumo y una reseña histórica del fundador. Desperdicio de la única oportunidad para hacer un reconocimiento en vida al rector que se convirtiera, luego, en el único escritor que viene ofrendando sus conocimientos para plasmar en letras de la historia, difundir y dignificar esa región en mas de diez publicaciones de carácter histórico; una de ellas titulada “El gigante en miniatura” que, además de contener una semblanza del fundador del Colegio, cuenta la axiología que proyectó y la historia del plantel; además describe como era la Belleza en 1965 y presenta una crónica de quienes han sido rectores y alcaldes hasta la fecha de publicación. Con ausencia de distinción del Concejo Municipal, de la Asamblea departamental, del Congreso de la Republica, con ausencia de autoridades departamentales, dando la sensación de escasa gestión de la alcaldesa y rectora, ambas egresada del colegio.
El padre José Antonio Beltrán, “el gigante en miniatura”, fue el primer rector quien actuó sin paga, igual los sacerdotes Wilfredo Suárez y Gabino Pinzón Sierra. Fueron sucedidos por Jaime Cubillos y Marcos Piñarte, Pedro Antonio Mateus, Josué Orlando Villamizar, quien en 1980 graduó los primeros bachilleres; Vitaliano Peña, Luis José Sierra, Rafael Antonio Puentes, Hernando Gómez Olivero y 22 o mas rectores.
Amaneceres bellezanos encontrados en Internet
En esta calle, en donde hoy funciona la Alcaldía-edificio blanco- empezó el Colegio Intrigado Don Bosco que en 1975 fue traslado a la sede actual, empezando con seis aulas levantadas en un potrero sobre el camino a la vereda de Berlín.
EL 18 DE MAYO CELEBRACION DE LAS BODAS DE ORO
El próximo 18 de mayo la comunidad educativa de la institución celebra las bodas de oro del Colegio con un acto protocolario al que están invitados ex-alumnos dispersos en Colombia y el exterior, los maestros que despertaron el hambre por el conocimiento, contribuyeron a modificar las costumbres y formas de arreglar las diferencias, fortalecieron las relaciones entre los pueblos y despertaron las conciencias y suscitaron proyectos de vida de los cuales muchos jóvenes están orgullosos el haber alcanzado.
Tres reliquias fotográficas de 1975. En la primera imagen, al lado izquierdo el párroco Arnulfo Carreño, quien ejerciera esa labor por seis años en los cuales contribuyó a sacar a la Cooperativa de la crisis financiera a que había llegado por la morosidad y carencia de capital para prestar dinero, e implementó el modelo de nueva imagen de parroquia, NIP, estrategia diocesana de participación laical que fue extirpada por decisión jerárquica cuando la región de Vélez se convirtió en Diócesis al escindirse de la de San Gil y Socorro. Esa foto fue tomada en un curso de liderato social en el que aparece, en primer plano, Nauro Torres, natural de Puente Nacional, un maestro del colegio, que fue trasladado luego, acusado de usar la Biblia como herramienta para implementar la lectura en el aula y acompañar a los alumnos a insertarse en los procesos cooperativo y eclesial que despegaron en la década del setenta en el municipio. Este maestro fue el tercero de los acusados y trasladados, sin ser escuchados por ninguna autoridad departamental. Antes habían corrido igual suerte Ricaurte Becerra, natural de Gambita, por brindar asistencia técnica gratis a los campesinos e implementar en la cooperativa un almacén veterinario y dar a conocer en clases de sociales la historia de guerra y odio que ha vivido Colombia desde la conquista. Y Teódulo Castro, por usar las clases de matemáticas para calcular el interés del dinero y promover la hermandad entre los corregimientos circunvecinos.
La segunda fotografía muestra los docentes masculinos que tuvo el colegio en 1976. Equipo de basquetbol que usaron lo educadores para atraer jóvenes al colegio de los corregimientos de Florián y La Granja convirtiendo los encuentros deportivos y los cursos de liderato social en mesas de acercamiento para disminuir las pasiones partidistas y los conflictos familiares y promover la convivencia. En la foto, de pie: Luis Alberto Ariza, Rafaél Antonio Puentes, Fanor Mateus. En cuclillas, Nauro Torres y Norberto Ariza (q.e.p.d.).
Y la tercera imagen registra algún compartir de escritor Pedro A. Mateus con la profesora Margarita González (q.e.p.d.)
PAISAJES POR LAS CUALES A LA BELLEZA SE LE CONOCE COMO LA SUIZA DE SANTANDER.
Podría afirmarse que los egresados del colegio han cambiado el entorno del municipio al convertir en canciones las añoranzas de una tierra, aun por conocer, en redescubrir las bellezas naturales, la expresiones culturales, al fomentar la hermandad entre los pueblos a financiar un encuentro inter-docente, al mostrar a propios y extraños los atractivos de la localidad.
En you tube circula un vídeo titulado “ a mi tierra con amor” que muestra gráficamente parajes de esta tierra ilustrando la música y la letra de una propuesta de himno al municipio, desechado por el Concejo Municipal.
Igualmente circulan otros dos vídeos, realizados en una de las administraciones del ex alumno Rolfe Marin que muestran la pujanza de la Belleza. Y un tercero de otro autor. Los tres de alta factura en su realización. Vale la pena verlos para alimentar el amor a la patria chica, para despertar en el lector recuerdos gratos de la niñez.
Con una canción “Homenaje a Santander” de un viejo amigo que se hizo artista en Barbosa, rindo homenaje a los alumnos del colegio que viven en cualquier parte de mundo. En especial a mi alumno, Elmer Martínez, en E.U. Y a Noralba Sánchez Jr., en España.
Para quienes conocer los orígenes de la violencia que sacudió al Sur de Santander desde 1950 hasta 1970 pueden ver y escuchar los siguientes dos vídeos. El primero, en una canción se muestra quien era el modelo en ese entonces. Y el segundo, una disertación en la que se explica que la pelea entre liberales y conservadores fue patrocinada por el Estado para dividir al campesino.
En el siguiente documental se identifican las causas objetivas de la violencia en Puente Nacional y Colombia. Acceda al siguiente link
https://www.youtube.com/watch?v=o0LZjNimEo8 o búsquelo en Youtube con el Titulado EFRAIN GONZALEZ
UNA EXPERIENCIA DOCENTE EN “LA SUIZA DE SANTANDER”
Un viaje a lo desconocido
Rayaba los 20 años. Se había graduado en 1972 como técnico en la prestigiosa Escuela Normal Industrial Nacional de Zipaquirá. Se había casado el día anterior en la única parroquia que, en ese entonces tenía Barbosa, la ultima estación del tren en la provincia de Vélez.
Vestía con pantalón de jean con bota campana, camisa a rayas manga larga, una chamarra negra estilo hippy, tenis Croydon azules y cargaba un morral en las que escondía sus pocas pertenencias izadas con libros que sacaban la cabeza de los bolsillos laterales de la maleta de moda de quienes venían de la capital del país. Con contextura juvenil, lampiño, larga melena crespa y animo expectante, el pasajero se sentó entre los diez primeros puestos del bus que con el movimiento a vuelta de rueda se fue llenando de pasajeros en todo el trayecto hasta llegar al escondido y lejano destino.
Tomó a las diez de la mañana del día domingo 11 de agosto de 1973, la única flota que desde la puerta de oro de Santander lo llevaría al puerto de su primer trabajo como maestro de escuela, pues había renunciado como corrector de estilo en una empresa de artes gráficas en Bogotá de los patricios Gómez Hurtado a la que había llegado referenciado por el primer alcalde que figura en la historia del lugar a donde se dirigía.
Por una trocha en la que andaba mas a pie.
Ya en el bus Omega, que hacia el mismo recorrido todos los días por una vía entre carretera y camino de herradura, se secó las lagrimas luego de llorar por varios minutos, no por el viaje que le esperaba, ni por el trabajo que le esperaba, ni por el lugar desconocido al que viajaba, sino por dejar a su joven esposa, que a igual que él, debía trabajar al otro día en el mismo oficio de despertar la conciencia e inducir a los niños por las primeras letras, la lectura y el gusto por estudiar y soñar un proyecto de vida en el que la felicidad, el bienestar, la solidaridad y la ayuda mutua fuera, valores de una sociedad anhelada por quienes escuchaban a los Beatles, a Pablo Gallinazos, Oscar Gólden y seguían las noticias de los logros de la revolución cultural en China, la revolución cubana, el MOIR y los gritos de liberación en las montañas de Colombia.
Le habían informado que su destino estaba a tres horas de Puente Nacional pasando por Jesús María, el municipio en el cual había sido nombrado como maestro de un grupo urbano del corregimiento de la Belleza; pero ese tiempo fue el que usó el bus para arribar a la primera población de la ruta que había tomado y en el que obligatoriamente había que almorzar para retomar la cuesta hacia la serranía de los cobardes para descolgarse el destartalado bus, a paso de asno que, sobre las cinco de la tarde, arribó al puerto final, del cual fue trasladado sin consentimiento alguno, tres años después, sindicado de promover la lectura de la biblia, tarea exclusiva en ese entonces, de los hermanos separados, los protestantes.
La pedagogía de Paulo Freire y San Juan Bosco
La Sagrada Biblia era poco usada en el clero secular, pero era un recurso determinante en el trabajo pastoral de la comunidad salesiana en Latinoamerica, en la cual había cursado varios años en Mosquera, Cundinamarca, en la que asumió como filosofía de vida, la búsqueda de la ciencia con el trabajo y la disciplina, promovida por el fundador de los salesianos, a quien le rindieron honor al bautizar el colegio de la localidad a donde iba con el apellido: “Don Bosco”.
Entre la niebla, una caserío en la cresta de una loma.
Cuando el sol se escondía en las montañas de fura y de tena y la oscuridad asomaba sobre la selva de las tierras calientes, la neblina envolvía el paisaje y el bus descendía por una cabuya en el bolsillo, y luego de pasar por tres arboles entrelazados que enseñaban a los residentes el mensaje esencial de Jesús el de Nazaret, entramos al poblado con un incipiente servicio de luz de escasas horas al nacer la noche, con un servicio de acueducto ocasional, y sin alcantarillado, que semejaba un cuadrado de greda de cuyos cuatro vértices se prolongaban los lados formando las únicas calles que tenía la población que se conformó con “el primer mercado del domingo el 29 de julio de 1928 ” con el empeño de un inspector de policía de nombre Segundo José Marín y su esposa que fue la primera maestra con el apelativo de Margarita y la participación de los vecinos, Clemente Burgos, Martin Peña, Félix Castro, Ismael Marín, Vicente Martínez y Amparo Barbosa. Esa región extensa fue parte del municipio de Sucre de donde provinieron los primeros pobladores hasta 1932, año en que fue adherida al municipio de Jesús María, posteriormente declarado municipio el 14 de agosto de 1975.
Esta fotografía cortesía del arquitecto Gustavo Ardila, muestra parte de la plaza teniendo como marco dos casas de los fundadores. La casa de la izquierda era el hotel de Georgina de Sánchez al que llegaban los forasteros y al lado derecho, la casa de Víctor Pérez en la que atendía el galeno del pueblo, el Dr. León.
En la plaza de la población.
El recién llegado, como todos los foráneos que arribaban al pueblo, no recibió respuesta a sus cordiales saludos a las pocas personas que esperaban el bus. Reclamó su morral en el mismo instante que otro pasajero que ocupó desde Barbosa el puesto de los músicos, reclamaba la maleta de cuero. No se saludaron, pero las circunstancias del viaje, del lugar en donde ya se encontraban, la curiosidad inquisidora que notaron en las personas que en ese momento merodeaban en el almacén donde funcionaba la agencia de la Omega, los obligó a establecer una charla interesada. A donde ir a buscar posada? a donde encontrar comida a esas horas si las casas que formaban el marco de la plaza ya estaban cerradas?
La persona de la agencia mostró alguna cortesía preguntando quienes éramos? y a porque estábamos en el poblado¡. El joven de la maleta de cuero, pelo lacio en desorden y dientes corroídos por las caries, se apresuró a contestar que venía nombrado como profesor del Colegio.
No había terminado de informar cuando quien preguntaba le indicó con la mano derecha una casa de dos pisos pintada de azul que era el único hotel y restaurante en ese entonces.
Los recién llegados, con prisa y susto, agradecieron en coro el gesto del nativo y a paso largo entraron por un oscuro recibidor que conducía a unas mesas con bancas a los lados que hacían de atajo a la estufa a leña que estaba al fondo administrada por una tierna señora de voz y figura fraternal que dio la bienvenida a los recién llegados, que presurosos solicitaron comida y un espacio para hospedarse.
Georgina era el nombre de la dueña del restaurante y la posada que funcionada en el segundo piso de la vieja casona levantada en adobe. Dispuso con agrado la cena compuesta de mazamorra de maíz, arroz, arracacha y un pedazo de carne salada. Mientras aprontaba la comida, los recién llegados, por separado, solicitaron hospedaje, el cual podría ser permanente porque llegaban como maestros a trabajar en la localidad.
La respuesta fue interrumpida por la presencia de dos niñas y una chica con mas años, todas con pelo largo que las hacia misteriosas y curiosas a la vez. Ellas saludaron a los dos varones que simulando el frio que los invadía, sorbían con empeño la mazamorra. Se presentaron, las dos primeras como estudiantes del colegio, y la mayor como docente de la escuela urbana.
Entablándose una formal charla en la cual nos advirtieron que había dormida esa noche, pero recomendaban al otro día conseguir habitación, pues la posada generaba los ingresos del alquiler diario las piezas a los agentes comerciales que visitaban la población.
En el trabajo
Al otro día, luego de un desayuno con huevos con café y molido, cada uno se fue al trabajo. El primero a la escuela urbana y el segundo, al colegio que funcionaba en la misma plaza, muy cerca al puesto de policía.
Al maestro de escuela le asignaron un grado cuarto de primaria integrado por niñas que en el transcurso del año no habían tenido docente, pero ese primer día, nadie llegó a clase. Pero al día martes ya estaban en los bancos bipersonales expectantes a empezar el año lectivo del que adelantaron buena parte para reiniciar de nuevo en el siguiente año.
Ambos consiguieron dormida y alimentación a pocos pasos del sitio de trabajo. En ese lugar pernoctaban otras profesoras. Era una casa garita clavada en una cima que sobresalía por tener ventilación y ventanas por todos los costados y por estar al mismo nivel que las campanas del templo, desde donde se escuchaban las riñas, los disparos, el trote de los caballos y los gemidos de los muertos que cada domingo caían en cualquier tienda o calle de la plaza ajustando cuentas de honor, por venganza o creando otras.
Allí, en esa casa, cuyo dueño siempre tenía una sonrisa compartió un segundo piso montado sobre madera con piezas estaban separadas con cartón que facilitaba oír abajo que se hacia arriba y a los lados; conoció la profesora de sociales que recuerda por pinta acartonada. Conoció profesoras egresadas de la Normal de Puente Nacional y Guadalupe con sus particularidades en la voz, la dinámica y la pedagogía para enseñar.
En la escuela departió con el profesor de 5o. que tenía una letra script y gustaba de pescar y hacer tiros al blanco, con una profesora que se codeaba con los políticos que ocasionalmente regresaban al pueblo en época de elecciones, con otra profesora que de la boca siempre salían palabras soeces.
En el colegio tuvo como colegas a un matemático enamorado del basketbol como de la cerveza que departía con los alumnos. Su muerte nunca fue esclarecida. A un docente que en el aula gritaba como llamando a tomar el bus. A otro que frente a los alumnos se paraba como un borracho. A una profesora de ciencias que enseñaba con el ejemplo los buenos modales, la moral y la dignidad femenina. A otro que al hablar no se entendía ni a si mismo.
AZULES, AZULES, AZULES
Las casas del poblado estaban pintadas de azul en honor al partido conservador. La mayoría tenían la misma fachada, la fachada de una vivienda de un barrio emergente de la capital de la republica. Con ventanas pequeñas y puertas de dos hojas. las primeras para curiosear, sin ser vistos, y las segundas, para usarlas como trinchera en alguna emergencia, ya ocurrida en los cincuenta con los enfrentamientos con los liberales de Florián, vecino y paupérrimo corregimiento, que en ese entonces tenía casas de paja.
El poblado carecía de fluido eléctrico y las aguas servidas con sus eses transitaban paralelas a las calles con pendiente, los orinales eran los potreros, abundaban las cantinas con tocadiscos a todo volumen con ritmos rancheros en las que siempre había consumidores de cerveza y aguardiente que ocasionalmente terminaban en riñas y velorios.
El maestro de escuela, por su juventud, por su formación, por su interés en conocer y dar una interpretación de la realidad circundante empezó a relacionarse con los otros maestros con los comerciantes con los campesinos, y en especial, con el cura y el gerente y directivos de la cooperativa de ahorro y crédito.AÇ
Apóstoles trabajando para transformar la realidad social y política
Se sorprendió encontrar en esa lejanía personas comprometidas con los marginados. Un novicio carmelita que colgó el habito para ser rector del Colegio. Un teólogo egresado del seminario redentorista y quien con revolver apretinado desempeñaba el cargo de cajero de la cooperativa que posteriormente fue rector, director de agrupaciones y reconocido escritor. Un profesor de agropecuarias que atendía gratis a los campesinos en un pequeño local cedido por la parroquia del cual colgaba un aviso que decía: Profesor Becerra. Consultas gratis. Un gerente de la empresa asociativa dedicado a cobrar deudas a los asociados acostumbrados a no pagar. Un trabajador de linea de Telecóm que recorría los trayectos a Jesús María, La granja y Florian para facilitar la comunicación telefónica que tenía una familia de sonrisas en la cual se hospedaban varios maestros. Un párroco joven estrenando campero jeep que convirtió en ambulancia para sacar a Puente Nacional los heridos o las señoras a punto de dar a luz. Un medico egresado de la UIS que se envejecía sin actualizarse. Una enfermera que promovía el uso de los anticonceptivos en todas las edades. Y un inspector de policía que poco hablaba, ni escribía pero que demandaba subordinación de los maestros y genuflexión de sus partidarios y mantenía informados a los políticos, tanto del grupo de Jorge Sedano como de Darío Marín o el Mayor Franco para mantenerse en el puesto.
En el Don Bosco y de allí a………
Empezó 1974, y el maestro de escuela pasó a serlo en el colegio departamental de la misma localidad en el que empezó a ejercer un liderazgo entre los estudiantes por estar bien informado, por la particularidad de su pedagogía freiriana , por el trabajo en grupos que implementaba en el aula, por la forma de implementar lectura con la revista Alternativa, y la escritura con un periódico mural, por las novedosas clases de dibujo técnico. Y por su inserción en los procesos comunitarios que se venían dando en la localidad.
Se convirtió en asistente del profesor Becerra para aprender pecuarias con el que salía a dar asistencia técnica gratis. Se hizo líder social participando en cualquier seminario que se diera en la parroquia o fuera de ella con el patrocinio del párroco. Se acercó al movimiento carismático para unir a los jóvenes de Florián y la Belleza y extirpar el odio entre entre colores azul y rojo. Se asoció a la cooperativa convirtiéndose en menos de tres años en el gestor del almacén agropecuario y supermercado de la misma cooperativa.
Amenazado y acusado
Pero llegó el año 1976 y el impacto del trabajo de quien llegó como maestro de escuela atraía a mas jóvenes y campesinos que acudían a las reuniones dominicales en las veredas. Era un año de elecciones parlamentarias, época en que la ofensa, la diatriba eran el pan diario entre los partidarios sedanistas y marinistas que participaban a ciegas en los eventos democráticos e involucraban a los estudiantes en las diferencias.
A la par que fue amenazado por uno de sus alumnos del grado cuarto con pistola en mano, el maestro de escuela que un día de agosto arribó al pueblo, fue acusado ante la Secretaria de Educación de Santander por participar el política, por dividir al pueblo con la religión, por no trabajar, por estar haciéndolo en la cooperativa los fines de semana, y el secretario de ese entonces gestionó para que fuese trasladado en junio de 1976 a un paraje de Cimitarra a donde nunca se presentó a ejercer sus funciones.
El 16 de julio del mismo año inició labores como docente de secundaria nombrado por la Nación en el Seminario de Zapatoca, institución que desarrollaba un proceso pedagógico con campesinos adultos en la jurisdicción de la Diócesis de Socorro y San Gil impulsado por el Ministro de Educación mas joven de Colombia, el extinto Luis Carlos Galán Sarmiento. Allí laboró otro tanto como lo hizo en la Belleza hasta lograr que la institución se hiciera merecedora de la medalla Simón Bolívar por innovación pedagógica en educación de adultos.
El maestro de escuela que un día llegó con pinta de hippy a la Belleza, solo regresó un febrero de 1977 para sacar a hurtadillas a su joven esposa y su hijo mayor que allí había nacido, para regresar el próximo 18 de mayo cuando la comunidad educativa del colegio INTEGRADO DON BOSCO CELEBRA 50 AÑOS DE EXISTENCIA.
Ese maestro, anhela hoy, por medio de esta crónica, rendir homenaje a los maestros que ofrendaron años de sus vidas a la educación de ese, hoy pujante municipio. Resaltar a quienes fueron sus alumnos y dieron buen recibo a sus enseñanzas, consejos a amistad. Brindar homenaje a quienes fueron sus amigos en ese municipio cercano hoy dos horas ahora de Puente Nacional. Resaltar a quien ha dedicado años a dejar en publicaciones la historia de los colonos y pobladores y del mismo colegio. Resaltar a quienes convirtieron en inspiración musical los parajes y la gestión de ex-alumnos que pocos referentes han mostrado resultados en las gestiones municipales.
Ese maestro, quien fuera en San Gil cofundador del periódico JOSE ANTONIO, mensuario que hizo su aparición en 1.980. Quien junto con el pintor Luis Roncancio, crearon el concurso de pintura Huellas de Santander. Quien en 1987 cofundó la empresa FUNDACION EDISOCIAL. Quien en el 2004 fue reconocido por el Sena como emprendedor y regreso a las aulas en 2005 y promovió las publicaciones del escritor bellezano regresará a participar en la celebración de los cincuenta años del colegio porque al igual que el escritor nacido en ese terruño cree “que el Don Bosco tiene que ser la cuna de la libertad para los bellezanos, que de aquí nazca un pueblo nuevo y que su rostro sombrío se cambie en expresión franca y cordial para quienes los representaran en las generaciones venideras” (aparte del discurso de Pedro Antonio Marín, el 16 de marzo de 1980 en la inauguración de la biblioteca del Colegio, siendo rector).
Esta maqueta es exhibida en el palacio municipal. Es la propuesta que tiene la administración para reformar la casa municipal con la intención de evocar el diseño inicial y proponer en uso de la teja de barro como una expresión para crear historia arquitectónica.
Imágenes de instantes registrados por alguien o algunos que compartieron en su momento por facebook.
Los cultivos que muestran las fotografías son signos del que en el campo de la Belleza, el campo es negocio. s