“¡Tribulación
humana¡
¡Cuántas
palabras tristes estaban aún escondidas
en
la entraña del hombre¡”
Roberto
Arlt
Poema 203
07/06/2022
Deambulo descalzo por
mi memoria
tras el rastro de
la lluvia
hasta el hogar de
mi tristeza.
Es la morada que
acopia
los desastres del
alma;
es lo mejorcito de
cada uno,
es la juntanza de
esperanzas, sacrificios,
amores, desamores y dolores.
La tristeza no es
objeto de despojo,
es transparente
como un rayo del sol
y es leal a
ciertas alegrías.
Nacemos y morimos
tristes;
en ese entretiempo,
ocasionalmente nos
enamoramos
de cuerpos usualmente
tristes
en los que la
belleza, es un milagro.
Descalzos
caminamos en peregrinación,
con tristes
tribulaciones encarnadas en el bordón;
tornan las gotas
de nuestro sudor,
en escuálida sapidez
nostálgica.
Las huellas de la
lluvia
nos regresan al
hogar de los pesares,
chubasco enamorado,
solitario y clandestino.
Y allí, rodeada la
tristeza
de sus frágiles
dogmas,
de sus resecas
lágrimas,
y de un siglo de
ensueños;
nos abraza
apasionadamente
con un anticipado
placer
empujándonos a
trasegar
tras un soñado y
jubiloso amanecer.