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sábado, 21 de noviembre de 2015

El dulce "tiodolindo" de Puente Nacional.


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Postre de naranja, dulce único de Puente nacional, Santander.
El amarillo oro en dos franjas horizontales que tiene la bandera de la municipalidad simboliza el amor por la libertad, la fe en Dios y el respeto anhelado entre quienes nacieron o pueblan los 24.839 kilómetros cuadrados que conforman el municipio de Puente Nacional.

Ese amarillo intenso, pero sin el brillo de ese metal, se aprecia con pintas blancas como lunares de mantequilla bovina  pero es ovípara y brumos pequeños de yema de huevo que es realmente leche cortada; los dos colores juntos pero no revueltos, se aprecian cual pintura al oleo en un redondo recipiente de vidrio haciendo unidad para el deleite que sirven desde hace mas cien años acompañado con un amasijo, un pedazo de mantecada, un pedazo de quesillo acompañado con agua con limón o leche.
Son los postres de huevo que antes preparaba con esmero y a escondidas, doña Dora Ardila, y que desde 1959 viene preparando  con el mismo sigilo, doña Silvia Ariza de Mosquera, y que entre los jóvenes se conoce como el "dulce de Teodolindo".

En las misma cocina, en el mismo local,  en las mismas dos mesas cuadradas en cedro con cuatro butacas de la misma madera, en la misma casa y en la misma esquina  paralela a la casa cural de la localidad, se viene deleitando a los paladares puentanos, veleños y visitantes, hace mas de un siglo, con el postre de naranja- que no tiene naranja- que por su equilibrio en sabor, en  su textura,  color, composición, presentación y acompañamiento, es una golosina única en el panorama Nacional que al ser solicitado a cualquier hora del día, perdió el fin de ser consumido posterior al almuerzo o la cena para ser denominado por la generación que lo seguirá preparando, y ya empezó a llamarse: “dulce de naranja”, pero realmente es de huevo. 

En esa esquina de una casa colonial ubicada en línea recta al palacio municipal y pareja de la casa cural son  construcciones que mantienen la identidad arquitectónica junto a edificaciones adyacentes a la alcaldía y las que permanecen incólumes en la  diagonal al supermercado de Teodolindo Mosquera.

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Silvia, de extracción conservadora católica, y Teodolindo, igual católico pero de tinte liberal, unieron sus vidas para siempre un 22 de abril del año 58 del siglo pasado en la Basílica de la patrona de Colombia en Chiquinquirá siendo los padrinos Raimundo Ariza Y Carlina Mosquera, familiares los cuatro, entre sí. Las nupcias ocurrieron en ese centro nacional de peregrinación por seguridad tanto de los novios como de los familiares e invitados, pues la violencia se vestía de negro y paseaba los campos con la complicidad de la noches y de quienes la patrocinaban.

“HUYERON PARA ASEGURAR LA VIDA”

El 20 de julio de 1959, un bandido liberal apodado “el diablo” y su grupo,  masacran a tiros a 9 conservadores en Puente Blanco, los degüellan luego  con cuchillo, y sus cuerpos los botan al rio como retaliación a la muerte de un liberal que se produjo en la vereda Corinto. En ese genocidio cae un primo hermano de Silvia Ariza, generándose un pánico en las veredas, tanto conservadoras como liberales por la retaliación que se vendría.
Días después el ejercito Nacional patrulla las veredas pobladas por familias campesinas integrantes del partido liberal, y en la vivienda de Emiliano Ariza y María Eucaris Mosquera buscan a Teodolindo Mosquera y a Gustavo Ariza, siendo ultimado a tiros, éste ultimo, mientras el primero huye por los cafetales y cultivos de fique y por las cañadas hasta lograr a hurtadillas  la carretera que une a Florián con Puente Nacional, siendo recogido por un camión en el que escapa para esconderse varios días en la calle cantarrana de la que sale solo de día a caminar y a visitar conocidos en búsqueda de un negocio para empezar nuevamente, pero esta vez en el casco urbano.

Mientras Teodolindo huye, su joven esposa, llora por amor  su ausencia y llora de dolor por la muerte de su hermano Gustavo, quien murió sin saber de la acusación que le endilgaban las fuerzas del orden.


El cuerpo de Gustavo, así como el del primo hermano de Silvia, fue llorado por familiares y conocidos y lamentado por los miembros del partido conservador de las diferentes veredas, cuyas delegaciones se hicieron presentes en cada funeral.
Acompañando al muerto se vino toda la familia de Silvia Ariza, pues los Mosquera, todos, ya habían abandonado las parcelas para proteger sus vidas y se habían resguardado en piezas y casas sencillas que encontraron en el sitio Bocapuente, antiguo lugar donde, en épocas de la colonia, funcionó la tarabita donde se cobraba el impuesto por el uso de la canasta para pasar el Saravita y donde se intercambiaban los productos de tierra caliente con los que se producían en tierra fría junto con la sal en la época en que los indígenas era dueños y señores de todas las comarcas.

Olivo compró una tienda en el lugar mientras que Teodolindo compró la casa con la tienda donde, aun hoy, se ofrece el postre de naranja en un rincón del supermercado que retomó el hijo, Rigoberto, para continuar con la tradición.
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Doña Silvia Ariza de Mosquera, 2015
Los casados, como toda familia campesina, trabajaron de sol a sol cosechando un capital reinvirtiéndolo en el negocio y luego de una década empezaron a invertir en finca raíz y en rentar dinero recibiendo como garantía la escritura, que en caso de no pago de la deuda, con solo presentarla, vencidos los términos del acuerdo verbal, pasaba al rentista, la propiedad.
La familia Mosquera Ariza sobrevivieron la violencia partidista, la guerrillera y la paramilitar;  en la década del noventa fueron extorsionados por el ELN y en el 2000, un día cualquiera sobre las siete de la noche, un comando del frente 23 de las FARC, sacaron del supermercado, ubicado a dos cuadras del comando de Policía, a Rigoberto, en ese entonces, concejal, trasladándolo furtivamente a tierras frías de la cordillera, dejándolo al cuidado de una familia campesina, y luego de dos semanas, una vez pagada la extorsión, fue dejado en libertad, sano y salvo, en la carretera que del corregimiento de la Sabana se une con Jesús María; un par de años después, la familia fue nuevamente presionada a pagar vacuna para seguir ejerciendo el comercio, esta vez, por un grupo paramilitar.

Teodolindo ya cumplió los 91, y aunque la visión no le acompaña, se mantiene como un roble viendo pasar el mismo tiempo, los últimos diez años, y Silvia cada tarde prepara el postre de naranja que dispondrá al día siguiente y como en los últimos 60 años, viene atendiendo a la clientela con la misma timidez que le ha acompañado y con la misma sencillez reflejado en el lugar, y aunque el servicio lo presta con la lentitud que traen los 85 años respirando, quienes gustan del dulce de naranja,  esperan con paciencia que una de las dos mesas de cedro que alguna vez fueron de color azul francés, sea desocupada para sentarse luego y esperar la pregunta de Silvia: ¿Lo desea con agua o con leche?
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Fachada del Palacio municipal y en la foto docentes de un colegio rural en la celebración de la Victoria comunera en el 2002.
Quien visite a Puente Nacional,  gustos debe darse: probar el dulce de naranja, piquetear en los toldos de la plaza, almorzar en la Chicharrona o en el Chaneque, comer bocadillo con queso de hoja, probar los dedos de ariquipe, visitar la Escuela Normal, probar el Balay de la capilla y comprar las famosas almojábanas de sola cuajada que como ellas, solas hay.
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miércoles, 11 de noviembre de 2015

Los torcidos de Benjamín Prada Pinzón Vs. los otros torcidos.

 

“La ventaja de ser honesto es que  hay poca competencia”

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En los diferentes niveles del Estado, torcidos hacen de día y de noche, para unos pocos  comerse la mermelada a costa del erario publico que pagamos todos.

Quienes mas invierten en  campañas políticas, más votos tendrán de quienes venden el voto a cambio de una empanada, y ellos, los elegidos, mas tajada tendrán que sacar del presupuesto municipal, departamental o nacional. Unos exigen el 10%, otros hasta el 20% del valor total del proyecto a ejecutar que sumados al porcentaje de los impuestos, terminan los  menos garosos, invirtiendo el 50% del valor total del presupuesto aprobado. ( http://www.eltiempo.com/multimedia/especiales/sobornos-en-colombia-cifras-de-corrupcion/15865535/1)

 

Los torcidos con sabor político que solo llenan la panza de quienes los exigen y de quienes lo pagan para lograr un trabajo, no se parecen ni en el proceso de hacerlos, ni en los recursos que usan, ni en la forma de esconderlos, incluso al probarlos, a los torcidos de Benjamín.

 

Los primeros son de papel de seguridad con diferentes denominaciones, no se comen pero se usan para festines, y los segundos, son de cuajada y trigo. Los primeros se cocinan en las oficinas, en los restaurantes o en los bares, y los segundos en un horno. Los primeros se pagan en efectivo y sin contar los paquetes de billetes, y los segundos también se compran en efectivo con billetes y monedas de baja denominación, y hay muchos empleados públicos que al comprarlos, piden vendaje. Se parecen los dos porque al entregar los torcidos, ambos van en  bolsa, los primeros en material plástico y los segundos en papel crack.

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“A la vida hay que recibirla como se presente cada día, con una sonrisa”.

Benjamín Prada Pinzón es un octogenario que nació en la vereda San Isidro del municipio de San Joaquín en el mes en el que la Asamblea de Santander adopta por unanimidad un programa socialista, y los seguidores del partido liberal exigen la democratización del partido; nace en el año en que se inaugura en Colombia los vuelos aéreos entre Bogotá y Nueva York, el mismo año que el Gobierno Nacional reconoce al gobierno republicano de España, crea Rentas nacionales y decide comercializar los ferrocarriles nacionales, y en Barranquilla, en un motín contra el hambre, las turbas destruyen el Teatro Colombia y en Bogotá se inaugura el mejor circo de toros de Suramérica que posteriormente se llamó La plaza La Santamaría.

 

 

Benjamín Prada Pinzón nace el 31 de marzo de 1931, el año en el que los colombianos sufrían el impacto de la gran depresión ocurrida desde 1928. Urbano se llamaba su padre que murió a los 96 años y Socorro, la madre que expiró a los 93.

 

Desarrolló la motricidad fina recogiendo trigo y cebada, desgranando mazorca y frijol y jugando con la tierra y las piedras y expandió la motricidad gruesa recogiendo chamiza, labrando la tierra, subiéndose a los arboles, pastoreando las ovejas y deslizándose sobre un cuero de res por las laderas de la finca  paterna.

 

Urbano y Socorro, campesinos de pura sepa, tuvieron una docena de hijos que desde que pudieron caminar, empezaron a ayudar con los oficios de la casa y a la economía del hogar, pero al cumplir los siete años, usando los ahorros de muchos años, los esposos compraron una ramada en el casco urbano para guarecer a los hijos que no dejaron sin escuela.

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Don Benjamín Prada en el oficio de panadero.

Benjamín aprendió a leer y escribir y con esas incipientes herramientas se ha enfrentado felizmente a la vida durante 85 años y los que les falta por vivir, pues tiene mas energías que los jóvenes de hoy.

Él, era muy feliz en la vereda pasando los días entre los surcos de la labranza y los potreros en donde apacentaba los ganados de la familia, pero un día cualquiera del añ0 49 del siglo pasado, estando vendiendo unos bultos de arveja en el municipio de Onzaga, Santander, fue reclutado a la fuerza, disque para servir a la patria porque estaba que ardía por  las diferencias entre liberales, -los que hoy ganaron la Gobernación de Santander- y los conservadores de ese entonces, poco parecidos a los de hoy, cuya dignidad e ideario dirigida por los representantes departamentales y nacionales, se ha esfumado acomodándose en  donde mas les alumbre el sol.

Benjamín terminó en el segundo contingente del batallón motorizado de Bogotá  para ayudar a disminuir los disturbios causados por la muerte del patricio liberal Jorge Eliecer Guitan y contribuir a disminuir esas diferencias partidistas, pero una vez cumplido el tiempo del servicio militar volvió a la vereda San Isidro a seguir acariciando la tierra de la que se enamoró desde niño y que como toda amante prodigaba cosechas abundantes para el consumo familiar y para vender, unas veces en San Joaquín, y otras, en Onzaga.

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Panorámica de San Joaquín, Santander,

Benjamín no conocía los pingüinos, ni los caballitos de mar, tampoco el lobo gris, pero en los riscos de la cordillera donde nació y contemplaba, admiraba ocasionalmente a quienes sin mover las alas dominaban el cenit, esa ave grande y majestuosa que esta incluida en el escudo de Colombia, y que ante el viento, juega con él, y ante el sol, éste lo contempla dándole profundidad al color negro y blanco como si fuese el rey de los gallinazos; y desde entonces, Benjamín decidió ser como el  cóndor de los Andes, decidió ser monógamo casándose con Helena cuando él tenía 29 y ella 19 años. De esa unión se lograron once hijos de los doce que nacieron, y de ellos, seis mujeres.

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Helena y Benjamín levantaron los hijos con el trabajo del campo pero viviendo en la cabecera municipal. Ella vendiendo comida a los empleados oficiales, y él, labrando la tierra de lunes a jueves de cinco de la mañana a las cinco de la tarde, pero los dos, junto con las hijas mujeres, cada jueves desde las once y media de la noche hasta las diez de la mañana del día viernes, se han dedicado a jugar trabajando, convirtiendo la familia en los únicos productores de pan artesanal de la región de ONZAMO en Santander, Colombia.

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Helena, esposa de Benjamín exhibe una latada de torcidos

Pan, que en la medida que va saliendo de un antiquísimo horno a gas, se va empacando en bolsas de papel kraff, y en menos de tres horas, ni los olores quedan en el ambiente, pues la producción total ha quedado en las familias y ocasionales visitantes que no pueden adquirir mas de diez mil pesos para que la amasada de la semana alcance a cubrir el consumo por demanda de quienes viven con la soledad y la paz de un poblado posado en el el valle de un arroyuelo que se escurre desde las montañas recogiendo los abonos que se desprenden con las lluvias para ir a fertilizar tierras de Onzaga en Santander.

Cuatro personas empiezan la jornada nocturna, alistando los insumos, calculando las cantidades a producir y los productos, mezclando y remojando las harinas para luego, ponerse todos a hacer los panecillos, las mogollas, los torcidos, las tortas, las almojábanas, los benjamines-compréndase panderos-,  y los ponqués para ocasiones especiales con el secreto de la familia Prada.

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Mogollas con sema, trigo y miel de caña.

Hacía las cinco de la mañana, como si no hubiese pasado la noche trabajando, Benjamín, llueve o truene, se va para el potrero, distante unos quinientos metros del casco urbano a cortar pasto para alimentar durante el viernes al rebaño de camuros que desde siempre ha tenido, y media hora después, regresa a la panadería, se pone el delantal de viejo cuero con tirantas y unos guantes del mismo material que cubre hasta el codo sus manos, y empieza la horneada que termina sobre las once de la mañana tostando el maíz, las habas, la arveja, el trigo y la cebada que las diferentes familias traen para ese servicio  para usar luego en el consumo familiar.

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La casa de la derecha es la panadería de Benjamín Prada en la calle principal de la municipalidad.

Los panecillos, almojábanas, mogollas, mantecadas y Benjamines se adoban con mantequilla de vaca que cada jueves llega por arrobas del vecino municipio de  Onzaga y con miel de caña que algunos campesinos todavía producen en veredas lejanas.

 

Las almojábanas se mojan en proporciones iguales de harina y cuajada, los torcidos llevan tres partes de cuajada y una de harina, y las mogollas llevan un cincuenta porciento de sema y van endulzadas con miel de caña; y las mantecadas, como los penques, tienen el secreto que mantendrán los miembros de la familia y ayudantes que se dan cita cada jueves a jugar trabajando haciendo delicias con la harina de trigo.

Marina, la hija, como los padres, Benjamín y Helena cuentan que las amasadas dan oficio pero que ellos se divierten haciéndolo porque es un trabajo que han venido haciendo desde niños, y con tal que se recoja lo de los insumos y se pague a las personas que colaboran, así como los servicios públicos y el gas, es un agrado hacerlo mientras tengan vida.

 

Por eso en Joaquín usted encuentra pan de cien, doscientos y quinientos pesos, así como mogollas de quinientos, mil y dos mil pesos, y mantecadas desde dos mil hasta cuatro mil pesos con el sabor y la sazón del pan artesanal que le pone la familia Prada en ese pueblo escondido entre cordilleras de tierras arenosas de las que los campesinos derivan el escaso sustento para vivir en paz convencidos que cuando la muerte les llegue estarán con los mismas pertenencias que tenían cuando nacieron abrazando la muerte así como lo hicieron con sus vidas, pues tienen la creencia que la muerte es parte de la vida, y la vida sin la muerte sería aburridora porque no habrían renovación del universo y con que hay en él.

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Vista desde la casa de Benjamín en donde funciona el restaurante por demanda.

Y si usted alguna vez va a esta localidad, debe mandar hacer la alimentación, y donde Martha y Helena encuentran sabrosos desayunos y cenas a 1.5 dólares y almuerzos de dos dólares, incluso con pescado y postre.

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Ricas mantecadas.

Los torcidos de Benjamín son un deleite al paladar, por su cocción, por su sabor y por su suavidad. Desde los padres de Benjamín estos panecillos de harina de trigo y cuajada, se le llaman torcidos por la forma de clineja que se les da y se bautizaron con ese nombre para recordar al consumidor que la ventaja de ser honesto en el pensar, en el actuar y en el hacer, no tiene competencia, pues abundan las personas de doble moral  que se enriquecen con los torcidos que traman los contratistas con los administradores públicos para quedarse con un buen porcentaje de los presupuestos institucionales.

 

Las fotografías son de propiedad del bloggero.

 

 

San Joaquín, octubre 30 de 2005.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Oscar Zapata Vanegas, el andariego de la economía solidaria




"No importa donde se nace, ni donde se muere, sino donde se lucha". Simón Bolívar.

El libertador de cinco naciones fue un guerrero de bayoneta y espada, el personaje de esta historia fue un luchador que uso la palabra, la comparación y el razonamiento para convencer a quienes eran dominados por la ignorancia en tierras de Antioquia, Valle de Cauca y Santander.

Mientras se vivían los horrores de la segunda guerra mundial y en Colombia se firma el tratado limítrofe con Venezuela y Alfonso López es reelegido presidente de Colombia, en una vereda del Guarne, Antioquia, cuyos habitantes sobrevivían del  cultivo de la cabuya, un 6 de julio de 1945 nace un niño en una familia con 12 hijos cuyos padres le bautizaron con el nombre del dramaturgo ingles que escribió la novela El Retrato de Dorian Grey y el cuento El Príncipe feliz.

A Guarne se le reconoce como la “puerta de oriente”, se le conoció como “un real de minas”, población que se levantó al margen izquierdo de la quebrada La Mosca donde floreció un cacicazgo de origen guane, pobladores oriundos de Santander, que entraron por el río Nare; aunque el nombre pertenece a la jerga de  los marineros, quien le puso el nombre se refería al clima de seda y tonificante con que goza esta población pegada al municipio de  Rio Negro en Colombia.
Oscar Zapata Vanegas, un “charlatán de nacimiento” combinó el trabajo del fique con los cuadernos logrando terminar la primaria en una escuela radiofónica y con la palabra y el juego convirtiéndose desde muy joven  miembro de la Acción Comunal, organización campesina, que en ese entonces, era la expresión para unir esfuerzos para arreglar caminos, abrir carreteras y construir escuelas.

Por la sociabilidad, servicio a las causas comunes, fue reclutado, con complacencia, por el párroco de la localidad para iniciar estudios de pre filosofía en el seminario de Cristo Sacerdote en Sonsón, Antioquia, una institución a donde llegaban jóvenes mayores de edad para iniciar el camino de la vocación sacerdotal como “una vocación tardía”.

En el seminario estableció empatía con un grupo de inquietos principiantes y con un profesor sacerdote que por razones no conocidas por los estudiantes, fue removido del cargo por el obispo de ese entonces, que ocasionalmente visitó pastoralmente el claustro, y luego de una celebración religiosa, los voceros de los seminaristas liderados por Zapata, interpelaron al prelado demandando justificaciones del repentino traslado del levita, petición que fue escuchada, mas no acogida por el pastor que, en uso al voto de obediencia, ordenó al rector del seminario, devolver al Oscar a la vereda, orden que se cumplió días después, generándose un retiro solidario inmediato de una decena de seminaristas.

Zapata regresó a Guarne a sus andanzas en la Acción Comunal. Transcurría 1970, año en que Misael Pastrana Borrero había asumido la presidencia de Colombia, mediante un dudoso conteo de votos. El presidente, para hacer una mayor presencia en el campo, fortaleció la Acción Comunal en todos los niveles a cuyos directivos reunió en las cabeceras de departamento.  Oscar asistió con los demás directivos al encuentro en Medellín, y allí se encontró con el sacerdote que había sido retirado como profesor del seminario de vocaciones tardías, quien le animó a regresar al seminario, en donde tenía las puertas abiertas con la condición que  le pidiera perdón al obispo por cuestionar en publico la decisión de trasladarlo. Zapata, a la luz del Vaticano II no encontró racionalidad, sino prepotencia en la actitud que estaba en contravía a la esencia del documento de Medellín proclamado y firmado por los prelados latinoamericanos, y prefirió continuar con el trabajo en la Acción Comunal, organismo desde el cual, pensaba, que se podía generar un proceso de concientización sobre las condiciones del mercadeo y producción del fique, así como lo hicieron en 1781 los comuneros del Guarne y los comuneros de las provincias de Guanentá y Socorro en Santander, Colombia.


A  Guarne, llegó una beca a la Acción Comunal para estudiar cooperativismo y organizaciones sociales. La beca fue asignada a Oscar Zapata Vanegas, quien viajó por dos años a Buga-Valle del cauca, hasta 1973, tiempo usado para conocer la labor social y eclesial que lideraba el sacerdote jesuita Francisco Mejía en un Instituto de la localidad.

En los primeros años de la década del setenta del siglo XX, las iglesias y organizaciones de ayuda internacional de los países ricos en coherencia con el espíritu del vaticano II se volcaron en ayudas y financiación para proyectos de promoción y desarrollo en América Latina, y en Colombia, la Diócesis de Socorro y San Gil,  fue una de las mas beneficiadas  al contar con SEPAS-Secretariado de Pastoral Social- liderado por un sacerdote sociólogo visionario de nombre Ramón González Parra ( http://naurotorres.blogspot.com.co/2015/06/ramon-gonzalez-parra-gestor-de-un.html ), quien gesto todo un movimiento de liderato social con el cual potenció la creación de cooperativas en varias parroquias y apoyó a las creadas por el sacerdote Ángel Fidalgo Reyes Afanador. Fue en esa misma década que el presidente John F. Kennedy creó los cuerpos de paz, y a SEPAS llegaron tres americanos, dos mujeres y un varón, quien se interpeló ante la pobreza de las familias fiqueras y se dedicó a servir a los habitantes de las veredas de San Joaquín, Santander en coordinación con Sepas. Ese cuerpo de paz, que luego fue al seminario de la Ceja, fue ordenado posteriormente en Florián, su primera parroquia.  Fue este sacerdote gringo quien escogió a los jóvenes campesinos, Luis Eduardo Torres Y Roberto Pineda y los envió a formarse en cooperativismo y organizaciones sociales al Instituto de Buga.

En el sur de Santander, en los corregimientos de Florián y la Belleza, pueblos con diferencias partidistas desde 1948, se venía desarrollando una cruzada de evangelización y promoción del cooperativismo liderada por los sacerdotes: Jaime Mitchell y Arnulfo Carreño como párrocos. Desde 1967 El Secretariado de Pastoral Social-SEPAS- venía gestando todo un movimiento de liderato social desde la educación y la organización campesina para conformar una cooperativa en cada parroquia. Los sacerdotes Carreño y Mitchell solicitaron apoyo al director de SEPAS y al director del Instituto de Buga,  para rescatar a la incipiente cooperativa multiactiva de la Belleza de una liquidación.

El lazo para salvar la cooperativa del cierre definitivo, vino del apoyo unitario de esas dos instituciones, que enviaron a los jóvenes: Luis Eduardo Torres, Alfonso Navia, Oscar zapata y Luis Roberto Pineda, quienes se unieron a la cruzada en el mes de diciembre de 1973. El primero actuó como promotor social y cobrador de cartera, los dos siguientes como agentes de pastoral social, y el último como gerente de la cooperativa de la Belleza.

Y sacaron a flote la cooperativa. Los cuatro regresaron a Coopcetral liderada, en ese entonces, por el Señor Dario Benitez ( http://naurotorres.blogspot.com.co/2015/10/dario-benitez-el-autodidacta.html ) , Luis Eduardo y Roberto al departamento de auditoría y Oscar y Alfonso a fortalecer el departamento de educación de la misma central. El gestor de la recuperación de la cooperativa de la Belleza, el sacerdote Arnulfo Carreño fue traslado en 1980 a dirigir otra parroquia, pero antes de abandonar esa localidad, logro que el consejo de Administración nombrase como gerente a Oscar Zapata Vanegas quien la asumió en 1980 hasta el 1985 cuando regresa a San Gil a gerenciar a COESCOOP hasta 1991, y a partir de ese año regresa nuevamente a la Belleza a administrar por segunda vez a COOPBELL Lda. hasta el 2008 cuando cumplió edad de pensión por servicios prestados. Cuando recibió por segunda vez, la empresa tenía unos activos incipientes de cincuenta millones de pesos de propiedad de 170 asociados y la entregó con 500 millones en activos y 800 asociados en el año de su retiro.

“ Llorando a carcajadas”

Este es el nombre de un espacio que por una decena de años publicó Oscar Zapata Vanegas cada mes en el Periódico JOSE ANTONIO en la pagina 14 haciendo reír al lector con originales chistes, de los cuales se recuerdan:
_ Señor polvorero, si no puede dejar de fumar, fíjese donde bota las colillas. Las polvorearías son solo clandestinas hasta que explotan.
- El ginecólogo se parece al portero de una discoteca. Ambos trabajan donde los demás de divierten.
- El matrimonio es la unica cadena perpetua que se suspende por mala conducta.
- Hay maridos tan oprimidos en el hogar, que la única manera que pueden abrir la boca delante de la esposa es para bostezar.
- Aquel viudo era económico, que se casó con la hermana de su mujer para economizar suegra y decía que estaba de luto por una cuñada.
- Las convenciones políticas son como los matrimonios; todos saben que va a pasar.
- En la cárcel: el director reúne a todos los presos y les comunica; mañana viene el gobernador.
  Magnifico, comenta uno de los presos- ya era tiempo que lo arrestaran.
- -El jefe a un empleado: “ siento mucho que se vaya a jubilar, Ramírez. Será muy difícil conseguir otro que trabaje por el mismo sueldo”.

En la primera etapa de su estadía en la Belleza, le correspondió implementar cobros jurídicos a asociados que pensaban que como la cooperativa estaba estancada, podían quedarse con los prestamos. En una ocasión, y como era usual en ese entonces en esa región, el gerente debía andar con revolver al cinto; debió acompañar al juez y al secuestre para el remate de un predio en la vereda Sinagoga en tierra caliente. Luego de seis horas de camino, la comisión llegó al predio sin encontrar a nadie en el rancho; entonces el secuestre, señor Rolfe Marín y el gerente se fueron a establecer linderos; habían caminado unos cien metros cuando un campesino saltó del matorral al camino con pistola en mano, y en la otra, dos proveedores; Oscar, con la tranquilidad de lechuga que lo ha acompañado, en vez de asustarse ante el requerimiento del labriego que gritó primero muerto que dejarme quitar la finca”, se acercó al asustado propietario dándole la mano con un saludo solidario; y ante este gesto, el campesino tuvo que guardar los proveedores y pasar de la mano derecha a la izquierda el arma de fuego mientras la bajaba y respondió con una estrechada de manos el saludo del invasor, quien le explicó las razones de la visita y las posibilidades de pagar la deuda sin proceder al embargo. El labriego se sintió comprendido reaccionando amablemente con un suculento almuerzo e invitación a la comitiva a baño a la quebrada, convirtiéndose posteriormente  en un activo asociado de la empresa cooperativa.


Y como dicen en Santander, “ a cada marrano le llega su día”. Oscar estuvo andaregueando por municipios de tres departamentos trabajando por la causa cooperativa, pero nunca soñó que en el pueblo donde logró su segunda experiencia laboral, iba a terminar atado a una mujer, precisamente que fue determinativa para su selección como gerente en dos ocasiones en el  municipio de la Belleza.
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Ella, una mujer prudente, pudorosa, tímida, trabajadora y con gusto para vestir, y él, un tipo desabrochado para hablar y vestir con una cara que al verla hasta el niño mas tímido, se ríe. Quienes bien conocen a Oscar siguen pensando que a él lo enamoraron, le propusieron, lo empujaron al altar y él, se dejó sin oponer resistencia pues encontró en él único amor la seguridad de una vejez acompañada inundada de amor, no solo de la profesora Exilda Pineda, sino de las dos hijas que se convirtieron en tres razones para continuar andaregueando a donde lo inviten para hablar de las bondades del sector cooperativo como un sistema solidario equitativo que convierte la igualdad de oportunidades en el principio fundamental.

Oscar Zapata con su labor como promotor del sector cooperativo es conocido por gerentes, directivos y asociados de las cooperativas que anidan en las poblaciones del sur de Santander, y aunque superan los 40 años viviendo en Santander, no cambia la arepa, ni los chorizos, ni el aguardiente por las costumbres de la tierra fría de Santander; y como todo montañero prefiere los riscos y las laderas que la urbe bogotana en donde la familia ha escogido el segundo hogar por aquello del trabajo y las atracciones de la capital.





viernes, 30 de octubre de 2015

Eustasio Vargas, cien años de soledad sirviendo a Puente Nacional.

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Lo despidieron varias generaciones, lo lloraron los mayores de ochenta, lo recuerdan los niños, los jóvenes, los mayores y la tercera edad; los primeros, al verlo encarnando la soledad en una mecedora en la sala de su casa en medio de fotografías que ilustran  sus trabajos de servicio a una población, los segundos por verle contemplando  el tiempo mientras las personas vienen y van con sus afanes, los terceros por reconocerle como un testigo de un siglo de historia, y los últimos por ser un empleado público que por medio siglo facilitó el alumbrado eléctrico y el servicio de agua  a los puentenalinos y las comunicaciones telefónicas entre los habitantes de las poblaciones circunvecinas a Puente Nacional.

Desde el nacimiento la soledad acompaño a Eustasio y desde entonces por cien años se gozó la soledad. Soledad se llamaba la madre que lo trajo al mundo sola en una casa de bareque en la vereda Cemiza mientras Oliverio Ortiz, el esposo, trabajaba en vereda distante construyendo una ramada para un trapiche de piedra en la cuchilla que separa a Guavatá con Puente Nacional.

Eusatasio perdió a Oliverio cuando estaba en el vientre de Soledad, y a Soledad, cuando cumplía los cinco años. El padre menor de 30 años, murió bajo el peso de una viga que junto con otros dos jóvenes intentaban trasladar para montar como amarre principal de una ramada para extraer el dulce de caña mediante la fricción de dos piedras cilíndricas que giraban a la par sobre dos ejes paralelos movidos por fuerza animal o humana, y perdió a Soledad un lunes cuando regresaba del mercado luego de tomarse un guarapo mal curado que le produjo una diarrea acompañada de deshidratación que en pocos días retornó al estado en que ya se encontraba Oliverio.
 
Cuenta Margarita, la única hija mujer que le acompaño por tres cuartos de vida, que Eustasio quedó acompañado con limber en el rancho en donde estuvo por un par de días, siendo recogido por una familia de apellido Luengas en donde Soledad prestaba ocasionalmente algunos servicios domésticos, y allí por tres años fue el niño de los mandados, sin paga alguna, viéndose obligado a buscar mejor oportunidad que encontró mas abajo en una parcela de un par de longevos que lo acogieron proponiéndole unos días de trabajo para el hogar y un par de días para sus propios cultivos logrando algunos ingresos para sus precarios gastos.
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En menos de 20 años debió velar la muerte de Soledad y la de sus putativos protectores, en cien años ayudó a cargar el féretro de centenares de  conocidos y amigos; en cien años fue testigo de la construcción de la línea férrea y la llegada del tren a Barbosa, trabajó como raso obrero en la construcción de la carretera  para unir a Puente Nacional con Jesús María, recibiendo como paga en proporción a la cantidad de carretilladas que cada día movía con diligencia; puso sus fuerzas para trasladar la primara planta eléctrica que hubo en la provincia de Vélez desde la estación de la Capilla hasta Puente Nacional, junto con un amigo de la época, se apostaron detrás de una mata de chusque para ver pasar  a un anunciado animal que chillaba mas duro que un gavilán que tenía cuatro patas como el perro y que era dócil como un caballo pero que echaba humo y cargaba varias personas a la vez. A ese animal, meses mas tarde, junto con el amigo, por la suma de diez centavos, dio la primera vuelta en carro alrededor del parque llamado hoy Lelio Olarte en honor al insigne músico que con sus melodías dio a conocer a Puente Nacional en el ámbito musical colombiano.


Eustasio no fue a la escuela pero se hizo letrado, aprendió mecánica y electricidad mirando y practicando, creció solo pero fue un ser muy sociable y servicial, en especial, con las personas que llegaban al pueblo de otras partes, fue acomedido con las familias de alemanes y españoles que llegaron después de la segunda guerra mundial y levantaron sus familias en la tierra de la guayaba y el platanillo, fue huésped de familias que vivían a la vera de la línea telefónica que unía a Puente Nacional con Guavatá- Vélez-Jesús María- Florián y Barbosa.

Trabajando en construcción fue vinculado como cartero por correos nacionales y le pagaban en proporción a las cartas que entregara, aunque no ganaba sino para la comida fue reconocido por las familias prestantes de la villa, y cuando ya había hecho todas la entregas, iba al taller del español Martín Fontanilla a mirar para aprender y a colaborar para ensayar. El sacerdote Antonio Olarte, regaló a la localidad la planta eléctrica que desde Alemania llegó en barco hasta Honda en el Tolima, y de allí hasta la estación la capilla fue carga del tren para luego ser movida en bueyes hasta la vera del rio Suarez donde funciona hoy  el matadero municipal, y allí, una vez instalada y movida con agua, fue entregada en administración al español, quien viendo el empeño de Eustasio, lo entrenó para operar la planta eléctrica que iluminaba en las noches los hogares de la población.

La violencia partidista desplazó a varias familias al casco urbano, las de menos recursos, y las otras, a la capital; la demanda del fluido eléctrico se requería también de día para los servicios hospitalarios y el municipio compró un generador diesel que dieron al cuidado de Eustasio, quien ya trabajaba como empleado municipal con doble jornada, de día operaba la planta diesel, y de noche la planta que usaba la fuerza del agua para generar energía. Al implementarse el servicio domiciliario del agua, la administración municipal también le encargó en servicio de fontanería. Fueron 20 años de servicio a las familias de la población, tiempo en el cual no le reconocieron vacaciones, ni cesantías, y cuando el gobierno nacional creo la seguridad social, el tesorero notificó a Eustasio Vargas que para afiliarlo al servicio medico y tener derecho a cesantías, le iban a descontar el salario por tres meses, y muchos años después se enteró que el mencionado tesorero del municipio había confundido meses con tres días de descuento mensual.


Eustasio integró cuanto comité hubo en la parroquia, en el municipio, en la Acción comunal y en la cooperativa en los que trabajo sacándole tiempo al tiempo. Fue un ciudadano a carta cabal, no hizo proselitismo a ningún partido pero fue testigo de los odios y venganzas de muchos que  los integraron apasionadamente a mitad de siglo. Fue testigo de la construcción y florecimiento de los tres colegios reconocidos en la población que hicieron merecedor a Puente Nacional como ciudad educadora. Fue testigo de la construcción y florecimiento del Hotel Agua Blanca a donde llegaban numerosos turistas nacionales y extranjeros luego de un pintoresco viaje en tren por las sabanas de los muiscas y las lomas de los sorocotaes. Fue testigo del paso de la mula al tren, al bus, al avión y a los cohetes a la luna. Fue testigo de los estragos de las tos ferina, el tifo, las pulgas, los chinches y las niguas. Gozó del andar a pie y fue orgulloso de usar alpargates para ir a misa como de los zapatos corona.
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Eustasio conocía a los dueños de las casas del casco urbano, pero muchos no le conocieron y en el buen trozo de vejez que vivió su sabiduría es recordada por los hijos y nietos, por los vecinos y allegados, y aunque nunca fue distinguido por sus labores como el único motorista que operó día y noche la plantas generadoras  por 22 años facilitando el fluido eléctrico al casco urbano y haciendo arreglos y conectando el servicio de agua domiciliario sin que le pagaran los derechos laborales a que tuvo derecho, si fue recomendado, por su estatura, empirismo y ser social por el patricio liberal y único gobernador y senador que ha tenido Puente Nacional, el Dr. Eduardo Camacho Gamba para trabajar en la naciente empresa nacional de telecomunicaciones, convirtiéndose junto con Waldo Ariza ( http://naurotorres.blogspot.com.co/2015/09/waldo-el-guarda-lineas-que-estaba.html  ) como los últimos guarda líneas que hubo en la provincia veleña.

Eustasio murió con el apellido de Soledad. El medico legista atestiguo que la causa fue la asfixia pues tenía los pulmones negros del humo que expelía la planta diesel,   un 23 del mes de los vientos y las cometas del año que, luego de 60 años de guerra interna, el gobierno nacional, siendo presidente Juan Manuel Santos, un descendiente de santandereanos, firmó el pre-acuerdo de paz con el mas viejo y mas terrorista grupo guerrillero latinoamericano


















domingo, 25 de octubre de 2015

LA POMARROSA FLORECE, PERO NO TIENE POMORROSAS

 

La soledad no tiene nacionalidad, ni raza, ni credo, ni horario; tampoco espacio. La soledad invade el alma o el corazón en quienes viven en las urbes como en las veredas, en las cárceles como en los templos, en los bares como en las fiestas, en las calles como en los caminos; viajando en mula o camello,  en carro o en avión. 

La soledad habita en todas partes; en los rincones, en los cementerios, en los asilos, en los hospitales,  en los centros comerciales, en las habitaciones, incluso en las camas nupciales.

La soledad es un estado de ánimo. Una emoción que facilita evocar lugares, momentos, circunstancias, personas, incluso a animales, aves, arboles, senderos, acantilados, lomas y valles.


La soledad es la aliada de los amantes, es la anhelada por los escritores, es la invocada por los devotos, es la esperada por los atracadores, y es la requerida para aflorar los asuntos del alma y el corazón. La soledad es la compañera del anciano abandonado por sus seres queridos, de los enfermos abandonados en los hospitales, de los presos, incluso de los guerrilleros en las escondidas selvas de Sudamérica.

Gracias soledad por estar hoy, en mí. 

Escribo desde la ciudad  mayormente poblada por los desplazados de la violencia desde la guerra de los Mil días hace 119 años, por los de la guerra bipartidista de mitad de siglo  y por la actual que lleva mas de sesenta años, con solo perdedores. Escribo desde Bogotá, desde una torre con numerosos apartamentos encerrados como estivas, poblados por desconocidos sin parecerse a las hormigas o a las palomas, pero sí, seguros ante la inseguridad de la ciudad.

La soledad es mi aliada. Aliada para evocar a la reina de mi soledad, pues es ella, la que me posee en mi soledad. Ella con sus recuerdos quien invade mis sentidos, mi cerebro, mis emociones, mi ser.

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Aparece en mi soledad  con su cabellera larga cubriendo su espalda, adornando su rostro, escondiendo su sonrisa, ataviando su misterio, ocultado sus deseos, y negándome su amor

Si, aparece en mi soledad como una brisa mañanera, o, un leve viento al atardecer; aparece en la loma en la que posa una prehistórica piedra; aparece, unas veces de pie, otras sentada, pero siempre difuminada entre la pradera y el monte, entre la luz del sol o de la luna.

Su imagen se hace tan real que corro a encontrarla, pero al estar en el lugar donde la imaginé solo encuentro su aroma, el aroma a pomarrosas.

 

Ella no esta para verla y admirarla, pero al igual que otrora, la admiro sin tenerla cerca o distante, pues de ella queda su aroma y su historia convertida en aliciente para esta vida que se quema lentamente cual cera de una vela encendida siempre en esa loma donde por primera vez me dejé quemar por sus labios inocentes y me sentí arrullado siendo adolescente.

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Esa loma, poseída por la piedra prehistórica que es abrazada desde medio siglo atrás por un pomarroso, sigue hidalga, incólume, dominante, observadora y a la vez, testigo muda de un amor que floreció en ella y 28 años después es depositaria del ultimo deseo, en su ultimo suspiro de la despampanante mujer de cabellera larga con la que protegía su virginal belleza.

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La loma sombreada por arrayanes, pinos y pomarrosas, tiene aún el pomarrosa enamorado de la piedra prehistórica, la que abraza noche día con su  tallo del que salen como dedos numerosos gajos con sus ramas con colores entre el verde y el rojo oscuro que, dos veces al año, cambia su color tornándose blanco crema por numerosas flores que atraen desde avispas hasta abejas, desde colibríes hasta copetones, desde chagualas hasta angelitas.

Pero los arboles como las piedras también se enamoran. La reina de mi soledad dio su ultimo suspiro un 13 de noviembre del primer año del siglo XXI, y momentos antes de hacerlo en nuestro lecho nupcial, me solicitó en voz entrecortada -salida mas del alma que del corazón-, que la llevara a la loma a vivir eternamente conmigo junto a la pomarrosa. 


Desde el 2000, el pomarrosa florece pero no da pomarrosas, pero siempre en la cúspide de ese montículo de tierra poblado por arrayanes, pinos y pomarrosas se respira el aroma de las pomarrosas.

Desde entonces mi soledad tiene el aroma  de la mujer que esta presente con su sangre y sus costumbres en cuatro hijos que ocasionalmente visitan el pomarrosa cuando deciden abandonar la ciudad y sus trabajos para ir a descansar en la finca La Margarita, en tierras de Jarantivá en Puente Nacional, Santander, Colombia.

PINTURA LA MARGARITA

Casa en la que nació la musa de este relato.

 

Con el debido respeto y sin permiso, acompaño esta historia con un poema inédito de Don Pedro Antonio Mateus Marín, quien fuera huésped por varios meses de la musa que inspiró esta historia que acaba de leer.


TE EXTRAÑO, AMOR.


Heme aquí amaneciendo

Junto al mar salobre

De mi soledad inmensa.


La extensión límite de soñar

Me ha dejado huérfano

En las arenas de la orilla.


Ya no habrá paz,

Me dice al oído la canción del oleaje.


La espera me tortura el alma

Y la esperanza se me agota

En los labios resecos

De tanta ilusión nacida

En el humus de mi propia vida.


Prefiero no mirar

La distancia que de la tierra prometida

Me separa,

Y cerrar los ojos

Para creer que Dios me dará la mano

Para ir a ella

Cuando la plenitud del amor

Haya llegado.


Bogotá, agosto 30 de 2015
NAURO TORRES Q. 

sábado, 17 de octubre de 2015

La palmera enamorada del sol

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La palmera le preguntó a la luna por qué no se había enamorado del sol,

la luna en su pureza respondió en silencio que enamorarse no era su misión;

desde la arena la palmera interpeló, ?Cuál era entonces la misión?.

 

La luna contestó;  ser la luz de los humanos que se aman sin medida;

ser la luz de los amantes que se ven en las noches a escondidas,

ser el lucero de los enamorados que se buscan para acariciarse sin cansancio;

ser el consuelo de los humanos que lloran a escondidas;

ser la sombra de las promesas no cumplidas,

ser testigo de los odios de los hombres,

ser la musa del amor de quienes aman sin codicia.

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La palmera, calló un momento, y volvió a preguntar:

Si el sol lo es todo por qué no enamorarlo si lo tiene siempre?

y la luna contestó,

precisamente por eso,

no necesito enamorarme de él

los dos nos amamos sin medida  y  condición,

sin reproches ni egoísmos,

pues el amor es una emoción perenne que consiste en darlo todo a cambio de nada

 

La palmera calló

estaba enamorada del mismo amor que tenía la luna.

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Desde entonces comprendió la palmera que el amor es como el sol,

rayos da a quienes le admiran, rayos da a quienes le olvidan

el dar luz sin condiciones es irradiar amos sin condiciones

pues no es lo mismo enamorarse que amar al otro por contrato.

 

La palmera ama al sol con la misma intensidad que lo hace la luna

porque el amor no es una propiedad que se tiene o se oferta con condiciones.

 

No se da ni se tiene, simplemente el amor se vive es y será.

 

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"Te amo" -Dijo el principito...


- "Yo también te  quiero" -Dijo la rosa.


-"No es lo mismo" - Respondió él...

-"Amar es la confianza plena de lo que pase va estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía. Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos,  Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor es abrir el corazón y dejarse amar".


-Ya entendí,  dijo la rosa.


- "No lo entiendas, vívelo". - Dijo el Principito.

 

 

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jueves, 15 de octubre de 2015

Julio Cesar Acero, un pez cojo con medallas

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Ese viernes de 5 de agosto, entre 300 participantes, ganó la media maratón en Aratoca, Santander, y al otro día, en Barichara, repitió la hazaña colgándose la medalla del primer puesto; el domingo compartió con sus padres y siete hermanos, el lunes departió con su amigos de los colegios donde cursó el bachillerato, y el martes 8 de agosto de 1989, junto con su amigo Gonzalo Pico, quien los transportaba en motocicleta a las competencias, decidió llevarle de madrugada al Batallón para que se presentase oportunamente, luego de gozar del permiso autorizado para correr a nombre del Ejercito Nacional.

Cuando volvió en sí, minutos después del accidente, observó la maquina dispersa en pedazos, y a su amigo, inerme, bañado en un pozo de sangre; él quiso moverse y solo pudo hacerlo con la cabeza. Sus extremidades inferiores no le respondían; no las sentía pero las podía ver y tocar. No sintió miedo, pero sí rabia. Rabia con el Creador al sentir fracturado sus piernas y pies que había sido, hasta ese momento, las partes de su cuerpo que le habían dado reconocimiento ante las niñas de su edad y nombre a los colegios donde estuvo estudiando.

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Gonzalo Pico quiso disminuir la distancia y ganar tiempo abriéndose en la curva que hace el predio del Club El laguito empujando hacia la quebrada el manco a la carretera central que une a San Gil con Bucaramanga, pero en sentido contrario venía de madrugada un padre de familia que había zarpado 30 horas antes de Santa Martha con una carga para la capital del país en un tracto-camión cuyo cabezote recibió el impacto de la motocicleta con sus dos pasajeros que volaron como huevos estrellados.

El cansado padre que iba contento con su carga a Bogotá con la ilusión de ver a sus dos hijas y esposa, frenó pero el peso y la inercia de automotor ya habían castigado la imprudencia del amigo de las competencias.

 

No valió el apellido, ni la juventud, ni la fortaleza de sus músculos, ni sus sueños, ni sus anhelos, ni sus empeños en convertirse en figura del atletismo mundial; Julio Cesar Acero Rojas, fue trasladado en una ambulancia a la clínica Bucaramanga y posteriormente a la Clínica Santa Teresita, institución encargada de atender a los miembros de las fuerzas militares, mientras su amigo de juergas y aplausos era conducido en una bolsa al anfiteatro de la Perla del Fonce, cuyas calles devoraban las piernas de Julio Cesar cada noche en sus entrenamientos.

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La pierna con que se impulsaba en cada prueba atlética había sufrido la destrucción de la tibia y el peroné mientras que la izquierda se había fracturado en tres. El diagnostico medico fue categórico, había que amputar las dos piernas, y con ellas, los sueños del joven de acero.

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Pero esas piernas que usaba para llamar la atención de las chicas de su edad, y que le servían para justificar las ausencias de las aulas de clase, y con las cuales, los mismos colegios se mostraban ante los demás como un honor cuando Julio Cesar cosechaba medallas a nivel regional, departamental y nacional, fueron las mismas que motivaron a los generales Vaca Perilla y Janine Díaz, de la V brigada con sede en Bucaramanga para ordenar un traslado en avión  al Hospital Militar de Bogotá en donde le salvaron la pierna izquierda y solo le amputaron la pierna derecha desde la rodilla.

 

Luis Carlos Galán

El 18 de agosto de 1989 es una fecha trágica y vergonzosa para los colombianos. Fue precisamente en las primeras horas de la noche cuando con complicidad de una fuerza  del Estado, el narcotráfico liderado por Pablo Escobar (http://www.semana.com/nacion/articulo/asi-matamos-galan/30505-3 ) dio muerte al político que encarnaba las esperanzas de millones de colombianos que veían en el caudillo, Luis Carlos Galán, aspirante a ser presidente de los colombianos, el líder que haría cambios substanciales en la vida política Nacional; pero para Julio Cesar Acero, fue la fecha en que confirmó que la ciencia médica colombiana había logrado salvarle la pierna izquierda y amputarle menos a la derecha. Fue la ocasión para conocer,  con sus propios ojos, los estragos de la guerra al ver compañeros soldados, unos sin ojos, otros sin brazos, otros sin extremidades inferiores, y otros al borde la locura por las bombas que el narcotráfico y la guerrilla colocaban por doquier en esa época negra para Colombia. Fue la fecha en que confirmó que lo ocurrido en el accidente de tránsito simplemente fue una nueva oportunidad que Dios le prodigó para enderezar la vida para que no girara solamente en torno a la fama y reconocimiento público, sino una oportunidad para convertirse en un padre y esposo ejemplar, en un nadador con méritos nacionales, y en un maestro para niños y jóvenes que ven en el agua una oportunidad para desarrollar habilidades deportivas. (https://www.youtube.com/watch?v=oxvi3lrwcmk)

En honor al apellido, Julio Cesar, al ver tanto dolor humano sufrido por los militares, y el vacío dejado entre los colombianos por la muerte del caudillo del nuevo liberalismo, empezó a hacer terapias logrando una recuperación en menos de dos meses, tiempo en el que hizo su primera carrera atlética de tres kilómetros por las calles de su ciudad amada ante centenares de paisanos que detrás de las puertas simplemente decían, “pobrecito, ya no será el mismo”. Julio Cesar se convirtió en un modelo a seguir entre los soldados discapacitados, y en un ejemplo para quienes se escurren ante las dificultades.

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Los minutos después del accidente, los días de estadía en dos centros hospitalarios en Bucaramanga, el tener la oportunidad de volar por primera vez en un avión, a si fuese en camilla, las atenciones oportunas del cuerpo médico al servicio de las Fuerzas Armadas, el drama de los otros soldados convertidos en discapacitados, los mementos de gloria que tuvo cosechando medallas en atletismo, su nueva condición, su adaptación al uso y manejo de una prótesis, fueron ocasiones para generar una catarsis de cambio en su forma de pensar, de actuar y de tener.

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Una madrugada, antes que el gallo Kiko de Julio, su padre, cantara por primera vez en un día del mes del amor y la amistad, el que no fue hijo de Eneas, ni tampoco romano, y sin saberlo, que quienes llevan ese nombre compuesto de Julio Cesar son persona inquietas, seductoras y creativas que cuando se proponen algo, ponen toda la energía hasta conseguirlo por el dinamismo que irradian, por la persistencia, este hijo de sangileño que estuvo en todos los colegios de la ciudad decide remplazar el atletismo por la natación.

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Aunque todos llevan los apellidos Acero Rojas, los ocho hijos de Julio y Silvina crecieron en un hogar con valores comuneros, con la fortuna que Julio Cesar fue el raspado convirtiéndose en el consentido de los padres y seis hermanas, facilitándole todo, incluso, cubriéndole sus propias obligaciones; sin embargo por la disciplina férrea de la profesoras Teresa Arenas y Lucila Bonilla, aprendió a usar el tiempo a su debido tiempo, y el profesor Jorge Ortiz lo indujo por la lectura, hobby que le apasiona aún, recordando la obra de Juan Ramón Jiménez que describe a “Platero como un burro pequeño, peludo, suave (https://www.youtube.com/watch?v=9NDXym1pomo) ; tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos, que come de todo, pero que los del pueblo creían que en burro tenia acero en su interior”.

 

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Quienes consienten a los hijos, a los hermanos o a los sobrinos, crean un mundo irreal en torno al consentido. Y Julio Cesar, tenía su propio mundo. Mundo con el cual pasó del Liceo Los Ángeles, al colegio cooperativo, y de allí al colegio Guanentá, y de éste al colegio San Carlos, para graduarse finalmente en el colegio más antiguo de la ciudad. Institución que contaba con un profesor pasado de kilos de nombre Luis Emilio Calvo, que vivía metido entre los balones, los cronómetros y las piscinas, quien fue quien descubrió el diamante en bruto convirtiéndolo en poco tiempo en el mejor atleta y ahora mejor nadador que ha tenido San Gil en el los últimos cincuenta años.

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Escribir sobre cada logro alcanzado por Julio Cesar es misión del lector deducirlo de la relación de premios y medallas que este atleta sangileño ha cosechado.

 

ATLETISMO

AÑO

NOMBRE DE LA COMPETENCIA

PUESTO OBTENIDO

1982

INTERCOLEGIADO MUNICIPAL PRUEBA DE FONDO

PRIMERO

INTERCOLEGIADO DEPARTAMENTAL BUCARAMANGA PRUEBAS DE FONDO 1500 MTS PLANOS Y 2000 MTS OBSTACULOS .

TERCERO

CAMPEONATO NACIONAL MEDELLIN INTERCOLEGIADO

PRUEBA 2000 MTS OBSTACULOS

TERCERO

1983

1984

1985

INTERCOLEGIADO MUNICIPAL PRUEBAS DE FONDO

PRIMERO

INTERCOLEGIADO DEPARTAMENTAL BUCARAMANGA 5000 MTS 1500MTS Y 2000 OBSTACULOS.

TERCERO, SEGUNDO Y PRIMER PUESTO .

CARRERA ATLETICA CIUDAD DE BOGOTA CATEGORIA MENORES

SEXTO

CAMPEONATO NACIONAL CATEGORIA MENORES MEDELLIN

SEGUNDO

INTERCOLEGIADO DEPARTAMENTAL BUCARAMANGA

2000 MTS OBSTACULOS Y 5000 MTS PLANOS

CAMPEONATO NACIONAL BUCARAMNGA 2000 MTS Y 5000 MTS

PRIMERO Y TERCERO

PRIMERO Y TERCERO

CAMPEONATO MUNICIPAL PRUEBAS DE FONDO Y CROSS COUNTRY

CAMPEONATO DEPARTAMENTAL BUCARAMANGA 2000 OBSTACULOS Y 5000 Y 1500 MTS PLANOS

NACIONAL INTERCOLEGIADO NEIVA 2000 MTS Y 5000

CARRERA ATLETICA CIUDA DE BOGOTA CATEGORIA JUVENIL

PRIMERO

PRIMERO TERCERO

TERCERO

PRIMERO

1987

DEPARTAMENTAL INERCOLEGIADO PRUEBAS 1500 5000 10000 Y 2000 MTS.

NACIONAL INTERCOLEGIADO MEDELLIN CATEGORIA

JUVENIL 5000 Y 10000 MTS

JUEGOS SANTANDERINOS CARTAGO VALLE 1500 Y 5000

PRIMERO Y SEGUNDO

SEGUNDO

PRIMERO

1988

CAMPEONATO DEPARTAMENTAL 5000 Y 10000 Y 3000 OBSTACULOS

CARRERA ATLETICA CIUDAD DE BOGOTA

TERCERO Y PRIMERO

QUINTO

JUEGOS NACIONALE S ARMENIA 3000 MTS OBSTACULOS

TERCERO

1989

CARRERA ATLETICA CIUDAD DE BUCARAMNGA

TERCERO

NATACION PARALIMPICA

AÑO

NOMBRE DE LA COMPETENCIA

PUESTO OBTENIDO

1994

PRIMERA OLIMPIADAS PARALIMPICAS BUCARAMNGA

3 OROS

1995

INTERCLUBES DE NATACION BUCARAMNGA

PLATA Y BRONCE

1997

DEPARTAMENTAL DE NATACION INTERCLUBES

3 OROS Y 4 DE PLATA

CAMPEONATO NACIONAL BUCARAMNGA

2 OROS Y 2 PLATAS

1998

INTERCLUBES DE NATACION CALI

UNA DE ORO Y DOS PLATAS Y BRONCE

2002

INTERCLUBES DEPARTAMENTAL BUCARAMANGA

2 OROS Y 2 PLATAS

CAMPEONATO NACIONAL CALI

2 OROS . 3 PLATA Y BRONCE

2003

INTERCLUBES BUCARAMANGA

NACIONAL INTERCLUBES MEDELLIN

1 ORO Y 4 PLATA

2 PLATA Y 1 BRONCE

2010

1 JUEGOS DEPARTAMENTALES

NACIONAL INTERCLUBES MEDELLIN

6 BRONCE

1 BRONCE Y CUARTO,QUINTO

20014

2 OPEN INTERNACIONAL DE NATACION PARTICIPARON 7 PAISES(Brasil, Argentina, Perú,Venezuela, cuba,Ecuador y Colombia)

QUINTO y SEXTO

NACIONAL INTERCLUBES SABANA DE TORRES

CAMPEONATO MUNICIPAL CAMILO TORRES

1 BRONCE

1 ORO

2015

CAMPEONATO NACIONAL MASTER INTERCLUBES SABANA DE TORRES

CUARTO

CAMPEONATO NACIONAL MASTER EN MONIQUIRA

6 OROS

Julio Cesar es una persona enamorada, pero solo tiene tres amores que lo mantienen activo cada día que llega con luz a su ventana en un barrio de la ciudad conocido como Villa olímpica, que de olímpica no tiene aún nada. Está enamorado del deporte, pues fue con él que logró llamar la atención de su segundo amor; Claudia que por 14 años estuvo esperándolo que le propusiera matrimonio, y quien es su muleta y el sostén en las “buenas y en las maduras”. Y su tercer enamoramiento son sus dos hijas, Claudia Y Silvia Juliana. Y aunque algunos libros afirman que del enamoramiento al amor hay mucho trecho, Julio Cesar cree que sus tres enamoramientos son la razón de su existencia, y por ende, son el amor de su vida con 4 años menos para cumplir medio siglo.

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Las medallas obtenidas en competencias de natación confirman que un pez, así sea cojo, nada como un pez y que toda persona decide, en su libre albedrio que hacer con su vida, y vida como la Julio Cesar, es un ejemplo para adultos, jóvenes y niños en este mundo en el que los padres sufragan todo a los hijos, sin enseñarles que en la vida, cada quien debe aprender a ganarse el pan con el sudor de la frente.

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El parasitismo del plagio intelectual

  El apropiarse de los méritos de otro u otros, el copiar y usar palabras e ideas de otros y sustentarlas o escribirlas como propias y usa...