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lunes, 5 de septiembre de 2022

Arcano; poema de Nauro Torres Quintero

 

 

“Escribir es como hacer el amor.

No te preocupes por el orgasmo.

Preocúpate por el proceso”.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                         Isabel Allende

 

Poema 206

01/07/2022

 

Enigmas nos asisten a algunos;

el miedo y la ignorancia

nos impide buscar la clave para descifrarlos,

mientras rozamos por sus cercanías

 recopilando despojos y

extraviándonos en elucubraciones;

 perdiéndonos en los sueños

cuando creíamos haber descifrado el arcano.

 


Eres un arcano para mí,

cuando callas y me ignoras,

cuando cierras los ojos para no mirarme,

cuando caminas a prisa para evitarme,

cuando quitas tus manos de las mías.

 

Hay enigma en tus escondidos pechos,

en tus provocativos labios.

 

Estas en mi enigma, y me ignoras.

 

martes, 30 de agosto de 2022

Esquifes: Poesía nauroniana

 

 

“A la muerte se toma de frente

con valor y despues se le invita una copa”

Edgar Allan Poe

 

Poema 227

        18/07/2022

 

Envuelta en la bandera de la agonía,

 silenciando el estoico dolor,

inspirando ajeno aire

intentando humectar resecas lágrimas,

sus miradas las cegaron los parpados.

 


Su cuerpo esbelto lo anestesió la muerte,

la postrera inhalación la narcotizó el viento,

su materialidad se diluyó en cenizas,

su rostro primaveral lo pintó el recuerdo,

su maternidad se materializó en sus hijos,

su legado vadea en esquifes en el mar del quehacer

 individual

rumbo al puerto final del peregrinar humano.

 

miércoles, 24 de agosto de 2022

Instantes: Poesía Nauroniana

 

 

“En un mundo donde existe el tiempo,

nada puede volver atrás”


           Poema 67. 

         07/2021

 

Tus labios los recuerdo, cual chupeta,

producían adicción;

tus redondos ojos pardos, instaban a la ensoñación;

tu rostro juvenil entre mis manos,

suscitaba ternura y contemplación;

el lamer tu cuello, encendía tu pasión,

el succionar tus alveolos atizaba tu pasión.

 

                 Registro fotográfico del maestro Domingó. 2022


De tu desnuda humanidad

brotaban tus tiernos senos

izados cual volcanes en erupción;

 en mí, provocaban pasión,

y obnubilaban mi corazón.

 

Recuerdo tu desabrigado cuerpo,

 cual delfín rosado nadando

por mi piel temblorosa y ávida.

 

Evoco tus lunares escondidos,

 achocolatados y dormidos

deseosos de contemplación.

 

Tus torneadas piernas

rememoro insinuantes al misterio;

arcano húmedo añorado.

 

Pensando en mí, te enamoraste de otro;

deplorando mis caricias te casaste con otro;

en sarta de calendarios

precipitaronse los años, uno tras otro;

y en festivos, momentos escasos,

 brotan remembranzas en la pradera,

 fugaces corrientes de aire fresco

calentando la soledad, usuales compañeras

en noches de desvelo y evocación.

 

Una suma de instantes es la vida,

un baúl con recuerdos bajo llave

una página borrosa del existencial cuaderno,

escrita con el lápiz de la nostalgia

y la pluma de la añoranza.

 

Así se torna el existir,

 escasa suma de instantes placenteros

intrincados en repetir.

 

domingo, 31 de julio de 2022

El amor, el amor… Poema de Nauro Torres Quintero

 

 

Poema 197

14/05/2022

 D.R.A

Fotografía del maestro Domingó 2.022

El amor, el amor 

¿Cuántos párrafos nos insta a escribir?


El amor, el amor, 

¿Cuántos versos nos hace crear?


El amor, el amor, 

¿Cuántas páginas nos hace borrar?

                                                        

 

El amor, el amor, 

¿Cuántos amores nos hace evocar?

                                                          


El amor, el amor,

¿ cuántas veces intentamos olvidar 

lo que esta tallado en el corazón?


El amor, el amor,

 ¡cómo nos hace remozar¡

 

El amor, el amor, 

¿Cuántos valles y montañas nos insta cruzar?

                                                     


El amor, el amor, 

¿En cuántos puertos nos hace anclar?

                                                               


El amor, el amor, 

¿En cuántos mares nos empuja a naufragar?

                                                                

 

El amor, el amor, 

¿Cuántos llantos nos produce el recordar?

                                                              


El amor, el amor, 

¿Cuántas borracheras nos pegamos para olvidar?


El amor, el amor, 

¿Cuántas canciones tarareamos sin cantar?

                                                                

 

Por un amor, nacemos más de una vez;

por un amor, morimos otra vez;

por un amor, empezamos cada vez;

por un amor, revivimos una y más veces.

 

   Por un amor, por un amor, 

daríamos otra vez en el corazón, y encadenaríamos otra vez nuestra libertad.


El amor, el amor, el amor, 

es eso: amor. 

Solo amor.

 

 

domingo, 24 de julio de 2022

Conjunción

 

Poema 229

 

Somos pasajeros,

dijo implacable la clorofila

                                                  a la hoja seca.

 

No existe el verdor

sin el abono de las hojas secas,

                                 contestó la seca hoja.

 

No existe el verde de las hojas,

                           sin mí.   Contestó el sol.

 

 

Sin mí, no existe el árbol;

                                 contestó el agua.

 

Somos una conjunción,

los seis asumieron.

 

Llegó el humano,

desconoció el acuerdo:

                                         Tumbó el árbol.


Registro del maestro Domingó, tomado de internet.


sábado, 23 de julio de 2022

El ayo bellezano, Marcos Fidel Piñarte Valenzuela

 

Como muy pocos de los nadie de antaño, en el escondido pueblo del Sur de Santander, reconocido como la Suiza de Santander, nació el 12 de junio de 1.938 un niño cuyos padres,- Anatolio Piñarte, fallecido en 1.982 a los 90 años, y Ana Rosa Valenzuela fallecida en 1.961- con hacha y machete, fueron descuajando montaña y haciendo finca en los parajes que hoy se conocen como La Belleza.

            Tomada de internet.

Por las creencias de sus padres, por el señorío mostrado por el niño, por los logros académicos en la escuela, en una misión católica ocurrida en recónditas y distantes tierras fértiles de la cordillera veleña, fue reclutado para ser formado como sacerdote en la comunidad carmelita de Medellín, Antioquia. Allí en un monasterio cursó el bachillerato y la filosofía.

   Fotografía cortesía de Hermes García Ruíz.

Cuando se nace en tierras inhóspitas y clima variable, alguna enfermedad tropical se nos atraviesa para irrumpir los planes personales. Colgó la sotana y asumió similar vida a la del pensador, Sócrates. Se convirtió en partero para suscitar los sueños de niños que, como él, deseaban estudiar, pero no tenían oportunidades. Fueron miles los nadie que recibieron el afecto y la orientación del profesor Piñarte Valenzuela; hoy reconocidos ciudadanos que usaron la educación para transformar sus vidas y el entorno en el que viven.

  Cortesía de Hermes García Ruíz.

Como pensador, lector y educador, asumió una de las tesis de Ortega y Gasset: “El hombre es un ente que se hace a sí mismo y tiene la capacidad de decidir qué quiere hacer y cómo”. Se inició como maestro de secundaria en Zipaquirá.


 Fotografía cortesía de un alumno de la década del ochenta en el Colegio departamental Don Bosco

Regresó en 1.965 a su tierra natal en la que estuvo por 15 años, en los cuales fue diputado a la Asamblea de Santander, cofundador, profesor y rector del Colegio integrado don Bosco, presidente de la Junta Comunal y cofundador de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de la Belleza Ltda.

  Tomada de internet.

Algunos coterráneos del mismo partido le pagaron con creses acusándolo ante la Secretaría de Educación por inmiscuirse con los comunales. Abandonó su tierra amada en la que conoció a la normalista puentana Mariela Virviescas, siendo docente fundadora del Colegio de la Belleza con quien fueron padres de tres hijos (Oscar, Sergio y Nelson). Asumió la rectoría del Colegio Cooperativo de Barbosa, hasta que se pensionó por los servicios prestados a la educación santandereana. Se residenció en Puente Nacional a roer recuerdos y continuar poniendo sus capacidades, en donde le permitieron, en particular en los asuntos ambientales, de los cuales, junto con su hijo, Nelson Piñarte Virviescas(q.e.p.d), fueron lideres promotores del cuidado y protección de las fuentes hídricas, levantando banderas contra la contaminación de combustibles fósiles.

 
           
Cortesía de la profesora Doris Mateus.

El maestro Piñarte Valenzuela fue legando, con su halo, una estela de enseñanzas con quienes se cruzaron en su camino en su florido transitar en los tres municipios veleños por donde anduvo.


Foto cortesía del profesor Orlando Villamizar.

En mi búsqueda en encontrar mi mismidad y estar de acuerdo consigo mismo; en mi batalla personal por mostrar mi servicio social y educativo, Marcos Piñarte Valenzuela, siendo rector del Colegio de la Belleza, gestionó mi traslado de la Escuela Urbana de la localidad, al colegio supliendo mi plaza departamental con el traslado de mi esposa. Margarita González Gamba (q.e.p.d).

  Cortesía del profesor Orlando Villamizar.

Con las mismas monedas que le pagaron a un hijo de la tierra bellezana, 28 meses despues de iniciar mis labores como maestro, fui sindicado de sembrar división en el credo e inducir a los alumnos, con la lectura a las ideas liberales, banderas sociales de la década del setenta en Colombia.


  Del álbum familiar cedida a mi blog.

El maestro Piñarte Valenzuela, me legó: el respeto al otro y a las opiniones de los otros; el ejemplo como medio de formación de los educandos; la dignidad, valor no transable; la atención y escucha para ponerse los zapatos del otro; la no violencia como arma de conciliación; el porte personal como referencia al educando; la vida como una escuela en la que se aprende, o, se aprende; la muerte como excusa para vivir eternamente en quienes se cruzaron en nuestros caminos como maestros.

 
   
Tomada del registro personal del difunto Nelson       Piñarte V.

Las exequias del ayo, Marco Fidel Piñarte Valenzuela -fallecido cumplidos los 84 años- ocurrirán el lunes 25 de julio a las 11.30 pm en la Parroquia de Puente Nacional, en la misma municipalidad en la que reposan las cenizas de su hijo, el periodista y líder ambiental Nelson Piñarte Virviescas, recientemente encontrado muerto en un paraje nariñense a 24 horas de camino por carretera de su casa en esta localidad. 


La policía nariñense informó que junto al cuerpo del ambientalista encontraron una nota en la que informaba las causa de su muerte que interpretaron los uniformados como un suicidio. Personas que compartieron y leían los cuadernos del periodista, afirman que la letra de la supuesta nota no tiene los rasgos de la grafología del ambientalista. El hijo de la familia Piñarte Virviescas salió de su casa -como otras veces- a caminar y hacer registros gráficos terciando el bolso que lo acompañaba siempre. El informe policial cuenta que en el hotel donde, supuestamente se registró, dejó una maleta. Desde que se pensionaron sus padres, Nelson Piñarte, el periodista ambiental, los acompañó hasta su misteriosa desaparición de la localidad, circunstancia que mantuvo inquietos a los progenitores por carecer de certeza si fue un suicidio o un homicidio. En ambos orígenes, no se han encontrado los hilos del desenlace triste para los colectivos ambientalistas de varios municipios veleños.

martes, 19 de julio de 2022

Las torcazas no se comen. Poema de Nauro Torres Quintero

 

Poema 242

17/07/2.022

 

Tú, cazador de aves de monte

mientras yo volaba entre la neblina

en las copas de los arboles

buscando semillas para mis polluelos,

agazapado me esperabas de regreso al nido.

 

Un rugido de tu escopeta irrumpió la cuna;

se cayeron las semillas,

chillaron con hambre mis polluelos.

 

Mis plumas apaciguaron el golpe de las semillas;

tú, cazador, asesinaste tu trofeo

y con tu egoísmo ahogaste a los polluelos.

 


Unos decidieron que mi carne es delicada y

 sazonada

-los otros callaron olvidando mi canto-

algún día sin noche, sin árboles, sin agua, sin

 comida,

preferirás ser torcaza para volar cazando semillas

 para oxigenar la tierra.

El parasitismo del plagio intelectual

  El apropiarse de los méritos de otro u otros, el copiar y usar palabras e ideas de otros y sustentarlas o escribirlas como propias y usa...