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viernes, 28 de agosto de 2020

Beso eterno: Poema de Nauro Torres Quintero

 

 

“Por una mirada, un mundo;

por una sonrisa, un cielo;

por un beso…yo no sé

que te diera por un beso”

Gustavo Adolfo Bécquer

Beso eterno

Cual gotitas de rocío en una Margarita

sudaban sus tiernos labios de doncella

vírgenes de un roce masculino. 

 

Los suyos a sabor de azahares;

y los míos, a sudor. 


 

Fue en el tren del medio día,

ese gusano largo que trepaba

por las hondonadas y laderas de Santander.

 

Tren que nos juntaba unos minutos

y nos separaba, meses.

 

Fue un roce fugaz y angelical

 una fusión de inherencias,

una mutación espiritual.

 

Transcurrieron  años varios

para compartir manojos de besos;

muchos años más, trabando dos vidas.

 

Unos creen que el tiempo es circular;

otros que es lineal;

otros que es cíclico;

y, otros que es espiral.

 

Lo cierto es que se esfuma

signando huellas indelebles

en quienes, aún recuerdan para sobrevivir.

 

Fue un beso anhelado, pero tétrico;

mustio con el último suspiro

 emanado de su cuerpo muerto.

 

En el primero, ella cerró los ojos

por timidez y castidad;

el postrero, fue lóbrego.

 

Vi como la muerte le ahogaba

y abrazaba sin permiso

la circulación de la sangre

desde sus pies de Juno

hasta la cabeza de Afrodita.

 

Moría en mis brazos;

sin poder evitarlo;

se esfumaba, sin mí;

 solo aparcaron la gavilla de sus recuerdos

y el lozano roció de sus besos.

 

Intenté atrapar con mi boca

y con mi ser;

su último beso;

pero sus labios de madre, esposa y amante

ya estaban muertos.

NAURO TORRES

2.020

D.R.A. 

 

martes, 25 de agosto de 2020

La Ruana. Poema de Nauro Torres Quintero


 "La ruana no hace al arriero

ni el vestido al caballero"


Cuentan que fue fusión del chicarte indígena

con el copete español;

el abrigo de cuatro puntas

tenía una forma cuadrada;

era de lana virgen

de oveja esquilada.

 

El filamento se hilaba

en juso mientras caminaban;

las mujeres de mi tierra,

cuando hacían sus jornadas

discurriendo pal mercado,

charlando con las amistades,

y en casa, mientras rezaban.

 

En lengua chibcha

significa: tierra de mantas;

mi abrigo de cuatro puntas,

 es legado de los muiscas,

mis hermanos mayores

que habitaron tierras veleñas,

Boyacá y Cundinamarca.

Roni Vásquez - MIGUEL... EL CAMPESINO Triste y en... | Facebook 

Con los ovillos, la artesana de la lana

en el telar iba urdiendo con paciencia cada ruana;

al unir punta y pata al destinatario de la ruana,

 cubrirlo debe por delante y por detrás

desde el sobaco de pierna  hasta la rodilla;

 y el centro de la ruana,

el goyete para usarla.

 

Mi ruana de lana virgen

tejida en la blanca peña

del páramo Ubaque-Marchán,

fue del primer trasquile

de mi oveja, coquetona;

la hiló misiá Cinforosa Parra,

 la tejió misiá Ananías González,

la cosió a mano mi aguela María de Jesús,

la cardó mi mama, Custodia;

la estrené en una noche guena.

 

Ya mancebo, con otra ruana,

me guarecía del frío y el agua,

me servía de cobija,

 y de estera en las hondonadas.

 

Debajo de un clavellino

mi ruana sirvió de colchón,

sobre ella acaricié

por primera vez, un amor.

 

La ruana de cuatro puntas

cuando llegué a trabajar

en la escuela de la Belleza

allí no eran cuadradas;

 se denominaban maxis ruanas,

eran más largas que anchas

para esconder, a veces las armas,

o a las canijas provocadas.

Periódico El Campesino 

Mi ruana de lana virgen

 en pasarelas las exhiben;

 de presente las entregan,

a politicos de otras naciones

que llegan a la capital,

dizque es signo de esta tierra

para abrigarse en la capital.

Poncho - Wikipedia, la enciclopedia libre 

A la ruana de mis pecados

hoy le rindo mi homenaje

con estos versos sin urdir;

haga usted el favorcito y los carda por mí.


NAURO TORRES Q.

2.020

D.R.A.

PAPAYA DULCE: Poema de Nauro Torres Quintero


 


 "Tal vez no hayas existido nunca y solo seas un sueño luminoso de mi espíritu; pero tu eres un sueño mas real que eso que los hombres llaman realidad. Lo que ellos llaman así, solo es una mascara tras de la cual se asoman y miran los ojos de sombra"

José Asunción Silva


Eres delgada como arbusto de papaya;

tienes un rostro rozagante

cual papaya hawaiana;

gozas de una piel aterciopelada y tierna;

unos pómulos de manzana,

que, al sonreír, se desplazan

hacia sus ojos

 almendrados, curiosos y atractivos.

 

Tu lacio pelo caramelo

enmarca tu rostro de muñeca

y esconde la timidez de su alma.

Expuestas las obras del I Salón del Artista Pamplonés 

Tus delineados labios lozanos,

con sabor a mango fresco, rosaron los míos,

cual copo de algodón en primavera;

la tersura de tus labios,

la borró la brizna del ocaso

pero el aroma a mandarina,

continua en mí.

 

Sus corpiños con fragancia de canela

izados en la bandera de tu tronco,

estaban en el paréntesis de tus hombros

erguidos cual volcanes

sobre tu cintura de palmera.

 

En el huerto de tu cuerpo de gacela

cual gemelas cimas

despuntadas brotaban tus asentaderas.

 

Misteriosos y recatados vástagos

entre sedas multicolores

se escondían tus piernas.

 

Tu rostro de muñeca;

Tu pelo acaramelado;

Tus pechos de canela;

Tus escasos besos ofrendados

con abrazos;

prevalecen en los recuerdos;

cual dulce de papaya en el verano.

 

 

 

 

 

miércoles, 19 de agosto de 2020

¡MI AREPA CRIOLLA SANTANDEREANA ¡ Poema de Nauro Torres Quintero


“Aquellos que no tienen tiempo para una alimentación saludable,

tarde o temprano encontraran tiempo para la enfermedad”

Edward Stanley

NAURO TORRES Q.

D.R.A.

2.020

Es falta de respeto comparar,

me dijo mi padre un día

cuando ingenuamente pregunté,

¿cuáles eran más buenas?:            

¿las costeñas o las paisas?;

¿las vallunas o las pastusas?;

¿las boyacas o las de Santander?.

Arepas Santandereanas - Receta - Receta Colombiana 

Y para sentar autoridad, por una sola vez me recordó:

las flores siempre son flores

 bellas son por sus aromas y colores;

aprender a diferenciarlas es gusto de cada quien;

y sin pensarlo dos veces,

de una vez me aclaró:

 que entre gustos no hay disgustos,

las criollas son la mejor.

 

Yo, bajando la cabeza con respeto, aclaré;

padre, me refería a las arepas,

¡no a la mujer ¡

 

El viejo me voltio a mirar con denuedo e indagación:

igual ocurre mijito, cada enjalma con su bestia,

al pan, pan; y al vino, vino;

cuando hay hambre, no hay pan duro;

cada cual con lo suyo

y cada astilla con su palo.

 

Las criollas de maíz criollo

que mis ancestros molían con la jeta,

luego con piedra de moler,

más tarde con molino corona;

son las que aprendimos a comer

desde el vientre de la vieja;

por eso es que los santandereanos

preferimos nuestra arepa.


Y el viejo aligerando el paso,

me dejó por preguntón.


Y como la curiosidad mata al gato

cual garrapata lo volví a alcanzar,

y niño que no pregunte

es que no lo pusieron a mamar.

 

Ellas por naturaleza, gallardas y curiosas son,

limpias y trabajadoras e independientes también,

aguileñas, bellas, armoniosas y esbeltas,

recias pero amorosas, son las santandereanas.

 

Mi padre otra vez me corrigió,

¡así no son, las arepas santandereanas¡;

pronto yo disipé, que me ¡refería a la mujer ¡

 

Las criollas santandereanas

son de maíz amarillo,

se pelan con ceniza o cal;

el maíz pelao se muele

con guabinas y café.

 

Se amasan con fuerza y cariño

con agua o leche caliente;

para dar mejor sabor

con cuajada o chicharrones,

se adoban con mas sabor.

 

Se acarician con la mano

hasta dejarlas al punto,

mientras se calienta el tiesto,       

se asan a fuego justo

lo que hace la diferenciación.

 

Mi arepa santandereana

se disfruta diferente a las paisas sin sabor,

a las costeñas con huevo,

a las  boyacas con cuajada,

a las vallunas con mantequilla,

a las pastusas con queso.

 

Llegamos al rancho terminando la conversación;

mi madre nos tenía arepa con carne asada y ají,

una mincha de guarapo y limonada pa´ mi. 

 

Santandereano que se respete,

prefiera las arepas criollas,

y entre todas las arepas;

las paisanas tienen mas sabor.       

 

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domingo, 16 de agosto de 2020

Mis alpargatas: Poema de Nauro Torres Quintero


"Al final lo que importa no son los años de vida, 

sino la vida de los años".

Abrahan Lincoln. 

A pie limpio anduve

por las orillas del rancho,

por el patio de la casa,

por el solar y el vallado,

por potreros y caminos,

zanjones y pantanos.

 

Aprendí a usar alpargates

para entrar al templo a misa;

por caminos y veredas,

colgadas al cinturón

viajaban mis alpargates.

 

Unas fueron en llanta,

otras en fique, cuero o esparto,

las suelas

de mis alpargates.

 

Unas fueron de algodón

otras de lona o cáñamo,

la capellada

de mis alpargates.

 

Las usaba con talonera ajustada

o atadera con cordón,

así lucían mis alpargates.


 

Camino al pagamento

colgadas al cinturón

viajaban mis alpargatas;

en el lava patas del pueblo,

los pies vestían, mis alpargates.

 

Por las calles y el templo,

en las fiestas a la virgen,

a la promesa al santo patrón,

a la escuela y las visitas,

en las parrandas veleñas;

lucia mis alpargates.

 

Al igual que viejos tiempos

el uso de las alpargates,

se reserva a los festivos

para lucirlos con honor

en las fiestas de mi pueblo

para retornar al pasado

y alimentar la emoción

del origen campesino,

orgullo de mi condición

para lucir mis alpargates.

 

 

 

¡VELEÑITA DE GUAYABA ¡ Poema de nauro Torres Quintero

 

"No hay amor mas sincero

que el que sentimos

hacia la comida".

George V. Shaw

NAURO TORRES Q.

D.R.A

 

Tu altura, encaja a mis gustos;

tu grosor, es a mi boca;

tu arquitectura, es exquisita,

tu textura, estimula mi paladar;

tus combinados colores, te pintan única;

uno es el brillo de tus labios,

 el otro, la crema, cornea de tus ojos.


¡veleñita de guayaba ¡

▷ Bocadillo de Guyaba 【un sabor muy criollo】 » Receta Venezolana 

Al contemplar tu ajuar salvia,

tu cuerpo guarecido en bijao;

aviva mi curiosidad,

despierta mis ansias;

eres menos misteriosa

en el atavío transparente;

tu torso aflora la dulzura que me atrapa.


¡veleñita de guayaba ¡

 

Te sujeto con la mano,

te acerco a mí;

tu aroma a guayaba me perfuma,

sin poder evitar la pasión por ti;

te abrazo hacia mis labios;

alojo tu desnudo cuerpo;

 mi boca se invade por espumajo.


¡veleñita de guayaba ¡

 

Te muerdo con frenesí, pedazo a pedazo;

 tragándote con deleite y a agonía;

atrapaste mi gusto desde niño

por desnudarte y atiborrarme de ti,

¡veleñita de guayaba ¡

 

Con queso de hoja, es coito deseado;

con galleta veleña, un gusto desmedido en un motel;

con leche fresca, sauna con pasión;

con agua, restaura energías diarias.


Como el sexo, el dosificarla siempre,

es la recomendación;

¡veleñita de guayaba ¡

 

Tu denominación de origen

es bocadillo veleño;

tu vestido, tu textura, tu nombre

y tu historia,

siempre será de la tierra

del tiple, el torbellino y la guabina;

¡veleñita de guayaba ¡        

Así ha vivido el bocadillo veleño la pandemia en Santander ...

 

El parasitismo del plagio intelectual

  El apropiarse de los méritos de otro u otros, el copiar y usar palabras e ideas de otros y sustentarlas o escribirlas como propias y usa...