"Al final lo que importa no son los años de vida,
sino la vida de los años".
Abrahan Lincoln.
A pie limpio anduve
por las orillas del rancho,
por el patio de la casa,
por el solar y el vallado,
por potreros y caminos,
zanjones y pantanos.
Aprendí a usar alpargates
para entrar al templo a misa;
por caminos y veredas,
colgadas al cinturón
viajaban mis alpargates.
Unas fueron en llanta,
otras en fique, cuero o esparto,
las suelas
de mis alpargates.
Unas fueron de algodón
otras de lona o cáñamo,
la capellada
de mis alpargates.
Las usaba con talonera ajustada
o atadera con cordón,
así lucían mis alpargates.
Camino al pagamento
colgadas al cinturón
viajaban mis alpargatas;
en el lava patas del pueblo,
los pies vestían, mis alpargates.
Por las calles y el templo,
en las fiestas a la virgen,
a la promesa al santo patrón,
a la escuela y las visitas,
en las parrandas veleñas;
lucia mis alpargates.
Al igual que viejos tiempos
el uso de las alpargates,
se reserva a los festivos
para lucirlos con honor
en las fiestas de mi pueblo
para retornar al pasado
y alimentar la emoción
del origen campesino,
orgullo de mi condición
para lucir mis alpargates.
PROFESORA CARMEN PINEDA PUENTE NACIONAL
ResponderEliminarQue mensajes tan bonitos. Mis alpargatas.
Cordial saludo colega y paisana. Gracias por leer otro de mis poemas y compartirlo.
ResponderEliminarABOGADA CRISTINA PIMENTEL SAN GIL
ResponderEliminar[7:51, 27/8/2020] Cristina Pimentel: Muy bonito poema, descripción de aquellos tiempos y los mios fueron de caucho. 🤗
[7:51, 27/8/2020] Cristina Pimentel: Eran los de ir a la escuela
[7:52, 27/8/2020] Cristina Pimentel: Feliz y bendecido día
Cordial saludo, hoy y siempre. Intento describir lo bello de las cosas simples de la vida.
ResponderEliminarIgual los míos, tenían suela de caucho. Los hacían en Socorro. Solo podia usarlos ya en la escuela. Esta estaba al lado de un zanjón y ahi nos bañabamos los pies.
Mis primeros zapatos fueron Panam a los 12 años.
Igual. Que Dios continue bendiciendonos con amor.
PROFESOR HENRY SAN GIL
ResponderEliminarJustamente me las puse hoy, antes de recibir su mensaje. 😄👍🏽
Que bien¡¡ ellos, los chocatos, nos atan a la tierra. Nos recuerdan de donde venimos. Un abrazo hermano
ResponderEliminarPROFESORA LORENA DIAZ SAN GIL
ResponderEliminarQue bonito poema...ojalá ese sea el único contagio ...el de escribir....👍👍
Compañera Lorena, buenos días:
ResponderEliminarSi de contagio se trata, y de culpables, también. Soy un virus literario persistente. Y si otros colegas se dejaron contagiar, el medio fue Lorena por incluirme en este grupo.
Gracias compañeros por permitirme acompañarles en estos 160 dias de confinamiento. Yo no paro...Continuo tomando aromaticas, moringa, y nutriendome de versos, ahora.
JOSELIN ARANDA CANO SAN GIL
ResponderEliminarProfe. Nauro .. gracias por el recorderis de las alpargatas..conmucho honor yo todavía las utilizoy con elegancia..
Mi apreciado alumno aventajado. Otro de sus valores es ser orgulloso de su origen y condición, y sus cotizas, le lucen.. Hay que desempolvar el bordón. Gracias por leer otro de mis poemas.
ResponderEliminarHERMANA DE LA PRESENTACNION, CECILIA LEON TIBU, NORTE DE SANTANDER
ResponderEliminarHola nauro, felicitaciones nos hace recordar tiempos de infancia muy bellos siempre con tu poesía con tu creatividad con tu raigambre en la cultura.
felicitaciones de nuevo un abrazo.. chao.. chao
Con los años, nuestra niñez es mas evidente en los recuerdos.
ResponderEliminarSi tu sientes mis versos con ese raigambre cultural, es porque otros haran lo mismo, y ello me anima a continuar.
Dios nos bendiga y guie. Gracias por leer y apoyarme
HERMES GARCIA RUIZ BOGOTA
ResponderEliminarHermes Miguel Garcia Ruiz
Las alpargatas son parte de la cultura,la economia y la historia de nuestros ancestros y seria bueno no dejarla extinguir.
Contaban los abuelos que la alpargata era un lujo y quien la tenia la llevaba amarrada a la cintura.
Si. Otrora fue una prenda de lujo y pocos podían o tenían la costumbre de usarla, pero solo en ocasiones especiales.
ResponderEliminarAnímese¡ En tierra caliente es usual ponerse, ya chocatos, cotizas y alpargates.
LINA ROMERO, BUCARAMANAGA
ResponderEliminarCon sangre santandereana de la hermosa tierra San Gil.
con orgullo posa mis pies en las alpargatas cuyo recuerdos yacen ahí, mi origen humilde no me deja olvidar que lo más importante es valorar nuestra herencia y ser orgulloso de sus raíces y siempre llevar en tu corazón como una insignia.
Gracias por cada poema,por cada minuto de su tiempo con anhelo de viajar pero aún es muy pronto y debemos esperar
Este mundo es un pañuelo¡¡¡ El confirmar que eres de San Gil, y que escribo desde la misma ciudad, infiere gustos afines.
ResponderEliminarBendito sea nuestro origen. Origen con olor a rocio, olor a tierra y aroma de flores. Bendita la tierra que nos dio calor en los pies y las enseñanzas recibidas por padres y abuelos que con amor nos enseñaron a amar lo sencillo.
Tienes razón. Los chocatos, o cotizas, o como deseen llamarse son nuestra insignia. No los habia valorado como tales. Gracias por registrarlo.
Gozo escribiendo y compartiendo. No anhelo un libro publicar. Solo donar mi tiempo a seres humanos tan sensibles como yo.
Ya llega´ran mejores tiempos. Para viajar y regresar a la Margarita en Puente Nacional.
Hola Nauro Waldo muy bien por esa historia de las alpargatas podemos decir que en nuestra niñez y juventud las usábamos en todas las regiones del campo así como las describes en sus versos y lo más abecditico era que algunas ve es se colgaban al cinturón para que no se gastaran o se dañaran y se andaba a pie descalso y esto lo vivimos muchos, pero en fin esa era la época y las costumbres la vida del campo siempre ha sido la mejor y siempre la será, así las nuevas generaciones no lo quieran aceptar y por último felicitaciones Nauro por todos esos aportes que hace como buen escritor. Feliz día.
ResponderEliminarApreciado compañero Norberto.
EliminarNuestra generación, por nuestro origen, las alpargatas fueron un lujo, y el tenerlas y usarlas, fue un orgullo.
Cómo olvidar el lavapatas y las chicas que vivian, cerca a arroyo donde nos limpiabamos los pies para entrar al pueblo?
Recuerda como nos sentíamos pasando la Boca puente y trepando por as escaleritas?
A usted y su familia le quedaba mas cerca Santa Sofia, pero era el mismo ritual.
Compañero, sigo usando el confinamiento para escribir sobre los gratos recuerdos de la niñez.
Y a mi, me agrada confirmar que mis textos le agradan.
ELSA VIRVIESCAS BOGOTA
ResponderEliminarBuenos días agradezco sus buenos poemas, feliz y orgullosa de mis raíces campesinas
Que buena narrativa de la alpargatas que usarlas en esa época era un privilegio.
ResponderEliminarGracias. Muchas gracias. Aprecio su opinión sobre mis textos. Si. Fueron en su época un privilegio usarlas, cuidarlas, incluso, remendarlas.
EliminarGabino Quintero Garcia
ResponderEliminarRecuerdo las alpargatas de mi Abuela María, las mantenía pulcras, blancas y cuando los efectos del juanete le hacían roto, las zurcía tan genuinamente que solo los que habíamos visto los huecos, lo notábamos.
En la casa solo existían las de zuela de caucho y las de material que harán de zuela de cuero y la Capellada, finamente labrada y que solo usaban las personas de categoría como mi Papá.
Mi apreciado Gabino Quintero Garcia:
EliminarSu comentario, por provenir de un alumno de 1.976, me hace feliz, no solo por esta razón, sino porque mi poema le provocó recuerdos gratos.
Y esa anécdota de las alpargatas de doña María, por el uso, el cuidado y la zurcía para su conservación y aprecio, me parece de una riqueza humana, hoy que lo sencillo se desprecia, lo que usa se desecha y lo que los mayores, usamos es despreciado por los jovenes.
En casa, solo usamos las de zuela de caucho. Las cotizas eran mas finas y solo las lucían quien tenia conque comprarlas o encargarlas del Socorro, mientras mi madre,por su origen usaba alpargatas con suela de fique y el resto tejido a mano elaboradas en Somondoco, Boyacá.
Gracias Gabino.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJOSEFINA PLATA ZAPATOCA
ResponderEliminarJosefina Plata
Este calzado es una gran reliquia no habrá un humano en Colombia que no venga de familia de un gran chocaton .
Se cuenta que nuestros abuelos los cargaban en el bolsillo de atrás y al llegar al pueblo los calzaban con el fin de no embarrar los .en mi tierra Zapatoca el chiste era "pa no gastarlos "jjjj.
Colega Josefina.
EliminarNacer en Zapatoca es un orgullo, igual que haber nacido en el campo colombiano.
Usted tiene razón, los chocatos deben ser un patrimonio de los santandereanos.
En otrora, embarrar los alpargates, era signo de descortesía y desaseo. En tierra caliente su pudo ser posible llevarlos, yendo al pueblo, en el bolsillo de atrás, los señores. En mi tierra, iban colgados en el cinturón.
ESPERANZA RUEDA PLATA ZAPATOCA
ResponderEliminarBellos tus versos sobre las alpargatas que tanto nos sirvieron. Que belleza. Un abrazo
Gracias. Muchas gracias.
EliminarRazón tienes. Los chocaticos nos fueron un medio para cuidar los pies, correr e ir al pueblo.
Un triple abrazo para ti y los tuyos.
GUSTAVO GONZALEZ CUBIDES BOGOTA
ResponderEliminarEstupendo honor a mis quimbas, como también se llamaban.
Las mías quedaron enterradas en un lodozal.
Falta que la Administración Municipal, de maestro pueblo piense en un monumento a lava-patas y al salto al burro.
Gracias Gustavo. Lo había olvidado que mi padre también se refería a los alpargates como las "Kimbas".
EliminarUno sueña que haya alcaldes que interpreten y valores los patrimonios materiales e inmateriales que hay en cada pueblo los cuales, son expresiones de cultura.
Sus comentarios, oportunos, son.
Interesante este nuevo tema. Viví al pie de la letra esa situación de las alpargatas en mis tiempos de niñez adolescencia y juventud en Onzaga. En muchos aspectos con ud hablamos el mismo idioma.
ResponderEliminarCordial saludo, Alvaro.
EliminarEs mi intención por medio de la narrativa lírica rescatar lo bello de elementos sencillos que usamos quienes nacimos en el campo.
Que grato confirmar que que hay un lector que vivió igual una niñez sencilla pero rica como lo es el campo.
Su tierra, Onzaga, en los pisos térmicos y costumbres es similar a mi tierra en Puente Nacional. Por ello, nos identificamos, hasta el gusto de usar los chocatos y el bordón. Le comento, ya tengo una historia sobre la ruana. Nuestra ruana.
Gracias por estar presente en el blog dejar su huella en comentarios.
JOSE ARIZA PUENTE NACIONAL
ResponderEliminarRecuerdos imborrables.
Se acuerda uno del uso de los alpargates en los años 60 al 70 del siglo pasado
PROFESOR HERIBERTO CACERES ONZAGA
ResponderEliminar[11:22, 27/8/2020] Profe Heriberto: Alpargatas o cotizas de pequeño las usaba y usaba los conogiles o cordones que llamaban pa que no se me cayeran cuando estaba en la jugada. Ole maestro me salio versiao.👍
Si fuera un Mojica, pensaría que conogiles se refería a cojones.
EliminarMe alegra que le haya despertado recuerdos usando las alpargatas.
Como todo un músico y matemático
sin esfuerzo brotan los versos
ya sea para mamar gallo
o para correr agachado
ya con pata limpia
o con sombro encintado.
Marilsa Romero G
ResponderEliminarGratos recuerdos de las alpargatas.
Mi abuelo salía descalzo de la casa con sus alpargatas colgadas a la cintura y llegando al pueblo, había una pila dónde la mayoría se lavaban los pies y hay se las colocaba....
Gratos recuerdos tiene de su abuelo. Y también de las quimbas o chocatos. Cordial salado.
EliminarYolanda Navas Muñoz
ResponderEliminarQue poema tan bonito. Que bueno escribir a lo simple a lo cotidiano. Felicitaciones 🙋♀️🙋♀️🙋♀️🙋♀️
Hola Profe, que bonito leer sus poemas en esta situación en la que nos encontramos todos. Pero acá en nuestra familia tenemos una adicional, que usted conoce y que supera cualquiera otra.Como no recordar cuando acompañaba a mi abuela al pueblo y me tocaba llevar sus alpargatas en un canasto, porque no se podían ensuciar porque era de muy mal gusto y las amigas la criticaban.
ResponderEliminarCordial saludo. Gracias por comentar y compartir las percepciones sobre mis poemas.
EliminarMe congratula confirmar que lees mis poemas e historias sin contar.
Si. Decidí escribir y compartir mas con ocasión del confinamiento en que nos encontramos. Es mi manera de acompañar a los conocidos, amigos y ex alumnos.
Dios, cada familia tiene su propio drama, Y el de ustedes es llevadero, pero preocupante.
Que anécdota tienes y compartes. Ya te imagino con el canasto en el brazo, y dentro de él, las alpargatas de tu abuela.
Nuestros mayores eran y nos enseñaron a ser muy pulcros. Y en ese entonces usar los chocatos, sucios era signo de ir-respeto y desconsideración.
Y entre las mujeres, la critica despectiva, siempre ha estado en el tintero de la lengua mordaz.
Gracias por dejar su impresion sobre este poema. Espero disfrute los proximos.
Luz Marina Bayona Gómez
ResponderEliminarEn mi pueblo aún se usan sin importar su edad.
Los lucen niños, jóvenes y abuelos. Mi papá es fiel a ellos con ese bordado insigne.
Yo también las caminé y estando lejos de mi tierra las tengo como recuerdo; y a veces para estar en casa. Estupendos sus escritos don NAURO, son alivio y recorderis en mi vida
Cordial saludo, Luz Marina. Grato saber de ti.
ResponderEliminarSi. Yendo a tu tierra, Villanueva, y observando a mayores y jóvenes, noté lo que reconoces. Al´´lí la cotiza se viste, se luce y aprecia.
Igual, hago, tengo varios pares de alpargates, ya para estar en casa o lucir en las fiestas de mi tierra.
San Gil y Socorro tienen empresas de cotizas que distribuyen para todo el país. Incluso, ahora con nuevos diseños, colores y los lucen ya en casa o viajando, las damas.
Laureano Rico Vesga
ResponderEliminarLa capital comunera fue industria del Chocato o cotiza....
Las use de niño .... mis padres nos las compraban en el plaza de mercado. Nos tomaban la medida con un cordón o cabuya ... los fabricaban por tallas...31,32......40...41 ..42.. en suela de caucho de llanta con capellada Blanca, los de suelo de cuero y capellada bordada en hilo negro eran más costosas ...mi madre las usaba.
Conocí expertos en cortas las llantas de camiones para sacar las suelas...también a tías y primas expertas en cocer cotiza.
Las fábricas entregaban los materiales y en las casas de las familias la tarea era terminar en la semana para entregar el sábado, el pagó era por docena trabajada.
Aún se consiguen, la venta es mínima a pesar de que ahora son fabricadas en otros materiales....
Gracias Profesor Laureano por complementar con el proceso de elaboración de los chocatos ocurrida en su tierra natal, Socorro.
ResponderEliminarIgual hacia mi padre. Nos tomaba la medida para traernos los apargates con un hilo de fique del costal papero, diferenciando cada par, con un nudo y en un solo lacito, llevaba las medidas de todos.
Si. Gracias por precisarlo. La zuela y el bordado hacia la diferencia entre el alpargate y la cotiza.
Ese modelo de contrato por tareas, aun se usa en Bucaramanga en el calzado. Igual no reconocí a Zapatoca.
Socorro, infiero, fue pionero nacional en la fabrica de alpargates y cotizas, fundas para machetes y rejos.
Maria Esperanza Porras Rueda
ResponderEliminarNauro To je je je, me hiciste reír Nauro.
Yo que adoro el campo. Quiero unas alpargatas chocatudas.
Mi apreciada amiga de, Cordial saludo. Igual adoro el campo¡ Cuantas veces, muy recordadas con Waldino y compañía el disfrutamos el campo. Aun uso las cotizas, chocatudas y alpargatas. Fueron de mi estimación.
ResponderEliminarHéctor Hernández Mateus
ResponderEliminarOjo porque lo toma la "intelectual" del CD y los patenta.
LUIS FERNANDO LOPEZ MEDELLIN
ResponderEliminarNauro, buenos días. En mi pueblo también se usaron mucho. Había alpargates para ellos y alpargatas para ellas, con notada diferencia.
De todas maneras marcaron toda una época que bién ameritó escribir un poema tan significativo como el suyo.
Muy bueno e interesante para nuestra historia.
Buenas letras, felicitaciones. 📖📖
Compañero Luis Fernando, cordial saludo. Me anima su comentario y facilita mejorar el poema con la información adicional.
EliminarMuy inteligente si precisión. Alpargates para ellos y para ella, alpargates. Una solita es un alpargate, y un par son alpargates para ellos.
ResponderEliminarFELIX ENCIZO VELASCO SAN MARTIN META
Nauro excelente relato de las alpargatas.
Cotizas se llaman en el llano.
Se usaban amarradas a la silla y se colocaban cuando se iba de conquista, o al pueblo, o a visitar a la novia. Hoy se mantienen aún como traje típico en el baile del joropo.
Las masculinas son de suela de cuero y en cuero curtido con el pelaje del animal.
Las que usan las damas aunque la fabricación es igual que las masculinas, son adornadas con flores o moños que le dan un bonito colorido.
Felicitaciones por ese relato
Compañero llanero
ResponderEliminarmúsico del cuatro,
su comentario a los alpargates
yendo al pueblo a chicanear
mostrándolas en la cabeza de la silla
en cerrera potranca alazana
para conquistar casquivanas
es un pasaje de no olvidar.
Una vez leí
imaginé la zuela del alpargate
en cuero natural de becerro
hoy una joya llanera.
Unas lindas piernas morenas
de una luna llanera
descansando sus pies
en alpargatas con flores
debió ser un placer intenso
deshojar con la bocas las flores.
Jairo Mojica San Gil
ResponderEliminarMi padre fue fabricante de cotizas. A los cordones se les llamaba en ese entonces: sinogiles.
Bleidy Torres
ResponderEliminarPrimito, cada poema tuyo me lleva al pasado. Gracias por compartir historias tan bonitas.
Un Abrazo.
El pasado nutre el presente. Y con los años, los recuerdos de la niñez se hacen mas evidentes.
EliminarMartha Cardozo Miranda
ResponderEliminarEl tipo de alpargatas en los años 70, que las conocí, hablaba del estatus. Un tío solo las usaba para ir al pueblo; y yo también las lucí de niña
La cotiza y su uso, daba estatus. Tenían que haberle lucido los alpargates. Cordial saludo,
EliminarQue recuerdos aquellos también las usé
ResponderEliminarReconforta que mis versos le provocaron gratos recuerdos.
EliminarISABEL URREA INVESTIGADORA DE HISTORIA
ResponderEliminarcon su lindísimo poema a las cotizas, me gustaría saber sobre el lavapatas... ya le contaré por qué?
Gracias mil gracias por su valioso tiempo en detalles tan sublimes
Cordial saludo, Isabel.
EliminarRecuerdo de cada lavapatas que hubo, ya en Puente Nacional, como en Guavatá, Santa Sofía y la Candelaria.
Los recuerdo porque iba con mis madres a pagar las promesas. estaban en un sencillo valle a la vera del camino real, antes de entrar a cada pueblo.
En Puente Nacional, yo me descolgaba como en una montaña rusa desde la casa al pueblo, a para pelada, era la orden materna. Los chocatos limpios colgados al cinturón en la parte de atrás. Luego de caminar por un espacio recto entre arboledas, resultaba uno en un altillo, conocido como salto del burro. Desde aquí se divisaba, en el valle el pueblo y escuchaba el golpe del agua al descolgarse y acariciar las piedras. Al margen derecho bajando, cerca a un solar, por un sendero rodeado de dormidera, se apeaba un lazo de agua por entre el follaje seco de la arboleda. Uno se lavaba los pies y los secaba con un trapo de algodón perteneciente a una bolsa del mismo material donde llegaba la harina de trigo. Ese trapo servia a la vez para secar el sudor.
Diáfanos y limpios los pies, se lucían los alpargates que regresaban a la cintura, una vez se estuviese de regreso.
En Leiva había una pozeta en el parque. En la Candelaria, un arroyo.