naurotorres.blogspot.com

domingo, 25 de mayo de 2014

LA CARENCIA DE MOTIVACION ORIGINA EL BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR


LAS CAUSAS DE UN BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR, PUEDEN ESTAR EN LA MOTIVACIÓN

A los maestros se les escucha con relativa frecuencia que los alumnos no hacen tareas, que no contestan las pruebas, que todo lo hacen a las carreras, que los jóvenes y niños de hoy sufren del fracaso escolar. Y cuando los padres de familia o acudientes, reciben los boletines, constatan que los resultados académicos de los chicos no satisfacen a las partes: ni a los maestros, ni a los acudientes, ni a los mismos chicos; pero los dos primeros justifican esos resultados, sindicando al estudiante, sin escudriñar ninguno es las causas reales del fracaso escolar.

Se considera fracaso escolar a la situación académica en la que se encuentra quien no logra resultados acordes a su capacidad intelectual. Siendo el éxito escolar su contrario. Por tanto, éxito escolar no es igual a una media sobresaliente en las calificaciones, si el desarrollo de la inteligencia de un estudiante no corresponde con esa nota.

El sistema educativo actual contempla que todos los alumnos deben al menos aprobar, así haya dificultades objetivas para desarrollar la inteligencia, lo que le interesa al sistema educativo es que cumpla con unos procedimientos, muestre unas actitudes y conceptos mínimos que son adaptables curricularmente a todos los alumnos que lo necesiten.

La experiencia me ha permitido inferir que la mayoría de los fracasos escolares se originan en la falta de estimulación, motivación y baja autoestima del alumno como tal.


Como un aporte a la reflexión, tanto de padres de familia como de docentes y alumnos, haré una relación de las posibles causas, de ese supuesto fracaso escolar:

1.     Una mala crianza de los niños y una mal llevada adolescencia.

2.     Una mala adaptación del niñ@ al grupo

3.     Una desacertada adaptación del niñ@ a un educador concreto, bien por la carencia de recursos educativos de éste, o por parte de los alumno o por la de ambos normalmente.

4.     Enfermedad, mental o física, temporal o crónica en el alumno o el educador.
5.     Complejos de los niños que trae del hogar o tomados en la escuela, por ejemplo, la timidez.

6.     El deseo de castigar a los padres o acudientes con el fracaso como arma arrojadiza, que se da en caso de separaciones, divorcios, celos, super-protección y autoritarismo.

7.     Un aprendizaje defectuoso de los conocimientos previos básicos para la enseñanza, especialmente de la lectura.

8.     Malas experiencias educativas previas que influyen en las consideraciones del alumno.

9.     Exceso de emotividad.

10.                      Causas afectivas y emocionales.

11.                      Falta de aprendizaje mínimo de técnicas de estudio que posibilitan la destreza de aprendizaje en el modo y tiempo que se exige.

12.                      Falta de hábitos de estudio, concentración y atención.

13.                      Situaciones ambientales excesivamente adversas.


Corresponde a los padres o acudientes, así como a los docentes, identificar las causas objetivas que originan el fracaso escolar de los niños y jóvenes de hoy, sin olvidar que las notas de un periodo o año, no son un único indicativo que hay que tener en cuenta para lanzar un juicio que la persona muestra fracaso escolar, pues la verdadera causa está en la carencia de motivación, y tanto padres o acudientes como maestros, antes de serlo, debemos ser unos motivadores, más que unos jueces que premian y castigan.

La disciplina empieza en el hogar. La madre es la primera maestra.

LA DISCIPLINA SE IMPONE O SE ENSEÑA CON EL EJEMPLO.


LA MADRE ES LA PRIMERA MAESTRA.

“Como sea la madre, será el progreso de la Nación, como sea la madre, será la dulzura de la cultura. Las madres son las hacedoras de  la fortuna o la desgracia de una nación; porque ellas dan forma a las fibras de las almas”.

En mi trabajo como maestro he sido testigo de casos que corroboran la afirmación anterior de Sai Baba, un profeta indio de nuestra época. Pero, he sido testigo de ejemplos que demuestran como las madres no educan bien a los hijos.

Hace un par de años siendo director de grado, al entregar el informe académico de una niña del grado noveno, quien había perdido ocho de once asignaturas, la madre al recibirlo y constatar los resaltados de las áreas perdidas, la premió con fuerte cachetada en mi presencia, además de gritona retrimenda.

Este año en una clase  a las seis de la mañana, un niño de séptimo se durmió sentado en el pupitre. Lo desperté con un afectuoso contacto de mi mano sobre su hombro derecho. El chico despertó sobresaltado, y por hacerlo, los demás del aula, se burlaron riéndose del niño. El niño lloró el resto de la hora de clase. Al otro día en rectoría llegó una carta denuncia de los padres del estudiante. En ella afirmaba que yo había golpeado al niño en la cabeza y me había dirigido a él como lenguaje inquisidor, causándole daño moral. En ella descalificaban mi labor  exigían sanción ejemplar e iniciar proceso disciplinario porque no estaba capacitado para ejercer la docencia.

Soy docente de lectoescritura, doy instrucción sobre técnicas de lectura y técnicas de redacción de textos. En una de las prácticas de redacción solicité que los estudiantes redactasen un retrato de la madre  o el padre con un mínimo de cuatro párrafos. Siempre he tenido como habito leer lo que mis alumnos escriben y orientarlos con mis apreciaciones. Lo hago en forma escrita sobre el trabajo presentado. Una niña hizo una, en dos renglones describió física y psicológicamente a la primogenitora. Sobre el trabajo enviado por el correó electrónico de la madre, al contestar escribí:” REVISÉ EL TRABAJO, NO LO CALIFICO PORQUE NO SE A QUIEN PERTENECE. EL NOMBRE DE QUIEN ENVIA EL CORREO NO ESTA EN ALGUNA DE MIS 18 LISTAS. LOS PUNTOS DESDE EL 7 ESTAN MUY SOSOS, CORTOS Y NO TUVISTE EN CUENTA LAS RECOMENDACIONES DE LA APLICACION. LA NOTA ES DE 3.0. ESTE CORREO TIENES QUE IMPRIMIRLO Y MOSTRARLO EN EL AULA PARA CONFRONTAR LO AQUI EXPRESO”.

La niña me responde por el mismo medio: -“no profe soso m trabajo no”.
 Posteriormente la niña me hace saber el grado y la jornada que cursa, y escribe”: por que cortos si mi amiga hizo casi lo mismo”. Un par de días después recibo este correo: “Buenas noches profesor este mensaje lo envía……la madre de….. “le pido el favor expresarse en otros términos con mi hija, ella no hace trabajos sosos siempre se a esforzado en sus tareas y trabajos, no tiene por que humillarse ante el grupo por darle un gusto a usted, le pido respeto y no voy a permitir q mi hija le presente la copia q usted le esta pidiendo, agradezco su atención”. 


Siempre he aceptado que uno es lo que los demás hacen de uno. Y en este blog he afirmado que los hijos son el resultado de la educación de los padres. El científico más reconocido del siglo XX, Albert Einstein, dijo: “Dar ejemplo no es la principal manera de influir sobre los demás; es una única manera”.

Estoy leyendo la revista “Educare”, una publicación que viene de Argentina relacionada con la educación en valores. En la página 2 con el título “Crianza, la búsqueda del equilibrio”, dice textualmente: “Los hijos son encantadores retoños, llenos de promesas que, mediante un sabio cuidado o un amor bien dirigido, pueden llegar a florecer como ciudadanos ideales, capaces de entender, apreciar y practicar la ardua disciplina establecida en la sabiduría antigua para lograr el conocimiento de sí mismos y el conocimiento del universo, que no es sino otro aspecto del Ser”.

“Los primeros años de vida son cruciales y, por lo tanto, la madre y el padre deben compartir la responsabilidad de una crianza adecuada. Las habilidades, las actitudes, los prejuicios y las emociones que constituyen o echan a perder el futuro se van integrando en los cimientos del carácter durante esos años cruciales. Los padres deben hacer que esos cimientos sean firmes y rectos. Pero¿ con que cuentan ahora los padres para esta tarea?. No tienen un conocimiento profundo de su propia cultura; carecen de fe en los valores de ésta; no practican ninguna disciplina espiritual; no tienen paz mental: los niños deben crecer en una atmosfera de reverencia, devoción, servicio mutuo y cooperación. Se les debe enseñar a respetar a los padres, maestros y mayores”.

“La influencia que ejercen los padres sobre las mentes de los niños es muy significativa. De hecho, es la influencia primaria y predominante en la personalidad del niño y su patrón de conducta. En la actualidad los niños están creciendo en una atmósfera contaminada de corrupción, la ansiedad y la pompa hueca, porque las personas están enamoradas de la cultura materialista y superficial”.

“Mientras permiten a sus hijos la libertad, las madres deben, no obstante, refrenar las tendencias dañinas. Deben promover la conducta respetuosa hacia los mayores de la familia. Deben ser cuidadosas con su propia conducta en presencia de los niños, porque los jóvenes aprenden mucho de la emulación. Un espíritu de comprensión y compasión debe saturar el hogar”.

“El regazo de la madre es la primera escuela para cada hombre. Solo las madres dedicadas pueden ofrecer a la nación niños que esforzarán por crear un gran futuro para el país. Una buena madre es un valor nacional. La madre es el factor más decisivo en la vida. La madre define el futuro de un niño”.


Mi experiencia como maestro por mas de 40 años y como padre de seis hijos me permite compartir las  siguientes afirmaciones, fruto de mis reflexiones:

1.    Los padres deben ser coherentes de palabra, de obra y acción. A veces una conducta que dejamos pasar en casa se vuelve imperdonable en público porque nos avergüenza. El niño no tiene responsabilidad en estas actitudes ambiguas y contradictorias de los adultos.

2.    Los correctivos hay que hacerlos en el momento preciso. Si un hijo se está portando mal en la calle, no esperar hasta llegar  a casa para poner los límites. Si no se actúa de inmediato, el pequeño no recordará lo que hizo y no tendrá un referente para mejorar.

3.    Gritar “no” es improductivo. Porque el grito esta hablando de un descontrol del adulto y porque la sola enunciación de la palabra “no” es insuficiente para lo lograr el efecto deseado. Hay que convencerlos de que se está hablando en serio y retirarlos físicamente del lugar, problema u objeto del conflicto.


4.    Contar hasta diez y permanecer serios y calmados. Cuando se da una reprimenda, el gesto debe acompañar la seriedad del asunto. Contar hasta diez (o hasta 50, si es necesario) para evitar una reacción impulsiva. Los chicos aman a sus padres, aunque a veces actúan como si los odiaran.

5.    Avisar siempre antes: A partir de los dos años, el niño está en condiciones de entender claramente lo que se advierte: “ si sigues portándote de esta manera, mañana no te contaré tu cuento favorito/no verás tu programa favorito por TV, etc.


6.    Hacer solo promesas realistas. Desde los tres años en adelante, está en condiciones de entender las consecuencias de sus actos. “Amenazarlo con romperle la cara” no es realista, además de brutal. Si lo es, anticiparle que perderá un privilegio (por ejemplo, jugar con sus juguetes, usar el celular, acceder a internet.

7.    No invocar a otros como futuros ejecutores de su castigo: a menudo se promete que un tercero (su padre, el médico, etc.) aplicará un correctivo. No es afortunada la idea de prometer que “el medico te pondrá una inyección si te sigues portando mal”, porque no hay inyecciones para la mala conducta y porque cuando haga falta realmente aplicarle una, estaremos ente una situación doblemente complicada. Además, convertir la llegada del padre en una temida espera es una injusta transferencia de responsabilidad.


8.    Prometer y cumplir lo prometido: esto es bueno y productivo en cualquier plano, pero tiene un valor específico en materia de disciplina. Hay que dar la opción de comportarse como lo hemos solicitado o enfrentar las consecuencias. Y el niño necesita estar seguro que cumpliremos con la promesa que le hagamos: “sigue llorando. Como te portaste mal, no te vamos a llevar al paseo”.  Cuando lo prometido se cumple, al chico le basta una sola advertencia.

9.    Jamás golpear: No se debe abofetear o golpear a un hijo para que entienda algo o acepte algo. El adulto necesita controlarse y saber que una mirada dura puede llegar a ofender terriblemente a un pequeño. Una clara actitud de desaprobación, con el ceño fruncido, la mirada fija y una sacudida de cabeza alcanzarán. Los niños necesitan entender las cosas sin, por ello, perder el amor de los mayores.


Termino mi lectura la nota de la revista citada con este párrafo resaltado: “Cuando tengan que reprender a un niño por alguna falta o fechoría, no se abalancen repentinamente sobre él o ella o lo aterroricen con gritos. En lugar de eso, díganle: “ si otro niño te hiciera lo mismo, o se llevara algo que te pertenece o te pegara, ¿no te sentirías herido? Si no te gusta que te alguien lastime, tu también debes evitar causarle daño a otros”. Los niños comprenderán rápidamente y se arrepentirán. Resolverán no repetir un acto o palabra semejante otra vez. Ellos ceden ante el consejo afectuoso”.

viernes, 25 de abril de 2014

PADRES Y MAESTROS DEBEN SER MOTIVADORES, NO GRITONES


LAS CAUSAS DE UN BAJO RENDIMIENTO ESCOLAR, PUEDEN ESTAR EN LA MOTIVACIÓN

A los maestros se les escucha con relativa frecuencia que los alumnos no hacen tareas, que no contestan las pruebas, que todo lo hacen a las carreras, que los jóvenes y niños de hoy sufren del fracaso escolar. Y cuando los padres de familia o acudientes, reciben los boletines, constatan que los resultados académicos de los chicos no satisfacen a las partes: ni a los maestros, ni a los acudientes, ni a los mismos chicos; pero los dos primeros justifican esos resultados, sindicando al estudiante, sin escudriñar ninguno es las causas reales del fracaso escolar.

Se considera fracaso escolar a la situación académica en la que se encuentra quien no logra resultados acordes a su capacidad intelectual. Siendo el éxito escolar su contrario. Por tanto, éxito escolar no es igual a una media sobresaliente en las calificaciones, si el desarrollo de la inteligencia de un estudiante no corresponde con esa nota.

El sistema educativo actual contempla que todos los alumnos deben al menos aprobar, así haya dificultades objetivas para desarrollar la inteligencia, lo que le interesa al sistema educativo es que cumpla con unos procedimientos, muestre unas actitudes y conceptos mínimos que son adaptables curricularmente a todos los alumnos que lo necesiten.

La experiencia me ha permitido inferir que la mayoría de los fracasos escolares se originan en la falta de estimulación, motivación y baja autoestima del alumno como tal.

Como un aporte a la reflexión, tanto de padres de familia como de docentes y alumnos, haré una relación de las posibles causas, de ese supuesto fracaso escolar:

1.     Una mala crianza de los niños y una mal llevada adolescencia.

2.     Una mala adaptación del niñ@ al grupo

3.     Una desacertada adaptación del niñ@ a un educador concreto, bien por la carencia de recursos educativos de éste, o por parte de los alumno o por la de ambos normalmente.
4.     Enfermedad, mental o física, temporal o crónica en el alumno o el educador.
5.     Complejos de los niños que trae del hogar o tomados en la escuela, por ejemplo, la timidez.

6.     El deseo de castigar a los padres o acudientes con el fracaso como arma arrojadiza, que se da en caso de separaciones, divorcios, celos, super-protección y autoritarismo.

7.     Un aprendizaje defectuoso de los conocimientos previos básicos para la enseñanza, especialmente de la lectura.

8.     Malas experiencias educativas previas que influyen en las consideraciones del alumno.

9.     Exceso de emotividad.

10.                      Causas afectivas y emocionales.

11.                      Falta de aprendizaje mínimo de técnicas de estudio que posibilitan la destreza de aprendizaje en el modo y tiempo que se exige.

12.                      Falta de hábitos de estudio, concentración y atención.

13.                      Situaciones ambientales excesivamente adversas.


Corresponde a los padres o acudientes, así como a los docentes, identificar las causas objetivas que originan el fracaso escolar de los niños y jóvenes de hoy, sin olvidar que las notas de un periodo o año, no son un único indicativo que hay que tener en cuenta para lanzar un juicio que la persona muestra fracaso escolar, pues la verdadera causa está en la carencia de motivación, y tanto padres o acudientes como maestros, antes de serlo, debemos ser unos motivadores, más que unos jueces que premian y castigan.

miércoles, 12 de marzo de 2014

CONSEJOS PARA CONVERTIR A LOS HIJOS EN LECTORES


Cómo convertir a los niños en lectores

Resultado de imagen para niño leyendo libro

LA RENUENCIA DE LOS JÓVENES
 A LA ESCUELA DE HOY

Los jóvenes de hoy no encuentran en el aula, respuestas a sus preguntas, no los convencen los métodos tradicionales de enseñanza de muchos profesores, no realizan actividades que no tengan relación con la vida, no les atrae leer a los clásicos de la literatura, ni rasguñar palabras para componer un texto, y en consecuencia, los resultados académicos tienden a la baja.

Mientras se crea que los estudiantes van al aula es a contestar preguntas, a recibir información sin contextualizar, a aceptar como verdad todo lo que dicen los docentes, a copiar y a obedecer sin objetar, quienes tienen el cargo de docentes, no están potenciando la competencia comunicativa, que debería ser la habilidad prioritaria a afianzar en cualquier sistema educativo.

Tanto docentes como padres de familia deben cambiar de paradigma: a la  escuela no se va a aprender a leer y escribir, sino a educar en la lectura y la escritura, que es simplemente velar que el aprendiz aprenda a comprender lo que lee y que construya textos con sentido.

Bajo este nuevo paradigma los padres de familia y docentes deben garantizar a los hijos y estudiantes estancias para que lean y escriban para propiciar la construcción del conocimiento en la medida que se tiene contacto con el texto escrito.

Los niños y jóvenes de hoy demandan padres y maestros activos y presentes, es decir, que aprendan con ellos, que sean amigos, que tengan muy presente que todos aprenden de todos.

Cuando el padre de familia y el docente se ponen al nivel de los aprendices, ellos, los estudiantes pueden leer y escribir en un ambiente de libertad y afecto porque pueden expresar sus pensamientos sin cohibición alguna.

Cuando se logra que tanto docentes como maestros asuman el papel de gestores o transformadores que aprenden del ensayo y el error, logran que los hijos y estudiantes comprendan que el proceso formativo no es estático, sino que se da durante toda la vida, y en consecuencia, los aprendices  tendrán que enfrentarse por su propia cuenta con el lenguaje y con la vida, convirtiéndose en maestros de sí mismo en todos los campos, más en la oralidad y la escritura.

Cuando más se aprende de lo que se lee y se escucha, mayor significado y utilidad tiene para sí mismo. Si un padre de familia con su ejemplo y persistencia, al igual que los maestros tiene como proyectos esenciales para los aprendices construir el hábito lector y potenciar el gusto por escribir, se han colocado los pilares para la formación integral de las personas y el vehículo de aprendizaje para la apropiación y asimilación del saber.

Para lograr, uno como padre o como maestro ser un gestor y transformador de las nuevas generaciones, debemos ser, además de lectores, flexibles, cuestionadores, y mantener siempre intención de cambio en el quehacer tradicional del rol de cada quien.

Aprovecho la edición de la presente nota en el blogger para sintetizar unos consejos para lograr niños lectores desde el hogar. No son míos los consejos, son de FUNDALECTURA.



Diez principios imprescindibles para crear buenos lectores.

1. Dar ejemplo.
Las personas adultas somos un modelo de lectura para los niños. Leamos delante de ellos, disfrutemos leyendo.

2. Escuchar
En las preguntas de los niños está el camino para seguir aprendiendo. Estemos pendientes de sus dudas. No sembremos dudas, pero anímemelos a dudar.

3. Compartir
El placer de la lectura se contagia leyendo juntos. Leamos cuentos, contemos cuentos. Haga que el niño cuente lo leído. Inste al niño a que invente un cuento. Escuche sus fantasías y dé ánimo para que siga creando narraciones.

4. Proponer, no imponer
Es mejor sugerir que imponer. Evitemos tratar la lectura como una obligación. Si la lectura se impone, no se logra ni lectores ni escritores.

5. Acompañar.
El apoyo de la familia es necesario en todas las edades. No los dejemos solos cuando aparentemente saben leer.

6. Ser constantes
Todos los días hay que reservar un tiempo para leer. Busquemos momentos relajados, con buena disposición para la lectura.

7. Respetar
Los lectores tienen derecho a elegir. Estemos pendientes de sus gustos y de cómo evolucionan.

8. Pedir consejo
El colegio, las bibliotecas, las librerías y sus especialistas serán excelentes aliados. Hagámosle una visita.

9. Estimular, alentar
Cualquier situación puede proporcionarnos motivos para llegar a los libros. Dejemos siempre libros apetecibles al alcance de los niños.

10. Organizarse
La desorganización puede estar reñida con la lectura. Ayudémosles a organizarse: su tiempo, su biblioteca…

Resultado de imagen para madre leyendole a un niño

Cómo leer con tu hijo desde que camina
 y hasta los 3 años
  • Establece el ritual de leer una historia antes de dormir.
  • Canta con él poesías y juegos de la tradición oral, como “Estaba el señor don Gato”.
  • Conversa con él sobre los sucesos del día y sobre lo que leen juntos.
  • Relaciona las imágenes y las historias de los libros con la vida diaria “Mira, es como la abuela cuando trae frutas…”.
Resultado de imagen para madre leyendole a un niño
  • Cómo leer con tu hijo desde los tres hasta los seis años

  • Habla y juega con él a partir de las historias.
  • Ofrécele narraciones más largas, con aventuras dramáticas o divertidas. Las de miedo le ayudarán a enfrentar sus temores.
  • Anímalo a que adivine qué ocurrirá en el cuento. Relaciona personajes y eventos con otras historias.
  • Dale lecturas sobre animales, objetos y eventos de la vida diaria.
  • Sigue con el dedo los renglones que lees.
  • Invítalo a que te lea sus libros favoritos: seguirá las imágenes y te contará qué recuerda.
  • Invítalo a leer párrafos o páginas completas del libro que comparten.
Resultado de imagen para madre leyendole a un niño
Cómo leer con tu hijo si está aprendiendo a leer
  • Léele en voz alta e invítalos a que lean para ti. Tú puedes leer una página y ellos otra…
  • Diles que lleven a casa libros de la biblioteca escolar para leer juntos.
  • Cuando lean juntos, evita presionarlos para que lean rápido o vocalicen bien. No les preguntes sobre ideas principales y secundarias… Leer con tus hijos no es una tarea escolar.
  • Convierte la televisión en aliada, busca libros de sus personajes favoritos o que amplíen la información que tus hijos encontraron en la pantalla.
Resultado de imagen para madre leyendole a un niño
Cómo leer con tu hijo que ya lee solo
  • Léeles en voz alta: tú lees una página y ellos otra.
  • Conversa con ellos sobre lo que leen invitándolos a explicar aquello que les gusta, interesa o molesta de cada historia.
  • Suscríbelos a una publicación, impresa o virtual; algunas páginas de Internet tienen espacios para que ellos lean textos y también para que los escriban y compartan lecturas con otros lectores de su edad.
  • Ve con ellos a la librería o a la biblioteca, dales la oportunidad de hablar a solas con los libreros y los bibliotecarios sobre sus gustos e intereses, acompaña con discreción sus elecciones.
Si quieres tener un hijo lector…
  • No lo obligues a leer o a terminar una historia.
  • No le ofrezcas un libro como alternativa a la televisión.
  • No te impacientes por terminar la lectura.
  • No lo regañes por no saber leer bien.
  • No dejes sus dudas sin respuestas.
  • No trates la lectura en el hogar como una tarea escolar.
  • No le hagas preguntas de comprensión de lectura.
  • No le pidas que relea una palabra que no pronunció bien.
  • No conviertas la lectura en un castigo o en una alternativa a la diversión.
  • No insistas en que lea un libro en especial o en que le gusten los mismos temas que a ti.
Finalmente, si lo aquí expreso tiene algún interés, no dude en compartir, en difundirlo.



Gilberto Elías Becerra Reyes nació, vivió y murió pensando en los otros.

      ¡ Buenas noches paisano¡ ¿Dónde se topa? “ En el primer puente de noviembre estaremos con Paul en Providencia. Iré a celebrar la...