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miércoles, 5 de febrero de 2025

De un Sorocotá a Puente Real, hoy Puente Nacional

 

La época de oro del otrora Sorocotá, lugar indígena de intercambio comercial de sal y granos por algodón, cítricos, plátano, pescado y conchas del mar, fue denominado por los españoles en el siglo 15 como puente real de Vélez y despues de la independencia en 1.819 empezó denominarse tres años despues como Puente Nacional, sufrió una transformación en su entorno el siglo pasado, más concretamente entre 1.928 y 1.947.



Los impactos económicos, incluso ambientales ocurren por decisiones externas, pero en el caso de Puente Nacional se suscitó gracias a la red férrea que se extendió hasta Barbosa y atravesó 4 veredas de la municipalidad, dejando huellas arquitectónicas en la vereda Montes con la estación Robles. En la vereda Peñitas con la estación Guayabo, la estación Providencia en la vereda Jarantivá y la estación Puente Nacional en la Capilla.

Con recursos del ministerio de obras del gobierno nacional se construyó desde 1.942 el hotel Agua blanca que fue inaugurado en 1.947, cuyos turistas nacionales e internacionales viajaban en autoferro desde la capital de pais hasta la Capilla. Fue tan importante este hotel para la red férrea y el gobierno nacional, que la vía desde la estación del tren hasta el casco urbano, incluida la calle real y alrededor del parque Lelio Olarte estuvieron desde entonces pavimentado, material desconocido en otras localidades del departamento de Santander.


Sumado a las decisiones nacionales, el empoderamiento y compromiso con su tierra natal del primer puentano que estudió economía en Inglaterra, quien nació en 1.908, fue docente universitario en la capital de pais y parlamentario colombiano desde 1.937 hasta 1.949 y 20 años despues, gobernador de Santander, el doctor Eduardo Camacho Gamba, logra que el MEN, en la estrategia de democratizar la educación, logra la sede de la Normal Antonia Santos que se inauguró en 1.940,  se termina el palacio municipal en 1.947 y el hospital en 1.950, obras gestionadas en el parlamento en los gobiernos de López Pumarejo y Mariano Ospina Pérez. El primero con pensamientos liberales, y el segundo, conservador.  

El diseño arquitectónico del hotel Agua Blanca fue influenciado por el insigne Eduardo Camacho Gamba, por su estadía y correría por Europa. Y los otras tres obras insignes del casco urbano de Puente Nacional, EL hospital, el palacio municipal y la Normal Antonia Santos, tienes afinidad en su belleza y ventilación, líneas y pinturas claras hoy monumentos arquitectónicos de índole cultural, símbolos de una época pujante de Puente Nacional cuando el marco del hoy parque Lelio Olarte era vigilada por bellas casas de dos pisos levantadas en tapia pisada con techos en teja de barro, amplias ventanas y portones de madera pintadas color cacao que, si algunas administraciones municipales de tiempos idos, hubiesen comprendido las manifestaciones culturales como atractivos turísticos, Puente Nacional hoy sería un pueblo patrimonio de Santander.

Para un ocasional viajero observador contemplativo encuentra en las construcciones comparadas de la Escuela Normal Antonia Santos, en honor a la guerrillera heroína comunera de Pinchote y el Hotel Agua Blanca unas similitudes en los que los espacios abiertos y la naturaleza es fuente de inspiración y marco de las expresiones estéticas que hacen de cada lugar, un monumento para admirar y evocar con la suma de los años.

Y de las expresiones arquitectónicas unicas de las estaciones de Robles, Guayabo, Providencia y Capilla, solo están en la memoria de los viejos que, sin aprender a usar pinceles y temperas, las pintaron en sus memorias para borrarse con su muerte en el infinito sideral.  

 El nepotismo y la negligencia de las administración publica local, carente de alianzas y contactos con parlamentarios, y el gobierno central, no se les ocurrió imitar o competir con las visiones del abogado y economista Camacho Gamba, por henchir sus alforjas y acrecentar la desidia e indiferencia por las expresiones culturales tan nuestras que aun hoy, somos diferentes a los habitantes de las municipalidades locales.  

viernes, 31 de enero de 2025

Migajas, poema

 

 

“La rutina desboronó el amor”

Nauro Torres Quintero


          22/04/2022

              RDA


Desmalezamos los corazones,

aramos y fertilizamos emociones,

surcamos diferencias,

sembramos afecto,

cegamos caricias,

y trillamos amor entusiasmados.


La rutina voló en el tiempo,

los afectos se desboronaron,

el amor se esfumó en arenosas migajas.

 

 

martes, 14 de enero de 2025

Ruptura, poema

 

“No desprecies a nadie.

un átomo hace sombra”


Pitágoras


   




No hubo un hasta luego,

un adiós no balbuceó;

fue el colofón

de furtiva pasión.

 


Ella, se raspó mis abrazos;

ella, desvaneció mis besos;

ella, anuló mis palabras;

ella, tapió su labios.

 

No pudo su perfume, evaporar;

no pudo sus caricias, esfumar;

no pudo sus recuerdos, despojar;

no pudo sus besos, arrebatar.  

 

Sus caricias, su perfume, sus besos,

están en mis recuerdos,

y tus recuerdos,

 son míos. Míos nada más .



Del libro RELATOS Y VERSOS TRAVIESOS, página 119

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miércoles, 23 de octubre de 2024

Gilberto Elías Becerra Reyes nació, vivió y murió pensando en los otros.

   

¡Buenas noches paisano¡

¿Dónde se topa?

En el primer puente de noviembre estaremos con Paul en Providencia. Iré a celebrar la fiesta de todos los santos en casa de un amigo. Si estás en tu Margarita, me gustaría que nos reuniéramos para el ágape y activar la memoria y recordar pasajes de la época del tren y del trapiche de don Prudencio, y de paso, mirar cómo continuamos retribuyendo a la madre tierra sus bondades”.



El molino estuvo asentado en el sector Providencia -desaparecida estación del tren- a unos trescientos metros del tanque de hierro del que bebían las locomotoras que jalaban docenas de vagones, bajando y trepando por las montañas provenientes de la capital colombiana hasta el puerto seco bautizado como Barbosa en Santander.

Fue su último mensaje telefónico ocurrido el pasado 18 de octubre a las 6:30 PM. Eran ocasionales sus llamadas telefónicas, pero calurosas e impregnadas de los afectos que brotan cuando se nace en la misma jurisdicción, se tienen similares gustos en la comida, los juegos campesinos y las frutas que abundaban en los potreros y huertos del ayer en los hogares que dedicaron su tiempo a sembrar yuca, plátano, caña y café.  

Eco Posada La Margarita, Jarantivá, Puente Nacional.

 

Ese atardecer jarantiveño, tomé la llamada mientras preparaba una frugal cena luego de una jornada acariciando y aporcando las matas de jade que por primera vez encontré florecidas en la vieja casona levantada en 1.946 con adobes pisados, amasados y hormados en el mismo lugar con greda del color de las plumas de los toches que en cada madrugada me despiertan anunciando con algarabía un nuevo día mientras picotean los plátanos chica pierna que se sembraron con ese fin.

En una de sus visitas a la casa que inspira escribir. Eco-posada La Margarita, Jarantivá-Puente Nacional. 

 

Gilberto Elías Becerra Reyes, emérito sacerdote incardinado a la Diócesis de Socorro y San Gil hasta el 14 de mayo de 2003 como párroco, vicario episcopal y agente de pastoral social, y desde esa fecha, continuó su acción evangélica incardinado a la Diócesis de Vélez, promotor de la misma.

El presbítero, nacido en la vereda Montes de Puente Nacional, el día de la fiesta de San Roque, patrono de los enfermos -el 16 de agosto de 1.935- y en el mes que en Colombia se celebró un congreso eucarístico para tratar “La cuestión religiosa” por asumir el poder el partido liberal, partió en un abrir y cerrar de ojos este 21 de octubre en la capital santandereana luego de un episodio cardiovascular, cumplidos 89 años y un par de meses más.

De su accionar pastoral, son testigos los habitantes de las parroquias de Sucre, La Pradera, La Granja, La Sabana, Vélez y Puente Nacional, pastoreados siendo párroco y como vicario episcopal, pastoreó todas las jurisdicciones parroquiales que hoy integran la Diócesis de Vélez.

Regresó a San Gil en 2.010 en donde cursó el Seminario Mayor y estudió teología y filosofía bajo la tutoría de la comunidad vicentina, a compartir experiencias, sabores y alegrías sacerdotales con otros clérigos contemporáneos en la casa Santa Martha, adyacente al actual seminario Diocesano en el barrio Santander, sin abandonar la celebración diaria de la eucaristía y apoyar a hermanos sacerdotes de las parroquias que integran lo que restó de la otrora Diócesis de Socorro y San Gil.


Con los años en la capotera, cuando los amigos se esfuman, uno desea platicar con los amigos del bachillerato. Este registro es la casa San Martha en San Gil En primer plano, el sacerdote Pedro Elías Martínez.

Esta jurisdicción eclesiástica fue una escisión de la Diócesis de Tunja el 20 de marzo de 1.895 cuando se creó con sede en el Socorro por ser la capital del Estado Soberano de Santander. En virtud de la gestión del obispo Leónidas Medina Lozano y por sus afectos por la Perla del Fonce, logró que la Santa Sede trasladara la sede a San Gil el 25 de mayo de 1.928 siendo gobernador de Santander el ilustre sangileño Narciso Torres González.

Gilberto Elías fue un varón dedicado a servir a los otros; en especial a los campesinos. Tal vez por ser él, de origen campesino. Su accionar sacerdotal fue una siembra permanente del pensamiento social de la Iglesia y el cooperativismo como estrategia de desarrollo cuando las cooperativas se manejan con honestidad y ajenas de la politiquería, cuyas guaras se han dedicado a instrumentalizarlas y exprimirlas para beneficio personal como proveedores de estas.

En las tres últimas décadas del siglo XX fueron centenares de jovenes veleños los que lograron hacer la primaria, el bachillerato y estudios financieros cooperativos con la tutela del puentano, quien asumía, de los gastos de la parroquia, los costos de manutención de los jovenes, ya en le Instituto de liderato social del Páramo, como el de Zapatoca e INDECOL.

El presbítero Becerra Reyes, proviene de una estirpe que pobló las veredas: Montes, Páramo y Jarantivá de Puente Nacional desde las postrimerías de la guerra de los Mil días que accedieron a Santander por el hoyo del aire en Santa Sofía, provenientes de Boyacá. Fueron poseedores de extensiones de tierra que supieron desmontar mediante la aparcería. De esas propiedades, solo queda la finca de la familia Becerra Reyes que, por insistencia del primogénito no han vendido. Hoy está certificada como orgánica bajo la tutela de Paul Becerra Reyes, empeñado en la protección de las fuentes hídricas, bosques nativos y siembra de agua. Este predio en el que funcionó un trapiche que producía miel que se ofertaba en tierras boyacenses, fue la dote entregada por el padre de María del Carmen Reyes Rincón, una agraciada y bella mujer que conquistó el corazón de Prudencio Becerra, siendo inspector del tren, cargo que usó para ayudar a los paisanos vinculando a decenas como empleados de Ferrocarriles Nacionales, ya como freneros, conductores y obreros férreos.


                          En casa de la hermana Reina, acompañada con su esposo y el ingeniero Paul Becerra. 

La familia Becerra Reyes fue prolífica. Once herederos siendo niños jugaron en Providencia y Chiquinquirá, sede de la inspección ferroviaria. Gilberto Elías fue el primogénito; en el orden de nacimiento, le acompañaron: Álvaro Hernando, ingeniero mecánico y docente del SENA y la UNIAMERICA;  el ingeniero electricista egresado de la UIS, Eutimio, quien murió hace un par de décadas; Abundio Vicente, sacerdote de la orden de Los Predicadores, profesor de la UNISANTOMAS; Reina, la consentida de sus hermanos que la antecedieron; Antonio, quien fue secretario de Educación de Santander y difusor de los mensajes diarios del padre Gilberto Elías; Paul, ingeniero civil con especialización en hidráulica, encargado del legado agrícola de la familia; la contadora Bertha Marina, la psicóloga Carmen Yolanda; la economista Herminia Argenis y Wilson, el cuba, quien murió en unas ferias de Puente Nacional, víctima de una bala perdida.


Registro gráfico de 1.970. El sacerdote y su hermano Paul, en el grado de bachiller.

El sacerdote Gilberto Elías, al ser relegado de la Vicaría de Vélez, dependiendo de la Diócesis de Socorro y San Gil, prefirió desechar la oportunidad de vincularse a la Conferencia Episcopal colombiana en el CELAM y retornó a la administración parroquial en la tierra del autor de la guabina santandereana, su tierra, Puente Nacional incardinado a la Diócesis de Vélez. Cumplidos los 75 años fue retirado del servicio parroquial; se fue a vivir a Bogotá por estar junto a sus hermanos, y años despues fue acogido por la Diócesis de Socorro y San Gil, y en la casa de la ancianidad, Santa Martha, compartía con sus hermanos sacerdotes contemporáneos donde estuvo sus últimos dias.

El fundador de UNISANGIL y primer rector, el presbítero Samuel González Parra,  fundador de INDECOL, quien fuera rector del Instituto de liderato social de Zapatoca, fue compañero de seminario del padre Becerra Reyes, me contó que el sacerdote Becerra Reyes firmó el acta de constitución de la Central Cooperativa de Promoción social, COOPCENTRAL, hoy banco que este 29 de octubre celebra 60 años de fundación ocurrida en San Gil el 30 de octubre de 1.964. Que en junio del presente año estando, recorriendo parajes de la finca en Providencia, se resbaló y se pegó en la cabeza, sufriendo un percance en su salud del que se repuso para regresar dos veces al mes a su terruño. Que en dos veces cuando le visitaba llevando galletas Delicias como presente que su anhelo al morir era que sus cenizas reposarán junto a las del emérito cura de Onzaga, promotor de la pacificación de las tierras de Villanueva y Barichara, Francisco Mojica.

 

HAY OMISIONES CONSCIENTES QUE DUELEN

El tiempo de pandemia a principios de la presente década, para quienes lo vivimos solo lo olvidaremos al fenecer. Por exigencia de uno de mis hijos, retorné a la vereda donde nací: Jarantivá para disminuir el impacto del encierro, mientras el número de muertos se aumentaba. Esta región de Puente Nacional, por el legado de los Muiscas, las familias radicadas en otros lares colombianos traen los despojos mortales de sus feudos a Quebrada Negra o Peña Blanca, poblados que tienen cementerios. En ese periodo conseguir un sacerdote para presidir el funeral, en Puente Nacional, no fue fácil. Los creyentes de Quebrada Negra se rebuscaron. El presidente de la Acción comunal, Martin González, debió contratar un clérigo en la capital de pais para oficiar el entierro de un familiar. El religioso pertenecía al monasterio Benedictino perteneciente a la Iglesia oriental u ortodoxa.

El acompañamiento religiosa y la predicación afectuosa que generó sinergias religiosas con los creyentes católicos que asistieron a los oficios religiosos. Al no encontrar atención en la parroquia de Puente Nacional, el mismo presidente me informó de la necesidad de un pastoreo católico frecuente. Entonces, procedí como demanda la etiqueta del respeto y envié la siguiente comunicación.

 

Vereda Jarantivá, Puente Nacional, diciembre 15 de 2.021

 

Señor Obispo Diócesis de Vélez

Monseñor MARCO ANTONIO MERCHAN

Pbro. Jorge Macias

Párroco de Puente Nacional

Solicitud: autorización uso de la capilla de Quebrada Negra para una misa concelebrada por tres sacerdotes católicos nacidos en esta jurisdicción orientada a la población mayor de setenta años el sábado 15 de enero de 2.021 a las diez de la mañana.

 

Atento saludo:

Ruego a su señoría, y por su intermedio, al párroco de Puente Nacional, facilite la apertura de la capilla de Quebrada negra el próximo 15 de enero de 2.021 para una misa concelebrada por sacerdotes nacidos en este territorio con dos intenciones: Dar gracias a Dios por la vida de estos sacerdotes, y a la vez, reunir a los mayores de 70 años que viven y los conocieron de niños.

Es ocasión para agradecer su empeño y guía para que periódicamente se continúe celebrando la santa misa en las tres capillas de nuestro territorio: Providencia, Quebrada Negra y Peña Blanca. Y estamos más contentos, aun, porque en esta navidad tenemos el acompañamiento de un grupo misionero liderado por hermanas de la Normal, usual en otros años desde hace más de 40 años.

Soñamos que usualmente nos pastoree un sacerdote que además de hacer la liturgia, se impregne del sentir veredal y contribuya a una unidad para adelantar acciones benéficas para todos. Como son las vías, el colegio, la ecología, los dos cementerios que tenemos e igualmente el cuidado y embellecimiento de nuestras tres capillas, construidas por nuestros mayores para dar gloria a Dios por nuestra fe.

Soñamos que sean legalizados los campos santos. Que sean administrados mediante un comité bipartido y que los ingresos sean distribuidos en dos partes: La parroquia y el comité del camposanto.

Por ser nuestro territorio tierras en antaño pobladas por nuestros ancestros muiscas, quienes debimos migrar por razones diversas, anhelamos que nuestras cenizas reposen en uno de nuestros dos campos santos. El de Quebrada Negra o el Peña Blanca.

Le informo que disponemos de una donación de $1.000.000 de pesos con el objeto de hacer una rifa e incrementar el dinero con la intención de cambiar la puerta de la capilla de Quebrada Negra. Pero se requiere liderazgo sacerdotal para impulsar la iniciativa

 

Días más tarde, recibí una comunicación telefónica directamente del señor obispo de Vélez, quien gentilmente me informó que eso era competencia del párroco de Puente Nacional. Procedí a comunicarme con el párroco. Quien me recordó la supuesta costumbre de invitar curas falsos a la localidad. Y no procedió a contactar a alguno de los sacerdotes nacidos en el territorio de Puente Nacional. Insistí con el padre Gilberto Elías, quien siempre mostró empeño en regresar a su tierra a celebrar la misa. Nunca recibió el oficio autorizándolo que se había comprometido el presbítero Pedro Macías con el suscrito. El pasado 8 de enero estuvo en cardenal de Colombia en Puente Nacional, entre los asuntos de su misión era valorar el aporte de los sacerdotes nacidos en el terruño. Al almuerzo en la casa cural, no fue invitado el extinto Gilberto Elías Becerra Reyes.


Los dos Becerras, Gilberto Elías y Paul, empeñados en proteger los bosques, el agua y producir orgánicamente en Providencia. (31 de diciembre de 2.023)

 San Gil, octubre 23 de 2.024

NAURO TORRES QUINTERO
PERIODISTA 
TP 4650 del MEN

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 15 de octubre de 2024

El agua es vida.

 

Poema

15/10/2024

 DRA

Agua caliente,

salud para el vientre.

Agua cocida,

alarga la vida.


 

Agua con sol,

no vale un caracol.

 

Agua caliente

no mata a la gente;

agua estancada,

la matará.

 

Agua en enero,

cada gota vale un dinero.

 

Agua de mañana

y justicia de la tarde,

no hay que temblarles.

 


 

Agua del cielo

no quita riego.

Agua de mañana,

o mucha o nada.

 

Agua de febrero

llena el granero.

Agua de mayo,

crece el pelo un palmo.

 

Agua del medio día,

agua para todo el día.

Agua de la tarde,

no es durable.

 

Agua detenida

no debe ser bebida.

Agua encharcada,

hervida despues de colada.

 

Agua estantía,

renacuajos cría.

Agua pasada

no es espada.

 

Agua delgada

pronto es quebrada.

Agua en pajar

mala es hallar.

 

A invierno lluvioso

verano abundoso.



sábado, 14 de septiembre de 2024

Gratuidad, poema

 

“Los límites de mi lenguaje

son los límites de mi mundo”

Ludwig Wittgenstein

Un poema en mi cumpleaños 72

            15/09/2023

 

En la espiral de mi existencia

otro calendario se difuminó;

un septiembre más otea su capullo

viviendo los dias como amanezca

y los ocasos con gratuidad.

 


Talán, talán lloran las campanas

otra familia llora en un funeral.

Ayer lloramos, hoy nos llorarán;

la vida es un devenir sin par.

 

Gratitud con los conocidos,

a los lectores, reconocimientos,

 a los amigos, apretones,

mis verdades a los discrepantes,

a la familia, mis composiciones.

 

Un cumpleaños más

hilando versos sin rimas

un espira creando poemas

en la espiral existencial.

 

Bienvenida vida

con los recovecos de la avenida

que me depara la espira

que asoma en cada aurora

que acogeré con gratuidad.

domingo, 1 de septiembre de 2024

El cielo es de chocolate, libro infantil para fomentar la creatividad literaria

 

El trasvasar humano es una colcha de retazos de historias vividas o contempladas en otros caminantes contemporáneos. En esta obra literaria, enhebré retazos vividos por niños, jovenes y adultos con quien compartimos camino rumbo al punto final y los recreé textualmente con la intención de distraer estéticamente al lector, imaginando y urdiendo hechos en que podrían estar propensos los niños y jovenes del hoy, pues el desprecio por el otro y el lenguaje de odio persiste a pesar que hoy, hay más oportunidades para estudiar y autodeterminarse que en épocas pretéritas.

La vivencia familiar, la carencia de progenitores labranceros del afecto, el desarrollo emocional de los niños al tener compañía de una mascota; el servicio apostólico de maestros centrados en el despertar los talentos de sus educandos acudiendo a la observación, contemplación y descripción de entornos agradables para la convivencia humana, están implícitas en este libro que tiene la intención de contribuir a fortalecer la identidad del ser y la expresión verbal y escrita del lector y fortalecer las manifestaciones culturales locales y regionales mediante la inclusión de 15 cuentos y 15 poemas.



El cuento El cielo es de chocolate revela el afecto que se establece entre el humano y una mascota, y el aporte de ella, en el desarrollo emocional de un niño. El espanto vestido de novia es una leyenda urbana que plasma el impacto emocional del engaño amoroso. La Mosca Nicasia encarna una de millones de mujeres que ofrendan afecto maternal a pesar de la triple jornada laboral que hacen contribuyendo al desarrollo social y afectivo de los hijos y fortalecen el entorno familiar y social. Saulo, el ermitaño encarna el sentir de niños diferentes abandonados afectivamente en el hogar, despreciados en el colegio, simplemente por pensar y actuar diferente al común de quienes asisten a las aulas escolares. Elizabeth, la niña más odiosa del colegio es el espejo de los hijos que se forman en hogares con criterios de clase social y superioridad económica. El cartel de los piscos es un relato que encarna la influencias de las malas compañías infantiles y juveniles. Antonio, el zupia ejemplariza en bulín y su impacto en los afectados. Las alpargatas de José y María aleccionan épocas en las que lo desechable no era lo común en el quehacer de las personas. A mi profe no le gustó la escuela es un espejo del hoy de centenares de instructores que prefieren se les reconozca por el título, más no por su misión; la encomienda de ser maestro sin importar circunstancias de modo, tiempo y lugar. El tren de los recuerdos recrea al lector sobre la importancia social y económica que jugaron los trenes en una época en Colombia, ahora empeñada en restaurarlos y trazar nuevas rutas para disminuir los costos de transporte y conectar al pais con los puertos y capitales. La escopeta, es un cuento que encarna los efectos del maltrato familiar en los hogares. Noches bajo la piedra, simboliza el dolor y el impacto emocional que causa el desplazamiento de las familias, en especial, en los niños. Los últimos machos, es una narración que revela el sinsentido de las confrontaciones entre las personas por diversos motivos. La cruz del acoso escolar es un espejo de los efectos sociales y emocionales que resultan de este fenómeno que ocurre en las aulas y fuera de ellas, que pasan desapercibidos y ocurre con numerosos estudiantes ante docentes indiferentes al sentir y vivir de los educandos.



El capítulo poético incluye 15 poemas que, al leerlos e insistir que los niños y jovenes se aprendan algunos y los declamen, despertarían en ellos, el amor por la escritura narrativa y la poesia escenificada. El perfume de mi maestra es un poema que brota del corazón como un agradecimiento de un niño a su maestra. Y no me avergoncé, es un testimonio personal que insta al lector a vivir orgulloso de su origen. Brotó mi poesia es una motivación lirica para que los colegiales se animen a escribir poesia. El Azadón es un homenaje al trabajo, a la herramienta sencilla que usa el campesino para labrar la tierra. Los hijos, nuestra obra, es un espejo del dicho, hijo de tigre, sale pintado. Mi arepa criolla santandereana, es un poema costumbrista fácil de recitar. Parceros, es un cantico a la amistad. Pesebrera & palacio es una reflexión histórica en verso sobre al anhelo del salvador y los anhelos de quienes viven de sus credos. Noche vieja, es dar sentido y significado al muñeco de año vejo que se quema al despedir cada año. Comunera, comunera, es un poema en honor a la aguerrida mujer santandereana. Teo, mi perro, es un reconocimiento al papel que juegan las mascotas en los niños. La señorita changua, es otro poema costumbrista que ejemplariza el placer de componer versos a las cosas ordinarias para mostrarlas como extraordinarias. Las manos de mi madre y las manos de mi padre son plegarias poéticas a la importancia de los progenitores en la vida de las personas.



El cielo es de chocolate es un referente escritural que insta al lector infantil y juvenil a escribir sus propias historias y las que pueden conocer en las relaciones estudiantiles e ir acumulando piezas escritas para revisar y compartir en la adultez.

 

Copiosidad natural; poema

  “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos .”  - Anto...