"La amistad verdadera no se
impone ni se compra,
sucede como el alba: llega, ilumina y permanece."
Eres voz que alumbra cuando hay neblina,
claridad sin juicio, ni rencor ni encono,
compañero fiel que nunca se inclina,
ni por conveniencia ni por tono.
Honesto en la risa, leal en la herida,
tu palabra es puente, bálsamo y aliento,
si escuchas, lo haces como quien abriga
con su pecho abierto al sufrimiento.
Sincero en la hora gris o en la festiva,
incondicional, aunque el mundo acuse,
con empatía que jamás esquiva
la pena ajena ni el amor que cruce.
En tu silencio también hay consuelo,
humildad que no presume su esencia,
respeto firme como un limpio cielo,
confianza pura, sin indiferencia.
Eres abrazo cuando el alma llora,
refugio de paz en días de guerra,
compasión que en cada acto mejora
el bien que florece sobre esta tierra.