Historiadores santandereanos han indagado en los archivos de la Nación sobre la participación de los paisanos en las luchas por los derechos humanos, y en particular en las gestas comunera y libertaria; pero esa participación identificada por poblaciones del Sur de Santander, esta en algunos libros, pero es poco conocida por los coterráneos, por varias razones. Humildemente creo que esa política de eliminar la historia de la escuela, tiene como fin que los estudiantes no la conozcan para sostener el sistema político que viene en crisis hace décadas, pero que beneficia a los de siempre.
Reconozco que la historia se cuenta desde la óptica de quien la cuenta, incluso desde los intereses de quien la escribe o difunde. Pero es un derecho de las personas indagar de su pasado con el objetivo de no repetir los errores, mejorar y propiciar una mejor familia, una mejor comunidad, un municipio y región mas consciente de su historia, del legado y sus potencialidades.
Este 4 de agosto es otra efemérides de la sangrienta y desigual batalla ocurrida en sobre el rio Pienta en Charalá. Alguien le llamó "la batalla perdida", pero omite que esta batalla logró que los realistas demorasen 3 días haciendo escarnio, pero llegaron después a reforzar a Barriero cuando éste ya habían perdido las colonias en la batalla de Boyacá. Días antes ocurrió en San Gil, sobre el rio Fonce, el enfrentamiento entre los españoles y un volante de la guerrilla, conocida como la batalla de la cabuya , luego otra cerca al Socorro que precedieron la masacre que cometieron los realistas en Charalá contra los patriotas. En mi próxima entrega, el lector podrá leer detalles de la masacre de la cual solo se empezó a hablara nivel nacional, menos que un quinquenio. Es un testimonio de un comandante charaleño.
El Sangileño, Luis Martínez Arias, hijo adoptivo de Charalá, bacteriólogo, egresado del Colegio Guantentá, cultor lírico, escribió para esta ocasión esta composición:
Con mi palabra y mi voz,
hoy les vengo a recordar,
la importancia que reviste Charalá,
en la gesta de la libertad
Ningún pueblo de Colombia
presenta tal injerencia
como tiene Charalá
en esta: la independencia
El primero, José Antonio Galán,
luego Acevedo José Blas;
después los héroes del Pienta
¡lo que aporta Charalá!
Treinta y ocho años pasaron
entre la revuelta comunera
el grito de independencia
y la batalla del Pienta
Así comienza esta historia
de hijos de Charalá
que ofrendaron su vida
por darnos la libertad
Otra vez nos ha llegado
el tiempo de celebrar,
una fecha relevante
que no se puede olvidar
Un día cuatro de agosto,
se empezó cruel combate
entre nativos de la región
y el español Lucas González
Aquí no empieza la cosa
que terminó en Boyacá
la empezó en el Socorro
la tal Manuela Beltrán
Airosa rompió el edicto
del impuesto barlovento
la revuelta había empezado
y crecía el descontento
Fue aquel diez y seis de marzo
de mil setecientos ochenta y uno
de este memorable suceso,
famoso como ninguno
allí nació un movimiento,
movimiento comunero,
gritando vivas al rey
a bajos al mal gobierno
Como capitán de los insurrectos
a Juan Francisco Berbeo nombraron
y reuniendo unos seis mil hombres
para Santafé se marcharon
Por el camino se unió
el mozo José Antonio Galán
hombre curtido y valiente
nacido aquí en Charalá
La primera escaramuza
en que participó Galán
fue en la provincia de Vélez
en el sitio Puente Real
Galán asumió el mando
por su conocimiento militar,
por eso desde esa fecha,
fue nombrado capitán
después de las capitulaciones
que en Zipaquirá firmó Berbeo
Galán no quiso entregarse
y fue declarado reo
Lo capturaron en Guaduas
y a santa fe lo llevaron
lo mataron en la horca
después lo descuartizaron
Su cabeza fue enviada a Guaduas,
su pie derecho a Charalá,
su pie izquierdo a Mogotes,
y el tronco, echado a quemar
A San Gil su mano izquierda,
al Socorro su otra mano
y todos sus bienes confiscados
escarmiento a sus hermanos
No pasaron muchos años
y se volvió a prender la llama
cuando José Acevedo y Gómez
al pueblo grita la proclama
No dejéis pasar estos momentos
de efervescencia y calor,
los grillos y cadenas os esperan
con este régimen del terror
El año mil ochocientos diez
en suceso con González Llorente
fue por un simple florero
que se alborotó la gente
Y vino la patria boba,
de España llegó Morillo
a pacificar la Gran Colombia
y no importó el sacrificio
Ahora de nuevo los criollos
con Bolívar y Santander
pretenden nueva revuelta
para sacar a España del poder
En mil ochocientos diez y nueve
cuando más sangre se derrama
capturan a Antonia Santos Plata
la grácil y hermosa dama
Desde su finca en Coromoro
solventaba las guerrillas
que lideraban sus hermanos
que hacían de cabecillas
De su finca en el Hatillo
una vez que fue apresada
la llevaron detenida
a la cárcel de Cincelada
La condujeron al Socorro
pasando por Charalá
y en un juicio sin verdad,
la mandaron fusilar
Y aquel veintiocho de julio
de mil ochocientos diez y nueve
a manos de los españoles
Antonia Santos, fallece
Esto enardeció a las gentes
que se organizaron para pelear
y de los pueblos cercanos
a Charalá empezaron a llegar
Había terminado el combate
en el pantano de Vargas
y los soldados españoles
hacia Tunja ya se marchan
De Santafe y del Socorro,
Barreiro pidió refuerzos
para contener a Bolívar,
haciendo un último esfuerzo
Al mando, Lucas González
partieron rumbo a Boyacá
pero cambiaron sus planes
y se enrutaron a Charalá
Llegaron a la rivera del Pienta,
amanecía el 4 de agosto
y luego empezó el combate
que en muertos, tuvo alto costo
Por encargo de Simón Bolívar
Antonio Morales aquí llegó
a traer pertrechos y municiones
y a pelear él, se quedó
Muchos combatientes llegaron
de Encino, Coromoro y Cincelada
de Riachuelo, Ocamonte y San Gil,
fue grande la reclutada
Para contener a los españoles
organizaron la estrategia
defendiendo primero el puente
que está sobre el rio Pienta
Durante tres días se enfrentaron
los españoles bien armados
con los bravos charaleños
armados con machetes y palos
Fue un salvajismo terrible
masacrándolos a mansalva
buscaban matarlos a todos
porque, ¡nadie aquí se salva!
Fueron muchos los muertos
que quedaron en las calles
fue el horror de la guerra,
el horror de una masacre
Buscaron casa por casa
que ninguno quedara vivo
no respetaron a nadie
mataron mujeres y niños
Muchos hombres y mujeres
en la iglesia se refugiaron
los soldados profanaron el templo
y allí mismo los mataron
La niña Helenita Santos
saltando por la ventana
del templo intento salir
fue violada y apuñalada
Las calles quedaron tapizadas
por pedazos de cadáveres
comidos por perros y cerdos
¡el horror de la masacre!
Fueron tantos los muertos
que quedaron en las calles
que el cura de esa época
sepultura no logró darles
Tres días de llanto y tristeza
tres días duró el combate
más de trescientos muertos,
el saldo de esta masacre
Los soldados de González
muy pocas bajas tuvieron
con algunos hombres heridos
el siete de agosto se fueron
González no llegó a Tunja
a Barreiro iba a reforzar
Bolívar ya había vencido
en el puente de Boyacá
Por esto es por lo que no fue en vano
el sacrificio charaleño
pues los españoles en Boyacá
se quedaron sin refuerzos
Y la suerte del general Bolívar
quien ganara en Boyacá
se debió a la batalla del Pienta
que se libró en Charalá
La historia no lo reconoce
ni lo ha querido contar
si no es por los charaleños
Bolívar no había podido triunfar
A los héroes del rio Pienta
Charalá siempre honrará
y aunque pase y pase el tiempo
no los vamos a olvidar
De los héroes del rio Pienta
no Bolívar se acordó
y la historia de Colombia
de esta hazaña se olvidó
Cada cuatro de agosto
su batalla aquí contamos
con orgullo y patriotismo
sus banderas siempre izamos
con José Acevedo y Gómez
y José Antonio Galán
y los héroes del Pienta
hay historia por contar
De los próceres charaleños
ya les conté la historia
los que ofrendaron su vida
por la libertad de Colombia
Con paciencia les conté
esta historia que es real
para que a hijos y nietos
ustedes puedan contar
Y les digan con orgullo
que mi amada Charalá
escribió como ninguna
la historia de libertad
Y aquí termino el relato
homenaje a Charalá
la numancia granadina
cuna de la libertad
soy Luis Martínez Arias
y hoy les quiero decir
que me siento charaleño
como si hubiera nacido aquí.
Charalá, julio 29 de 2.020