- En los primeros años del bachillerato encontré en la biblioteca que visitaba, tres veces por semana, un folleto con un texto de Cristian D. Larson. Han transcurrido 60 años, y aun lo leo e intento practicar al confirmar que he amanecido vivo y coleando. El folleto en letras ajadas sobre páginas mohosas, reta al lector a enderezar costumbres para convertirlas en hábitos. A un lector racional que se nutre de la lectura interpretativa, le comparto algunos consejos que he tomado para mi en mi trasegar existencial.
1.
Tengo
que levantarme fuerte para que nada pueda perturbar la paz de mis pensamientos.
2. Con quien intercambie el saludo, le
hablo de salud, felicidad y prosperidad.
3.
Resaltaré
las virtudes y valores que encontré en los distinguidos y conocidos al reencontrarnos.
4.
Para
mí, deseo lo mejor, desempeño mis funciones con optimismo esperando siempre lo
mejor.
5.
Me
alegro de los triunfos del otro, asi como de los mios.
6.
Aprendo
de los errores, son mi mejor maestro. Desaprendo y aprendo cada vez.
7.
Mostraré
un semblante alegre ofreciendo una sonrisa a cada ser viviente.
8.
Trato
de mejorar en cada momento de tal manera que no quede tiempo para criticar a
los demás.
9.
Tengo
que ser generosos para no afligirme, debo ser demasiado noble para no enojarme
y demasiado fuerte para no sentir miedo, y demasiado feliz para no permitir la
entrada a las preocupaciones.
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