viernes, 29 de marzo de 2013

"La gratitud es la cualidad más importante del individuo. Es el requisito indispensable para la concordia, la armonía, la hermandad de los corazones".




EL SER GRATO, MULTIPLICA NUESTROS DONES.

El don de agradecer con sinceridad y sentimiento por todo lo que vemos, hacemos y recibimos, trae consigo bendiciones que multiplican los dones que tenemos. Me lo ha enseñado mi hija Margarita.

La gratitud surge como emoción espontánea cuando uno está alegre. Esta es una de las definiciones que más comparto.

LA GRATITUD, UNA GRACIA

Pero veamos: la palabra gratitud significa “en gracia”. Etimológicamente, la palabra gratitud comparte las mismas raíces que “gracia”. Y la gracia se puede entender como el don o auxilio gratuito y sobrenatural de Dios (o de una fuerza sobrenatural).

Pero también podemos decir que cuando uno está en gracia es porque se siente de alguna manera favorecido, ya sea por un amigo, un objeto, una experiencia o por algo sobrenatural.
LA GRATITUD NOS TRAE COSECHAS POSITIVAS Y AGRADABLES.

Ser grato con todo es sentirse en equilibrio entre lo que se da y lo que se recibe. Lo que confirma la ley universal de la causa y el efecto que dice: Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa: todo sucede de acuerdo con la Ley; el azar no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de causalidad pero nada escapa a la Ley".
EL AZAR, NI LA SUERTE EXISTEN.

La mente es un motor. Los pensamientos son fuerza o energía que genera la mente. Esta energía sale de nuestra mente en vibraciones, en ondas que, por obra y gracia de la Ley del Ritmo regresa a nosotros trayéndonos el futuro que hemos recogido.

 Si haces un bien a alguien, o si hablas bien de alguien, esas palabras o ese acto bueno salen en vibraciones de color. Ese color atrae las vibraciones de su mismo color y te regresan aumentando el bien que hiciste. Te ocurren cosas bellas, cosas milagrosas.

No existen casualidades. No pueden existir porque no existe la ley de la casualidad. No hay sino leyes exactas llamadas Principios, porque son inmutables.

El Principio de Polaridad fija lo que haces y dices en uno de los dos polos, positivo o negativo. Es decir, que lo que piensas, dices o haces, es positivo o negativo. No existe un tercer polo.

Si piensas o hablas mal de alguien, es negativo. Lo has sembrado en polo negativo, sale de color gris o de densidad vibratoria mayor, dependiendo de la cantidad de maldad que contiene, recoge en su camino cantidad de energía del mismo color y te regresa aumentando en fuerza. Te ocurrirá algo desagradable como consecuencia.

Allí tienes, pues, la explicación de lo que te ocurre. Si críticas, serás criticado, si dañas a alguien o a algo, serás dañado o algo tuyo sufrirá un daño; si eres injusto, duro, esa injusticia se te devuelve, igualmente esa dureza.

Esas causas que siembras tienen que dar su fruto en efectos, antes de que quedes libertado. Si siembras discordias, tienes que recoger discordias; si siembras bondad, amor, ayuda, tienes que recoger bondad, amor, ayuda.

Lo que siembres, que sea constructivo o destructivo, lo verás devolverse. ¿Cómo puede la gente seguir creyendo que pueden impunemente ser crueles, calumniadores, malhumorados, violentos, mezquinos y esperar tener salud, amor, fortuna, felicidad, es decir, todas las cosas buenas de la vida, si solo siembran las cosas malas?. El mundo entero se lo pasa enviando odio, egoísmo, discusiones, pleitos ... y recogen la cosecha en confusión, caos, guerras y molestias de toda clase.

EL ARTE DE ENVEJECER.

Hace unos meses, un maestro escritor me regalo, con motivo de mis sesenta septiembres, un libro titulado "El gran arte de envejecer" el cual acabo de terminar de leer como un buen preámbulo para preparar mi espíritu a esta etapa de la vida, preámbulo a la muerte, vista desde el punto de vista teológico y filosófico.

El libro plantea que "el proceso de envejecimiento no es una simple desintegración, un simple marchitarse.

Como toda etapa de la vida tiene su propios valores", y ando en ese cuento de encontrar sabor y esencia a esta etapa que he comenzado con suma esperanza, aceptando desde ya esa condición.

El pensador aleman Heinriech Schipperges escribió que envejecer es un arte, un arte que con los años todos los seres humanos debemos aprender. Dijo: "nada sabemos de la vida mientras no sepamos lo que significa envejecer". El autor del libro, agrega páginas adelante que "solo podremos dominar el arte de envejecer si aprendemos a cultivar la virtud de la gratitud". 

Pero que es la gratitud?. Ya lo explicaba, pero veamos otra visión.  El alemán, Raymond Saint-Jean llama gratitud a "la memoria del corazon". La persona agradecida piensa con el corazón. Y el autor del libro remata diciendo "el que es ingrato no puede llamarse en el cabal sentido de la palabra. No piensa; olvida lo que es dado". "la ingratitud es una especie de debilidad".
 "La gratitud es una prenda que determina la calidad de vida de la persona".

Para el filósofo griego Cicerón (106-43 a.C.) "La  gratitud es la cualidad más importante del individuo. Es el requisito indispensable para la concordia, la armonía, la hermandad de los corazones". Según él, su carencia amenaza la Humanitas, la humanidad de la persona.

Para el filósofo romano, Seneca:  "la ingratitud es el la raiz de graves delitos y desaciertos".

SEAMOS GENEROSOS, BENDIGAMOS.
Finalmente, si somos gratos por costumbre y por principios, somos portadores de bendiciones. Si bendecimos con amor, Dios multiplica las cosas buenas para nosotros. Las bendiciones hacen posibles las cosas imposibles. Así de sencillo, reguemos para recoger. Sembremos para cosechar bendiciones con gratitud.


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