No es que
tengamos poco tiempo,
Sino que
perdemos mucho”
Séneca
Nauro Torres
2.020
D.R.A.
¿Qué hace que mi padre me engendró?
68 septiembres que mi madre me parió;
¿Y qué hace que aprendí a caminar? ¡menos
años ¡
¿Y qué fui a la escuela? ¡Solo 720
meses ¡
Medio siglo hace que me obligué con dama;
¿Y a la universidad? ¡300 meses menos
¡
¿Y qué engendré cinco hijos? 14 años
del último en la estirpe.
El tiempo es fugaz;
¡ya no es nuestro¡;
creíamos disponer de él,
pero se esfuma, sin percatarnos.
¿Qué hace que pesaba 35 kilos? Hoy sumo
el doble;
ayer tenía pelo; hoy él, huyó de mí;
ayer gocé de constitución atlética,
hoy la masa muscular está en
retratos;
la grasa se concentra y los huesos se empeñan
en lucirse;
ayer corría diez kilómetros por
hora,
hoy cuatro caminando, en el mismo
tiempo.
Otrora no conocía de quebrantos de
salud,
hoy son pan de cada día;
los dedos se entumecen y duelen al doblarse
las manos pierden flexibilidad;
las rodillas deploran tiempos idos;
la cintura tiende a entiesarse y
estar adolorida;
la espalda, se queja ya por todo;
el caminar se hace más lento y
pesaroso;
el sueño nos domina en el día
y en las noches, se desvanece en cada
madrugada.
¡Somos una paradoja ¡
¡nacemos para morir ¡
Sumamos años y restamos tiempo por
vivir;
nos asiste el antojo e ingerimos poca
cantidad;
el sueño nos acompaña y dormimos
menos;
teníamos centenares de conocidos y
amigos;
hoy cada vez, escasean;
en casa los hijos pululaban,
hoy la soledad esta por doquier;
otrora
íbamos menos al templo,
hoy con
regularidad oramos.
Ayer nos buscaban para platicar,
nos abordaban para solicitar favores,
nos esperaban con empeño;
hoy, nadie nos busca, nadie nos mira,
ninguno nos espera ni para un saludo;
los niños nos miran cual mascota,
los jóvenes nos ven con denuedo,
y para los hijos, somos el trasto viejo
que ocasionalmente se revisa
para matar el gorgojo y la preguntadera.
Con los años, uno se tiene a sí mismo;
es la soledad eterna compañera,
es la soledad, la prueba del vivir,
es la soledad, el frio o el calor
en las noches de desvelo
royendo recuerdos de seres y momentos
que uno ata para que no se esfumen
e intenta respirar para sentirse vivo
mientras en un cerrar de ojos,
nos iremos, nos iremos, cual suspiro.
¡Somos una paradoja ¡
¡nacemos para morir ¡