“20 PASOS ADELANTE”, UN LIBRO QUE NOS AYUDA A SER
MEJORES SI SABEMOS PARA DONDE VAMOS
EL autor es Jorge Bucay, un
médico, psiquiatra y escritor argentino que afirma haber estudiado para
intentar ayudar a otros a que se ayuden a sí mismos.
Llegó a ser médico con sus
propios méritos. Me refiero a que debió trabajar en diferentes oficios para
alcanzar sus sueños. Fue vendedor ambulante de medias, libros y ropa, agente de
seguros, taxista, payaso, educador, actor, médico de guardia, animador de
fiestas infantiles, psiquiatra, colaborador de radio y televisión, y psicoterapeuta.
Como muchos que nacimos en la
década del cincuenta del siglo XX, y que nos ganamos el derecho a estudiar,
logramos lo que somos con tesón, sacrificio, dedicación y empeño; sin arrugarse
ante nada. La vida personal de este médico escritor tuvo algún tinte de la mía,
razón suficiente para compartir con el lector la esencia del libro “20 PASOS
ADELANTE”
Las comparto porque quien las
lea y se motive a tenerlas en cuenta, habrá empezado a dar pasos agigantados en
el mejoramiento personal y profesional.
Los pasos que reza el libro son
los siguientes:
1.
Trabaje en conocerse.
Ya lo había dicho el pensador
griego Sócrates: Conócete a ti mismo”.
Si Ud., no se conoce, será imposible
saber quién es, cómo actúa y hacerse responsable de ello. El autor
recomienda que uno se conteste estas tres preguntas en orden: ¿quién soy?, ¿dónde voy? y ¿con quién?
Y descúbrase a si mismo.
Un buen ejercicio es dejar escrito las
respuestas a cada pregunta y revisarlas con cierta periodicidad, según las
circunstancias. Notará como cambiamos de opinión sobre nosotros mismos. Y en
esa revisión tendremos una imagen más cercana a la que somos y a la que los
otros tienen de nosotros.
2.
Decida su libertad.
La libertad es un valor intrínseco de todo ser
humano. El potenciarlo y concederlo es tarea de padres y maestros para propiciarlo
y defenderlo como un derecho.
La libertad hay que cuidarla y defenderla. Es con
ella que somos dueños de nuestro albedrio. Considera el autor que “La
libertad es la capacidad de elegir dentro de lo posible”. “Declararse
libre es dar el paso hacia su autonomía y asumir el costo de sus
decisiones, aunque sean equivocadas”.
Un padre potencia la libertad
en sus hijos cuando le permite decidir y errar convirtiendo esos “errores” en
ocasión para mejorar, para cambiar. Un maestro propicia la libertad cuando
monta sus estrategias pedagógicas sobre las expectativas y conductas de entrada
de sus discentes. Cuando con argumentos convence a sus alumnos que todo en la
vida es relativo, incluso el conocimiento, que todo es cambiante y todo puede
mejorarse.
3.
Aprenda a aprender con
humildad
Desde
mi visión profesional y empírica, éste paso es el más fundamental. Dice el
autor: “Nadie tiene el monopolio de la verdad”. “Anclado
en su soberbia, nada puede serle explicado”. “El que no se baja del
pedestal de creer que lo sabe todo, nada puede aprender de los demás”.
Quien no vea a sus hijos como
fuentes de aprendizaje, no aprende a ser padre.
El docente que no vea a sus alumnos como un talento de los que hay que
aprender, no es un maestro. El jefe que con humildad no aprende de sus
compañeros de trabajo, no es un líder cabeza de un equipo productivo. El esposo
compañero conyugal que no ve a su media naranja como una fuente para
enriquecerse en su ser y en su esencia, no es un amante deseado.
4. Ábrase al amor
Para el autor el amor es la
esencia del existir y el trascender. En sus propias líneas dice: “No hay
realización personal si no se es capaz de sentirse amado y amar a alguien
intensa, comprometida y desinteresadamente”. Y acuña: “Amor es sentir verdadero interés por lo que les
pasa a otros: su hijo, su madre, su pareja o su vecino”.
Para los autores del CODIGO
MOURINHO “el amor es algo muy complejo, como la existencia humana” (pg 47).
Citan a los griegos para precisar que esta cultura tenía distintas palabras
para referirse al amor, según se tratara de lo erótico, de lo fraternal, de la
manía o del ágape. El filósofo español actual define el amor como “el deseo de
que otra persona sea feliz por mediación mía, y el sentimiento de plenitud y de
alegría que acompaña a su cumplimiento”.
El paso es abrazar el amor sin
condición, sin apegos, sin egoísmos. Con esa dimensión del amor, nos
realizamos.
4.
Deje fluir la risa.
Cuando uno se levanta con amargura, con mal genio,
es uno quien se daña el día, y de paso, daña el día a otros. Quienes usualmente
las pulgas nos acompañan en los amaneceres, desconocemos el gran valor que
tiene la risa para nuestro bienestar y salud.
El autor recomienda el cuarto paso: “Ponga
una cuota de buen humor en su vida. Quiere decir, levantarnos contentos cada
mañana a pesar de enfrentarnos a malas noticias. No olvidarse de sonreír
a pesar de sus propias limitaciones, que ahora conoce y reconoce”.
5.
Aumente la capacidad de
escuchar.
Usualmente decimos: no soy sordo, pero sin darnos
cuenta y a falta de hábito de escuchar con entereza, actuamos como sordos. No
escuchamos con atención ni nos interesamos en
lo
que otros nos dicen.
El libro recomienda: “Escuchar
con atención, y no solo oir lo que le dice otra persona, sabiendo que se lo
dice en ese momento específico y que se lo dice a usted”.
6.
Sea cordial siempre.
El sexto paso es
sencillo, si uno desea congraciarse con los demás. Si anhela ser un recordado relacionista o
vendedor. El consejo es “Muestre su sonrisa interna al exterior y compártala
generosamente. Contagie alegría a quienes la rodean y trate bien a todos”.
La risa genera salud. La risa
mantiene un estado de ánimo positivo. Quien ríe ve la vida con alegría y con
esperanza.
Sonreír no cuesta nada. No
requiere esfuerzo y genera beneficios, tanto internos como externos.
7.
Ordene lo interno y lo
externo
Cuando uno carece de metas o
sueños, el orden no está en la escala de valores. Los conceptos de orden, organización,
priorización hay que enseñarlos a los niños en casa y en el aula con el
ejemplo y el ejercicio diario.
Cuando el orden no está en la
escala de valores, los niños son inseguros, le hogar es un desastre físico, la
vida se torna sin sentido. El séptimo paso recomendado por el autor es “Para llegar a un destino sin perder el rumbo
hace falta priorizar lo importante sobre lo accesorio, privilegiar las
grandes cosas sobre las menudencias”. Es poner lo primero de primeras. Es tener
una pirámide de prioridades. Es tener una agenda con prioridades, urgencias y
normales.
8.
Transfórmese en un buen
vendedor
“Vender, en este caso, no
significa 'venderse', sino hacer llegar al otro la mejor información de
lo que soy y de lo bueno que hago”.
Un buen técnico, un reconocido
profesional, es por naturaleza un buen vendedor. Un vendedor es toda persona
que convence con sus acciones, sus palabras y sus obras. Uno debe venderse
todos los días, es decir es demostrar que uno es bueno en lo que dice, piensa y
hace.
Recuerde, estamos en mundo de
la oferta y la demanda. Así no sea comerciante, pero necesita de los demás para
vivir, hay que aprender todos los días a vender su imagen interna y externa.
9.
Elija buenas compañías
Evite las amistades chinchosas y agresivas. Aléjese
de las amistades que siempre tienen en la boca palabras negativas de todo y por
todo. Selecciones las amistades y cultívelas.
Respete lo que piensan los
otros, pero acompáñese bien en la vida. Haga una lista de aquellos con
quienes le gustaría estar. Elíjalos más con el corazón que con la cabeza.
Con los años se comprende que
quienes perduran, además de la familia, son las buenas amistades.
10.
Actualice lo que sabe
Hay que
estar al día en lo que alguna vez supimos o dominamos, que no es lo mismo que
aprender cosas nuevas. Si no lo hace, queda en la situación del que nada
supo y nada sabe.
Toda
persona debería estar bien informada, no solo con las noticias, sino en
conocimientos. Hace unos años se afirmaba que todo profesional para mantener
una línea de ascenso en la empresa, debería retornar a la universidad cada
cuatro años, pues el conocimiento se modifica permanentemente, y si aceptamos
esa dinámica, hay que entrar en ella para no tener que justificarse que “ a mí
la tecnología me atropella” que es una frase de cajón para justificar la
ignorancia.
11.
Sea creativo
Debe pensar en alguna manera de
hacer de lo suyo algo distinto, algo novedoso y algo único. Y ese es el campo
de la creatividad. Esto lo diferenciará de los demás.
Uno de los problemas que
tenemos los santandereanos es que carecemos del ingenio y la solidaridad con
los otros. Un sandandereano individualista ve que el vecino monta una tienda,
entonces le monta una al lado, en vez que montar un negocio complementario.
Toda persona tiene que ser
creativa en lo que hace, dice o piensa. Solo la creatividad nos permitirá
diferenciarnos. Y la diferencia nos trae rendimientos en todos los aspectos.
Sembrar en los niños el valor
del “ser mejor haciendo la diferencia” es tarea de padres y maestros, así el
sistema educativo colombiano pretenda uniformar a los jóvenes tanto en hábitos
como en conocimientos.
12.
Aproveche el tiempo
Anímese a vivir el día de hoy
sin reproches ni postergacion. A vivir cada segundo que aparece, como
un regalo en nuestra cuenta, cada día, en el banco del tiempo.
Si los padres y maestros
comprendiesen que uno de los hábitos que redunda en éxitos posteriores es
enseñar al niño a usar oportunamente el tiempo, no habría que empujar a las
personas, y en consecuencia, la responsabilidad, la oportunidad, el justo a
tiempo y el todo a su debido tiempo brillaría en cada quien siendo eficaz en
todo.
13.
Evite adicciones y
apegos
Es el lastre de lo que no
sirve, la carga de lo que no es imprescindible, la tara de lo que no
compensa llevar si se compara el esfuerzo que supone con el beneficio que
ofrece.
Tome conciencia, identifique
sus adicciones, sus apegos. Una vez los tenga identificados, trace estrategias
para afrontarlos, disminuirlos y extirparlos.
El alcohol, el cigarrillo y las drogas psicoactivas producen adicción, así
como el tinto y la coca cola. Toda adicción es dañina.
No se apegue a las personas ni
a las cosas materiales. Acuérdese que todo es relativo y nada prevalece.
14.
Corra solamente
riesgos evaluados
Descarte las conductas cuyas
consecuencias posibles no alcance a justificar el riesgo que se ha
corrido o cuyo máximo beneficio no compense el daño al cual se expone.
Sea previsivo y calculador. Sea
proactivo. Dude e imagine posibles consecuencias. Corra solo riesgos evaluados.
15.
Aprenda a negociar lo
imprescindible
Negociar es solo para los
negocios, litigios o conflictos. En política, solo sino se llega a un
acuerdo, y en la guerra solo para acercar la paz. En el amor y la amistad es
mejor llegar a acuerdos que negociar.
Todo en la vida es una
transacción. En cada transacción aprenda a jugar limpio. Aprenda a jugar al
gana-gana. El gana-gana trae beneficios para las partes y mantiene amistades. El
gana-pierde genera enemistades y alimenta el odio y el egoísmo y la
insolidaridad.
16.
Iguale sin competir
Para crecer no hay que vivir
controlando lo que otros hacen o pueden hacer ni ver un rival en todos
los demás. Es mejor trabajar con disciplina y esmero para crecer sin minimizar
a los demás ni medirnos contra ellos.
Este consejo ayuda a no ver a
los otros como una competencia que hay que minimizar. No mire a los otros como
un enemigo, ni como una competencia o como un rival. Céntrese en hacer siempre
todo bien. Los resultados serán sorprenderse.
17.
No tema al fracaso
Es difícil llegar al
crecimiento interno sin la experiencia cotidiana de vivir y equivocarse.
Solo se puede aprender desde el error. Equivocarse será una parte importante y
deseable del progreso.
El dolor purifica, decía mi
padre. El fracaso es aprendizaje decía mi profesor de 5º. Primaria. Pues bien,
el fracaso hay que convertirlo en ocasión para aprender y mejorar. En creador
del bombillo lo intento cinco mil veces hasta que lo logró. Hay que convertir
cada fracaso en oportunidad.
18.
Vuelva a empezar
Comenzar 'de nuevo' y no 'otra
vez', rescatando de nuestro recorrido anterior el registro de lo
aprendido al equivocarnos, para intentar encontrar los nuevos errores de este
nuevo trayecto.
19.
No dude del resultado
final
Después de andar y desandar
queda solo un paso: aprender a confiar en el resultado final y confiar en
nuestras habilidades, dones y posibilidades.