“La resistencia
no solo es la capacidad de soportar lago difícil,
sino convertirlo en gloria”.
William Barclay
En primera linea los jóvenes de Colombia
hermanados nos
enseñan resistencia;
no aguantaron la indolencia
y la estatal indiferencia,
el desprecio de la opulencia
y la violencia oficial.
En el 2.021 los jóvenes colombianos
en el paro prolongado
son espejos y voceros
de 21 millones de hermanos
que en la miseria están nadando,
y de los 7,4 millones de hambrientos
que en el hambre se están ahogando.
Nuestros ancestros de otrora
resiliencia nos heredaron:
a los españoles enfrentaron,
unos desplazados fueron;
otros, pelando murieron;
unos se suicidaron,
millones de indígenas fallecieron;
por los españoles, contagiados.
En silencio nuestros mayores
resistieron desplazados;
en 1.781 por el arzobispo virrey, perseguidos,
quien firmó las capitulaciones
desconociendo después;
develando a líderes sociales
descuartizándolos y
exhibiéndolos
para escarnio a los comuneros
ahogando su grito:
¡Ni un paso atrás¡, ¡siempre adelante ¡
Los descendientes comuneros,
soldados de la independencia fueron
con Bolívar y Santander marcharon otra vez;
esa vez del yugo español, nos libraron.
Los blancos y criollos,
las mañas de los españoles aprendieron,
a usar el poder para ellos;
en patria boba nos sumieron.
En 1.898, los godos, las elecciones robaron;
los radicales del Socorro, guerra de mil días declararon;
2.500 liberales, por sus ideas cayeron;
defendiéndolas suyas, mil godos murieron;
auspiciado por los gringos panameños se independizaron;
y el odio en los dos bandos, en los genes se quedaron.
“La oligarquía es la concentración del poder total
en un pequeño grupo que labora
para sus propios intereses a espaldas de la comunidad”
afirmó Jorge Eliecer Gaitán.
El
9 de abril de 1.948 a Gaitán asesinaron
en
un gobierno conservador;
el odio visceral, azuzaron,
a
la guerra nos regresaron
desde
el 46 hasta el 58
los radicales liberales y godos.
En el 56 pactaron alternarse el poder;
los extremos de ambos bandos
dominaron los sucesivos gobiernos,
la injusticia, entronizaron;
la riqueza, concentraron,
la pobreza, distribuyeron;
el despojo, legalizaron;
El desprecio por los pobres
y el abuso del poder,
es el plato de los
ricos
que ofrecen por
doquier.
En 1.970 las elecciones robaron
al pueblo que a la ANAPO eligió
a Rojas Pinilla, el general
que a derrocar se
atrevió
el en 1.953 a la oligarquía
bipartidista.
Con una constituyente
logramos la
constitución del 91;
treinta años después, anhelamos su implementación.
En octubre de 2.016
por los acuerdos, votamos,
con el miedo sembrado
nos engañaron con
el no,
y como en 1.898 en el 2.018
las elecciones, inclinaron
a favor del uribismo fustigador el odio
y facilitador de la concentración del poder
en el capital.
En 1.977 paramos y nos escucharon resistiendo;
En el 2.019 protestamos, parando;
el gobierno de Duque endilgándonos, nos desconoció;
este año, en el 2.021, nos están matando otra vez;
son los mismos chulavitas, paramilitares después,
hoy se llama el Smad con licencia para reprimir y
desaparecer,
acallar las voces hambrientas que reclaman justicia.
enterrando en ríos
y colectivas tumbas
los gritos juveniles que protestan y resisten hoy.
Resistencia gritan y hacen
los jóvenes del hoy,
desean un mejor país,
un país que no logramos
los viejos del hoy,
por eso los están matando
sin piedad y con sevicia los uniformados del
Smad.
Resistir y persistir
están convencidos los jóvenes,
muertos, desapariciones,
detenidos,
es la respuesta del gobierno nacional.
Un gobierno que no escucha
el clamor de los resilientes del hoy
los mismos que se harán sentir
en las urnas en el 2.022,
confiamos por quinta vez
que el voto es el camino
para reconstruir participando
en una democracia autentica
en la que quepamos todos:
indígenas, negros, campesinos,
obreros y desempleados,
citadinos y marginados
que tenga como cimientos
los derechos humanos.