Víctor Hugo desde la concepción empezó a recibir el afecto, las atenciones, los cuidados de un hijo deseado por unos padres de clase media. Sus padres empezaron a alistar el ajuar desde que tenía dos meses de gestación. Nació por medio de cesárea para que la madre no perdiese los atributos físicos, y, desde el primer grito, contó con una nodriza hasta los doce años. Desde niño hasta que logró profesionalizarse, fue colmado por sus padres con los juguetes y atuendos que cada uno de ellos carecieron en su niñez. Este primogénito no tuvo necesidad de aprender a defenderse solo, y aunque consiguió un trabajo estable no ascendió dentro de la empresa y ha vivido sus primeros cuarenta años con sus padres, y, aunque ha tenidos novias, no ha estado en pareja formalmente. Víctor Hugo, no supo de carencias; los padres le suplen sus necesidades y caprichos.
Adalberto Ortiz fue el hijo menor de una familia adinerada por descendencia. Estudió pero no se profesionalizó y ocasionalmente pinta para pasar el tiempo. Igual que Víctor Hugo fue colmado en sus necesidades por sus padres hasta que ellos murieron dejando a favor del pintor y hermanos, -que lograron viajar por el mundo y tener profesiones liberales-, varias fincas cafeteras, casas y locales comerciales, enseres que venían por herencia desde los abuelos y conservados por la madre de Adalberto y el esposo que también había nacido en ostentosa cuna de reconocida familia citadina. Transcurrió un siglo. La riqueza de los abuelos fue conservada por los hijos; la siguiente generación disfrutaron del dinero atesorado por los tatarabuelos, abuelos y padres, y los nietos nacieron sin necesidades, pero al crecer y convertirse en adultos, vivieron de los apellidos y con premuras económicas, citando en reuniones sociales la abundancia de sus antepasados y la “buena vida” que tuvieron en la niñez pero con carencias en la vejez, de las cuales, se avergüenzan.
Los nombres de las personas tienen un origen caprichoso, según los padres, otros creen que fue planeado por la misma persona antes de nacer, así como el camino de la vida. Pero cada nombre tiene un significado y representa un valor en cualquier cultura.
Marco Polo fue un viajero aventurero que descubrió la ruta de la seda y estableció lazos comerciales con el oriente desde Europa. Marco Aurelio fue un emperador y filósofo romano. Quienes tienen este nombre son personas combativas, sociables, seductoras y amables. Son queridos por sus amistades, defensores de sus puntos de vista, querendones y detallistas con la pareja. Los Marco, son personas persistentes consiguiendo lo que se proponen con esfuerzo, tesón y constancia. Son alegres, transmiten optimismo y animo para vivir, y en el transcurso de sus vidas, luchan por lograr mejores reconocimientos y ascender en el trabajo en las sociedades en las que están inmersos. Las familias se sienten orgullosos de los Marco, por lo querendones y buenas personas.
Marco Aurelio Quintero Sánchez nació el 18 de febrero de 1947, el año en el que se conoció y salió al mercado el transistor, el disco LP el cual fue el centro de las fiestas hasta 1980. Fue precisamente en ese año cuando se anunció al mundo el hallazgo de los 7 rollos del mar muerto que son manuscritos antiguos en arameo sobre piel de animal, encontrados por beduinos en una cueva en el desierto y pusieron en entre dicho lo narrado en el Antiguo Testamento. Y, en ese mismo año, se dio el primer avistamiento OBNI en Hexcc, en una granja mexicana en la que se encontraron los primeros restos de un extraterrestre y de un platillo volador, ambos tomados y ocultados por las fuerzas militares estadunidenses.
Fue el menor de una familia campesina en la que crecieron seis hermanos. Cuando cumplía los siete años, su padre Aureliano Quintero (http://naurotorres.blogspot.com.co/2015/02/aureliano-el-criollo.html ) falleció a los 64 años de una muerte, supuestamente accidental, al caerse de un caballo, pero la necropsia determinó que murió de un derrame cerebral.
Sin haber hecho la primera comunión, Marco Aurelio debió acompañar a la madre, Isabel, (http://naurotorres.blogspot.com.co/2015/01/hay-una-mujer-al-principio-de-todas-las.html) en la parcela con una extensión de un par de fanegadas, que Félix, el hijo mayor de los Quintero Sánchez, cultivó hasta cuando, por los años, ya no podía usar el azadón.
El menor de los Quintero Sánchez, mientras cursaba la primaria, en las tardes, ayudaba en la labranza y permanecía en ella, mientras Isabel vendía cebolla los domingos en Garagoa, los sábados en Tenza y los miércoles en Guateque,poblaciones de Boyacá, para ganar algún dinero para el mercado de la semana y ahorrar para la ropa. A los trece años, al terminar la primaria, Marco Aurelio empezó a trabajar como mandadero en las droguerías del Dr. medina en Sutatenza y Guateque, oficio que hizo el primer año, a pie, y con los ahorros compró la primera bicicleta. Un segundo trabajo lo desempeñó como ayudante en un almacén de víveres en Guateque. Consiguió un tercer trabajo como telefonista, responsabilidad que consistía en hacer y recibir llamadas en la jornada nocturna. Por su empeño, dedicación y responsabilidad, fue nombrado por la empresa nacional de correos como mensajero entregando telegramas siendo éste su primer trabajo con un salario fijo y con prestaciones sociales, posteriormente fue ascendido a telegrafista.
Con el incremento del ingreso mensual logró comprar, a cuotas, su primera bicicleta “Monark” color rojo, con la cual, logró convertir el ciclismo como su deporte favorito participando en la vuelta al Valle de Tenza, ocupando el segundo puesto en la clasificación final en una de sus válidas.
Por su dedicación al trabajo y al deporte fue vinculado como mensajero de la primera oficina del Banco de Bogotá en la provincia del Valle de Tenza con sede en Guateque, lugar en el que se desempeño como mensajero, posteriormente como como cajero, y luego, jefe de ahorros, y once años despues fue nombrado como gerente de oficina del banco prestando sus servicios en Villeta, Guaduas, y Gachetá en Cundinamarca; posteriormente dirigió la oficina bancaria en la Plata, Huila, y, cuarenta años ulteriores al servicio del banco del hombre mas rico de Colombia, fue pensionado por edad estando ejerciendo el cargo en Tocaima, Cundinamarca.
Marco Aurelio cumplía 27 años. Ya era independiente, y, sin cesar con la responsabilidad con su madre, Isabel, se casó con su primera y única novia, Ana Silvia Castro Bernal, una niña de unos 17años, que un apreciado amigo, llamado Miguel Ángel, le presentó como la niña de sus ojos en un acto de premiación ciclística en el Club “Guatoc”. Ella llegaba de vacaciones, pues estudiaba en la capital del país. La distancia entre Guateque y Bogotá, puso a prueba las habilidades de Marco Aurelio en la redacción de telegramas, y por medio de Marconi y cartas, alimentó la amistad con la estudiante. Un año después, en otras vacaciones estudiantiles, el persistente, le propuso matrimonio un domingo de pascua en la tarde, en el mismo lugar donde se la presentaron, horas antes que tomara la Flota del Valle de Tenza, para regresarse a la capital. Con la aceptación en el hogar Castro Bernal y con el aprecio del amigo, ahora cuñado, se casaron en Guateque con recepción en el mismo club donde se conocieron, cuando ella iba a cumplir los 20 años, un 15 de junio de 1974. Marco Aurelio y Ana Silvia fueron padres de tres hijos quienes siguieron los pasos en el mundo de la administración.
(Fotografía encontrada en el álbum personal de Marco Andrés, el hijo menor de la familia Quintero Castro)
Pocos creen en la predestinación, sin embargo, al confrontar fechas para esta historia, se encontraron estas coincidencias: Aureliano, el padre de Marco Aurelio, nació el 1o de marzo de 1893 y fallece el 6 de diciembre de 1954, año en el que nace la eterna novia del personaje de esta historia con quien se casó en junio de 1974. Isabel Sánchez, quien vendió cebolla para el sustento de la familia, nace el 1o de marzo de 1905, y muere el 12 de marzo de 1982, año en el nace el ultimo hijo de Marco Aurelio.
Luego de cuarenta años de servicio a la empresa financiera, Marco Aurelio recibió la pensión de vejez, año en que su novia de siempre, victima de una artritis invasiva la conminó a una silla de ruedas. Y desde entonces, reconociendo esta limitación de movilidad, la convirtieron, los dos, en una oportunidad para vivir con mas intensidad ese noviazgo que nació ese domingo de pascua.
Marco Aurelio, paseó a Ana Silvia por médicos homeópatas y alopáticos buscando alivio, sin lograrlo. Decidieron regresarse al lugar donde ambos nacieron y se residenciaron desde entonces en Sutatenza, Boyacá, para cuidarse mutuamente. La tristeza que sintió Ana Silvia al verse limitada a una silla de ruedas, Marco Aurelio la transformó en una oportunidad para sembrar amor, paciencia, comprensión, amistad y fe desde cada mañana cuando la luz que proyecta la silueta del monumento al campesino que decora el parque de esa localidad donde nació la Acción Cultural Popular y se dirigieron las escuelas radiofónicas que contribuyeron a popular la educación radiofónica por las veredas dispersas en los campos de Colombia, entra por las ventanas del apartamento que como si fuese un faro permite apreciar el paisaje del valle de Tenza y escuchar el tañer de las campanas de los templos pomposos y gigantes que sobresalen en las poblaciones de Sutatenza, Guateque y Somondoco, doblando invitando a misa o a un funeral o cabo de año.
La descendencia de Marco Aurelio Quintero. ( Foto encontrada en facebook).
Marco Aurelio cumple setenta años y desde hace diez años, cuida, protege, guía y empuja con sus brazos la silla de ruedas en la que eternamente transporta a su novia perpetua, quien imperecederamente iza una sonrisa amable y acogedora acompañada con una voz angelical, ya muy conocida en veredas y barrios del municipio en donde se creó y originó la radio Sutatenza en 1954, llevando un mensaje de amor, de paz y fe en Dios como fuente de amor.
La descendencia de la familia de Aureliano en un encuentro anual que bautizaron “La quinterada”. ( Foto encontrada en internet).
Él, veló por Isabel hasta su muerte, ocurrida el 12 de marzo de 1982 victima de un infarto. Luego de 28 años de muerta Isabel, logró hacer la sucesión del par de fanegadas de tierra donde crecieron los Quintero Sánchez, y repartir el derecho a cada hermano. Quiso encontrar su bicicleta Monark donde la había dejado a guardar hace cuarenta años, pero el único músico de la familia no le encontró nota y la vendió por chatarra.
Marco Aurelio, el emprendedor. Como él, son numerosos los colombianos de origen campesino que tejieron su vida laboral y acrecentaron el patrimonio aplicando la formula sencilla del ahorro, invirtiendo el 25% de los ingresos brutos mensuales para disfrutar la vejez sin premuras económicas. Cómo él, son numerosos los esposos que convierten la tristeza y el dolor en ocasión para sembrar y aflorar amor consigo mismo con la familia y con el prójimo y usan la vejez para continuar dejando una huella en honor a la fe que profesan.
Puente Nacional, finca La Margarita, enero 9 de 2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario