"Volveré y seré millones"
Tupac Amaru
Poema 70
2.021
Recuerdan hoy los
peruanos,
el congreso constituyente del 28 de julio de 1.821
celebrando el bicentenario de
la caída del español virreinato
y la independencia del oprobioso español colonialismo
éste 28 de julio de 2.021.
El gozo que hoy tienen los peruanos
brotó de la incaica derramada sangre
de 120.000 incas que por 285 años la ofrendamos.
Con promesas de paz, y estrategia engañosa
en 1.532 los
españoles capturaron en Cajamarca
al décimo tercer emperador inca
en la primera masacre española
a la que acudió Atahualpa confiado en la palabra blanca.
Con el descontento de manco inca
los peruanos
enseñaron resistencia
desde 1.536 hasta su independencia.
Los incas nos aleccionaron convergencia,
manifiestos,
levantamientos,
rebeliones,
conspiraciones y movimientos;
con sus luchas el imperio de los Andes
continuó extirpando el colonialismo español
en tierras amerindias.
Soy un Jarantivá, mis ancestros murieron
peleando contra Gonzalo Jiménez y Martin Galeano
por no develar los caminos muiscas
a las minas de oro
y esmeraldas.
Desde esta vereda Jarantivá que inmortalizó a mi etnia
rindo homenaje a las rebeliones indígenas peruanas:
Azángaro, Cravaya, Chicama y curacas;
ofrendo mis versos a los que cayeron en las revueltas
Chombivilcas, de
la villa de la llata, de los urubambas;
de los caídos en 1.824 Junín y Ayacucho, sus batallas
pagando con sangre el precio de la libertad americana.
A Tupac Amarú, mi admiración amerindia,
Él, en 1.781 propuso y murió luchando por la separación
de España
y la constitución de la real audiencia en Cuzco;
por ser el gestor del primer movimiento mundial anticolonialista;
por ser el precursor de la justicia social
y de la independencia política de los pueblos
mucho antes que la revolución francesa.
Hoy, colonialistas y esclavistas sus estatuas derriban:
los que con hachazos descuartizaban;
los que con caballos indígenas desmembraban;
los que a esposas e hijos al frente del padre, mataban;
doblegándolos, obteniendo, temor, obediencia y oro,
los que a los
hijos de los caciques a África enviaban
para borrar estirpes indígenas intentaban.
Hoy, rindo honores a los peruanos,
por fusionar su
cultura con la cristiana,
por preservar los monumentos incas,
su Cusco, la Atenas de la cultura incaica,
sus pirámides de barro y piedra labrada
y el majestuoso y
único machu picchu,
por conservar y hablar el quechua, idioma nuestro,
por hablar sus dialectos inca y aimara,
por su gastronomía, colorida y única,
por su conservada tradición indígena,
por su ejemplar sistema judicial,
por su rebelión permanente contra los corruptos,
por su unidad indígena ejemplar.
A los españoles, todo le entregamos;
nos arrebataron lo que no cedimos;
menos la fe en nosotros mismos,
que nos mantiene
en pie, hermándanos.
Hoy, peruanos y colombianos
resistimos reclamando derechos humanos
demandando justicia y equidad,
exigiendo igualdad y oportunidad
para los pueblos hermanos.
[JNTQ1]