"La cara es el espejo de la mente.
Y los ojos sin hablar confiesan los secretos del corazón".
NAURO TORRES
2.020
D.R.A.
Dos luceros brillaron en el bosque;
su resplandor, alteró mi inocencia,
y escondí mis miradas en la timidez.
¡Sus castaños ojos lindos,
los cerré al morir ¡
Centellearon esos ojos, otra vez,
en el sendero que salía al camino;
para evitar las preguntas de sus
miradas,
las mías se escondieron en el falso
del potrero;
y mis pies, cual duende, se
despeñaron
de piedra en piedra en el camino real.
¡Sus castaños ojos lindos,
los cerré al morir ¡
En el recreo de la escuela, los
evitaba;
al regreso a casa, las niñas, partían
primero;
yo, retornaba pensando en ella
con la esperanza de ver relumbrar
sus ojos, otra vez.
¡Sus castaños ojos lindos,
los cerré al morir ¡
Su piel blanca descollaba el diamante
de su rostro;
su lacio cabello largo y negro, la protegía;
sus pestañas atezadas escudaban
sus monumentales vistas;
fanales marroncitos inquietaban mis
nervios.
¡Sus castaños ojos lindos,
los cerré al morir ¡
Frente a frente nos encontramos, sin
pensar;
me vi pintado en sus ciclopes iris
marroncitos;
el verde del follaje y el rojo del ocaso
estaban fusionados;
el violeta de las flores y el
amarillo del sol lucían amalgamados;
el azul del cielo y el naranja del
amanecer
pintaron sus ojos jóvenes del marrón
que se apropiaron de mí, desde
entonces,
para mirarme siempre en ellos
y contemplar desde el espejo de su
alma,
su esencia misma.
¡Sus castaños ojos lindos,
los cerré al morir!
Sus miradas, sus caricias y palabras
fueron las buenas noches, por años
compartidos;
en cada amanecer, sus ojos,
atisbaban los míos,
mirando juntos, la belleza del convivir.
Juntos contemplamos el milagro de la
vida
y los dos velamos el dormir y el
despertar
de los frutos del amor.
Los vimos aprender a caminar
y los contemplamos planear, cual
gaviotas;
en el inmenso mar, tras el horizonte
que cada uno fue construyendo en su
andar existencial.
¡Sus castaños ojos lindos,
los cerré al morir!
El 28 simboliza: el equilibrio, la
armonía,
el servicio a los demás, la empatía,
La adaptabilidad, el propósito de la
vida,
la misión del alma, el logro, el conocimiento
y la sabiduría interna.
27 años vivimos fusionados;
y en un anochecer, marrón y tétrico
del noviembre del 2.000,
sus castaños ojos lindos,