naurotorres.blogspot.com

martes, 29 de junio de 2021

Las cuatro velas

    

Las prendía cuando mis padres descansaban de sus jornadas de trabajo rural. Con cuidado, precisión y sigilo, cual nimbo en la mesa colocaba las cuatro velas que duplicaban la intensidad de luz que me facilitaba trazar y delinear cada plancha de las decenas que debía dibujar para cumplir con la tarea de dibujo técnico de algunos compañeros del colegio de los grados superiores perezosos en practicar.



En 1.975 recibía $ 5.00 por plancha lista para entregar al profesor de dibujo técnico del Colegio Don Bosco de la Belleza, Santander. Nunca busqué clientes; fueron los compañeros quienes me buscaban gracias a la publicidad que apareció en el periódico mural de la institución.     

En una hoja de bond 90 gramos de un octavo de pliego se elaboraba cada plancha con lápiz 2H. Cada una requería de un margen establecido previamente y en el margen inferior derecho se colocaba la información en compartimentos del alumno, la fecha, el número de plancha, el nombre del profesor y una ventana para la calificación.  

Sin mesa de dibujo, usando la tiza, el tablero, las escuadras, la regla T, el maestro iba usando el compás y demás herramientas, uniendo puntos, trazando arcos, rectas, curvas; y en la blanca hoja de mi papel brotaban figuras geométricas, regulares, irregulares; luego, cortes frontales, inferiores, superiores y en perspectiva.

Mi padre era carpintero. De niño jugaba con los pedazos de madera sobrantes. Con ellos armé ilusiones y el dibujo técnico me facilitó mis gustos por el diseño.

Vivíamos a 4 kilómetros de la Belleza; hacia diariamente, de lunes a viernes, dos jornadas. Dos tramos bajando al colegio y dos regresando a casa, a almorzar y al atardecer, En cada jornada, corriendo hacia el recorrido en 25 minutos; caminando normal, el trayecto de la casa al colegio se invertían 45 minutos.

Un lunes en el primer descanso en el colegio, vi que los estudiantes se acercaban con curiosidad al periódico mural organizado y dirigido por el profesor de español y dibujo técnico. Uno de los compañeros del curso se me acercó a informar que mi nombre estaba en una lista que había aparecido en la sección: los mejores dibujantes del mes.

Yo, no creí. Por ser del campo, -me decían campeche- y bajo de estatura, era usual que se burlaran de mí. El periódico mural tenía secciones, hoy recuerdo la de literatura y la de dibujo técnico.

Fue en el recreo de la media mañana que logré acercarme al periódico mural, contemplar y ver en detalle la sección de mi interés.

Semejando una columna de un periódico impreso, en fina y proporcionada caligrafía estaba la lista de los cinco mejores del mes en dibujo técnico; y al frente, la calificación. Miré, revisé y estaban los nombres de estudiantes de los grados superiores. Yo cursaba el grado 1º y mi nombre aparecía en tercer lugar en esa lista.

Ese reconocimiento público y ese detalle de publicar mi nombre en el periódico mural, mejoró mi autoestima y se convirtió en un reto ocupar el primer puesto en esa escala que difundía el joven maestro que llegó trasladado de la escuela urbana.

Conté a mis padres. Y ellos, a los tíos. Y en menos de un mes contaba con el libro guía del profesor, una caja de instrumentos, escuadras flexibles, regla T, borradores y lápices HB, 1H y 2H.

Terminé el bachillerato en el poblado donde nací. Ingresé a la Universidad Nacional de Colombia a cursar estudios de ingeniería civil.  Por asuntos ajenos a la familia, debí abandonar los estudios en los últimos semestres para huir de la violencia, y mediante una beca me gradué en una universidad de Miami, E.U. Mis primeras décadas laborales fueron en diseño industrial en empresas reconocidas de maquinaria. Actualmente trabajo en un aeropuerto privado de Amazon como operador de logística despachando mercancía para el mercado global.

-Soy Elmer Martínez Bareño, nací en la vereda Campo hermoso. Vivo en Chicago, Estados Unidos. Después de 40 años busqué al maestro que encontró en mí, el elemento, lo resaltó y empoderó mis talentos. Ese maestro que por 28 meses estuvo en mi tierra natal, lo encontré en este blog. Es el autor de “Historias sin contar” y de numerosos poemas difundidos en esta web.  Se le conoce como un artesano de la palabra, un hilador de historias y tejedor de versos. Su obra literaria esta en: https://naurotorres.blogspot.com/  

Jarantivá, Puente Nacional, Eco posada La Margarita, abril 25 de 2.021.

viernes, 25 de junio de 2021

El credo de la gente de bien

 


Nauro Torres

Poema 61

2.021

 

Creo en la gente de bien, como yo;

los demás, son zarrapastrosos,

vagos, vándalos, izquierdosos, socialistas.

 

 Creo en el dinero, me da poder sobre todas las cosas;

creo en el gamonal, siempre persuade a la fuerza;

creo en mi patria, usufructuarla es mi deseo;

creo en la familia que defiende a “las familias de bien”,

creo en la autoridad que cuida y defiende a “la gente de bien”.

 

Creo en la existencia de ciudadanos de primera, segunda y tercera;

creo que los de tercera no son dueños de sus vidas;

creo que los indígenas no merecen sus territorios;

creo que los negros viven para jartar ron y parrandear;

creo que los campesinos son unos alpargatones;

creo que los pobres no trabajan

y son una carga para “la gente de bien”;

creo que a los rebeldes hay que exterminarlos;

creo que los jóvenes son vagos y vándalos;

creo que a las mujeres hay que violarlas y gozarlas;

creo que a los indigentes hay que desecharlos;

creo que hay que desaparecer a los homosexuales;

creo que a los enfermos del covid-19 hay que dejarlos morir;

creo que a los ancianos hay que arrumarlos, son parásitos;

creo que hay que quemar a los ateos;

creo que hay que tirotear a los anarquistas;

creo en el poder de las armas, son exclusivas de "la gente de bien".


 
Imagen de internet

Creo que no hay enemigo pequeño, hay que eliminarlos;

creo que el país debe controlarlo la bota militar;

creo que hay que matar al otro cuando estorba;

creo que hay que robar, cuanto sea posible;

creo que el vivo, vive del bobo;

creo que hay que poseer

a la mujer del otro y desaparecerlo.

 

Creo que hay que honrar a los padres

 siempre y cuando no critiquen nuestras acciones;

creo en Dios que cubre mis faltas;

creo que a los ciudadanos de tercera

hay que adormecerlos

con futbol, rancheras, despechos, parrandas,

mentiras, y subsidios, pocos.

 

Creo que hay que codiciar los bienes del otro,

en especial los bienes públicos;

creo que hay que usar la mentira para beneficio propio;

creo que mis faltas – si las tengo- serán perdonadas

mientras sea devoto del dinero.

 

Creo que Colombia es un estado de derecho,

con derechos, solo para “la gente de bien”;

creo en el sistema judicial colombiano.

recibe cariñitos y nos favorece siempre;

creo en Uribe, es el gran colombiano

modelo para “la gente de bien”.

 

Gracias a mi Dios, Colombia es pasión;

solo tenemos siete millones de muertos

en medio siglo de juegos pirotécnicos

no más ocho millones de desplazados, quejosos hoy;

hasta ahora   hay 22 millones de pobres zarrapastrosos

y solo 3.4 millones de colombianos andrajosos

que solo necesitan una comida al día; no trabajan.

 

Nuestra fe y nuestras acciones son reconocidas en el mundo:

ya somos el séptimo país más desigual del globo,

pero el primero en desigualdad en América Latina,

y el segundo en taza de pobreza en el mismo continente;

mero el sexagésimo en tasa de desempleo entre 214 países;

estamos catalogados en el puesto cuarenta con mayor impunidad;

solo ocupamos el puesto cuarenta

en desconfianza en nuestro gobierno,

 ya subimos al puesto veinte en índice de paz;

pero estamos en el puesto treinta y siete

en disponer del mayor ejercito del mundo.

 

Somos “la gente de bien”, no creemos en la paz,

siempre hemos vivido de la guerra;

la guerra nos hace fuertes.

 

La paz, quieren los izquierdosos,

los vagos que sueñan con el socialismo;

pero en Colombia, primero desaparecidos

que gobernando para el pueblo.

 

Gracias Dios por perdonar nuestras faltas:

por extinguir la revuelta comunera,

por ganar la guerra de los mil días,

por borrar la masacre de las bananeras,

por incendiar el país con el bogotazo,

por sembrar el odio con la violencia partidista,

por propiciar la emergencia de las guerrillas,

por lucrarnos con el narcotráfico,

por aprovecharnos de la deforestación,

por las ganancias de la minería ilegal,

por entronizar el credo militar;

el credo de “la gente de bien”.

 

Gracias Dios por “la gente de bien”

sin nosotros, los vagos que protestan,

la patria, en infierno, convertirían.

 

¡Poder, política y dinero ¡

¡Dios, patria, propiedad ¡

 

jueves, 10 de junio de 2021

Crepúsculo: Un poema de Nauro Torres Quintero

 


“El amor no se mira, se siente,

y aún más cuando ella está junto a ti”.

Pablo Neruda

Nauro Torres

2.021

Amándote amanecí,

 contigo soñé;

en el ocaso te extrañé.

 


 Arrullado desperté,

 con tus caricias me impregnaste;

huelo a ti.

             

Tus fragantes besos,

un encanto en el día, fueron,

 tu amor, se tonificó en el crepúsculo,

 

Eres fulgor y aurora,

ocaso y ansia;

te apoderaste de mí desde el crepúsculo. 

miércoles, 9 de junio de 2021

Inmolados

La mayoría de los ninis varones abandona la escuela secundaria, 

no para jugar videojuegos o ver la televisión, 

sino para ganar dinero. 

Ninis, unos los señalan,

vándalos los sindican

el gobierno y “la gente de bien”.

 

Ellos, los ninis,

no trabajan, no estudian;

no tienen nada que perder.

 

Condenados desde su nacimiento,

despreciados por “la gente de bien”,

ignorados por el gobierno.


 

Imputados por el Smad,

inculpados por el régimen,

ignorados por Duque.

 

Unos, asesinados,

otros, desaparecidos,

unos, retenidos,

otros, incomunicados.

 


 

Son los jóvenes de Colombia,

los jóvenes de primera línea,

y las brigadas que los acompañan

que con muertos han logrado

lo que los viejos no se atrevieron

a reclamar a presidentes que gobiernan

siempre para “la gente de bien”.

 

Esos que suelen llamarse,

“gente de bien”;

son racistas y excluyentes

explotadores y elitistas;

predicadores del lucro;

apóstoles de la violencia;

propaganditas del odio;

hienas del bien común;

chulos del erario público.


 

Esa “gente de bien”,

patrocinadores de la ilegalidad, son;

practicantes del “vivo vive del bobo”

del “haga lo suyo que yo hago lo mío”;

compran todo con dinero,

jueces, testigos, cargos y votos.

 

Los jóvenes que reclaman ser oídos

unos inmolados, son,

 los tratan como vándalos,

 los persiguen sin miramientos;

los jóvenes son sacrificados,

los de primera línea, expiados.

 

En el 2.021 los jóvenes colombianos

intentaron por todos los medios

cambiar la historia de la Nación

escrita por “la gente de bien”:

los racistas, excluyentes

explotadores, xenófobos,

utilitaristas y traquetos

en gustos y presentación.

 

Los ninis de Colombia

sueñan con un país en el que quepan todos

en el que no haya niños ni ancianos

ni familias enteras con una comida diaria.

 

Anhelan una Colombia justa y equitativa

con oportunidades para los jóvenes

en el que el capital humano

prime sobre el capital financiero,

la solidaridad sobre el lucro

la comunitario sobre el individual,

en bien común sobre el bien personal.

 

 

lunes, 24 de mayo de 2021

¡Resistencia ¡


“La resistencia

no solo es la capacidad de soportar lago difícil,

sino convertirlo en gloria”.

William Barclay

En primera linea los jóvenes de Colombia

 hermanados nos enseñan resistencia;

no aguantaron la indolencia

y la estatal indiferencia,

el desprecio de la opulencia

y la violencia oficial.

 

En el 2.021 los jóvenes colombianos

en el paro prolongado

son espejos y voceros          

de 21 millones de hermanos

que en la miseria están nadando,

y de los 7,4 millones de hambrientos

que en el hambre se están ahogando.


 

Nuestros ancestros de otrora

resiliencia nos heredaron:

 a los españoles enfrentaron,

unos desplazados fueron;

otros, pelando murieron;

unos se suicidaron,

millones de indígenas fallecieron;

por los españoles, contagiados.

 


En silencio nuestros mayores

resistieron desplazados;

en 1.781 por el arzobispo virrey, perseguidos,

quien firmó las capitulaciones

 desconociendo después;

develando a líderes sociales

 descuartizándolos y exhibiéndolos

para escarnio a los comuneros

ahogando su grito:

¡Ni un paso atrás¡, ¡siempre adelante ¡

 


Los descendientes comuneros,

soldados de la independencia fueron

con Bolívar y Santander marcharon otra vez;

esa vez del yugo español, nos libraron.

 

Los blancos y criollos,

las mañas de los españoles aprendieron,

a usar el poder para ellos;

                                 en patria boba nos sumieron.

En 1.898, los godos, las elecciones robaron;

los radicales del Socorro, guerra de mil días declararon;

2.500 liberales, por sus ideas cayeron;

defendiéndolas suyas, mil godos murieron;

auspiciado por los gringos panameños se independizaron;

y el odio en los dos bandos, en los genes se quedaron. 

                                                   


La oligarquía es la concentración del poder total

en un pequeño grupo que labora

para sus propios intereses a espaldas de la comunidad”

afirmó Jorge Eliecer Gaitán.


El 9 de abril de 1.948 a Gaitán asesinaron

en un gobierno conservador;

 el odio visceral, azuzaron,

a la guerra nos regresaron

 desde el 46 hasta el 58

los radicales liberales y godos.

 

En el 56 pactaron alternarse el poder;

los extremos de ambos bandos

dominaron los sucesivos gobiernos,

la injusticia, entronizaron;

 la riqueza, concentraron,

la pobreza, distribuyeron;

el despojo, legalizaron;

a sus intereses, a los militares, postraron. 


El desprecio por los pobres

y el abuso del poder,

 es el plato de los ricos

 que ofrecen por doquier.

En 1.970 las elecciones robaron

al pueblo que a la ANAPO eligió

a Rojas Pinilla, el general

 que a derrocar se atrevió

 el en 1.953 a la oligarquía bipartidista.

 

Con una constituyente

 logramos la constitución del 91;

treinta años después, anhelamos su implementación. 

 

En octubre de 2.016

por los acuerdos, votamos,

con el miedo sembrado

 nos engañaron con el no,

y como en 1.898 en el 2.018

 las elecciones, inclinaron

a favor del uribismo fustigador el odio

y facilitador de la concentración del poder

en el capital.


En 1.977 paramos y nos escucharon resistiendo;

En el 2.019 protestamos, parando;

el gobierno de Duque endilgándonos, nos desconoció;

este año, en el 2.021, nos están matando otra vez;

son los mismos chulavitas, paramilitares después,

hoy se llama el Smad con licencia para reprimir y desaparecer,

acallar las voces hambrientas que reclaman justicia.

 enterrando en ríos y colectivas tumbas

los gritos juveniles que protestan y resisten hoy.

 

Resistencia gritan y hacen

los jóvenes del hoy,

desean un mejor país,

un país que no logramos

los viejos del hoy,

por eso los están matando

                 sin piedad y con sevicia los uniformados del Smad.


Resistir y persistir      

están convencidos los jóvenes,

 muertos, desapariciones, detenidos,

es la respuesta del gobierno nacional.

 

Un gobierno que no escucha

el clamor de los resilientes del hoy

los mismos que se harán sentir

en las urnas en el 2.022,

confiamos por quinta vez

que el voto es el camino

para reconstruir participando

en una democracia autentica

en la que quepamos todos:

indígenas, negros, campesinos,

obreros y desempleados,

citadinos y marginados

que tenga como cimientos

los derechos humanos.

 

Gilberto Elías Becerra Reyes nació, vivió y murió pensando en los otros.

      ¡ Buenas noches paisano¡ ¿Dónde se topa? “ En el primer puente de noviembre estaremos con Paul en Providencia. Iré a celebrar la...