Al morir el esposo, ella fue declarada socialmente muerta. Sus hijos fueron repartidos entre los cuñados, y las propiedades del marido, tomadas por los mismos. Su larga cabellera terminó en el fuego y su cabeza mantendrá rapada hasta que se convierta en el estado del esposo: muerta. Para la familia de ella, ella es una paria, una victima de los dioses, una fastidiosa y una vergüenza, una mujer sin derechos a la propiedad y formar parte de ella; para las mujeres, es un espejo no deseado, y para algunos cuñados, la anhelaron como concubina y se reveló a esa condición; y para los demás varones, simplemente es una abandonada que merece caridad sexual a escondidas.
Adhikari fue casada a los 12 años con un esposo convenido, mayor de ella, cincuenta años. Antes de cumplir los 17 años, envolvía su juvenil figura femenina en un sari de particular colorido cuya enagua ocultaba la armonía de su efímero cuerpo acicalado con la blusa de la misma seda que dejaba entrever sus femeninos brazos que lucían escampados bajo la tercera parte del sari que recataba su larga y suelta cabellera que se precipitaba hasta las curvas de las caderas, y en ella, salía como un rayo de luna, el rostro de una niña que aún no conocía instantes de felicidad, pero mantenía maquillada como la diosa Krishna convirtiendo su rostro octagonal en una erótica figura que atraía las miradas de los varones, sin derecho a contemplarla a los ojos cuya estática mirada escudriñaba la soledad de un horizonte sin amanecer soleado.
Diez hermanos y una hermana mas integraron su borrada familia. A juntas, el padre les consiguió un esposo en los primeros años de vida pagando una dote en miles de rupias. Adhikari antes de cumplir los 17 años fue madre de dos varones, y luego de cumplirlos, quedó viuda. Los hijos le fueron arrebatados por los cuñados; la que fue su casa y su huerto, pasó a los hermanos del difunto marido. Fue desterrada del hogar que formó siendo niña. Su familia la desechó como vaca para la carranga. Para la mujer india, el cabello pertenece al esposo, por esa razón, quienes fueron su familia de cuna, la rasuraron y desde entonces se mantiene así, hoy que cumple 96 años. Y desde entonces, su ajado y esquelético cuerpo se esconde bajo un sari totalmente blanco, color reservado a la mujer que tiene la condición de viuda. La viudez, en varios estados de la India, es aceptada como otra muerte que las esposas deben purgar en vida.
Adhikari, una vez despojada de su condición de esposa y de sus derechos, abandonó la granja, y por un día con una noche sin amanecer, viajó en tren hasta Vrindavan, la población que desde siglos anteriores esta poblada por viudas que suman mas de diez mil provenientes de recónditos lugares del país para vivir de la mendicidad, amontonadas unas junto a otras, cantando todo el día, bhajans,- cantos devocionales al dios hindú, Krishna, quien nació en este lugar- esperando su propia muerte que las anima con la esperanza de no reencarnar, jamás.
La exclusión social de las viudas, a quienes se les sindica de la muerte del esposo, surgió desde 1987, pues en tiempos anteriores, cuando el cabeza de la familia, moría, la viuda o viudas, - el esposo tiene derecho a tener varias esposas-, en el momento de la cremación del difunto, se inmolaban por amor, lanzándose a la hoguera ante la vista de todos los deudos y presentes, costumbre abolida por los ingleses en el ocaso de la colonia.
Las mujeres con la condición de viudas deben guardar luto de por vida y guardar respeto a los recuerdos del esposo. No se les esta permitido visitar a los hijos, ni a la familia, pues son despreciadas por los mismos; tampoco pueden consumir exquisiteces y alimentos con sazón, carne y algunos vegetales con el fin de extirpar la libido y enterrar la esperanza de ser poseída o poseer algún varón, quienes al verlas vestidas de blanco y su cabeza rapada, se alejan de ellas y las desprecian por considerarlas malditas, muertas en vida y dolientes eternamente menoscabadas.
El devenir de un nutrido numero de viudas de Vrindavan, es el mismo desde el amanecer hasta el ocaso. Las mas afortunadas en recaudar limosnas, viven en grupo en viejas casas que rentan para pasar la noche. Otras, según los ingresos del día, pagan una habitación para guarecerse del frío, y las mas ancianas y menos convincentes solicitando socorro cargan estera durmiendo en corredores en casas cercanas a los templos que abundan en la ciudad de unos sesenta mil habitantes. Desde muy temprano deambulan por las mismas calles en búsqueda de bebidas calientes que ofrecen algunas organizaciones no gubernamentales que subsisten con donaciones de turistas y mochileros europeos que descubrieron este fenómeno social que convirtió a las viudas en invisibles, y, aunque el Estado ha legislado reconociendo los derechos sucesorios, las costumbres, la intimidación, el desalojo, desaapropiación y la exclusión social, prevalecen sobre la ley.
23 de junio día internacional de las viudas
Históricamente fue la mujer botín de guerra, sumado que en algunas culturas son las mas vulneradas en su derechos; vergüenza humana que obligó a la ONU a designar el 23 de junio, desde el 2011, como el día internacional de las viudas, por ser ellas, las victimas de tradiciones culturales abusivas, las empujadas a estados de pobreza e indigencia, las dolientes de las guerras con sevicia para asesinar a los varones, y las potencialmente victimas en términos de derechos humanos.
En India, Bosnia, Herzegovina y Uganda, el anhelo de las organizaciones que protegen a la mujer, sueñan que de sus diccionarios y lenguas, desaparezca el termino “ viudas” por la connotación que en esas culturas tiene ese estado civil que sindica a la mujer-viuda como inútiles y desfavorables, aislándolas y convirtiéndolas en invisibles.
Las viudas bosnias de la guerra
La guerra en Bosnia y Herzegovina dejó siete mil varones bosnios musulmanes masacrados- hermanos, hijos y esposos-, cuyos restos fueron dispersos, y sus viudas, llevan dos décadas buscando y sepultando a pedazos a sus amados esposos. La guerra que duró tres años, en una sola semana, del 11 al 19 de julio de 1995, fueron asesinados los varones de la ciudad de Srebrenica y sus alrededores.
Mirsada Uzunovic y su pequeño hijo, fueron testigos cuando Ekren –el esposo y padre- abandonó despavorido el hogar y corrió por el bosque cercano en donde fue cazado con otros centenares bosnios. Una década después, ella recibió una llamada del centro de identificación forense que le anunciaba que habían encontrado restos de Ekren. Ella no comento a su hijo, tampoco a los vecinos y compañeras del calvario. Su silencio se prolongó por tres meses, tiempo en el cual, poco durmió soñando despierta contemplando los recuerdos gratos de él, y llorando una y otra vez la ausencia definitiva del esposo, cuya muerte produjo que de su boca disminuyeran las palabras y los ojos fuesen manantiales de lágrimas sin consuelo para acallar los gritos de la ignominia.
En un acto publico que se celebra el 11 de cada mes, en la ciudad de Potocari, a unos kilómetros de Srebrinica, Mirsada Uzunovic recibió una parte del cráneo del esposo, en el 2003 que, junto con 600 féretros mas, fueron sepultados, luego que fueron identificados y dado a conocer al mundo la forma como fueron masacrados estos bosnios varones, unos hijos, otros hermanos y los demás, esposos. Cuatro años después, recibió la segunda llamada en la que le anunciaban que habían identificado los huesos de las cadera y el fémur de su esposo; pero esta vez, ella se rehusó a realizarle un segundo funeral, por considerar que aun no había suficiente de Ekrem, un hombre alto, blanco de ojos verdes, fornido y amado por su familia y amigos, cuyos restos junto con centenares mas, terminaron en tumbas masivas, y que los líderes serbios de Bosnia, preocupados que encontraran esas tumbas, ordenaron que se desenterraran los cadáveres y vueltos a enterrar, dispersándolos por toda la campiña; y al hacerlo, destrozaron los cadáveres que, una vez identificados, sus pedazos, los van confiando en la medida que los van encontrando, y dando a los deudos para ser enterrados en un cementerio tendido en una de las laderas de la ciudad que tendrá la marca de la violencia religiosa y étnica de ese país, otrora comunista.
Cuando se celebraron los 20 años de este genocidio masculino había 6241 tumbas listas. En esa efemérides de la vergüenza humana, 136 féretros verdes cubiertos con bandera del mismo color, sagrado para los musulmanes. Uno de ellos estaba identificado con el 59, y en él, los restantes restos de Ekrem Uzunovic.
Fue una cálida mañana, sin nubes y menos frío. Mirsada Uzunovic buscó entre el sin numero de tumbas, la marcada con el nombre de su esposo. Ésta estaba abierta. Y en ella, junto con su hijo depositaron el resto de huesos sumados, la cubrieron, con ayuda de solidarios brazos, con la tierra negra de la ignominia, y cerca al destino final de uno de los espejos de la vergüenza humana, su hijo colocó una silla, y en ella, la viuda se sentó a recibir las condolencias murmuradas de conocidos, extraños y curiosos, cuyo saludo fue interrumpido por el imán que llamó a los presentes a una oración por los caídos, plegaria a la que miles de personas se inclinaron simultáneamente en esa ladera que muestra lo inútil de las guerras.
Las viudas de Uganda, objeto sucesorio
Tumushabe Clare y sus seis hijos fueron testigos de la muerte del esposo y padre por un agudo dolor de cabeza que no fue tratado oportunamente en el hospital del pueblo. Luego del funeral, estando embarazada, fue convocada a una reunión con los miembros importantes del clan del fallecido. Le informaron que los hijos, desde ese momento, ya no le pertenecían, sino a ellos; le ordenaron mantener sus manos alejadas de todas las cosechas sembradas en la parcela familiar, puesto que ya no era suya, y le notificaron, que el hermano mayor de su esposo, 20 años mayor que ella, se mudaría de inmediato a la casa del difunto a tomar posesión, y que la tomaría como la tercera esposa.
El terreno, alrededor de una hectárea que el esposo había heredado del padre, al igual que el café, la yuca y demás cultivos de la parcela, junto con la viuda y sus hijos, por tradición debería pasar a la familia política, pero ella, una mujer sumisa hasta entonces, se atravesó a la costumbre, y en vez de aceptar el despojo, alegó que tenía evidencias que su difunto marido había dejado un testamento que la reconocía como única dueña para seguir cultivando y prodigar la comida para sus seis hijos y la que venía en camino.
Los hermanos del difunto, tercos en mantener la costumbre, delegaron a uno de los menores a hacer el desalojo con una acción violenta en la que la viuda resultó herida, mas no muerta como era la intención de quien le informó que ese día se convertiría en compañía del hermano fallecido, y que éste no vendría en su auxilio. La viuda no se quedó callada y lo denunció en el tribunal cercano.
La agresión física a la viuda sirvió para que se investigara la causa que la originó, y el agresor que la hirió con una panga, recibió su castigo encerrado por un año, mientras la familia política de la viuda se corroe de ira, y el investigador del caso que demostró el intento de robo de la propiedad, logró protección para la viuda y sus hijos, quienes, como el veinte por ciento de los 39 millones de Ugandeses viven en el campo en parcelas pequeñas que siembran para cosechar los alimentos y tener leña para cocinar.
La Constitución del país esta redactada en un ingles florido, y en ella se reconocen los derechos de los herederos, pero la difusión de la misma entre los campesinos, hasta ahora lo vienen haciendo jóvenes ugandeses que lograron estudiar y están vinculados a organizaciones no gubernamentales para la defensa de la mujer que están financiadas con ayudas internacionales.
Las privaciones, la ausencia del esposo en el hogar, el trauma, el aislamiento y la privación financiera que acompañan a las viudas en algunos distritos de India y en Uganda, además del estigma de la mala suerte, las consideran a las viudas, malditas.
La Fundación Loomba que proporciona apoyo internacional a las viudas, calcula que hay actualmente 259 millones de viudas en el mundo, las cuales, no reciben apoyo ni solidaridad, ni reconocimiento como un problema social derivado de las costumbres ancestrales de los clanes que las convierten en un objeto sexual en Uganda, y en India, en una pordiosera muerta en vida, en estas culturas las viudas son personas invisibles para la sociedad.
San Gil, marzo 19 de 2017
NAURO TORRES Q.
LUIS EVELIO GONZALEZ PIEDECUESTA
ResponderEliminar[7:24, 15/7/2020] Luis E. González: Esa es la sociedad machista y discriminadora que hoy se sigue abriendo paso por eso tantos feminicidios donde se ve la mujer como un objeto
Gracias por tan cruentos relatos sobre esos seres que sin ellas nada sería posible un bendecido día
Si. Es cierto: La sociedad es machista, materialista y discrimina. Lo primero, según estudios antropológicos, llegó con los españoles. El materialismo no lo trajo en comunismo, sino el capitalismo. Y la discriminación es el efecto de los dos anteriores.
ResponderEliminarNos corresponde actuar en equidad de genero, primar el ser sobre el tener y ver al hermano como hermano sin distingos...
Buen dia.
GUSTAVO GONZALEZ CUBIDES BOGOTA
ResponderEliminarComo mitología literaria, es hermosa.
Como realismo,
reprochable.
Espero tu comprensión y reparos.
Mi apreciado amigo, buenos días.
ResponderEliminarGracias por percibirme como escritor. Ello me enorgullece.
La crónica es un reflejo de la realidad. Y como tal, estoy de acuerdo con usted: reprochable.
Esta crónica es un reflejo de la realidad que se vive en algunos países como Uganda donde las mujeres viven con el rostro tapado y son explotadas y humillada como cualquier artículo y claro las viudas ocultas sin fin, muy buena publicación de los aconteceres y costumbres de otros países que viven en el atrazo y violan todos los derechos humanos de las mujeres tristemente sin que se pueda hacer algo por esas tradiciones inhumanas que viven, en muy buena la crónica. Que tenga un lindo día y muchos éxitos
ResponderEliminarMi apreciado amigo y compañero.
EliminarSi por aquí nos estremecemos con los femenicidios y violaciones a niñ@s, en Uganda, India y otros países árabes, el desconocimiento o violación a los derechos humanos, son pan diario.
Si, bien esta crónica es sobre un fenómeno en India, la escribí con la intención de develar el maltrato a la mujer, el ser dador de vida.
Agradezco sus buenos deseos. Igual, un lindo dia.
PROFESORA LIGIA ARDILA BUCARAMANGA
ResponderEliminarQue tristeza para esas mujeres
Mi apreciada colega.
ResponderEliminarA la tristeza, se suma el desprecio al ser humano y la dosificación de la mujer en un país que se jacta del mas espiritual del mundo.
Surge, luego de leer la crónica, en esa sociedad no importa el ser, las personas, la vida misma. Porque en una sociedad que desprecia a la mujer, no se puede entender que se crea en la trascendencia humana.
Si bien, la crónica es sobre hechos ocurridos en alguna parte de India, en Colombia, pro las noticias, se confirma el desprecio de algunos padres que abusan de las hijas, de militares que violan a niñas, de varones que asesinan a mujeres a las que ven como un objeto de tenencia. mientras la gran mayoría de colombianos, no nos inmutamos ante estos hechos que divulgados en el exterior.
NEIL ARIZA QUIROGA BOGOTA
ResponderEliminarMi valoración de tu relato va a la admiración por los diferentes niveles evolutivos en los que estamos pasando en la humanidad... Sin juzgar maldad sino procesos... Pues cada uno está en un nivel diferente Por eso me parece genial que podamos compartir como nuestra sociedad ya evolucionó ciertas partes... Y otras no...
Buen dia Neil.
EliminarEntre mejor interactuamos, mas amplia es la visión en el conjunto. Nacimos y crecimos entre procesos. Cada uno hemos participado desde las posibilidades y visiones individuales.
Al mirar los procesos de cambio que ha sufrido el hombre, en sus genes, en sus pensamientos y en las maneras de vérsela con la vida; igual los medios en los que hemos vivido, podríamos reconocer que se ha mejorado en el tener, mas no en el ser.
Claro, Neil, y Ligia Ardila, al comparar la sociedad castas de India con la nuestra, fragmentada e individualista; sin lugar a dudas, igual pienso que nosotros hemos evolucionado en algos, mas no se nota en el comportamiento de numerosos colombianos que cada vez, están mas animalizados.
Se han reconocido derechos a ambos géneros, pero nos hace falta evolucionar hacia el reconocer los derechos del otro, o mejor, de ellas.
Y como escribió usted, muy interesante este compartir. Un abrazo
ALIX SILVA ACOSTA
ResponderEliminarQue triste historia acaso no existen los derechos humanos .
Se obliga a la mujer a llevar un dolor una vergüenza eterna por tradiciones inútiles.
Que indignaste sociedad!
En una sociedad de castas, los derechos humanos no se reconocen. Pues pesan mas la tradición y el desprecio por el otro, mas por la mujer.
ResponderEliminarHice esta crónica porque en el país, algunos militares y otros energúmenos varones están haciendo igual con niñas y mujeres con la violación y el feminicidio.
PROFESORA LORENA DIAZ SAN GIL
ResponderEliminarNauro: que historia tan interesante....no sabía cómo les tocaba a las viudas en la India...te debiste documentar bastante...
Por qué escribiste sobre eso??
Pedro A. Mateus M.
ResponderEliminarDesde la India hasta Bosnia y el África misteriosa, parece que la suerte de la mujer no es de envidiar...máxime cuando ha perdido a su cónyuge y se convierte en viuda...pero es que la suerte de la mujer en el planeta tierra, no ha sido nada distinto al desconocimiento de su dignidad...
Desde el mito fundacional de Adán y Eva el asunto está por resolver...mientras no habían comido el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, la armonía entre la pareja y la naturaleza era casi perfecta...perdido este privilegio la hembra humana fue condenada a parir los hijos con dolor y el varón a sufrir con el trabajo para sostener la familia esa ha sido la ley del macho dominante y la hembra sumisa
Fue entonces cuando la prostitución libero a la mujer de la obligación de tener sexo sin concebir y al hombre de gozarsela sin ninguna responsabilidad...
La mujer es para solas de guerrero ...dijo Nietzsche...está visto que toda la modernidad con sus movimientos feministas y de ideología de género lo que ha hecho es exasperar el machismo muy patente en el abuso y maltrato diario del hombre contra la mujer...y no parece haber solución a la vista...
La mujer será por mucho tiempo la esposa sumisa y la meretriz para gozar...un poco crudo pero no hay de otra...
Cordial saludo profe..
Cordial saludo. Su comentario me instó a revisar algunas premisas básicas:
ResponderEliminar1. Si nos referimos a la humanidad, esta es la suma de los dos géneros, pero el macho se apropió entonces para convertirse en totalidad. El mito fundacional de Adan y Eva, por formar parte del Génesis, por ser una religión matriarcal, relegó desde los comienzos a la mujer, incluso la persignó con generadora del pecado trayendo las consecuencias reconocidas por la historia.
2. Al revisar la historia de la filosofía, los griegos, igual no reconocieron el que la mujer fuese sujeta de ideas, y los racionalistas, igual, la omitieron. Pero antes y luego hubo mujeres filosofas, no reconocidas ni distinguidas aun.
3. Difiero del origen de la prostitución. Fue el varón quien las empujó a ese estado? o fue por iniciativa femenina?. Creo lo primero.
4. Los judíos ortodoxos consideran a la familia y a la mujer como procreadora de vida; por eso conciben tantos hijos como alimentan. Pero quienes no profesan una religión se reproducen como conejos y abandonan a los hijos en la pradera.
5. Sin embargo, desde mediados del siglo pasado, le ha tocado a la mujer guerrearse un par de derechos: el de la igualdad y el de la equidad. Hoy luchan por el reconocimiento por la diferencias. Como gestoras de vida, pienso que tienen todo el derecho.
6. Si bien es cierto, no todos los varones son machistas ni patriarcales, tampoco es del todo verdad que la mujer siga condenada a ser la meretriz, la sumisa o objeto de gozo. Son cada vez mas el numero de mujeres que luchan porque se les reconozcan los mismos derechos que los varones, pues de lo contrario, seria aceptar que los derechos son exclusivos del varón, y el panorama será mas oscuro e incierto.
7. Finalmente, don Pedro, esta crónica, si bien es cruda y que nos nos conduele por ser en otra cultura y otro continente, es repudiable la violación en grupo a niñas indígenas y los feminicidios, pues estamos en un proceso evolutivo en el pensamiento para que los derechos sean iguales para todos.
JOHANNA DIAZ ROZO
ResponderEliminarExcelente crónica, una realidad muy triste sobre un tipo de maltrato hacia la mujer, justificado en las creencias culturales y religiosas
Hermes Miguel Garcia Ruiz
ResponderEliminarMonstruoso,cruel y muy triste que todavía haya un trato tan indigno para el ser que da vida,pues si bien el hombre pone el esperma es en el vientre de la mujer que se forma una criatura.
Creo que de todos los seres el más sublime es la mujer,pero desde su origen es discriminada y si en La India y países asiáticos el maltrato es inhumano no lo deja de ser en todo el universo.
La violencia contra la mujer está en lo económico,laboral,físico, sexual y de todo tipo vigente pese a movimientos sociales en defensa de sus derechos los gobiernos no están cooperando mucho.
La clave para la igualdad y la equidad es la educación.
Gracias por tocar temas tan importantes y sensibles.
Los conceptos de don Pedro y suyo son muy acertados y ayudan a comprender mostrar una realidad.
Nuevamente gracias.
Hermes Miguel Garcia Ruiz
ResponderEliminarMonstruoso,cruel y muy triste que todavía haya un trato tan indigno para el ser que da vida,pues si bien el hombre pone el esperma es en el vientre de la mujer que se forma una criatura.
Creo que de todos los seres el más sublime es la mujer,pero desde su origen es discriminada y si en La India y países asiáticos el maltrato es inhumano no lo deja de ser en todo el universo.
La violencia contra la mujer está en lo económico,laboral,físico, sexual y de todo tipo vigente pese a movimientos sociales en defensa de sus derechos los gobiernos no están cooperando mucho.
La clave para la igualdad y la equidad es la educación.
Gracias por tocar temas tan importantes y sensibles.
Los conceptos de don Pedro y suyo son muy acertados y ayudan a comprender mostrar una realidad.
Nuevamente gracias.
Buen día Hermes:
EliminarReconforta confirmar que otra de mis cronicas, provoca una reflexión del talante como la recién escrita.
La educación, justa, equilibrada, inspiradora, transformadora, formadora, tiene una fuente primaria que es la familia. El colegio y la universidad colocan otras cimientes, siempre y cuando sean basadas en la rectitud, la honestidad, la responsabilidad y el respeto a lo ajeno.
Hermes, ya notó que, si bien ya no ejercemos junto con Pedro Mateus, ahora escribimos por gusto, pero pensando que aun tenemos la obligación moral de sembrar semillas de equidad, justicia sin desconocer la ética de la alteridad, que no es otra cosa que ponerse las sandalias del otro.
Es increíble que las tradiciones en estos países en la mayoría de los casos se salten las leyes y al final siempre pierden las mujeres y sus hijos que son arrebatados.
ResponderEliminarLastimosamente el machismo aún sigue siendo la causa de muchos feminicídios en Colombia y el resto del mundo.
La mujer, el ser dador de vida. Si ellas, el varón no existiría, no lo sería y no tendría horizontes.
EliminarEn la leyenda de la creación, con una explicación simplona, se le sindica de inducir al varón al pecado y generar el castigo al ser arrojados del paraíso. Pero al dar otra interpretación, fue la mujer quien provocó la evolución y el cambio, como efectivamente lo fue.
En al cultura griega, la mujer era madre de las virtudes. Era la diosa. Era quien formaba a la familia y oasis de belleza.
En la cultura judia, es la mujer sumisa dedicada a procrear, pero respetada desde el ron que tuviese, ya esposa, esclava o concubina.
En la cultura guane y muis ca la mujer era el eje, no solo del estado, sino del comercio, la familia y la sociedad. Por eso se le comparaba a los tallos de junco que recogen el agua en invierno y la dosifican en verano.
En Asia, en algunos países, aun se les desconocen los derechos fundamentales a la mujer, pero la sociedad viene mejorando.
Sin embargo, es el varón quien necesita cambiar de actitud y percepción con la mujer, y son las mujeres, en un todo, quienes no deben patrocinar en machismo generandolo y consintiendolo en casa.