Un siglo cumpliría el viejo en el 2.024, según la cedula. Pero el registro civil, reza que nació en 1.928. En su bien vivida vida, amo a cuatro mujeres, y por ellas hizo imposibles por complacerlas y tenerlas cerca. Así fuese, solo en el corazón.
Del padre recuerda que lo quiso como a un pichón de colibrí. Que lo cargaba a tute para verle sonreír. Pero el viejo perdió a su padre al cumplir 4 años, criándose sin guía paternal al cuidado de María de Jesús, y la tía Ana Rosa. El hermano, Roberto fue su lazarillo, y él, el lazarillo de su hermana Carmen Rosa.
Amó a
su madre, María de Jesús, que le acompañó en sus últimos años desde cuando
tenía 27 años. Y la acompañó en su buen morir cumpliendo su voluntad.
El
viejo se había casado al cumplir 24 años. A esa misma edad murió su segundo
amor: Carmen Rosa; la hermana menor.
Una
boyacense de rostro de luna y moños de muñeca le parceló el corazón,
convirtiéndose en su eterno amor, siendo ella, su tercer amor con la que
convivió 60 años. Con ella, compartió las alegrías, tristezas y dolores, la felicidad
y el llanto que acompañan al ser humano en su peregrinar mundano. Siempre
anheló morir mirando la luna mientras la esposa lo acariciaba con los moños de
toda una vida de matrimonio. Pero la boyaca prefirió partir al nido del
amor que construyeron a empollar los recuerdos que ahora, cada noche y cada
día, le acompañan mientras ve pasar el tiempo en la misma silla donde el viejo
descansaba luego de los azarosos días del trabajo en la finca, intentando
borrar la amargura de dejarlo morir sin su compañía.
Su cuarto amor surgió desde el momento que con la esposa decidieron interpretar el cambio de luna para gestar a una niña y completar la tripleta de críos.
El
viejo nunca imaginó que ese cuarto amor escrito con su propia sangre le iba a
prodigar el amor que todo padre anhela de una hija.
El viejo veía en ella la estampa de la estatura de María de Jesús, la sonrisa de la hermana Carmen Rosa y los cuidados que una esposa prodiga con un buen esposo.
Ese
cuarto amor, sumó los otros tres.
Le bautizaron con el nombre de quienes son originarios de Lidia, en Asia central. El viejo se refería a su hija amada como la linda, la increíble, la determinada, la inteligente y la amorosa, dando significado a la primera letra del primer nombre. Para que fuese más agradable al oído. Con un segundo nombre la registraron: Tula que significa fiel defensora con la velocidad y la fuerza de una lanza.
Tula Lidia, fue su cuarto amor. Y fue ese cuarto amor quien lo acompañó en el lecho de muerte. Así como sus manos grandes y callosas la alzaron cuando la recibió de las manos de mamá Veroca, fueron las manos de Lidia las que sintieron como la piel del viejo se derretía en ellas mientras contemplaba atónita los suspiros del viejo que se unían a los de María de Jesús, Carmen Rosa, Miguel, Jesús, Lucila; Roberto, Aurora, Marcos y Fidel, su suegro y cuñado, Margarita, Gloria; sus nueras.
Y desde que el viejo se fue, ella cada madrugada remplazó el tinto que con amor, antes del amanecer, el viejo preparaba mientras se duchaba con fría gua que brotaba más arriba del nido que los viejos habían construido para sus polluelos, con una llamada y una bendición a la vieja Custodia que, al igual, hora se levanta a preparar su café y tomárselo en el mismo sillón de siempre con el aroma del viejo que le sigue amando desde la eternidad.
Sin
premura, sin afán, la vieja que vive las malezas de la vejez solo espera que
las gallinas la rodeen para darles el maíz y luego recoger sus pasos en los
espacios del nido que a ningún polluelo le interesa tener a la espera que sus
suspiros los recoja la luna y los fusione a los del viejo y sus ancestros en el
cielo azul que la cubre desde el amanecer.
San
Gil, abril 28 de 2.020
NAURO
TORRES Q.
Graciela Rodríguez Piñeres
ResponderEliminarCómo siempre muy bueno ése relato dónde deja ver los amores del viejo, así hay ya hay muy pocos en la actualidad,pues los amores no duran por muchos aspectos
Mi apreciada colega sangileña, cordial saludo.
EliminarCon una lectora como usted, se justifica escribir y compartir.
En esta sociedad hedonista, utilitarista, egoísta y machista, las relaciones estables de pareja forman parte del pasado; sin embrago, usted y yo sabemos del impacto que hay en la vida de los niños cuando el macho los priva del afecto del varón.
Su comentario justifica la intención del presente relato
Agradezco su compañía, siempre en el blog.
Carmenza Poveda Bogotá
ResponderEliminarHermoso❤️......tu relato.....ya lo había leído y estoy de acuerdo contigo hay que agradecer por lo bueno y por lo no tan bueno....todo tiene un porque y un para que y nos trae una enseñanza.....una feliz tarde....un gran abrazo.
Si el ser humano es agradecido, cada amanecer trae un nuevo dia, y éste es un milagro que hay que vivir como si fuese el ultimo.
EliminarSi somos agradecidos con nuestros padres, los hijos, lo serán. Si Dios bendice el hogar, somos bendecidos.
Tu lectura asidua a mis creaciones, animan, reconfortan y empujan a seguir escribiendo y compartiendo.
Acojo tus abrazos con el sabor de la catedral de sal de zipaquirá
ESPERANZA RUEDA
ResponderEliminarEstá hermosa tu historia de los amores. Y eres un ser maravilloso empezando porque eres hijo de Dios.
PROFE LINA PEÑUELA
ResponderEliminarMuy bonita y entretenida la historia de vida
LICENCIADA MARTHA GAMEZ
ResponderEliminarMi apreciado licenciado, buenas tardes! Que grato estar entre el listado de personas que pueden disfrutar de sus historias. 🤗 Felicitaciones!
JORGE MONTES BOGOTA
ResponderEliminarLindos recuerdos me trae su especial padre compartí ratos con el en esta bella vida amigo suerte todos🙏🙏👍👍
profesor JOSE MANUEL SUAREZ BUCARAMANGA
ResponderEliminarRecuerdos inolvidables de su tierra natal la que conocí y viví por más de seis años al lado de esa maravillosa gente amable,cariñosa, y servicial;compartí muchas vivencias de mi juventud y hoy recuerdo cómo si fuese ayer.. NAURO. Siempre he pensado que detrás de una palabra hay un excelente Escritor y Poeta,ese eres tú.Dios te de mucha sabiduría para seguirnos deleitando con tus hermosos relatos...
ResponderEliminarMe encantó mucho su cuento; se siente el recuerdo y esa clase de amor que ya casi nadie practica. Le manda un saludo Ariel Dom Trus, escritor, pintor y músico aficionado peruano desde Chorrillos, Lima-Perú. 😃
YILDER SUAREZ
ResponderEliminarCuando conocí en el Luis Camacho a Nauro Torres , de esto hace ya varios años, tuve la sensación de estar frente a un adolescente envejecido, como un viejo violín que para resistirse al paso del tiempo dejaba escapar unas cuantas notas que se escuchaban tristes y solitarias.
Nauro siempre me dio la sensación de ser uno de esos hombres que van por el mundo cargando a cuestas todas las nostalgias del mundo, muy a pesar de su edad, muy a pesar de ser uno de los tipos mas nobles y maravillosos que he conocido en toda mi vida.
Hoy Nauro ya es un adulto que aún conserva en el rostro esa tristeza que suelen cargar aquellos que llevan antorchas en su corazón y yo me siento orgulloso de saberme su amigo, desde ese primer día en que cruzamos miradas cómplices contra el mundo, contra la propia vida, desde ese primer instante que supe, por alguno de esos caprichos del destino y el tiempo, que aquel viejo de mirada tardía vendría a convertirse en un amigo, al que iba a querer por el tiempo que me quede en este mundo, que espero sea mucho mas tiempo del que he pretendido vivir, porque vale la pena vivir cuando en tu camino se cruzan seres tan hermosos y talentosos como lo es Nauro Torres
PROFESORA GEORGINA BARRAGAN
ResponderEliminarQue hermoso relato amores de antaño que poco se dan, en nada se parecen a los de ahora, efímeros amores, que de amor no tienen nada. Felicidades. Grato me es leer tus escritos, recuerdo a mis suegros historia parecida..
Bendiciones. Abrazos......
Ana Susana Marin Rodriguez
ResponderEliminarQue bonito relato pero sobre todo hermosa historia de vida, amor y agradecimiento de quien escribe los buenos recuerdos familiares, un saludo para doña Custodia y que el Señor la proteja y los siga acompañando por mucho tiempo.
Mi muy apreciada Susana, buenas tardes.
EliminarAgradezco su amistad, su amistad, su aprecio a mi familia, y ahora su tiempo por leerme. Si. Somos agradecidos con nuestros padres, damos ejemplo a los hijos.
Hola Nauro de mi alma!...Hermosa historia de esos cuatro amores!...De seguro fueron más!Sin embargo es algo tan exclusivo eso de amar que muy pocas veces lo experimentamos debido a la costumbre de poco reflexionar sobre ello!; amar es entregarse olvidandose de si buscando lo que al otro pueda hacer feliz!...eran amores construidos en la exclusividad que tiene el corazón...
ResponderEliminarExcelente tu relato de amor y paternalismo Nauro, tus letras educativas celebran vida y obra de Boyacenses que con su capacidad y tesón, lograron destacarse en diferentes aspectos de la vida en los que escritores y poetas como tú, se han inspirado, para contar sus historias de cómo emergen hijos con padres que no fueron formados para serlo, pero que su amor de pareja les genero la confianza y destreza, para ser los mejores padres y referirse a sus retoños, como lo describe tus bellas letras con amor espontaneo y natural reflejado en el espejo del ser.
EliminarCon los años amiga Mariela, se comprende que se aprende a ser hijo, cuando se es padre. Con los años se comprende que el amor es mas allá de la atracción física. Con los años, se aprende a valorar al otro desde lo mas insignificante. Con los años, la sabiduría facilita interpretar hasta la caricia de una hormiga.
EliminarQuienes convertimos la palabra, en una herramienta para contar, para cantar, para exclamar, estamos convocados a humanizar al otro con nuestras composiciones. Y bajo esta premisa, he encontrado similares en ti y Luis Martinez, incluso, Helena. Nuestras composiciones son menos yeístas, menos banales, menos lujuriosas.
En este relato, intenté mostrar a mi madre en su humanidad. Mostrar ese ser que ahora lo recuerdan tantos, por su sencillez y verraquera a la vez. Pero a la vez, es un reto para quienes hoy, ven a los padres como proveedores, mas no como educadores, asi no hubiesen ido a la escuela.
Tienes razón. Sembremos, celebremos vida.
Hola alma gemela, Cordial saludo. Por alguna razón, no he logrado contestar su comentario. Comparto su visión sobre el amor. Sobre los amores, reconocidos, o no. Muchos hablan de las querencias disfrazándolas de amor; pero lo es como lo interpretamos los dos.
EliminarGrato leerle. Confirmar que lees mis textos y escuchas mis poemas. Estaré atentos a cada comentario, alma gemela no identificada...totalmente
Gracias por relatar un poco de la vida del tío Agustín, y conocerlo un poco más, es regocijarte recordarlo y siempre permanezca en nuestros recuerdos ya que hacen parte de nuestra vida, abrazos
ResponderEliminarSoy un narrador de historias, y las historias, como ésta que comentas, es un pedazo de vida de un ser que nació y vivió siendo luz y amor.
Eliminar13 años ya suman de su partida, y con los años, somos parte de olvido. Inevitable estado que no podremos evitar; pero si lo plasmamos en letras de molde, prevalecerán para la historia familiar y veredal.
Somos los mayores de descendientes de los Torres Quintero y Camacho Quintero, y como tales, hemos sido testigos de la partida de nuestros abuelos y tíos, incluso, primos. En ese lapso, solo los queda agradecer por lo aprendido de ellos.
Con los años, los recuerdos brotan con frecuencia, y al evocarlos, notamos que somos retazos de retazos de historias, muchas sin contar.
Gracias prima bella por tus afectos y por tu oportuno comentario en el aniversario de la muerte de mi padre 2.011-2024