(agosto 27 de 1.938- mayo 3 de
2.021)
Habían
transcurrido 33 días de la tragedia aérea en Usaquén que dejó 63 muertos y 164
heridos, la primera en cantidad de víctimas en América Latina: Desde entonces
se le recuerda como la tragedia de Santa Ana ocurrida en una revista aérea
frente al presidente de ese entonces, Alfonso López Pumarejo y centenares de
invitados a la celebración de los 155 años del nacimiento de Simón Bolívar y
400 años de la supuesta fundación de Bogotá por un español.
En el ocaso del 27 de agosto de 1.938, en un rancho de bareque y teja de zinc y paja, la abuela Isabel, traía al mundo al quinto hijo, esta vez, la tercera mujer de la manada de los Quintero Sánchez.
Luego fue bautizada en Sutatenza como Ana
Rosa. Ella mostró desde su niñez atracción por los misterios de la vida, la
contemplación, las escuelas radiofónicas y la Acción Cultural Popular,
organización no gubernamental del padre Sabogal con sede en la población de
Boyacá donde ella nació.
Isabel Sanchez y Aurieliano Quintero
Aurelio
Quintero Velásquez (https://naurotorres.blogspot.com/2015/02/aureliano-el-criollo.html)
e Isabel Sánchez (https://naurotorres.blogspot.com/2015/01/hay-una-mujer-al-principio-de-todas-las.html)
conformaron una familia, hoy numerosa; en ese
entonces, milagroso levantar a los hijos en una parcela menor a dos hectáreas dedicadas
a los cultivos de tierra fría que generaba excedentes para intercambiar con
productos en una de las tiendas del pueblo.
Los
siete Quintero Sánchez, nacieron con diferencias de dos y cinco años.
Félix, el mayor, nació el 3 de febrero
de 1.926. Estuvo pendiente de los padres hasta el final de los dias y desde
1.954, al morir Aureliano, continuó cultivando la tierra hasta el 2.006. El mayor de los Quintero es un artista empírico; musico, tallador y pintor. Una sola mujer le parceló el corazón; Helena Quintero. Con ella engendraron 11 hijos: Nestor Julio, Clara Isabel, la gemela; José Orlando, Lucila, Carlos Alberto, Yanteh Pilar, y Sara Alicia. Murieron a temprana edad: Carmencita, Hernando y la otra gemela.
La familia de Felix Quintero junto con la religiosa.
José Fidel, nació el 26 de abril de 1.928.
Fallece el 23 de noviembre de 1.993. Desde muy joven prestó el servicio militar
e hizo carrera en la Policía Nacional hasta alcanzar el grado de sargento. Fue flechado por una llanera: Mariela Castillón Jiménez, quien murió el 30 de marzo de 2.011 y estaría cumpliendo 73 años. Gestaron tres hijos: Ninfa Isabel, la antropóloga; Deyanira, que gusta que le reconozcan como Nina, y José Iván.
Hermana Ana Rosa con su hermano José Fidel.
La familia Quintero castillón junto con la religiosa
María
Custodia, nació el
28 de octubre de 1.93: se independizó siendo una niña y ya adolescente
emprendió un negocio de comidas hasta que fue conquistada por un santandereano
que la convirtió en su novia eterna hasta el 2.011 que el viejo Miguel Agustín
la dejó en su Esperanza, una tienda veredal a la vera de lo que fue el camino indígena
de la miel y de la sal de la etnia muisca, en dominios de los jarantivaes. De
la unión entre una boyacense y un santandereano, brotaron: Jose Nauro Waldo, Efrén
Agoberto, Tula Lidia y Nubia Esperanza. Los dos primeros maestros y ellas, amas de casa.
María Precelia, nació el 18 de agosto de 1.934. Se desposó con un paisa amante de la guitarra y la música del despecho. Francisco de Jesús Ospina Agudelo, quien murió el 11 de marzo de 2.005 en la soledad de todo artista, fue padre de cuatro hijas, una de ellas, con nombre de amanecer y de lluvia que impregna a las plantas en la aurora, heredó el talento del paisa; es una actriz del teatro social, vinculada al grupo “teatral itinerante El Sol”: Alba Rocío Ospina Quintero. La antecedió Orlando y Dora; luego Martha y Esperanza.
Registro histórico en Chiquinquirá cuando Ana Rosa vistió los hábitos religiosos por primera vez.
Registro fotográfico cuando Ana Rosa profesó como religiosa e hizo los votos perpetuos.
Ana
Delia, nació el 30 de septiembre de 1.942. Es la cuba entre las damas. Se casó muy joven con Luis
Camacho, un bonachón dedicado al transporte de carga. De esa unión nacieron
Aida Y Luis. Con los años brotaron las incompatibilidades propias de la
diferencia de edades. Ella logró estudiar y laboró en el Banco Popular en donde
se pensionó. De su segunda unión con Orlando
Arguello nació Anny Arguello, joven
emprendedora.
Precelia, Ana Rosa y Ana Delia y varias sobrinas.
Armando Gordillo junto a la religiosa en las bodas de oro
Con los sobrinos: Angy Arguello y John Armando Gordillo.
Marco Aurelio, (https://naurotorres.blogspot.com/2017/02/marco-aurelio-el-persistente.html) Nace el 18 de febrero de 1.947. Por ser la cuba debió cuidar a Isabel junto con el hijo mayor, Félix. Su historia es digna de conocerse. Actualmente vive el pueblito donde nació y compartió los últimos años con su amada esposa, Ana Silvia Castro, quien nació el y murió el 11 de marzo de 2019. De esta amorosa unión florecieron: Mauro Alejandro, Linda Carolina y Marco Andrés.
De La chacra al
convento
Casa donde nacieron los Quintero, vereda Páramo, Sutatenza, Boyacá.
Ana
Rosa tenía 14 años cuando perdió a Aureliano Quintero Velásquez, el padre, el 6
de diciembre de 1.954. Pero en el campo se asumen responsabilidades desde que
se aprende a caminar. Fue la tutora de sus dos hermanos siguientes: Ana Delia y
Marco Aurelio, responsabilidad que abandonó al ingresar a los 22 años como
aspirante en la Congregación Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth,
comunidad religiosa de origen boyacense.
En
mayo de 1.962 en ceremonia en Chiquinquirá, profesó como religiosa. Le
acompañaron en el compromiso la abuela Isabel, el Tío Antonio Sánchez, sus
hermanas: María Custodia, Ana Delia, Ana Precelia y Marco Aurelio. El cuñado
Miguel Agustín Torres Torres y su primer sobrino; Jose Nauro Waldo Torres
Quintero. El 2 de febrero de 1.972, ante su congregación y en la casa principal
en Chía, Ana Rosa hizo votos perpetuos, acto de reconocimiento de una entrega a
Dios en el calvario, la cruz, en la comunión hasta la resurrección.
Su
vida como religiosa floreció en Seminarios, conventos y casas religiosas en
Colombia y España. El 2 de julio de 1.989 su congregación le celebró las bodas
de plata; y el 2 de julio de 2.014, las bodas de oro al servicio de los mandatos
de Jesús de Nazareth.
El altar, lugar de oración de la hermana Ana Rosa Quintero en Tunja.
Religiosas integrantes de la casa de la comunidad en Tunja.
Religiosas de la casa de la comunidad en Tunja.
La
Hermana Juana de Santo Domingo, nombre que tomó al profesar, es apreciada en su
congregación y recordada por contemporáneas consagradas, como una religiosa
piadosa, prudente, servicial, espiritual y muy creyente de los designios de
Dios. Por su vida contemplativa y por sobrevivir a un aneurisma hace un
decenio, es reconocida como una religiosa santa que hoy 3 de mayo de 2.021 a los
10,55 minutos Resucitó al lado de su amado Jesús.
Fue el vínculo familiar en
remplazo de Isabel.
La
tía Ana Rosa es recordada entre sus hermanos y sobrinos como la que más visitó
a las familias de los Quintero Sánchez y que tuvo presente en sus oraciones las
intenciones de la extensa familia dispersa en Boyacá, Cundinamarca, Bogotá,
Meta y Santander. Fue fuente de amor, comprensión y fraternidad. Se le recuerda
como la Quintero mediadora con la Virgen y con Dios.
Estimado Nauro Waldo gracias por recopilar información tan valiosa en la vida de esta bella familia, "los Quintero Sánchez y su desendencia", doy gracias a mi Padre Eterno por formar parte de personas tan llenas de principios y valores la honestidad y el amor al trabajo son su bandera. Gracias primo por recordar de manera tan sutil y llena de detalles el paso por esta tierra de la tía Rosita como yo le decía con cariño y gran aprecio en verdad su paso y su trssegar por la vida esta lleno de santidad y temor, temblor u amor a nuestro Creador, Dios le tenga en su santa gloria, descanse en Paz tía Rosita, a todos familiares y amigos les envío unsincero abrazo de condolencias también una voz de animo y la invitación a continuar viviendo y sirviendo en paz y armonía. Saludos Armando Gordillo y familia
ResponderEliminarApreciado Armando, Marcela y demás primos, cordial saludo:
EliminarMirando en el espejo del pasado y en el cielo del presente, he inserto en él, comparto tu percepción: integramos una familia cuyo origen campesino en la vereda Páramo, nos ha dejado un dechado de valores que los reflejamos en nuestro diario devenir.
Con alegría, agradezco a Dios por la vida de nuestra tía Rosita como le llamamos todos porque nos enseñó con el ejemplo, con la oración, con la persistencia, con la tolerancia, con la fe.
Hoy, cuando ya tenemos que aceptar que nos guiará desde el cielo, cada familia deberá hacer un ejercicio de siembra y abono de nuestro cuadro axiológico para ser coherente con los abuelos que en su sencillez, y en su pobreza, non enseñaron a amar, a ser honesto y responsables.
Acojo con amor los abrazos, primos y apreciado Armando.
Gracias Primo, por llevarnos de generación en generación, a través de tu relato , las fotos están increíbles 🙏
ResponderEliminarMi apreciada prima, también gracias a ti, por tus aportes gráficos, por su amor a la familia, por tu testimonio de vida, por estar atenta a la salud de nuestra día la monjita, por ser el reflejo del amor que me brindó mi bella tía Anita, por encarnar la belleza de las Quintero.
EliminarSolo quise dejar para la historia de las generaciones futuras, la memoria de nuestros abuelos y padres.
A la vez, rendí homenaje a nuestra santa tía a quien aprecio porque me tuvo entre sus afectos y me acogió en las casas religiosas por donde estuvo al servicio de los demás.
Igual deseo con esta crónica, recordar que somos pasajero, y mientras respiremos, lo hagamos recordando y estrechando los lazos de afecto, familiares.
Un abrazo desde la ecoposada la margarita
Me siento orgullosa de pertenecer a esta bella familia 🌱🙇🏻♀️😢
ResponderEliminarAdhiero a los sentimientos que expresas.
EliminarSi, bien, la distancia nos separa, el luto nos une, los valores nos identifican, provenimos de una familia humilde pero con un manantial de valores que nosotros, los mayores hemos venido endilgando con el ejemplo.
Agradezco a Dios por la vida de la tía Rosita, ella, en su sencillez, en su santidad nos enseño con el ejemplo, incluso para tener un buen morir.
Prima bella, también orgulloso de ser Quintero.
Gracias Nauro, un bello relato, en honor a una persona muy especial, cuyos pasos aun permanece en nuestra casa, sus enseñanzas, sus consejos y su vida trascenderá en todos los que tuvimos la dicha de compartir su vida. Gracias por los recuerdos aquí plasmados una muy completa biografía de quien ha dejado en cada una de nuestras vidas, enseñanza de amor, fe y esperanza.
ResponderEliminarMaria teresa
La vida es una suma de detalles. Y los detalles hacen amena la vida.
EliminarEn el caso, la tía Rosita, fu en la familia, una flor que nos irrigó con su santidad, con su sencillez, con su amor, con su fe, y con sus detalles: un rosario, un relicario, una estampa. En cada una de sus visitas, su blanco habito inspiraba trascendencia.
DE NINFA ISABEL QUINTERO DESDE VILLAVICENCIO
ResponderEliminarSe ha marchado la Tía Rosita, que triste perdida para la familia…tenia esa suavidad en el hablar, con un dejo boyacense que jamás perdió. En cada encuentro, siempre con una sonrisa tímida y afable, mientras con cuidado buscaba en su bolsillo un denario, una estampa, una medalla o un rosario, que obsequiaba al verte, con la firme promesa de la bendición de Dios en sus oraciones.
En mi mente están como una impronta, los recuerdos de nuestro compartir en esta vida… como ese marzo de 1982, cuando en Sutatenza para el entierro de la abuela Isabel se reunió la familia, y allí la vi, con una cerveza en mano, departiendo con sus hermanos, y ante mi casi infantil sorpresa, dijo “unita para la sed” y sonrió.
O cuando en sus permisos del convento, venia a villavo, siempre con su hábito, aun en este calor, con toda la naturalidad entraba en la cocina y preparaba las comidas, que buena sazón tenía la tía, lastimosamente solo recuerdo una receta de papas en chupe. En otra oportunidad la vi jugar con mis sobrinos, quitándose y poniéndose un casco de moto, a carcajadas.
Recuerdo sus cartas y postales, las que me enviaba desde España o desde Sabaneta, siempre con los mejores deseos y llenas de estampitas, o la vez que la visitamos en Tunja y me regalo un piecito de una matica de la que me enamore, para que la sembrará en mi jardín. En sus llamadas siempre preguntando por mis hermanos, sobrinos y cuñado, como están? Todo Bien? Siempre enviando bendiciones. Solo tengo hermosos recuerdos del cariño que me profeso y así por siempre la recordaré. Buen viaje tía Rosita, Saludes a mi papi. Descansa en Paz.
Apreciada Ninfa, cordial saludo.
EliminarGracias por compartir tus recuerdos. Recuerdos que también prevalecen en varios sobrinos. Asi como la abuela a donde iba se presentaba con un presente, la tia Rosita siempre llevaba un su bolso o en sus bolsillos, un detalle cada miembro de la familia.
Prima, te felicito al guardar uno de los sobres de tantas misivas que nos escribía cuando estaba en España.
Excelente gracias por recopilar información tan valiosa
ResponderEliminarCordial saludo, prima del alma. Gracias a ti por leer y compartir esta crónica con mi prima Anita Sanchez.
EliminarTe invito a que tu hijo lea esta historia. él, debe saber de sus ancestros, en particular, del tio Antonio que aparece en una de las fotografias
DE CLARA QUINTERO QUINTERO, BOGOTA
ResponderEliminarGracias primo por dedicar tiempo para escribir y compartir la historia de nuestra familia y con éstos recuerdos tratar de apaciguar el dolor que nos embarga por la partida de la querida tía Rosita.
Valió la pena el esfuerzo de debió hacer para conseguir tanta información ya que está muy completa fue hermoso ver fotos de familiares que ya no están con nosotros.
Nuevamente Gracias.
Con los años, prima, los recuerdos son un paliativo para la tristeza, para el dolor, incluso para la soledad.
Eliminarescribo por gusto, por placer. Y en el caso, por rendir un homenaje a quien partió. Para construir la memoria de la familia Quintero. Para entablar un contacto con los primos, cada vez, mas distantes por las múltiples ocupaciones de cada quien.
Los mayores si tuvieron tiempo para estrechar los lazos de familia.
Cordial saludo
Es una linda historia en honor a la tía Rosita, gracias por que a través de ella los más jóvenes conocemos un poco más su historia y pasó x este mundo. Las fotos nos ayudan a trasladarnos a su mundo y épocas. Nuestro más sentido pésame por su partida. ❣️❣️❣️
ResponderEliminarGracias hijo. Gracias.
EliminarIntento con mis escritos, y en este caso, dejar memoria familiar.
Fue la ocasión de la muerte de mi admirada tía, la oportunidad para hacer un relato sobre los Quintero, no tanto para mi, sino para los descendientes.
Cuando miramos al pasado, y en particular a nuestros ancestros, encontramos explicación a los porqué somos así.
Razón le asiste. Es otra de mis historias con mas fotografías incluidas. Gracias a los aportes de los primos: Aida, Ninfa, Sara, Marcos, Clara; y mi hermana, Lidia.
es verdad, los registros fotográficos, nos trasladan a épocas anteriores, y en ellas, encontramos parte de nosotros mismos.
Gracias por deja el comentario.
Ave María
ResponderEliminarSeñor
NAURO WALDO TORRES QUINTERO.
Nos complace que la Pascua de la Hna. Ana Rosa, haya motivado en Usted una página de su Blog «Historias sin contar» de la Familia Quintero Sánchez, en la que hace gala de su valor de escritor. Con verdad histórica ha dibujado el paisaje geográfico, histórico y social, situando a la Hermana en su contexto familiar y resaltando los rasgos de su personalidad y sus valores religiosos.
El mayor elogio es que toda la familia se ha sentido identificada y la han complementado con el eco de sus agradecimientos y sus recuerdos que es una delicia releer. Así queda confirmado el retrato que tenemos de nuestra muy querida Hermana. Las fotografías han complementado y nos han aproximado más y ustedes, por su parte, la han visto rodeada del cariño de nosotras sus Hermanas.
Sírvase través de su Blog, hacer llegar nuestra sentida condolencia a la Familia, condolencia embalsamada con la esperanza de que “la tía Rosita”, goza del Señor y en la comunicación de los santos, ella está ahora sin impedimento más cerca a cada uno de ustedes. Como lo han expresado ella continuará estimulando su fe, su amor y orgullo familiar.
Para los jóvenes una palabra: como pueden ver en el ejemplo de la tía, su entrega a Dios, no la separó de la familia sino que la unió más, aunque de otras maneras. No la rebajó en su realización humana, sino que la llevó a su plenitud en la vocación a que Dios la llamó. No tengan miedo de vivir plenamente su vocación sacerdotal o religiosa si alguno o alguna se siente llamado a encarnar. Las Familias pidan a la Santísima Virgen María esta bendición.
Cordialmente,
Madre Yalma Jiménez, Superiora General
Madre Consuelo Builes, Superiora Provincial
y Hermanas Dominicas Hijas de Nuestra Señora de Nazareth.