Como empresario y como maestro, uno se
encuentra a diario cuadros humanos cuyo aprendizaje cognitivo, compromiso
consigo mismo y con los demás, ¿lo instan a preguntarse las causas por las
cuales hay algunos niños y niñas con problemas de aprendizaje y desadaptación
social?
En nuestro ser hay factores hereditarios que
no podremos evitar, pero no puede ser una excusa para quedarnos cruzados de
brazos para no hacer algo significativo para vivir con alegría y entusiasmo, y
por muchos años. Todo es asunto de voluntad y de modificar hábitos.
Lo que en esta nota se aconseja, lo he
aprendido observando a mis mayores y los destinatarios de mi desempeño laboral,
además lo aconsejado lo he venido practicando.
Usted, como lector acucioso, luego de leer este
texto, tomará lo que considere útil y fácil de practicar.
1. Todo tiene un principio, el meollo es empezar cuanto antes.
Estudios siguen demostrando que nuestra salud
puede estar afectada desde el momento en que nos conciben. Por ejemplo, una
madre que fue embarazada en estado de estrés, va impactar al bebé mermándole
capacidad de manejar posteriormente circunstancias de presión.
En las aulas he encontrado jóvenes con alguna
dificultad para aprender, otros con defectos físicos. Estudiosos argumentan que
esas dificultades para el aprendizaje en niños y jóvenes, así como taras
físicas, son el efecto de embarazos en estado de embriaguez o de gestores
fumadores, y ahora, drogadictos.
Una investigación demostró que la dieta en
las madres en estado de embarazo también afecta al bebé. Si se come en exceso,
aumenta el riesgo de obesidad del bebé por nacer, pues cambia el ADN.
Si como padres prodigamos una gestación, un
embarazo y unos primeros años impregnados de paz y tranquilidad con una buena
dosis de felicidad, los hijos recibirán estímulos para la longevidad, y los que
no recibieron dichos estímulos, están abocados a riesgos de enfermedades
cardíacas en la edad adulta.
Para todo ser humano es un reconstituyente
salir y disfrutar del aire libre. Los rayos de sol son una fuente de vitamina D,
aunque ahora el tomar el sol haya que hacerlo con precaución usando protector.
La vitamina D es primordial para tener huesos fuertes y sanos, pues ayuda al
cuerpo a absorber el calcio y el fósforo de las comidas.
2. El ejercicio nos trae beneficios.
Llevo más de 43 años de vida productiva, y
solo en los últimos cinco he practicado en ejercicio con más frecuencia. Ahora
cuando dejo de hacerlo, los efectos aparecen de una en mi cuerpo, en
particular, la artrosis que es el resultado de las malas posiciones en la
oficina y la ausencia de ejercicio en años anteriores.
El ejercicio nos mantiene vigorosos, altivos
y con una actitud positiva ante las circunstancias que nos azotan. El ejercicio
disminuye las dolencias, como en mi caso, el producido por la artrosis causada
por tantas horas sentado frente a los cronogramas de trabajo y ante el Pc.
Es irónico, empecé a ir al gimnasio por
prescripción médica, luego de una cirugía de corazón abierto por cambio de
válvula aórtica, efecto de una locura de juventud.
Con el ejercicio me siento más saludable y
tengo alejado los riesgos cardiovasculares, incluyendo la presión arterial,
incluso, un mayor peso.
El ejercicio me está ayudando a mantenerme activo
laboral y mentalmente. Mantiene a raya el estrés, la ansiedad y la depresión.
El ejercicio, además de disminuir los riesgos
cardiovasculares, de minimizar los riesgos de diabetes, nos ayuda a mantener un
peso ideal y a mantener una densidad ósea, protegiéndonos contra la
osteoporosis que sucede cuando se nos debilitan los huesos.
3. No aislarnos, es mejor mantenernos socialmente activos.
Todos sabemos que la
amistad es importante para la felicidad, pero recientemente se descubrió que
los amigos también nos pueden ayudar a vivir más.
Estudios sobre la soledad indican que el aislamiento social está asociado a una
tasa alta de mortalidad en gente mayor y que la soledad es un "asesino
oculto" para los ancianos.
En la misma línea, investigaciones han demostrado que la gente casada vive más
que los solteros. Los especialistas creen que esto se debe a que los casados -o
en pareja- tienen una mejor red de apoyo social, lo que minimiza el riesgo al
aislamiento.
4. Hay que evitar consumir comidas basura o chatarra como usualmente se
conoce al invento americano.
Una buena dieta es básica
para la buena salud, por lo que evitar ciertas comidas y bebidas puede ayudar a
prolongar la vida. Ingerir demasiados alimentos de alto contenido calórico como
los dulces o la grasa puede llevar a aumentar de peso y la obesidad.
Algunas grasas son conocidas por ser particularmente malas para la salud. Los
ácidos grasos trans, hecho de aceite vegetal de hidrogenación, pueden estar
presentes en algunas margarinas, galletas, tortas y comida rápida.
Este ingrediente puede aumentar el nivel de nuestro colesterol
"malo", lo que incrementa significativamente el riesgo de tener
arterioesclerosis, que bloquea las arterias y causa otras complicaciones.
Reducir la ingesta de sal también es importante para mantener el corazón sano,
pues comer mucha sal puede llevar a la hipertensión, lo que a su vez podría
ocasionar fallas cardíacas, accidente cerebrovascular y otras complicaciones.
Ingerir mucho alcohol también puede tener efectos devastadores en nuestra
salud. No sólo puede dejarnos con una resaca el día siguiente, sino que también
a largo plazo puede causar daños en los órganos del cuerpo. El abuso crónico es
una de las principales causas de enfermedades del hígado.
Y no podemos olvidarnos del tabaco. Son muchos los estudios que advierten de lo
perjudicial para la salud, pues fumar aumenta el riesgo a desarrollar unas 50
enfermedades serias.
Es la causa del 90% del cáncer de pulmón, daña el corazón y la circulación
arterial, empeora las enfermedades respiratorias y afecta la fertilidad.
Y un golpe de suerte, ¿en realidad está todo en nuestro ADN?
Si bien existen medidas que podemos tomar para ayudarnos a vivir una vida larga
y saludable, puede haber un elemento de suerte en la ecuación: nuestro ADN.
Buena parte de las investigaciones sobre envejecimiento se ha centrado en el
papel de los telómeros.
Estas son las tapas protectoras que se encuentran al final de los cromosomas,
algunas veces parecidos a lo que vemos al final de la trenza de los zapatos. Su
papel es proteger el extremo del cromosoma a fin de prevenir la pérdida de
información genética durante la división celular.
Cada vez que se dividen nuestras células, la punta de los telómeros se hace más
pequeña. Con el tiempo se achican tanto que detienen la división celular y lo
que significa la muerte de la célula. Es así como envejecemos.
Estudios han revelado que unos telómeros más largos están relacionados a una
vida más longeva, mientras que los más cortos están ligados a enfermedades
cardiovasculares y demencia. Los telómeros largos se pueden heredar.
Quizás algún día, en el futuro, podamos predecir cuánto vamos a vivir.
San Gil, junio 18 de
2014
NAURO TORRES QUINTERO
Profesor de Español y
Literatura
Colegio Luis Camacho Rueda,
San Gil.
Julio de 2013