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miércoles, 12 de noviembre de 2025

MISIVA A UN ETERNO AMOR


 

San Gil, 13 de noviembre 2025

 

Indeleble

Señora Margarita

Cripta 01 bloque 2 Catedral Nuestra Señora de la Nueva Baeza

San Gil, Santander, Colombia.

 

Perenne saludo:

Me amaste desde el biberón, y yo, te ofrendé mi afición, siendo un polluelo. Alcanzamos un decenio de espera y tu profesor de filosofía nos dio la bendición el 10 de agosto de 1.973 en el templo de Barbosa, Santander, Colombia. Un día despues, nos separó la obligación laboral; tu a tu escuela en Providencia en Puente Nacional, y yo, a la escuela urbana de la Belleza en el mismo departamento a empezar mi labor docente. Un año despues, logramos unidad familiar con tu traslado para reemplazarme, y yo, empecé la misma labor en el Colegio San Juan Bosco del mismo lugar. En ese mágico y violento poblado escondido en las arrugas de la cordillera central, empecemos los dos a hilar nuestro nido marital. Tu a tejer las cobijas, y yo, a cepillar, armar y pintas los muebles de comedor y sala. Entre libros, planillas, cuadernos y oficios compartidos en el hogar testigo de nuestra desenfrenada pasión, concebimos el primogénito, quien se convirtió en fontanal de nuestros anhelos por iniciar estudios universitarios y en venero en nuestro empeño por una pedagogía liberadora impregnada de afectos en la que los educandos y progenitores, no se fueron objetos, sino sujetos de su propio desarrollo cognitivo, intelectual y transformador.


Solo nos teníamos en nuestro pensar, en nuestro actuar, observar y sentir; pero para los gamonales políticos éramos opuestos ejemplos para los discentes a quienes inducimos a ver la pasa como norma de convivencia y al otro, hermano u opositor, como el prójimo, y lograron trasladarme del corregimiento al que llegué como maestro departamental.

Tu suegro siempre me predicaba: Dios no abandona a sus apóstoles. Y un buen sacerdote que, años despues, fue declarado el personaje más Es un poemario de una mujer cubana que lucha por dar a conocer sus creaciones líricas viviendo en un pais sin oportunidades, sin servicios públicos permanentes y sin medicinas y tratamientos para los virus importante del siglo XX en Santander por su labor de cimentación de la economía solidaria y las pastoral social de la Iglesia católica, me acogió en el Instituto de Liderato social de Zapatoca en nuestro departamento. Y a esta ciudad levítica llegaste meses despues, celebrando tu compañía con la gestión y nacimiento del segundo retoño de nuestra fusión sanguínea. Fueron 360 meses que estuvimos en esa ciudad colonial cuyos residentes se les reconoce como tacaños por ser metódicos en el ahorro como inversión posterior. Por mis habilidades en la escritura y la locución, fui traslado a la Villa de San Gil y la Nueva Baeza a empezar de nuevo un trio de proyectos: Prensa y radio, diseño de material didáctico y alfabetización para adultos. 20 años compartimos en esta ciudad colonial, otrora centro de venta de esclavos y en 1.780, faro de la revolución comunera, preámbulo a las guerras de independencia que nos dieron la libertad en el continente sudamericano desde 1.819.

La mitad del tiempo compartido con nuestros cuerpos, saberes y haceres, nueve fueron para ti, tu viacrucis y para los dos, nuestro silencioso calvario. Tu cabellera siempre fue brisa de seguridad, tus miradas, oasis de ternura y amor; tus brazos, malacates para mis inseguridades;  tus volcanes, bombones de seducción; tu boca, paila efervescente de mi frenesí; tus piernas, vástagos de mis maromas, tus zanjas, piscinas de mis borbotones; tu boca, hornilla de mis pasiones. Aunque lo he intentado borrar ese viernes en la noche de 1.991 cuando celebramos la aprobación de la nueva Constitución de Colombia, aun en espera de su aplicación total, cuando en mis desmedida pasión succionando y acariciando sus senos, en el derecho encontré una masa interna que apagó de súbito nuestra entrega pasional. Confiamos en el medico familiar, no medimos su idoneidad, y omitimos acudir al especialista para un diagnóstico más preciso. Sarmiento, el costeño, extirpó la masa. Ocho dias despues, los resultados de la Biopsia revelaron positivo. Acudimos a Leónidas, el cirujano amigo, quien contactó al mastólogo y programaron la extirpación mamaria. Aún conservo la libreta en donde registrábamos las viajes, tratamientos, medicinas, paliativos y medicamentos biológicos esperanzados en no registrar episodios en los primeros 60 meses posteriores a la mastectomía.


Desde el mes 58 empezaste a sentir síntomas en el pulmón. Acudimos al cirujano Rojas, quien fue el designado por la aseguradora. Y empezaron las fases de radioterapia, quimio y tratamiento para el dolor. Perdiste, peso, tu cabello y tu belleza física empezó a revelar los efectos colaterales de los tratamientos. Los dos siempre estuvimos esperanzados que lograríamos extirpar las manifestaciones malignas, pero, el daño trasmutó a l cerebro y las estaciones a la cruz fueron más cortas.

Recuerdo tus ordenes impregnadas de mis lágrimas y expresas con ilusión: Los cuatros hijos no debían enterarse de los carcinomas extraídos y cuyas raíces continuaron trasmutando en tu cuerpo. Los tres mayores en la universidad, y la menor bajo mi cuidado. El ir y venir a Bucaramanga fue frecuente hasta cuando ya me notificaron que la inevitabilidad del punto final.

No he logrado raspar de la memoria ese fatídico lunes 13 de 2.000. Ese día no fui al trabajo. Estuve en casa. Estuve junto a ti en el nuestro lecho nupcial. Al empezar a toldar el calor, solicitaste a cada uno de tus hijos que entraran a nuestra recamara, y luego a tu hermana Consuelo que llegó sobre las cinco de la tarde. Habías perdido toda movilidad, tu ajado y enjuto cuerpo empezó a tornarse morado desde tus hermosos pies de afrodita como si la sangre perdiera su circulación. Me recosté a tu lado. Te abracé y fui besándote con el cuidado que demanda deshojar una rosa. Te besé y el aroma de la pomarrosa tornó en acidez y la rigidez de tus labios fraccionó mis caricias, y expiraste. Bajé con cuidado de la cama y me postré dando gracias a Dios porque había extinguido tu dolor y ahogado tu respiración. Informé del desenlace y entre el llanto y la desesperanza nos unimos en una plegaria de gratitud por ejemplar, amorosa y emprendedora vida.



Hoy se cumplen 25 años de tu física partida, pero tu amor prevalece en mi respiración, tus registros corporales están pintados en mi memoria; tus 280 epístolas en diez años de amores conforman encuadernadas con las mías, reposan en el baúl de pino que mi madre, mandó hacer para empacar mis pertenencias rumbo al seminario de Mosquera en donde anduve tres años, para evitarlo por acoso sexual del director espiritual.



En la cripta 01 bloque 2 de los osarios que están en la catedral de San Gil, florecen rosas rojas que se marchitarán cuando mi familia deje junto a tus cenizas, mis cenizas con la que solicité a nuestros hijos alfareros que hagan un cáliz y en él, depositen periódicamente agua para que beban las aves que viven y tornan cada tarde en el bosque que fue nuestra cuna de amor y escudo de adversos vientos que nutren el olvido de nuestros descendientes.

 

NAURO TORRES QUINTERO

Escritor colombiano

https://naurotorres.blogspot.com/2025/09/sabiduria-en-poesia.html

https://www.youtube.com/@NauroTorresQuintero

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martes, 11 de noviembre de 2025

Soy mi propia obra maestra

 En mi trasegar mundano, la soledad, la vejez y la sabiduría que nos legan los problemas afrontados, dejan unos resultados que hoy deseo compartir con usted, pues si los conservo, se pierden en el cenizario. 


1. El culpar al otro, el quejarme de algo y de otros, es lo que yo he hecho de mi vida.

2. El triunfo verdadero es el que surge de las cenizas del error. Es mi responsabilidad edificarme, y el valor de auto acusarme en el fracaso me permite volver a empezar. 

3. El quejarme del ambiente o de lo que me rodea es demostrar que otros si lograron vencer los sinsabores.

4. Si aprendemos a convertir toda situación  difícil  en un escudo para triunfar, crecemos cada vez. 

5. El quejarme de mi pobreza, de mi estado de salud o de mi mala suerte, no facilitó enfrentar con valor las circunstancias y lograr resultados ganadores. 

6. Si me quejé de la falta de dinero, no me percaté  que abunda en muchas partes.

7. Si me amargo con mis propios fracasos o se los cargo a otros, seguiré justificandome como un fracasado.  

8. Cualquier momento es bueno para comenzar y ninguno es tan terrible para claudicar. ¡hay que empezar ahora mismo¡

9. Deja de engañarte. Eres la causa de tí mismo, de tu tristeza, de tu soledad, de tu necesidad, de tu dolor y de tu fracaso.


10. La causa de mi presente es mi pasado y la causa de mi futuro, es mi presente.

11. En cada dolor y desde el dolor, se aprende a nacer cada vez, pues dentro de uno, hay una fuerza que todo lo puede.

12. Entre más me conozco, más libre y fuerte soy, asi evito ser títere de las circunstancias. 

13. Soy el tallador de mis destino. Y nadie puede sustituir el buril  para continuar esculpiendo mi ser. 

AUTORRADIOGRAFÍA

 

Con la suma de los años y exprimiendo de las experiencias, comparto con usted algunas conclusiones:


1. Si uno no se aprueba a sí mismo, quien va a aprobar? 

2. Si no me interesa lo que hago , a quien le va a interesar?

3. Si no me inspiran respeto mis acciones, a quien han de inspirarle?

4. Si no estoy dispuesto a perdonar las faltas ajenas, con qué derecho espero que otros perdonen las mías?

5. Si no confió en mis propios decisiones, quien habrá de confiar en ellas?

6. Si no tengo fe, ni sueños, ni me esfuerzo, por qué acusar al mundo de ser árido, frío y sin bondad?

7. Si consiento que la envidia, el rencor y el mal dominen mi corazón, por qué no he de sufrir el infierno de la desconfianza?

8. Si pongo hiel en mis emociones, por qué me rebelo al llevar una existencia amarga?

9. Si no cuido a abono el huerto de la amistad, por qué me sorprendo cuando germinan mis decepciones?

10. Si destrozo las avenidas que me traen afecto, por qué lamento la soledad en que vivo?

11. Si aún no he aprendido el verbo comprender, como pretendo conjugar el verbo amar?

12. Si soy capaz de engañarme a mí mismo, a quien no engañaré?

13. Si persisto de vivir dentro del ayer como puedo no temer al mañana?

14. Si oscilo entre el pasado y el futuro, cómo puedo disfrutar bien el presente?

15. Si nunca decido a partir, por qué ansío llegar?



jueves, 18 de septiembre de 2025

Sabiduría en poesía

 

Sabiduría en el cayado de los abuelos

 

No es un libro cualquiera. No es una colección de cuentos; tampoco es una novela; es la vendimia sabia con el néctar de siglos vividos y trasmitida oralmente de generación en generación con adagios y refranes pintados en poemas que trasmiten la sabiduría de la humanidad en un territorio, en una lengua.

 

No es una lista ordenada alfabéticamente en un folleto de bolsillo. Es un libro de 490 páginas y en cada una de ellas, 500 refranes de la lengua castellana, cada uno interpretados en verso en poemas de tres estrofas tejidas cada una desde una óptica: filosófica, ética y humanista como fuente y testimonio de la cultura popular expresada en ellos.

Un refrán es fragmento de sabiduría de un pueblo, comprimido en una frase, en un verso, en una estrofa. Revela el saber, el pensar y el sentir de los pobladores de una región, una nación, en los que depositan la suma total de experiencias adquiridas y las reacciones ante ellas.

De los miles de paremias que existen en la lengua castellana, escogí 500 escuchados en mi trasegar mundano que representan menos del diez por ciento de lo publicados con los años en diversos volúmenes que reposan en los anaqueles del olvido y escasean en los stand de las librerías colombianas.

Los refranes los escuché por tradición oral. Alguna vez leí un pequeño libro con recopilaciones que hizo un rector del Colegio Nacional Guanentá de San Gil, en los postreros años de las dos últimas décadas del siglo XX. Mi padre, fallecido en 2.011 siempre los usó para orientar a los hijos desde la ética, la moral y la economía. En miles de familias de origen campesino, los refranes moldearon a centenares de generaciones; y hoy, por el auge de la educación formal y las redes sociales, no son apreciados como fuente de sabiduría, que es lo que pretendo demostrar al explicar cada refrán y dar una interpretación poética desde la filosofía, la ética y la teoría humanista tan escasa en los textos escolares y en la omisión de docentes de generaciones de fin de siglo y principios del presente.

En los primeros años del bachillerato, bajo la tutela de un sacerdote italiano salesiano, narraba que el sacerdote Polidoro Virgilio de este pais, hizo una publicación superada en demanda por su amigo Erasmo que recopiló cinco mil refranes bajo el título “Adagia”. El español Gonzalo Correas (1.571-1531) coleccionó y publicó cincuenta mil en la lengua de Cervantes. El instituto Caro y Cuervo de Bogotá en 2.018 publicó El refranero hoy con 285 adagios recopilados por informantes del Tolima y el Cesar, asi como de estudiantes de la lengua castellana de la Universidad La Salle de Bogotá.

En el ocaso existencial y siendo abuelo de dos varones, decidí dejarles a ellos, y a los usuales lectores de mis escribanías esta recopilación de refranes, cada una con explicaciones e interpretaciones poéticas, cuya recopilación y difusión es la primera que hace un santandereano para los curiosos de la cultura popular, tan arraigada entre nosotros los veleños.

 

Este libro está pensado especialmente para niños y jóvenes, quienes son los herederos de esta sabiduría y los sembradores del futuro. En cada verso encontrarán no solo el sonido de la rima y la musicalidad de la palabra, sino también consejos valiosos para la vida, principios de convivencia y mensajes que inspiran a crecer con valores. La poesía, como un juego de sonidos y sentidos, les permitirá acercarse a la tradición de una manera amena, despertando su curiosidad y su imaginación.

Cada copla, cada poema, es un puente entre el ayer y el hoy. La voz de los abuelos resuena en estas líneas, recordándonos que el conocimiento no es un peso, sino una brújula. Así, esta obra no solo pretende preservar la herencia de la palabra, sino también avivar la llama del pensamiento crítico, la sensibilidad y el amor por la cultura.

Invito a cada lector, pequeño o grande, a recorrer estas páginas con el alma abierta, como quien se sienta a la sombra de un árbol centenario para escuchar las historias del viento. Que cada verso sea un cayado que oriente, un fuego que ilumine y una semilla que germine en la conciencia.

 

Amistades que son ciertas,

siempre las puertas abiertas.

Tejer amistades es de oportunidades. Contar con una amistad leal, es hoy una lotería. El billete ganador, hay que preservar con el calor hogareño.

La verdadera amistad es un faro que nunca se apaga, un hogar sin cerrojos donde el alma entra descalza y el corazón reposa. Porque las puertas del cariño genuino jamás conocen el frío del candado.

Donde hay amistad sincera, las puertas no crujen, pues se abren antes de que las manos llamen. No hay distancias ni relojes que las cierren, porque la lealtad es la llave que las mantiene abiertas.

El tiempo sopla, las estaciones cambian, pero las puertas del amigo fiel nunca se oxidan. Son umbrales vivos, siempre listos para acoger las alegrías o enjugar las tormentas.

Las estrellas de la mente,
brillan claras, siempre ausentes.
Mas la verdad, cuando acierta,
deja las puertas abiertas.

Si el alma pesa y lamenta,
la justicia nunca miente.
Quien da sin ver recompensa,
abre su puerta y la enfrenta.

Corazón que nunca arresta,
compasión que se manifiesta.
La amistad, si es descubierta,
halla su puerta despierta.

 

Patrón que fue arrendatario,

bien sabe quién es el adversario.

El vivir y trabajar en lo ajeno enseña a apreciar nuestra labor y a cuidar la propiedad ajena, pues si se cuida lo ajeno, se aprecia lo propio.

La sabiduría nace de la experiencia. Quien alguna vez aró la tierra ajena, entiende el peso del arado y la sed de la raíz. El patrón que fue arrendatario lleva en la mirada la memoria del esfuerzo, y sabe que el verdadero adversario no siempre lleva un rostro, sino a veces, una carga.

La sabiduría es cimiento del poder. El que sube desde lo hondo del valle nunca olvida el frío de la sombra. Un patrón que fue siervo no manda con puño de hierro, pues conoce el lenguaje silencioso del que espera y la lucha callada del que obedece.

La justicia es nacida del recuerdo. Quien gobernó después de haber servido, lleva las cicatrices como banderas. Sabe que la verdadera autoridad no se impone, sino que se gana, porque solo aquel que recuerda sus días de esfuerzo, reinará con justicia en el alma.

Quien labró tierra prestada,
supo del sol la estocada.
El poder que hoy es contrario,
fue semilla en su calvario.

El que ayer al sur sembraba,
hoy del norte ya dudaba.
Pues patrón que fue precario,
conoce bien a su adversario.

Mano dura que labora,
sabe del llanto y la aurora.
Quien sube sin ser corsario,
recuerda al viejo adversario.

 

Abejas revueltas,

 tempestad a vueltas.

Es prudente no provocar a las avispas, atacan en masa. La masa humana, no piensa, termina en revueltas. Incluso contra los derechos de su manada.

 El desorden es un presagio. Cuando las abejas zumban sin rumbo y las alas pierden su danza, el aire se carga de presagios. Así también, donde reina el caos en las almas, la tormenta no tarda en desplegar sus sombras.

La armonía es un escudo. El panal vive en equilibrio, cada abeja en su destino, cada vuelo en su compás. Pero cuando la confusión rompe el orden, las tempestades despiertan. Así es el corazón: si pierde su calma, la tormenta lo gobierna.

El alma es como un enjambre. Dentro de cada pecho habita un enjambre de pensamientos; si se revuelven sin control, desatan tormentas invisibles. Porque las grandes tempestades nacen primero en el silencio de las colmenas.

Si el enjambre pierde el canto,
vuela el caos como un quebranto.
La mente, si se despierta,
deja la calma desierta.

Cuando el zumbido es tormenta,
la justicia se reinventa.
El orden, si se revuelca,
hace la verdad más seca.

Corazones agitados,
como panales dañados.
Donde la ira se suelta,
la paz se torna incierta.

 

CÓMO OBTENER EL LIBRO

Lo recibe en su residencia por $ 60.000.oo. Solicítelo por teléfono: 3178572848

 

jueves, 4 de septiembre de 2025

Colombia zurcida con odio

 

Colombia es un retazo mal zurcido
con hilos de metralla y de mentira,
remiendo de discursos corrompidos
que en la herida del pobre aún conspira.

¿Quién sembró tanta cólera en la tierra?
¿Quién sembró en la justicia la codicia?
¿Quién convirtió el arado en una guerra
y la ley en mordaza y en malicia?

Tierras del campesino arrebatadas,
tesoros del Estado ultrajados son,
y en curules de sombras coronadas
la traición siembra ley sin redención.


Niños nacen en medio del escombro,
sin abrazo, ni pan, ni primavera,
mientras crecen las torres del asombro
de quien roba en la luz y en la bandera.


La ciudad es un vientre que no acuna,
es hoguera de infancia sin cuidado;
miseria, soledad, rencor y bruma
forjan sicarios con rostro mutilado.

Crecen las invasiones sin consuelo,
el barrio sin escuela ni horizonte;
crecen las armas como gris anhelo
bajo un dios de poder sin rostro y monte.


El que gobierna mira hacia el costado,
el pueblo duerme entre la indiferencia,
y el que clama verdad queda callado
por el miedo que impone la violencia.

¿Hasta cuándo Colombia será herida?
¿Hasta cuándo el dolor será costumbre?
¿Quién tendrá la palabra redimida 
que despierte la luz de la costumbre?

Salid de la pantalla y su espejismo,
romped del alma la venda y el encierro;
porque el silencio es cómplice del abismo,
y el cinismo es un cáncer de este entierro.

Colombia no es la mafia ni el banquero,
no es el fraude ni el arma ni el secuestro;
Colombia es la esperanza del obrero,
el verso campesino, el canto honesto.

 

miércoles, 30 de julio de 2025

Oda a Barichara, ciudad infinita

 

 

"Aprendí que no se puede dar marcha atrás,

que la esencia de la vida es ir hacia adelante".

 Agatha Christie.


¡Oh, Barichara,
pueblito de piedra y alma antigua,
guardado en el corazón del tiempo!


Monumento nacional, espejo fiel del alma colonial,
tus calles empedradas murmuran historias
y tus templos de piedra alzan plegarias de siglos.
Tú, donde el bahareque y la tapia pisada
aún respiran bajo el blanco resplandor
de casas con maderas azules y marrones.
¡Oh, joya de Colombia, eterno rincón de belleza!



Eres tú, Barichara,
meseta árida pintada con pinceles tropicales,
colina silente testigo de la serranía de los Yariquíes.
Mirador natural sobre el cañón del Saravita y el Chicamocha,
mina de caliza donde la tierra se hace arte.
Tierra fecunda de patiamarillos,
labran con las manos lo que el alma canta.
Eres oasis de mujeres santandereanas,
bellas, laboriosas, herederas del temple cristiano.
Tus calles son senderos de paz,
por donde camina el alma hacia su origen.

Barichara habla...
Sus piedras conversan con los pasos lentos del viajero,
sus tejados saludan al sol cada mañana.
Eres oasis de tranquilidad y desasosiego,
vitrina de pintores, escultores, poetas y escritores,
mesón donde la gastronomía santandereana sirve su alma,
mostrador de la artesanía guane,
palacete del turismo que llega de todos los rincones,
y albergue donde los artistas de Colombia
hallan refugio y renacimiento.

Desde el 15 de febrero de 1714,
cuando fuiste fundada como Vice parroquia de Nuestra Señora de la Piedra,
la eternidad decidió quedarse a vivir entre tus piedras.
De ti nació un presidente de la patria: Aquileo Parra,
y en tus calles resonaron los pasos de Carlos Augusto Noriega,
voz en el Senado y ministro de la Nación.
Aquí germinó la sociología con Magdalena León,
y el espíritu del cooperativismo con el padre Ramón González Parra.
¡Y aún resuena la visión educativa del sacerdote Samuel González Parra,
fundador de UNISANGIL, sembrador de futuro!


¡Oh, Barichara, ciudad de historia infinita
donde cada piedra es un testigo inmortal!

domingo, 20 de julio de 2025

DON REQUINTO, EL AVENTURERO MONTAÑERO

 


En la matriz de Abya Yala, en el útero de las maduras tierras pobladas por Aztecas, Olmecas y Mixtecos, Incas y Muiscas, en los años de matusalén cuando por el mar arribaron los ambiciosos europeos con la cruz, la espada, caballos y perros a dominar y esclavizar a los nativos sudamericanos, trajeron para celebrar sus acciones esclavistas un instrumento musical de origen portugués  con sangre de guitarra. En México, en tierras Incas y la Nueva Granada, los nativos fueron atraídos por las notas de la guitarra y el requinto. Los criollos acogieron en sus gustos estéticos las melodias de la guitarra, mientras los nativos desbordaron su interés por el   Requinto para recordar la exigencia que le hacían los hombres que llegaron de ultramar de requintear el peso que debían cargar con un pretal encinchado en la cabeza por lodazales caminos, otrora indígenas, rebautizados como reales para justificar el impuesto de alcabala a favor de la corona española. En las tierras del agave que dio origen al tequila, fue integrado el requinto para crear melodías campesinas que desde entonces se conocen como rancheras; en Perú y Colombia llegó para quedarse sonorizando pasillos, bambucos y vals criollos, y hoy, es el rey de la musica carranguera que brotó entre las arrugas de las colinas boyacenses en el municipio de Saboyá pero decenas de años antes, fue la melodía que animaba las romerías, los pagamentos y las fiestas familiares campesinas y de los pueblos hoy conocidos como boyacos y veleños: En estos tiempos de la hiperconectividad,  cultura masiva de la inmediatez, la superficialidad en esta sociedad del espectáculo y la auto exposición y la verdad fragmentada y polarizada, llega a mis manos en una jornada asidua de lectura una cartilla con ocho cuentos para leerlos y escucharlos en una semana de domingo a domingo.  



La ayuda pedagogica impresa contiene cuentos musicales de la región andina colombiana que narra escuetamente las travesuras del personaje principal con apelativo nativo y musical:  Don Requinto quien interactúa con diez personajes más que se caracterizan por ser melodiosos, rítmicos, arraigados al entorno y muy conocidos en las parrandas andinas.

Con el título: “El campo es mi cuna, mi cuna es el canto” es el primer cuento que narra en lenguaje macondiano, el origen del instrumento: El requinto que la autora lo caracteriza con dotes humanas al actuar curioso, extrovertido, melodioso pero en ocasiones torna, melancólico pero con empeños en deslizarse para conocer los recovecos de las montañas colombianas, y en una de las blondas de una falda cultivada con caña de azúcar, un par de campesinos en retorno por el sendero al rancho luego de cosechar legumbres para el piquete, escucharon una melodiosa musica, y silenciosos, se deslizaron entre las palmas espinosas de la caña hasta el escondite que emanaba notas armoniosas que brotaban de los pliegues de ajadas piedras amontonadas cerca de un cueva. El niño dormía recostado entre las piedras y cobijado por aciculadas hojas secas,  pero de sus resuellos emanaba notas agradables al oído humano y tarareaban con el cantico de las aves. El churumbel no era de carne ni tenía huesos. Era de madera labrada y tenía en el espinazo 12 cuerdas que al tocarlas con un hueso brotaban finas notas agradables a los humanos. La mujer que soñaba con ser madre, decidió acoger en sus brazos al títere y al transmitirle calor humano, el pelele recobró vida al sentir afectos humanos y de la mano de la pareja llegaron al rancho de bahareque y palma de nacuma.



Cinforosa creció en una familia creyente, laboriosa y cantora. Los padres labraban la tierra, animando sus labores con guabinas y cánticas de cuatro versos que alternaban y para descansar, danzaban: Él se deslizaba tras ella, y ella, se escurría huyendo al danzante que rastreaba con elegancia y dejo. La pareja se encariñó con el chivato que desde que lo encontraron en el cañaduzal lo bautizaron requinto.

Acompáñame requinto

a recolectar café;

cantemos una guabina,

mientras para de llover,

 mientras para de llover,

acompáñame requinto.

Requinto vivía sus progenitores, jugando, contemplando, escuchando, imitando, ensayando, probando; pero en el rancho se extasiaba mirando a la madre adoptiva en el rito de lavarse, secar y trenzar su pelo hasta verlo escurrir por el dorso o el pecho de la guabinera. Siempre iba con ella al ojo de agua a apañar el liquido para preparar los alimentos que transportaba en chorote, ya posado en su cintura, ya en la cabeza sobre una aureola de bejuco. En el espejo del agua, requinto se sorprendía mirando a las guabinas escabullirse sobre el agua sin mojarse ni hundirse, ni estrellarse con otros insectos acuáticos usuales habitantes en aguas cristalinas.



La voz de mi libertad es el segundo cuento. El ámbito campesino se ve privado por la iluminación del sol. La oscuridad tenebrosa y fría cubre el paraje y entes extraños invaden el ser de las personas, y otros inmolan a seres animados, entre ellos, a los protectores de requinto, quien tornó inhábil para escaparse despues de las lóbregas montañas por un sendero lodoso que desembocaba en un poblado acariciado por el sol y abrigado por la noche. Requinto anduvo por la calle principal y se extasió en una casa de adobe con sombreros de barro y numerosos pedazos de helecho bobo de cuyo seno brotaban flores diversas y coloridos resplandecientes. Allí le brindaron comida y abrigo, en especial la esposa del viejo cascarrabias que disfrutaba el silencio y se enfurecía con los ruidos, incluso con los armoniosos como los que producía requinto que al parlar en las afueras del rancho, entretenía a los transeúntes que disfrutaban de las melodias que enfurecían al anciano que lo había acogido para convertirlo en ayudante en las bregas del campo que continuó haciendo con empeño, pero que al descuido del anciano, se trasladaba al monte más cercano a dar rienda suelta a su cantarina voz, pero siempre el viejo lo encontraba en un menester que a él, le molestaba. Una tarde lo encontró en un bosque más distante en el oficio de las aves al amanecer y en vez de reprenderlo otra vez, le contó que en un pueblo cercano cada año hacían un festival de ruidos que atraía a los nativos y vecinos de la localidad.



Requinto completó las tareas en el rancho y sin avisar se escapó al pueblo del festival al que arribó cantando sus particulares melodias que atrajeron la atención de los transeúntes y curiosos en el festival al que fue invitado a participar impactando con sus notas melodiosas que instaban a bailar a las parejas que rondaban en el lugar, y desde entonces empezó a mejorar cada día sus interpretaciones.

Buscando, buscando, mi sonido encontrando es el tercer cuento que narra el oficio de construir y arreglar instrumentos.

El cuarto cuento ocurre en la tierra santandereana que para convertirla en municipio desmembrado de Vélez denominaron en honor al venezolano que encontró en las montañas de Santander y en los llanos casanareños a los patriotas enfilados en volantes y batallones guerrilleros que vencieron a los españoles en Boyacá en 1819. Titulado: Mi nuevo mejor amigo la autora traslada al lector al ambiente musical y fiestero que se vive en cualquier época del año en las tierras del Bolivar en donde nació el maestro del requinto: Jorge Ariza, quien, en el cuento, lo acoge y lo invita a conformar una murga para animar a los parroquianos despues de misa en el parque del pueblo, y en esa andanzas se une al jolgorio musical un campesino que interpretaba el tiple haciendo un trio que desde entonces brotan en las parrandas usuales en los municipios que integran la provincia de Vélez y en los municipios circunvecinos orquestados en las montañas colombianas. Este quinto cuento se titula: Mi acompañante el tiple:

El sexto cuento personaliza al chucho y la carraca que encontró una tarde en la cocina mientras se tomaba una aguapanela con limón para ahogar la gripe que lo azotaba. Cerca al pilón encontró un pote lleno de granos de maíz que al izarlo y moverlo armoniosamente hacia compases musicales y mientras departían notas, por la puerta cercana a la fogonera desde un vallado cercano apareció doña carraca que no era otra cosa que el hueso de la cabeza de un burro o un bovino que, al golpearla al compas las muelas generaban un sonido profundo que sumado al del requinto, el tiple, el chucho y la guacharaca hacían un conjunto melodioso. Y la señora de la casa que atizaba la candela en el fogón, les contó que a ella le habian enseñado a hacer una estera con cortas cañas de castilla que, al fraccionarla sobre sí, contribuían a mejorar el ritmo al caminar para llegar pronto a misa y al mercado. Ella les dijo que sus abuelos le denominaban quiribillos. Con el pasar de los dias, requinto conoció en esas tierras de la cordillera oriental a otros instrumentos autóctonos, como: el alfandoque y la tambora que en manos campesinas del lugar tornaron en grupo musical y al constituirse varios grupos, ya en veredas y barrios, dieron origen a los festivales del requinto en Bolivar, Vélez, Puente Nacional y Jesús María en Santander, Colombia.


La tanda de cuentos musicales cierra la tocata con el octavo de la cartilla. Se titula: Un pueblo conSón poblado por humanos que laboraban, se divertían cantando, bailando y tocando hasta que una oscurana tapó el sol que llegó con intensos aguaceros impregnados de heladas como si la tierra expresara su descontento por la contaminación de las industrias y el uso de materiales fósiles como fuente de energía y los campos tornaron tristes y lóbregos contagiando a los humanos que empezaron a perder el gusto por las melodias de los instrumentos de cuerda; pero unos cuantos, hicieron juntanza se fueron a las entrañas de los montes para escuchar y preguntar a la madre tierra la causa de sus desencantos. Ella, los escuchó y extraño las melodias de los conSones. Y desde entonces, retornaron a los espíritus las lúdicas agradables al oído producidas por las manos de los músicos y los personajes de las aventuras de Requinto.

Un requinto, una mujer veleña, CLAUDIA MEDINA,  promotora cultural es la autora de la cartilla y el musico es el joven y talentoso requintista, Vidal Ramírez, ambos de origen veleño. La publicación fue posible con el apoyo de las alcaldías de La Belleza, Vélez y Puente Nacional.

Claudia Medina es una joven profesional experta en diseño e implementación de proyectos con raigambre cultural que luego de viajar ejerciendo su maestría musical, regresó a la provincia de Vélez a beber de los ecosistemas culturales de algunos municipios cuyos burgomaestres están empeñados en promover la cultura popular ancestral y ha asesorado a las alcaldías de Albania, La Belleza, Vélez, Puente Nacional y en este segundo periodo de 2025 continuará su labor acompañando técnicamente a los alcaldes de San Gil y Barichara, sin desprenderse de orígenes veleños. 

La cartilla está disponible y es un apoyo lúdico a los maestros de musica para incentivar a los niños para iniciarse en la musica de cuerda.

MISIVA A UN ETERNO AMOR

  San Gil, 13 de noviembre 2025   Indeleble Señora Margarita Cripta 01 bloque 2 Catedral Nuestra Señora de la Nueva Baeza San ...