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miércoles, 31 de julio de 2019

RAUL SANCHEZ NOVA



EL SEÑOR DE LA PROMOCION ENSIN 72

Nació y gateó en la “Leal y noble Villa de Santiago de Chocontá”, conocida como “la ciudad satélite” en tierras cundinamarquezas propicias para el cultivo de fresa, papa, arveja y explotación de ganado normando. Pero aprendió a caminar y correr en Villapinzón, otrora denominado Hato Viejo. Estudió en la escuela urbana y empezó el bachillerato en la Escuela Industrial de la misma localidad y fue a iniciar el 5º. Bto. en 1.970  en la ENSIN obteniendo el título de bachiller técnico en Mecánica industrial en 1.972.

Es la cuba de una familia con 9 hermanos, y las dos únicas mujeres, ya están gozando de la paz celestial. Pablo Enrique fue su padre. Murió en el año del inicio de la nueva Constitución Política Colombiana. La madre, Alejandrina Nova, murió dos años después.

En 1.981 contrajo nupcias con Lola Ruth Quecan Ortiz, profesora del Distrito, y como fruto de esta unión, llegaron dos varones. Uno se desempeña en negocios informáticos en Alemania, y el otro, es medico especializado que ejerce en Barcelona, España.



Raúl Sánchez Nova, cuando estudió en la ENSIN era de constitución fornida, estatura mediana, tez blanca, voz gruesa y hablar pausado. Usaba gafas que le hacían ver un intelectual con cara de ejecutivo por el saco de paño que usualmente usaba. Caminaba erguido, tranquilo, y solo corría, si el profesor de educación física lo exigía. No se quejaba ni por el catre y sus rodachines, ni por la comida, igual todos los días, en el internado, ni por la pequeña porción que dejaba a los demás internos con las tripas chillando. Usaba colores oscuros y trajes de paño de fina lana que combinaba con camisas blancas de manga larga de mancornas. De estudiante tenia una voz profunda que combinaba con sonrisas suaves que se perdían entre los cerrados cachetes.

Su porte de señor inspiraba respeto, pero el don de comunicarse con facilidad lo convirtieron en un recordado amigo de los egresados de la promoción 1.972 que no sufrió resequedad financiera, usual en los estudiantes. Igual fue becado como nosotros, y usó el dinero que pagaban por beca para irse del internado y junto con otros, ingresó a la casa de la familia Amaya y formó parte de “los Celmiros” que por dos años fueron arrendatarios de doña Celmira de Amaya, madre de tres niñas; la mayor de nombre de virgen de las Mercedes, y las dos menores, recuerda, tenían rostro de reinas. En casa de Celmira, cuenta él, compartió pieza con Norberto Cubides y José Valbuena. En la pieza de al lado, vivía Manuel Mahecha. Ambas habitaciones fueron, ocasionalmente los fines de semana, hotel gratis para quienes, por carencia de dinero procedente de los hogares, continuaron viviendo en el internado. Raul fue muy apreciado por la dueña de la casa. Fue un celestino que facilitó, junto con Celmira que Norberto fuese colmado de la resequedad sexual por la señorita de Nemocón que trabajaba en Tejidos Santana en Betania y que parceló el corazon del santandereano nacido en el Urumal, en Puente Nacional.

Antes de vivir donde Celmira, compartió habitación en una casona cerca al internado junco con Marco Antonio Pinzón, quien, años después, le dio la mano para salir del atolladero como desempleado al abandonar las obras civiles que dirigía por el acoso de las fuerzas oscuras que sembraron violencia en el país del Sagrado Corazón durante el gobierno de Pastrana.

Como estudiante, poco se le vio solo caminar por las calles coloniales de Zipaquirá. Formó parte de grupos informales e integró el MORER, organización no formal que nos expidió la constancia que invertimos el tiempo exigido alfabetizando requerido por el MEN para titularnos como bachilleres. En el aula fue un alumno prudente, sobrio que si el profesor preguntaba a los estudiantes, él no levantaba la mano, pero si le interrogaban, tenia la precisa respuesta.

Como deportista, lo fue de corazón mas no de competencia. Gozaba e iba a Bogotá a aprender karate do. Intentaba con el ajedrez, pero solo hasta ahora esta recibiendo clases de un maestro del juego ciencia. En sus ocasionales viajes a Villapinzón pasaba por Tibitó, de donde hubo dos compañeros que bien recuerda como los Hermanos Lozano de piel blanca y cuyos padres trabajaron en Peldar. Allí nació el deseo por aprender natación, deporte que aprendió después de los sesenta dominando los cuatro estilos con relativo dominio de las aguas y la respiración.

Junto con el combo de “los Celmiros” al cual estuve anexo por aquello de cuidar los intereses del compañero Jesús Alberto Correa, formé parte del grupo de amigos de Raul Sánchez Nova. Los tres años vividos y compartidos con los integrantes de la promoción ENSIN 72, fueron para él, gratos, fiesteros e inolvidables. Esa vida de estudiante, cómo olvidarla? estudiar, jugar, asistir al taller, aprovechar la jornada contraria para visitar a amigas y garlar con los compañeros del grado, adicionando las fiestas, las empanadas bailables, las parrandas, las visitas furtivas, las ilusiones amorosas, los sueños de los compañeros y las despertadas agitadas mientras se dormía, forman parte del álbum de los recuerdos inolvidables de nuestro compañero y amigo Raul, y de varios de nosotros.

Sanchez empezó su vida laboral en la empresa que purificaba y adicionaba químicos a la sal. Recuerda ese lapso corto por estar la empresa adyacente a Tejidos Santana, y porque en ella trabajaron los hermanos Guarnizo que iban a clase con las manos laceradas por los químicos. Allí trabajó el periodo de prueba ingresando luego a la burocracia con la Gobernación de Cundinamarca por 12 cortos meses, espacio que usó para solicitar ingreso, por concurso, como profesor de dibujo en el Instituto técnico central, dirigido por los Hermanos Lasallistas en donde laboró un quinquenio mientras se profesionalizó en Ingeniería civil en 1.979. En el siguiente año fue nombrado para ejercer la profesión en el Instituto Nacional de salud en el Chocó en donde diseñó, dirigió acueductos veredales, regionales y municipales por medio año. Por la experiencia fue vinculado al ICCE en donde ejerció por 12 años, desvinculándose para convertirse en contratista en obras civiles con el Estado a finales de la década del los noventa del siglo pasado. En los primeros años sobraron las licitaciones y contratos directos, y luego llegó la època en que tanto los paracos como los grupos guerrilleros se desmadraron, y las coimas y extorsiones lo obligaron a deteriorar los materiales de algunas obras, y en varias de ellas, no pudo volver obligandose a abandonar la profesión antes de terminar el siglo, recogiéndose en el hogar, y por mutuo acuerdo con la esposa, se dedicó a ser amo de casa, oficios que desempeñó con amor y cuidado con los dos hijos, conviertiendose, con los años, en la época mas bella y recordada por los retoños, hoy profesionales.

Cuenta que en ese lapso ajustaron los cinturones para vivir con el salario de la esposa maestra, y un buen día, después de lavar la loza de un almuerzo, se acordó de su buen amigo, Marco Antonio Pinzón, compañero de la ENSIN, quien se graduó en 1.971, y que se desempeñaba como profesor, y luego, rector de la Universidad Distrital. Le visitó, le contó sus cuitas, y él, le asignó cátedra para luego ganarse, por concurso, el puesto de profesor universitario,  dos años después. Allí se pensionó en el 2.012 siendo maestro de dibujo y descriptiva. Actualmente ejerce como docente invitado en dos universidades de la capital de país.

 San Gil, Julio 31 de 2.o19
NAURO TORRES










































5 comentarios:

  1. Hola querido Nauro, acabo de leer la crónica de Rail,un poco diferent a las anteriores, datos precisos y abundantes, de tal manera que al parecer no faltó detalle de su transcurrir económico, laboral y familiar, una redacción sencilla pero ageadable, aplicando un léxico descomplicado, ameno y armonioso, por lo descrito Raúl fue un privilegiado por la vida, pudo avanzar sin obstáculos, y pienso que como ingeniero civil pudo ser muy bien remunerado, superandonos creo a muchos de nosotros.
    Bueno Nauro estoy listo para seguir leyendo tus crónicas que tanto me divierten a demás del conocimiento que adquiero, como la asimilación de tu estilo literario. Ayer cuando me llamaste pienso la conversación fue muy corta por encontrar haciendo diligencias en el banco BBUA.
    Cuando lo Es Times conveniente haremos una buen charla.
    Feliz tarde

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    1. Buenas tardes apreciado compañero Oscar Lemus. Cuando se escribe y se logra tener un lector que goza con la trazabilidad de los escritos, éste percibe con facilidad los estilos e hilos de cada cronica. Efectivamente ésta fue diferente a las anteriores. Esta para mostrar el nivel que lograste identificar que logró Raul en su desarrollo profesional, y que hizo la diferencia desde la ENSIN.

      La entrevista con Raul, fue un dialogo ameno, abundante, rico en anécdotas familiares. Pero a la vez, vivió, como los dos, un evento con los grupos alzados en armas que lo voto al asfalto, y con el apoyo de la esposa, logro la familia, buscar otra opción laboral y fue volver a las aulas, esta vez como docente universitario, oficio que aun desempeña en dos universidades.

      Mis cronicas, para quienes las vienen leyendo con regularidad permiten ser un espejo para quienes nos recordamos, tener información de lo que nos ha ocurrido en estos 48 años transcurridos sin vernos.

      Espero que, asi como tu y Norberto encontraron leyendo la esencia de las intenciones de mi labor para restablecer nuestras amistades, otros que ya están en el blog, puedan con los años confirmar que ya no son otro maestro mas olvidado, no solo de los ex alumnos, sino de la historia misma, asi hayamos pasado los años tejiendo socialmente la vida de numerosas personas, sin mirar a quien.

      Me contratula, me empuja tu animo. El de continuar a la trinca sacando tiempo para leer las siguientes cronicas. La proxima sera la de nuestro maestro de calculo, Mario segundo Peluffo, privado, tale vez, de leer estas historias sin contar, justa marca de mis relatos que quedan para siempre en el ciberespacio.

      Un saludo, Oscar. Gracias por acompañarme desde el origen en esta aventura literaria, con mas sabor periodistico para plasmar lo que fue una promoción,-la ENSIN 72- en un cuaderno con las huellas de quienes fuimos graduados en ese año.

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  2. Hola Nauro lo felicito por la crónica de mi amigo y compañero Raúl Sánchez Novoa,pues te cuento que falto agregar algunos aspectos como el ser muy buen amigo de las nenas del liceo femenino departamental de Zipaquirá y algo muy interesante que mi amigo Raúl fue un amigo leal sincero colaborar y con su personalidad lo elegí como mi padrino de matrimonio por esa época de 1975 por la calidad de amistad que tuvimos en la habitación que alquilamos donde la señora celmira y con el otro amigo de apellido valvuena. Pero Raúl fue muy especial conmigo y tuvimos la oportunidad de encontrarnos en Popayán cuando el trabajaba como ingeniero civil en el choco siendo el empleado del ICCE, pero mi amigo Raúl fue muy apreciado por doña celmira y lo molestabamos mucho pero el nunca perdió el equilibrio y algo que me acuerdo era que manejaba esa regla del cálculo a las mil maravillas mejor que el profesor Malagon que nos dictaba física y bueno practicaba mucho el karate llegando a cinturón negro yo tuve la oportunidad de acompañarlo a su grado de esta disciplina y de mi amigo Raúl tengo varias anécdotas interesantes pero en general lo recuerdo como mi mejor amigo al igual que el fallecido Jaime vera quien trabajó como profesor de mecánica industrial en Popayán e hicimos una gran amistad, pero el destino se lo llevó muy pronto y en fin solo recuerdos gratos tengo con mi amigo y compañero Raúl que a propósito tenemos una cita pendiente para fortalecer esa linda amistad.

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    1. Genial. Si señor. Genial este comentario. Complemento la cronica. Este es uno de los objetivos, que el lector, si recuerda al personaje, complemente la historia adicionando hechos, anécdotas, y recuerdos que no fueron plasmados, ni por el entrevistado, ni por el entrevistador.

      Para Raul, si lee tu comentario, también le será placentero leerte. Mas cuando narras que fue tu padrino en el primer compromiso con mi paisana que no nombro para no dañarte la noche.

      Al leer por segunda ocasión tu comentario y encajarle con la crónica, confirma la percepción que tenia de Raul y que dejé pintada en el texto, motivo de tu comentario.

      Y como dice la Biblia, por un inocente, Dios se la jugó en zodoma y gomorra. Por ti, y Oscar Lemus, seguiré escribiendo para tener, tambien el placer de leer los comentarios que dejan para siempre en este blog que esta en la red desde que lo use como recurso como libro de lectura para mis alumnos, y como vitrina de los escritos de quienes empezaban a mostrar el gusto por hacer poesía, narrar y escribir relatos.

      Infortunadamente, Google acabó la red G+ y se borraron los 2.000 seguidores que tenia y los mas de mil comentarios de los lectores que florecieron en los países de habla hispana, y nativos de mismo idioma dispersos en el mundo.

      Y la proxima historia sin contar sera la de nuestro recordado Mario Segundo Peluffo, el maestro de las ciencias exactas.

      Feliz sin de semana. Gracias por leer y comentar.



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Gilberto Elías Becerra Reyes nació, vivió y murió pensando en los otros.

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