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jueves, 1 de agosto de 2019

" El nono", NORBERTO CUBIDES SALAS



Él, es la mezcla del agua de panela y la mazamorra. Es el cocinado de yuca con papas. El plátano y la alverja verde. Nació en la cresta de la cordillera que es lindero entre los departamentos de Santander y Boyacá. En los amaneceres, el sol boyacense le acariciaba los cachetes, y en el ocaso, el sol lo arrullaba mientras se despedía por el occidente santandereano. Si el guambito miraba al sur, contemplaba el alto de mazamorral, y si se explayaba con la mirada al norte, sus ojos se obnubilaban con los paisajes veleños que, en las noches, los poblados acantonados en él brillaban como guacas melodiosas de guabinas y torbellinos.
Norberto Cubides Salas, bachiller motorista, oriundo de Puente Nacional, Santander.

El, es una historia caminante. Sabe de nosotros, como Pedro Guzmán de todos. Nació un año antes de estallar la violencia entre “cachiporros y godos” cuya mecha se prendió el 9 de abril de 1.948 con el asesinato de Gaitán. Fue recibido por una partera en la estribación santandereana “del Alto del Mazamorral”, reconocido como patrimonio material colombiano, pues allí, el 21 de febrero de 1.902 ocurrió la “batalla del mazamorral” de la “guerra civil de Los Mil días” que enfrentó al partido liberal con el gobierno nacional apoyado a hurtadillas por los conservadores. La guerra civil ocurrió entre el 17 de octubre de 1.899 y el 22 de noviembre de 1.902 entre un ejército gubernamental anarquiquico y unos civiles mal armados liderados por el Barichara Aquileo Parra, nombre que lleva el ITIS de esta población, declarada “el pueblito más lindo de Colombia” ubicado a 20 minutos de la capital turística de Santander, otrora la villa de San Gil y la Nueva Baeza.

Es hijo de la boyacense María de Carmen Salas, hija de un cultivador de caña de azúcar del municipio San José de Pare, quien fue conquistada por un jornalero santandereano que, cada año, por la misma época, llegaba a la finca de los Salas a pelar caña, cuyo nombre fue Norberto Efraín Cubides Malagón, quien formó familia en las fértiles tierras de Urumal en el sector “mochilero” de la cordillera que separa los dos departamentos por cuya cresta existió en camino indígena reconocido como “el camino de la miel”, pues por él, trepaban sendas recuas de mulas cargadas de miel en zurrones rumbo a los municipios fríos cercanos al valle de Leiva en Boyacá, y de regreso, bajaba los cereales, granos y tubérculos de tierra fría para las tierras cálidas del mismo departamento.

Norberto Efraín, nació en 1.914 y murió en 1.998. María del Carmen, nació el 17 de julio de 1.917 y partió en 1.982 un 13 del mismo mes que fue alegría al nacer en el seno de sus padres.

“El nono” vio la luz del día en Santander y lo ungieron con agua bendita, para borrar el pecado original, en Santa Sofia, Boyacá, lugar al que nos llevaban nuestros padres al culto católico porque por haber nacido en tierras pobladas por godos que se quedaron con las tierras cercanas al maza morral, luego de la guerra civil de Los Mil Días, no podían bajar a Puente Nacional, tan liberal como el Socorro en donde empezó la masonería en Colombia, por el estallido de la segunda violencia más fratricida en Colombia, que vivimos de niños, muchos como desplazados como lo pude contar José Antonio Ospina u Oscar Lemus, cuyos padres huyeron al Caquetá en la década del cincuenta del siglo XX.

Norberto Cubides, le conocí en la estación del tren de Providencia, en Puente Nacional. Fue un medio día de enero del año upa. Le vi llegar por el camino real del Urumal en un caballo moro con todos los atuendos de hijo de hacendado, en equino, brioso y con paso trotón. Y cual Quijote sin Sancho Panza, ató a su rocinante al botalón que servía de cruz a las reses que cada martes y sábado sacrificaban para expender la carne, los peseros: Salvador Lancheros, el solterón y mujeriego Patrocinio Gamba y Teodolindo Velandia, un vecino de la mocedad del padre del personaje de esta crónica.

Él, tomó el tren que se descolgaba cual serpiente serpeando por las montañas cundiboyacenses a tierras agrestes y bravas, como sus habitantes, conocidas como “el Gran Santander”. Y yo, había arribado a la misma estación, despeñándome con cuidado por “el camino real de las ollas” trazado por nuestros hermanos antepasados, los Muiscas que cada tiempo bajaban desde Zipaquirá a intercambiar la sal, las papas y granos con los  indígenas Guanes y Caribes que entregaban, a cambio, algodón, pescado seco, yuca, naranja y plátano en el sitio conocido, en ese entonces, como Sorocotá sobre el río Saravita. En la época de la Colonia, los españoles liderados por Gonzalo Jiménez de Quesada treparon desde Santa Marta por el río grande de Colombia tomando el río Opón en su desembocadura para llegar al altiplano, fundar Vélez, Tunja y Bogotá.

Los invasores, con entrañas asesinas aventureras ambiciosas y dominantes, sufrieron la pérdida de 720 hombres, arribando unos 80 al hoy, Chipatá, y allí un cura dominico, celebró la primera misa ocurrida en los Andes Americanos en 1.536. Unos de los tenientes de Jiménez, perdió su caballo al atravesar el río Saravita, y con rabia, empezó a llamarlo el rio “Suarez” que era el apellido del lugarteniente y cofundador con Galeano, de Vélez, y Cite y otras capitales ya citadas. Igual hicieron con la tarabita sobre el rio, cambiaron el nombre Sorocotá por el de Puente Real, posteriormente en la colonia le bautizaron con Puente Nacional.

Norberto, ese día de enero,  bajaba al casco urbano para estudiar motores en la Escuela Industrial de Puente Nacional, y yo, tomaba el tren de la sabana a estudiar en la Escuela Industrial San José de Mosquera, artes gráficas. Nos reconocimos en 1.971 en la ENSIN, y por el tiempo que compartimos en esa institución, conservamos una grata amistad que, yo mancillé por una embarrada- ya no la recuerdo- con ocasión del reclutamiento para obtener la libreta militar.

El “nono” nos gana en sabiduría, en experiencia y nos lleva varias narices al estar un piso más alto. Por las iniciativas empresariales, por la diversidad de estudios realizados y por las experiencias afectivas vividas, Norberto semeja un Yogur griego. Es bachiller técnico en motores. Fue nombrado como profesor de dibujo en marzo de 1.973 en su pueblo natal en donde ejerció por dos años, solicitando luego, traslado a una capital para estudiar, a la vez. Llegó a la ciudad blanca desde el día de mis cumpleaños en 1.974 hasta 2.013  se desempeñó como profesor de dibujo en la secundaria y en diseño industrial en universidad privada.

En los 39 años vividos en Popayán, recibió el CAP del Sena en Administración. Se licenció en sociales en la UNICAUCA. Profundizó en pedagogía en la USTA y se convirtió en psicólogo social en la UNAD recientemente, profesión que ejerce actualmente en la capital del país y la ciudad que lo acogió en ese lapso laboral como pedagogo.

Norberto es el tercero en la familia con 4 hijos. Por ser el único varón, ya imaginan las prelaciones que tuvo. No le conocí novia en Zipaquirá, -bueno no lo recuerdo-. Ese relato que lo hagan otros- pero si, muchas pescadoras; pero él, dueño de la red, no les dio a probar su pescado. Por su donaire, origen, estatura y ojos negros escondidos y vivarachos, fue exquisito en enlazar féminas. Y como cazador de palomas, fijó sus ojos azabaches en las niñas más bonitas de mi vereda. Si me hubiese descuidado, me hubiese dejado como “el ternero… mamando”.
Norberto, de pie, en medio de sus primeras mujeres: Marleny, la paisana y las hijas del amor entre paisanos.

Enamoró a una niña bien dotada en la guardia como en la retaguardia. Gozaba de unos carnosos labios, cual merengue; una cabellera negra que contrastaba con la Crin del caballo moro. Tenía una sonrisa angelical, y a la vez, provocativa como el batidillo que las tías le llevaban de presente desde San José de Pare. Gozaba de un caminar tan fino y pegadito, cual fino equino colombiano sobre tablas en una feria de exposición. Ella, fue mancorna de mi Margarita. Pertenecía a una familia minifundista, cuya madre derivaba el sustento amasando y horneando arepas de maíz, mientras el viejo era armero. Eran tan crocantes y sabrosas las arepas que, al recordarlas, se me salen las babas. Fue la primera de esa familia en estudiar Normal, y una manera de asegurar la enlazada, Norberto logró que la nombrase el MEN en el ITIS de Popayán. Marleny era su nombre. Y aunque no ha muerto, para Norberto, sí. Convivieron 17 años, y ella, lo premió con dos hijas radicadas actualmente en Miami, una de ellas le dio el placer de ser abuelo a nuestro “nono”. Y como no nacimos para estar solos, no hay segundo intento malo, hasta no vivirlo y evaluarlo. Se volvió a organizar con otra profesora sellando la unión con una hija, regresando luego a la independencia para vivir actualmente en la capital de país con sus hermanas.

En la agenda de sus recuerdos, tiene registrados varios nombres de compañeros con los cuales formamos la gallada,  que he bautizado para estas crónicas, como “los celmiros”. De Rafael Álvarez le recuerda por su porte, el bigote y su habilidad para envolver a las niñas bonitas, en especial, por la conquista que atrapó en una fiesta en Nemocón, y como prueba del amor que recibió a borbollones el empresario del hoy, acogió como detalle una ruana que sirvió de colchón cualquier domingo acompañada con un anillo de 21 quilates que, meses más terminó empeñado en un local de la Jiménez en Bogotá. Desde entonces comprendimos que, en asuntos del amor, si es sincero, intenta ser  puro. La persona generosa resultó ser un travestí; quienes le acompañaron a la mencionada fiesta, aún recuerdan con sarcasmo un flechazo de cupido. Cualquiera de la promoción 72, recuerda a Raúl Sánchez por la mezcla revelada en su lenguaje, jocoso y serio; por lo estudioso y responsable en el estudio. Al dúo de las ciencias exactas -Léase Pedro Guzmán y Mario Peluffo- los recuerda con particular admiración por las habilidades matemáticas y sencillez en explicar a los compañeros la química y el cálculo a cambio de un perico. -Aclaro, un café con leche, o una copita de aguardiente-. Y evito citar a “carracas” en sus escondidos gustos por “el porro” que, nunca confundieron los becados del Carmen de Bolívar, región cuyos habitantes se deleitan bailando porro, vallenato o fandango.
Norberto con la hermana Anta Victoria y Diana Carolina, la hija menor.

En el camino de la vida, la muerte nos insta a reflexionar y aterrizar para reconocer para que hemos nacido, y que, de la pelona, no hay escape. Citó Cubides en la entrevista a Jaime Vera el oficial novio de Nayibe, esa chica buena gente que nos hacia los trabajos a máquina con las normas Icontec, con los insumos a cargo del erario municipal. Tenía Nayibe dotación vertical con torneadas columnas que se fundían en una cadera proporcionada en la que guardaba muy bien el cofre del amor. Tenía un rostro geométricamente armonioso y una cabellera semicrespa que alborotaba la libido de los costeños, activaba las glándulas salivales de los llaneros, despertaba las glándulas sexuales de los de faca, obnubilaba a los caqueteños y motivaba el señorío de los santandereanos, mientras los tolimenses, al verla, imagiban un suculento tamal tolimenese.  El compañero Vera se infartó al intentar alcanzar, a la carrera, al ladrón de una cadena hurtada del cuello de la esposa, un sábado de 2.011, momentos antes de partir al club de tejo liderado por el nono. Tenía 48 años, llevaba 5 años de casado y dejó un niño de 4 años.
Norberto Cubides Salas, cariñosamente le decíamos “el abuelo”, y sin temor a equivocarme, todos le recordaran por lo “buena papa” que, aun es. Ustedes perdonaran lo extensa de esta crónica, pero como el tipo nació en el “mochilero”, yo tenía “enmochilada” esta historia en homenaje a mi compañero y vecino de la juventud que, luego de 47 años, volveré a ver próximamente.


POSTADA: Si usted formó parte de la promoción, favor dejar un comentario a continuación, o adicionar algun hecho relevante vivido con Norberto Cubides. Su opinión prevalecerá en el tiempo y será leida por cibernautas que gustan dejar huellas en internet.

#naurotorres
San Gil, julio 23 de 2019.

14 comentarios:

  1. Felicitaciones Nauro muy completa la crónica de donde saca ta ta sabiduría? La verdad me dejo sin palabras pero todo bien real y muy Bonito para tenerlo de recuerdo con mis compañeros draduados en 1972 en la Normal Industrial de Zipaquirá. Gracias por revivir nuestra historia de vida y espero Nauro darle un abrazo el día de nuestro encuentro con los demás compañeros.

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    1. Acojo sus palabras satisfactorias con el gusto de quien escribe con la esperanza que alguien lo lea.

      Este reportaje, hilvanado sobre los recuerdos de niño y los placemes de un joven, es a la vez, una manifestación de agradecimiento por su amistad temprana en la ENSIN, y es la vez, un abre bocas para continuar presentando a los demas compañeros que se logren contactar para integrarlos en el grupo.

      Es una contribución a la iniciativa de de Ospina y Montenegro de encontrar a los amigos de antaño, para hacer mas agradable los años que nos quedan por vivir.

      Es mi apreciación, subjetiva, una pieza descriptiva apropiada para la ocasión, y a la vez, para mostrar, en parte, la labor desarrollada por ti, en la educación en Colombia.

      Estas ya, en la vida digital, y podrás compartir esta historia, como tu historia. Tu Tus hijas podran estar mas orgullosas de ti. Igual tus alumnos y compañeros en el aula, en el colegio y en la universidad en donde dejaste el esfuerzo de muchos años de vida.

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    2. Excelente crónica de una realidad vivida y que será la historia de vida recordada por todos los que logramos compartir experiencias de nuestra juventud y hoy en el retiro de nuestras actividades académicas, pedagógicas y empresariales. Un abrazo Nauro y siga con éxitos estas crónicas de cada uno de nuestros compañeros y amigos promocion 1972 Ensin.

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    3. Hola Nauro buenas tardes
      Acabo de leerme la crónica sobre Nolberto y me sacó más de una sonrisa por la jocosidad de la cual se impregna el texto y que lo hace muy divertido y ameno, gracias por la cátedra de historia de colombia, que bien muchos hemos podido olvidar, datos valiosos como la referencia de la guerra de los mil días o la violencia del 48 que me correspondió vivirla y repetirla en los años 80s, 90s y parte del comienso de este siglo, esta referencia es un indicativo del conocimiento que tienes sobre temas sociales muy importantes.
      También pude apreciar la persona valiosa que es Norverto, quien por tu relato puedo deducir que es quizá un de los compañeros mejor preparado, esto refiere que varios lograron llegar muy lejos, asunto que me alegra.
      Bueno Nauro, estoy listo para leerme con prontitud tu próxima crónica

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    4. Apreciado Oscar Lemus. Te jalaste un comentario profundo, sintetico, y a la vez motivador. Me alegra que hayas disfrutado de la cronica amena, jocosa y picante que escribi del recordado amigo que hace 48 años no veo. Intento envolver al lector desde el principio hasta el final para que goce del relato en el cual, varios fuimos parte.

      En cada caso, la riqueza del texto, depende del estado de animo del entrevistado y que sea generoso en anecdotas y relatos que, uno como escritor, retrata y colorea.

      Al igual que tu, en los años vividos, fui victima de la violencia del 48 del 80 y del 90. Hablar de ella para que el lector refresque la memoria debe ser compromiso de todo escritor.

      Recuerdo que Norberto fue un compañero buena gente que gozo de la amistad de todos. Y en el desarrollo profesional que obtuvo, sirve de espejo a las nuevas generaciones. Y en nuestro caso, orgullosos estamos de sus logros.

      Agradezco apreciado Oscar Lemuz, su diligente, oportuno y descriptivo comentario. El primero de los integrantes del grupo zipa 72. Por lo observado, muchos de los integrantes no han logrado dejar alguna impresion sobre el texto, ya de Jose Antonio y Norberto. Lo han logrado, tu y Norberto.

      Hasta la próxima semana con otra crónica sobre la vida de otro compañero de la ENSIN 72.

      NAURO TORRES

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    5. Hola mi apreciado amigo compañero Oscar Lemus, gracias por sus nobles y expresivas palabras lo recuerdo tan bien como un excelente compañero y amigo la verdad no se donde se encuentra pero ojalá dios quiera podamos encontrarnos en el encuentro programado un abrazo y muchas gracias una vez más por su comentario.

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    1. El bosquejo sobre tu vida, compartida ayer en el grupo zipa 72, es un homenaje de agradecimiento por tu amistad brindada en los dos años que compartimos en la ENSIN.

      Es un texto que muestra tu origen, tu evolución, tus logros y sinsabores. Servirá a quienes lean tener una apreciación cercana a tu perfil como ser humano.

      Anhelo que los compañeros entrevistados sean amenos y no acartonados a mis preguntas, pues de las respuestas depende la percepción que logre establecer para narrar, luego.

      Invitado la semana entrante a la siguiente historia sin contar. "Historia sin contar" es mi marca como también me pueden encontrar en internet. Lo usual es #nauro torres

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  3. Bien sazonada de humor como un sancoho puentano esta crónica evoca no solo al personaje de marras sino algunos acontecimientos de la vida nacional...no hay duda que a los colombianos nos ha marcado la famosa Guerra de los Mil Días...la única que aquí ha tenido carácter de tal...y el fogonazo del 48...que ha dejado tras de sí un estela de violencia y malas costumbres de las cuales aún no nos hemos curado. Bueno, pero el hombre no ha vivido en vano...además de dos mujeres y algunos hijos...títulos académicos...don Norberto llega a esta crónica que de seguro no lo deja morir en el olvido que es la muerte eterna que noa espera a la mayoría de los hijos de Eva.... A propósito de godos y cachiporros que también son punto de referencia...debo decirle que con culpa y sin ella los colombianos hemos tenido la particularidad de condenar a las sombras del inframundo para toda la eternidad a los infelices godos...quien en Colombia nace godo ya está destinado a la hoguera...por católico...oscurantista...fascista... y otros cuantos motes con los cuales lo identifica donde quiera que esté...aquí nunca nos hemos repuesto de ese maniqueísmo que tantos dolores de cabeza nos ha causado...siempre tiene que haber los cabritos y los corderos...los buenos y los malos...en las películas yo siempre me pongo del lado de los malos porque se que a los buenos todo el mundo los defiende en cambio los contrarios la condena es es unánime...bien por sus crónicas ...insisto que una manera de que nuestros personajes...y de pronto su creador no muera el día que los entierran...cordial saludo...

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    1. Hola mi apreciado amigo gracias por tu comentario de la crónica tener personas que ebocan una literatura e historia de nuestra región es un privilegio y orgullo regional y nacional que nos permite fortalecer esos las s de amistad es muy importante que continúen con sus escritos, crónicas que es el mejor regalo que nos pueden dan a nuestros coterraneos paisanos de nuestro querido pueblo de Puente Nacional, un abrazo grande y dios los ilumine para ser cada día mejores con cada una de las personas y amistades.

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    2. Don Pedro Antonio Mateus Marin, cordial saludo. Desde que google cerró a G+, a los blogueros se nos complicó el servicio. Se borraron los comentarios a cada historia. Se desconectaron los contactos. -en mi caso, tenia 2.000- Y la red que con los años habia logrado integrar desapareció en abril pasado. Y la difusión de las historias ha disminuido porque se cerro el motor de busqueda de esa red, muy popular entre los viajeros de internet. En otras palabras, quienes escribimos y compartiamos en grupo, hemos quedado aislados y desconectados.

      Por esta razón, comentar es mas complicado si el lector no tiene cuenta en google y el correo electrónico no es gmail. Por esta razon, su señoría debió crear nueva cuenta para comentar.

      Si. Esa fue la intención: hacer un buen sancocho puentano, pero con ibias, batatas, cubios y rubas.

      Con los años, compañero, se comprende que somos el fruto del entorno familiar y social. Fuimos marcados por los aconteceres de 1.900, 1.948, decada del sesenta y setenta. Como el personaje de la cronica, tu y yo, logramos estudiar por bondad de otros y porque no eramos caídos del zarzo, pero a la vez, tuvimos unos padres que soñaron para nosotros algo diferente al hacha y el azadón.

      Apreciado amigo, compañero, Pedro, diste en el blanco. Transcurrieron 48 años sina tener noticias del personaje de la cronica. Un compañero de promocion ENSIN 72 decidió encontrarnos. de los 90, ya vamos en 30 contactados. para recordar de cada quien, y refrescar la memoria, me puse el tarea de entrevistarlos, para eso. PARA QUE NO DUERMAN EN EL OLVIDO. el 90% de los entrevistados, son maestros como nosotros. Y como tales, sufrimos de soledad porque entregamos la vida sirviendo a otros, sin hacer amigos porque estamos prontos a defendernos de los alumnos, de los padres de familia de los acosos por los informes que nadie leía.

      Luego de leer tu opinión sobre los azules y los rojos, en ambos bandos conocí y conozco estupendos seres humanos. Hoy ya se habla de izquierda y de derecha. E igual, en ambos extremos hay seres humanos que dejan huellas en los demás.

      Gracias Pedro por enriquecer la cronica con tu comentario

      nauro torres






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  4. Una narración costumbrista que brilla por las descripciones poéticas y muestra un deleite al leerse de principio a fin.

    Y del personaje, un ejemplo de humildad, superación y entrega al servicio de los demas.

    Una crónica con olor literario.

    Soy Samuel Jose.

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El parasitismo del plagio intelectual

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