Qué se celebra el 8 de marzo
TORRENTES DE SANGRE
FEMENINA
Rindo homenaje
esta semana a las mujeres, que desde su condición, por siglos lucharon y continúan
haciéndolo por el derecho a la igualdad, a la diferencia, y al reconocimiento
como sujetas de la historia.
Desde la
antigüedad la historia ha sido machista, así como lo son las religiones. Pero
el siglo XXI contendrá la historia de las mujeres. Pero para lograrlo, han corrido
ríos de sangre en las diversas culturas, y correrán más en Asia para que allí
las mujeres alcancen los derechos que gozan hoy las mujeres en occidente.
Hoy, en nombre de los varones que valoramos el género femenino como a uno mismo, rindo homenaje a las mujeres rusas
que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, inspiradas en los planteamientos
de Carlos Marx, gestaron la organización de las mujeres socialistas.
Las mujeres
socialistas de Rusia empezaron a reivindicar el derecho a la participación
política, el derecho al trabajo, el derecho a la igualdad, el derecho a la vida
y el derecho a ser tratadas con consideración.
Desde esas luchas
políticas de las mujeres rusas en 1905 a 1909 hasta hoy, más de cien años
después, torrentes de sangre de mujeres de diversas culturas y orígenes han sido
derramados por diversas causas trayendo como efectos los derechos adquiridos
que gozan las mujeres del hoy.
Hoy la mujer tiene
los mismos derechos y deberes que los varones. Sin embargo, cada día escuchamos
y vemos noticias de mujeres maltratadas por su compañero, por su esposo o por
su novio.
Somos nosotros los varones, y los rezagos de una sociedad machista los que más atentamos
contra la dignidad de la mujer.
- Con nuestro lenguaje burdo, grosero y ofensivo atentamos contra la dulzura
de la mujer convirtiéndola, en un pseudomacho.
- Con nuestros gestos, modos y costumbres machistas, lastimamos con mucha
frecuencia a la amiga, a la novia, a la compañera, a la mujer.
- Con nuestros juegos bruscos, y ademanes de machos, atentamos contar la
fragilidad de la mujer.
- Con nuestra trivial coquetería a la mujer, lastimamos los sentimientos
del ser amado.
Los varones somos
un manantial de contradicciones:
- Anhelamos ternura de la mujer, pero las tratamos con brusquedad y con
altanerías.
- Deseamos ser únicos en el corazón de la mujer, pero nos gusta romper
corazones.
- Aspiramos como novia o como compañera permanente a una mujer dulce,
femenina, e inteligente; pero somos torpes en las caricias, desafortunados en
las palabras e igualados en la forma de tratarlas.
En el día de la mujer, invito a los varones a apropiarse de los pensamientos
que diversos varones de letras han acuñado sobre lo más bello de la especie
humana: La Mujer.
- El poeta italiano Ludovico Ariosto que vivió en el siglo
XV y XVI anunció desde entonces que: “Sin mujer
al lado no puede el varón ser en verdad perfecto”.
- El filósofo y político
francés Francis Bacón que vivió entre 1561 y 1626, refiriéndose a ellas dijo: “Las mujeres son las reinas de los jóvenes, las compañeras
de los adultos y las nodrizas de los viejos”.
- Sobre el quehacer de la mujer, el escritor francés Honoré de Baizac, dijo: “Sentir, amar, sufrir y sacrificarse, será siempre el texto de la vida de las mujeres”.
-“Como los hombres pusieron la ley a su parecer, dejaron a la mujer lo peor”. Vaticinó Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), escritor español.
-Pero el mismo autor en el siglo XVII instó a los varones para que no hablemos mal de las mujeres: “la más humilde te digo que es digna de estimación porque, al fin, de ellas nacimos”.
“La mujer bella es un libro que consta de una sola página y se examina con una sola mirada. La mujer buena y bella es un libro que consta de tantas páginas que la vida entera no basta para hojearlo, ni el corazón para sentir las emociones que produce”. Escribió Severo Catalina ( 1832-1871), político y escritor español.
De su parte el genio de las letras, el creador de Don Quijote, el gestor de la novela moderna, don Miguel de Cervantes Saavedra, escribió: “Es natural condición de mujeres desdeñar a quien las quiere y amar a quien las aborrece”.
Pero fue el vizconde François René Chateaubriand (1768-1848), escritor francés, quien vaticinó: “Sin la mujer el varón sería rudo, grosero, solitario y carecería de la gracia que es el sonreír del amor”.
- Sobre el quehacer de la mujer, el escritor francés Honoré de Baizac, dijo: “Sentir, amar, sufrir y sacrificarse, será siempre el texto de la vida de las mujeres”.
-“Como los hombres pusieron la ley a su parecer, dejaron a la mujer lo peor”. Vaticinó Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), escritor español.
-Pero el mismo autor en el siglo XVII instó a los varones para que no hablemos mal de las mujeres: “la más humilde te digo que es digna de estimación porque, al fin, de ellas nacimos”.
“La mujer bella es un libro que consta de una sola página y se examina con una sola mirada. La mujer buena y bella es un libro que consta de tantas páginas que la vida entera no basta para hojearlo, ni el corazón para sentir las emociones que produce”. Escribió Severo Catalina ( 1832-1871), político y escritor español.
De su parte el genio de las letras, el creador de Don Quijote, el gestor de la novela moderna, don Miguel de Cervantes Saavedra, escribió: “Es natural condición de mujeres desdeñar a quien las quiere y amar a quien las aborrece”.
Pero fue el vizconde François René Chateaubriand (1768-1848), escritor francés, quien vaticinó: “Sin la mujer el varón sería rudo, grosero, solitario y carecería de la gracia que es el sonreír del amor”.
- Pero fue el filósofo francés, Auguste Comte que vivió
entre 1798 y 1857, quien recuerda a los varones que: “Una mujer sin ternura es una monstruosidad social de la naturaleza,
más aún que un hombre sin valor.
- Hoy me uno al pensamiento de Charles Dickens quien viviera
en el siglo XIX. El desafió a los varones de la época con la siguiente
cuestión: “Mostradme
al hombre que diga algo contra las mujeres como tales mujeres, y declararé
solemnemente que no es hombre”.
Hoy acepto al igual que el escritor italiano Ugo Foscolo, quien vivió a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, el desafió a sus amigos a quienes les dijo: “Acepto que hablen mal de las mujeres quien pueda olvidarse de haber tenido una madre”.
Hoy me uno al clamor que hiciera Ángel Ganivet un diplomático italiano, quien viviera en el siglo XVIII… “La mujer tiene sólo un camino para superar al hombre: ser cada día más mujer”.
A los chicos y a los esposos que se la pasan criticando a las compañeras, traigo a colación la frase del escritor francés Paul Géraidy, quien escribió: “Cuando juzgamos a una mujer no pensamos suficientemente en lo difícil que es ser mujer”.
Hoy acepto al igual que el escritor italiano Ugo Foscolo, quien vivió a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, el desafió a sus amigos a quienes les dijo: “Acepto que hablen mal de las mujeres quien pueda olvidarse de haber tenido una madre”.
Hoy me uno al clamor que hiciera Ángel Ganivet un diplomático italiano, quien viviera en el siglo XVIII… “La mujer tiene sólo un camino para superar al hombre: ser cada día más mujer”.
A los chicos y a los esposos que se la pasan criticando a las compañeras, traigo a colación la frase del escritor francés Paul Géraidy, quien escribió: “Cuando juzgamos a una mujer no pensamos suficientemente en lo difícil que es ser mujer”.
Cierro
esta reflexión en honor y en homenaje a la mujer el en su día internacional con
uno de los pensamientos del dramaturgo
alemán, Christian Dietrich:
“La mujer ve en profundidad; el hombre, en amplitud. Para el hombre el corazón es el mundo, para la mujer el mundo es el corazón”.