09/11/2022
Regresando al
campo donde nací, visualicé veredas pobladas de bovinos en otrora parcelas con
alimentos sembradas; aprecié las casas de barro, desmoronándose con el abandono
y me pregunté: ¿Dónde están las manos de Dios a quien rezamos con los abuelos por
caminos, lodazales y lomas poblados por laboriosos campesinos?
Regresé a la
ciudad y abandoné el confort de mi espacio familiar; trepé en buseta hasta las
colinas que anidan miles de ranchos de tabla aunados como fichas de dominó
atajados con llantas y barrancos y encontré rostros tristes y lánguidos de
ancianos, mujeres y niños desplazados de los campos, rebuscándose la vida para
sobrevivir en la selva de cemento con amplias avenidas y rascacielos poblados
por hombres con afanes indiferentes que menosprecian a los de sombrero y
carriel, ruana, poncho y pañolón, y me pregunté: ¿ Dónde están las manos del
Dios que nació en un pesebre para enseñarnos, amor, ternura, fraternidad y
compasión?
Leí estadísticas
y éstas revelan que las riquezas están cada vez más concentradas en pocas manos
de magnates globales que imponen mandatarios, entretanto, los pobres se acrecientan
en millones eligiendo sus voceros, mientras el hambre es el pan de cada día y
la migración internacional es creciente y en diversas latitudes; entonces, me
preguntó: ¿Dónde están las manos del Dios de los ejércitos y del Dios del amor
de los cristianos?
Escucho los
argumentos del presidente ruso Vladímir Putin justificando su guerra a Ucrania;
presto atención a los argumentos de Volidímir Zelenski, presidente ucraniano, y
me pregunto: ¿ Dónde están las manos del Dios de los ortodoxos?
Atisbo que, en
los marginados del desarrollo y los privados de oportunidades, se expande la
cultura de la admiración a la riqueza, a la ostentación, al riesgo, a la
violencia para obtener dinero, y me
pregunto: ¿Son las manos del mismo Dios de los pobres cultivadores de coca, de
los raspachines, de los traquetos, de los traficantes, expendedores y
consumidores de drogas alucinógenas?
Cuando fisgoneo
en el sistema judicial y confirmo que es paquidérmico y laxo para las gentes de
bien e injusto para los nadie; no investiga, ni sanciona a los saqueadores
legales de los fondos públicos, me pregunto: ¿Dónde están las manos del Dios de
la justicia?
Cuando tránsito
por las ciudades atiborradas de gente que va y viene y miro a ancianos tirados
en la calle implorando unas monedas y niños en la mendicidad, me pregunto:
¿Dónde están las manos de Dios misericordioso?
Cuándo me entero
por noticias los aterradores infanticidios que cometen algunos padres y
familiares de niños inocentes, me pregunto: ¿dónde está Dios que en sus
escrituras anunció que hay que ser como niños para llegar al reino de los
cielos?
Cuando en noches
de desvelo, deambulo curioseando por calles iluminadas con bombillos rojos,
bares y música estridente, y observo a adolescentes ofreciendo su cuerpo para
llevar un pedazo de pan a la pieza donde se acinan, me pregunto: ¿ Dónde están
las manos de Dios que se hizo hombre para enseñarnos humildad, igualdad,
dignidad y amor al prójimo?
Cuando en las
madrugadas camino por las calles comerciales de la ciudad para envejecer con
lentitud, y observo parejas con sus hijos durmiendo en un rincón tapándose con
un plástico para guarecerse del frio, me pregunto: ¿ Dónde están las manos del
Dios, peregrino?
Entonces, me
enfrento a Él. ¡Le recrimino¡ preguntándole:
- ¿Dónde están
sus manos, Señor?
-¿Para sembrar
amor?
-¿Para sembrar
justicia?
-¿Para dar amor?
-¿Para dar un
consuelo?
-¿Dar una
caricia?
-¿Brindar un pan
y un café?
-¿ Despertar una
esperanza?,
- ¿Tejer una paz
personal y comunitaria?
…No me
interrumpió.
Luego de un
silencio amoroso, escuché su voz con una pregunta:
-¿ Aún no te has
dado cuenta de que mis manos, son tus manos?
Y con una voz
paternal me invitó a atreverme a usar mis manos al servicio del reino de Dios
labrado en esta tierra por los humanos de buena voluntad.
Y comprendí
entonces que las manos de Dios son tus manos, son mis manos y son las manos de
los humanos con voluntad para tejer lazos de fraternidad, igualdad, equidad y
justicia, empeñados en construir con manos solidarias un mundo más humano, más
fraterno y equitativo con oportunidades para los humanos de buena voluntad.
Las manos de
humanizados, mudos ante la crítica negativa y destructiva, mudos ante el odio y
desprecio de la gente de bien, pero dispuestos a auxiliar y fraternizarse con
los nadie enarbolando sus derechos y denunciando su marginación y desprecio por
los desechables, los pobres, los marginados, los migrantes y los hambrientos de
la tierra.
Tus manos amigo
lector, amigo oyente, fueron signadas por Dios para sembrar su amor entre los
humanos.
¡!Excelente y nutrida reflexión!!; Muy oportuna para iniciar ésta Pascua de resurrección que nos permite pasar de la indiferencia a la conciencia y el actuar ¡¡AHORA !!
ResponderEliminarTransitamos con afanes. Vivimos enajenados del dolor ajeno. Pero en este placer de escribir, la soledad es la mejor compañera; así como la reflexión es la que nos provoca comprender el mensaje de la resurrección del Dios humanado.
EliminarLeí tres veces su comentario para comprender su introspección: No dejar para mañana lo que se puede hacer hoy.
Gracias por compartir esta entrada y dejar tan apreciado comentario.
LAS MANOS DE DIOS ESTÁN EN TUS MANOS. ELLAS SE HACEN BROTES DE AMOR PARA QUE TU PLUMA VERTIDA EN BENDICIONES DESDE TU ALMA, CUMPLAN LA MISIÓN QUE TE HA ENCOMENDADO. ERES PRIVILEGIADO CON TU SENTIR, PENSAR Y ESCRIBIR. ¡ FELICES PASCUAS!
EliminarMi apreciada baronesa del verso valluno; mi admirada crisálida de la poesia car tágüense; registro con alegría y pascua, tu compañia en esta entrada a mi blog.
EliminarHoy, a esta hora, hace tres cuartos de siglo, empezaba a arder Bogotá. Mataron a Gaitán. Y yo, como otros miles de colombianos, vivi buena parte de mi niñez entre el monte, las cuevas y el miedo, pero orando porque el resucitado protegiera a mi padre que debía patrullar con decenas de vecinos para evitar las incursiones entre hermanos de distinto credo político.
Pero, hoy, gracias al comentario que haces, oportuno y fresco, asumo la misión y continuaré escribiendo sin dejar la pluma, solo para descansar. La contundencia de tu mensaje, es claro, Y asi lo asumo. Un abrazo pascual mi Adiela Londoño Copete.
Felicidades por describir tan profunda realidad en la cual vivimos gracias gracias siempre
ResponderEliminarEn este sábado de resurrección y con la esperanza de la pascua personal, registro con complacencia su comentario. Para quien escribe, un solo lector es el reconocimiento a la labor de hilar palabras para provocar una reflexión. Ese gusto por la lectura, es cada vez menos gusto para millones. Prueba de ello es que Colombia, esta en el segundo lugar de los paises con menos comprensión de lectura.
EliminarAgradezco el compartir esta entrada.
Bellísimo el texto
ResponderEliminarSi mis textos son acogidos con la entereza con la que los escribo, una vez sean leídos, comentados y compartidos, ya no son míos. Son de quien lo leyó y acogió.
EliminarGracias por estar en el blog, hoy domingo de pascua.
En está lucha dónde todo se vale la palabra humanidad dejó de existir, todo lo que dice es verdad la pregunta es hasta cuándo
ResponderEliminarNos moriremos, y no veremos un cambio en ser humano. Gracias por dejar su huella en el blog
EliminarGracias mi Profe
ResponderEliminarCon aprecio amiga.
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