“Solo
existen dos días en el año en los que nada puede ser hecho.
Uno se
llama Ayer y el otro Mañana.
Por lo
tanto, Hoy es el día ideal para amar, crecer y principalmente vivir”.
Dalai Lama
NAURO TORRES
2.020
D.R.A.
Nacimos con capacidad de amar y ser amados.
En una vereda integrada por familias pocas,
los niños que nacían
a los tres meses, quedaban ciegos.
Había una mosca que provocaba infección,
el sol, la luna, las estrellas y el universo
negro era para todos;
la ceguera sellaba los
ojos luego de nacer;
ciegos eran, felices se sentían.
Con los años los niños preguntaban,
¿Qué son los ojos?
¿Qué es la visión?
¿Qué significa ver?
Allí, esas preguntas no tenían sentido;
la respuesta siempre
fue el silencio.
Nacemos con capacidad de amar y ser amados;
afloramos rebosados de amor y sabemos qué es amar;
estamos hechos de un material llamado amor;
emergemos con unos padres que no nos merecemos;
no fueron formados para ser padres,
pues muchos no recibieron de sus progenitores, amor.
Entre los abuelos, hubo posesión;
entre los padres, dominación;
el dominar es posesión, celos son,
y como la mosca producía infección,
ceguera en la población;
los celos igual, destruyen el amor.
El amor es una frágil flor;
protegerlo, regarlo, desyerbarlo;
es una labranza entre dos y mas.
Mis bisabuelos, padres y mis hijos
fueron víctimas del desamor;
soy un hijo del desamor.
Con arcilla, Adán respiró;
de una costilla, Eva resultó,
un paraíso hubo con una prohibición:
“no comáis del fruto de este árbol”;
ya ella, ya él, lo comieron;
por prohibición,
fueron expulsados, los dos.
El Dios bueno, el Dios creador,
por la pérdida de las frutas, se enfadó;
igual proceden los padres con sus hijos,
el amenazarlos y echarlos de la casa
si los preceptos y consejos omiten;
el miedo es el pan de cada día.
Dios y los padres expulsan al niño
a la jungla de la vida;
él para lograr sobrevivir,
el transigir, es el sendero para proseguir.
Retorcido y manipulador se torna
para obtener el alimento, sonreír es la táctica,
y en un santiamén el abecé
de la política se asume.
Y el odio empieza a anidarse
en la pureza de los niños cuando crecen;
nadie los ama como son,
ni les respetan su valor intrínseco.
Para amarlos le imponen condiciones
y en la escuela, para enseñarle, ocurren igual,
en el juego los compañeros hacen su parte;
el niño asume que para ser aceptado
tienen que hacer lo que otros determinan;
y ese amor que nació con él,
se torna en odio y falsedad para sobrevivir
en la jungla de la vida.
El amor solo crece con amor;
un jardín sin flores, no lo es;
un huerto sin frutales menos es;
un bosque sin árboles, aves no pululan.
Los amores y desamores,
las peleas y los conflictos,
la envidia y la venganza;
el hogar, escuela son.
El amor es un crecimiento personal;
hay que desaprender
de los caminos del desamor
eliminar los estorbos del camino
destruir los obstáculos del sendero;
y el amor brota espontaneo y al natural.
El amor espontaneo y al natural,
es el espejo del ser;
cuando amas sin
condición y sin medida,
el ego de las personas se desvanece
y la muerte del ego es la posibilidad de vida,
sin dependencia e indefensión,
el amor sin condiciones florece sin medida.