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domingo, 2 de octubre de 2022

Aflicción silenciosa: Poema nauroniano

 

“Una alumbrante luciérnaga

alumbró nuestro beso”

José Asunción Silva


           Poema 184

                21/04/2021


Duele el silencio de la almohada,
penetra con dolor el aroma de la vacía cama,
desarropa el cobertor zurcido con retazos de
 alusiones;
tétrica litera es mi madero
lastrado en mi viacrucis, solitario.
 


Lúgubre torna mi aposento
en centelleantes madrugadas;
frígidas están mis manos
en relentes atardeceres.
 
Las sombras acarician el follaje de arboledas,
el silencio resguarda el ocaso tras la sierra,
y la sigilosa noche torna en eterna compañera
ahogando en sueños mis silenciosas aflicciones.

 

jueves, 22 de septiembre de 2022

Tribulaciones; poema de Nauro Torres Quintero

 

 

“¡Tribulación humana¡

¡Cuántas palabras tristes estaban aún escondidas

en la entraña del hombre¡”

Roberto Arlt

 

    Poema 203

         07/06/2022

 

Deambulo descalzo por mi memoria

tras el rastro de la lluvia

hasta el hogar de mi tristeza.

 

Es la morada que acopia

los desastres del alma;

es lo mejorcito de cada uno,

es la juntanza de esperanzas, sacrificios,

amores, desamores y dolores.

                                                            Del maestro Domingó 2022

La tristeza no es objeto de despojo,

es transparente como un rayo del sol

y es leal a ciertas alegrías.

 

Nacemos y morimos tristes;

 en ese entretiempo,

ocasionalmente nos enamoramos

de cuerpos usualmente tristes

en los que la belleza, es un milagro.

 

Descalzos caminamos en peregrinación,

con tristes tribulaciones encarnadas en el bordón;

tornan las gotas de nuestro sudor,

en escuálida sapidez nostálgica.

 

Las huellas de la lluvia

nos regresan al hogar de los pesares,

chubasco enamorado, solitario y clandestino.

 

Y allí, rodeada la tristeza

de sus frágiles dogmas,

de sus resecas lágrimas,

y de un siglo de ensueños;

nos abraza apasionadamente

con un anticipado placer

empujándonos a trasegar

tras un soñado y jubiloso amanecer.

 

martes, 13 de septiembre de 2022

La esclava Nicolasa

 

Los hijos de los mochuelanos y guariguenses, los hijos de la servidumbre, los peones y esclavos fueron cazados y reclutados a la fuerza, uno a uno, para engrosar la infantería realista bajo el mando del coronel ibérico Lucas González que tenía el encargo de reforzar el regimiento español bajo el mando del general Barreiro quien enfrentaba a los ejércitos independentistas dirigidos por el venezolano, Simón Jose Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios en las laderas protectoras de Hunza.

Los reclutados fueron entrenados en la acción vistiendo uniformes españoles y dotados con armas del rey para enfrentar a los comuneros que estuviesen levantados en armas contra las armas del rey en volantes guerrilleras que en los caminos, desde los barzales y recodos hacían escaramuzas, atacaban y se esfumaban en la espesura o en la oscuridad de las noches de persecución y sueños libertarios, ejecutando la estrategia de la tortuga a los realistas para que su marcha a Boyacá fuese tortuosa, lenta y demorada para reforzar el ejército de la reconquista española.



Nicolasa, esclava muisca arrebatada de una familia indígena del cacicazgo de Saboyá, creció desde niña sirviendo a sus amos, unos criollos provenientes de Vélez que expandieron el comercio de bocadillos y panela a la Villa de San Gil.

Ya moza y por estar embarazada de un peón que trabajaba en tierras de los amos en tierras colgadas y bañadas por la quebrada las Ánimas naciente en los riscos de las peñas de Guarigua que velaban por la villa de don San Gil de Cabrera y Dávalos, fue liberada de los oficios domésticos y asignada a los trabajos con la tierra en predios rurales de los amos.

Los amos necesitaban mano de obra en las siembras de tabaco y millos. Los esclavos, peones y vivientes en honor al Dios de los españoles, debían procrearse y multiplicarse para mas abundantes cosechas.

Nicolasa y el peón Juan de la Cruz, en menos de dos decenios completaron la docena de críos. Sólo cuatro se chitearon. Cuatro mestizos varones tornaron comuneros a convertirse en jornaleros en haciendas distantes de la villa. Los otros cuatro obedeciendo los designios de Dios, continuaron ejerciendo los oficios de sus padres.

Isidro y Pascual fueron reclutados por el ejercito realista. Los comuneros integraron la volante de San Gil, dirigida por Fernando Santos Plata, hermano de Antonia Santos Plata.

Los hijos de Nicolasa se enfrentaron por primera en “La batalla de la cabuya” ocurrida en las riberas del rio Fonce en donde hubo una tarabita para sobrepasar las turbias aguas en inmediaciones de la villa. Por segunda vez, lo hicieron en el camino al Socorro. La tercera vez, en el camino Oiba-Charalá. En el tramo de los caminos de herradura San Gil-Charalá, murieron los cuatro hijos reclutados por los realistas. Y los cuatro comuneros murieron peleando en la batalla del Pienta el 4 de agosto de 1.819.

Juan de la Cruz y Nicolasa se prometieron a sí mismos con promesa a la Virgen de Lourdes que todos los lunes caminarían desde los valles y cerros donde se encontrasen, ir rezando al cerro mas alto rodea a la villa de San Gil. Por haber perdido 8 hijos varones en la guerra de independencia, como otros tantos naturales del territorio, para expiar las culpas de sus hijos caídos en batallas, los mochuelanos y guariguenses continuaron yendo cada lunes a pagar rezando la promesa hecha a la Virgen de Lourdes.

En 1.941 un párroco de la ciudad, conociendo la leyenda de Nicolasa y su devoción a la Virgen de Lourdes, con el apoyo de los ciudadanos, levantaron la gruta a la Virgen de los sufridos padres que por diversas razones perdieron a sus hijos.

En. 2.022 un maestro mexicano, orientó y formó junto con un docente del Colegio de la Presentación a varios pintores de la localidad que unieron sus manos cromáticas y tallaron 8 murales en el trayecto en los rieles que unen al barrio San Carlos con el cerro de la Gruta.



lunes, 5 de septiembre de 2022

Arcano; poema de Nauro Torres Quintero

 

 

“Escribir es como hacer el amor.

No te preocupes por el orgasmo.

Preocúpate por el proceso”.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                         Isabel Allende

 

Poema 206

01/07/2022

 

Enigmas nos asisten a algunos;

el miedo y la ignorancia

nos impide buscar la clave para descifrarlos,

mientras rozamos por sus cercanías

 recopilando despojos y

extraviándonos en elucubraciones;

 perdiéndonos en los sueños

cuando creíamos haber descifrado el arcano.

 


Eres un arcano para mí,

cuando callas y me ignoras,

cuando cierras los ojos para no mirarme,

cuando caminas a prisa para evitarme,

cuando quitas tus manos de las mías.

 

Hay enigma en tus escondidos pechos,

en tus provocativos labios.

 

Estas en mi enigma, y me ignoras.

 

martes, 30 de agosto de 2022

Esquifes: Poesía nauroniana

 

 

“A la muerte se toma de frente

con valor y despues se le invita una copa”

Edgar Allan Poe

 

Poema 227

        18/07/2022

 

Envuelta en la bandera de la agonía,

 silenciando el estoico dolor,

inspirando ajeno aire

intentando humectar resecas lágrimas,

sus miradas las cegaron los parpados.

 


Su cuerpo esbelto lo anestesió la muerte,

la postrera inhalación la narcotizó el viento,

su materialidad se diluyó en cenizas,

su rostro primaveral lo pintó el recuerdo,

su maternidad se materializó en sus hijos,

su legado vadea en esquifes en el mar del quehacer

 individual

rumbo al puerto final del peregrinar humano.

 

miércoles, 24 de agosto de 2022

Instantes: Poesía Nauroniana

 

 

“En un mundo donde existe el tiempo,

nada puede volver atrás”


           Poema 67. 

         07/2021

 

Tus labios los recuerdo, cual chupeta,

producían adicción;

tus redondos ojos pardos, instaban a la ensoñación;

tu rostro juvenil entre mis manos,

suscitaba ternura y contemplación;

el lamer tu cuello, encendía tu pasión,

el succionar tus alveolos atizaba tu pasión.

 

                 Registro fotográfico del maestro Domingó. 2022


De tu desnuda humanidad

brotaban tus tiernos senos

izados cual volcanes en erupción;

 en mí, provocaban pasión,

y obnubilaban mi corazón.

 

Recuerdo tu desabrigado cuerpo,

 cual delfín rosado nadando

por mi piel temblorosa y ávida.

 

Evoco tus lunares escondidos,

 achocolatados y dormidos

deseosos de contemplación.

 

Tus torneadas piernas

rememoro insinuantes al misterio;

arcano húmedo añorado.

 

Pensando en mí, te enamoraste de otro;

deplorando mis caricias te casaste con otro;

en sarta de calendarios

precipitaronse los años, uno tras otro;

y en festivos, momentos escasos,

 brotan remembranzas en la pradera,

 fugaces corrientes de aire fresco

calentando la soledad, usuales compañeras

en noches de desvelo y evocación.

 

Una suma de instantes es la vida,

un baúl con recuerdos bajo llave

una página borrosa del existencial cuaderno,

escrita con el lápiz de la nostalgia

y la pluma de la añoranza.

 

Así se torna el existir,

 escasa suma de instantes placenteros

intrincados en repetir.

 

domingo, 31 de julio de 2022

El amor, el amor… Poema de Nauro Torres Quintero

 

 

Poema 197

14/05/2022

 D.R.A

Fotografía del maestro Domingó 2.022

El amor, el amor 

¿Cuántos párrafos nos insta a escribir?


El amor, el amor, 

¿Cuántos versos nos hace crear?


El amor, el amor, 

¿Cuántas páginas nos hace borrar?

                                                        

 

El amor, el amor, 

¿Cuántos amores nos hace evocar?

                                                          


El amor, el amor,

¿ cuántas veces intentamos olvidar 

lo que esta tallado en el corazón?


El amor, el amor,

 ¡cómo nos hace remozar¡

 

El amor, el amor, 

¿Cuántos valles y montañas nos insta cruzar?

                                                     


El amor, el amor, 

¿En cuántos puertos nos hace anclar?

                                                               


El amor, el amor, 

¿En cuántos mares nos empuja a naufragar?

                                                                

 

El amor, el amor, 

¿Cuántos llantos nos produce el recordar?

                                                              


El amor, el amor, 

¿Cuántas borracheras nos pegamos para olvidar?


El amor, el amor, 

¿Cuántas canciones tarareamos sin cantar?

                                                                

 

Por un amor, nacemos más de una vez;

por un amor, morimos otra vez;

por un amor, empezamos cada vez;

por un amor, revivimos una y más veces.

 

   Por un amor, por un amor, 

daríamos otra vez en el corazón, y encadenaríamos otra vez nuestra libertad.


El amor, el amor, el amor, 

es eso: amor. 

Solo amor.

 

 

Gilberto Elías Becerra Reyes nació, vivió y murió pensando en los otros.

      ¡ Buenas noches paisano¡ ¿Dónde se topa? “ En el primer puente de noviembre estaremos con Paul en Providencia. Iré a celebrar la...