Unos son como un volcán, otros como un cono de helado, otros como una breva en almíbar, otros son como un dulce de café, otros como una panelita, y otros, son como un panal de piel; y todos, animan el sistema salival de los varones.
Los artistas, no lo serían, si las mujeres no tuviesen senos, pues los senos son flores sin matera que punzan frambuesas con sabor a leche. Los senos son todas las frutas en una.
Los senos son el misterio móvil que tiene la mujer y son la única razón de la persistencia del varón, los coge al nacer y no los suelta sino cuando ya viejo esta en el ataúd.
Nadie llena mejor una mano del un varón que el seno de una mujer. Bien afirman las mujeres que no les acaricien los senos porque son ellas de arcilla.
Los senos fascinan hasta los labios mas bruscos masculinos.
Los senos tientan hasta el mas indiferente de los del genero fuerte.
Los senos cautivan hasta el mas indiferente.
Los senos embelesan a los enamorados.
Los senos embriagan la pasión de los amantes.
Los senos hechizan y atraen a casa hasta los mas infieles.
Los senos hipnotizan a los escurridizos novios.
Los senos engolosinan a los enamorados. Los senos atrapan.
Los senos son femeninos y atraen. Atraen por su tamaño, su altivez, su rigidez, su armonía, su postura, su hidalguía y su movimiento.
Benditas las mujeres que con sus senos dan vida, colman las manos de los varones y transmiten el amor a quienes los succionan atando a los hijos al amor maternal, y a los varones, a la vida de pareja.
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