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miércoles, 2 de enero de 2013

EL TRABAJO, EL AHORRO Y LA INVERSION, FACTORES QUE MARCAN LA PAUTA EN LA VEJEZ




EL TRABAJO, EL AHORRO Y LA INVERSION

Desde que tengo conciencia, empecé a trabajar desde muy niño, pero en los trabajos de mi niñez y primeros años de juventud, simplemente eran de colaboración para la familia. Sin embargo, mi madre me decía que no servia para nada. Que era un manilimpio y que me gustaba vivir sin esfuerzos. Pero el tiempo se encargo de demostrar que las tesis de mi madre carecían de fundamento.

MIS ESTUDIOS

Fue precisamente  los trabajos que hacía de estudiante los que me dieron libertad para pensar, decidir y fraguar mi destino. En los últimos años de la técnica de artes Graficas, estudiaba en la jornada de la mañana hasta el medio día. A las dos de la tarde ya estaba dando clases de educación física y desde las 3.30 de la tarde hasta las 7:00 de la noche trabajaba en sociedad del director del taller, quien me facilitaba los medios para hacer los trabajos para hacer papelería que contrataba en el comercio los días  sábados.

Era de los pocos estudiantes independientes y con algún dinero, pues los costos de la comida los asumía con la beca del Ministerio de Educación Nacional que había obtenido en el grado cuarto de bachillerato con meritos académicos y buscando apoyo a mis deseos por estudiar.

En casa de mis padres, siempre se hacia lo que mi madre decidiera. Ellos, mis padres, superan los ochenta años, y las decisiones no han cambiado de mando. Sin embargo, doy gracias a Dios por ellos y por su existencia. A ellos visito cada mes saludándolos con un presente que no es otra cosa que mercado para las semanas venideras.

En 1969 no regresé al Instituto Técnico de Mosquera donde cursaba el bachillerato bajo la orientación de los padres y hermanos salesianos. Allí además del estudio académico, se aprendía el oficio de las artes graficas y se recibía preparación religiosa para ser hermano salesiano laico. Pero pudo más  la atracción natural por el sexo opuesto que el orgullo familiar por  la sotana.

Abandoné la educación religiosa por definición conjunta entre el rector y yo. Inicie estudios del cuarto bachillerato en la Escuela Normal Industrial Nacional de Zipaquira. Institución que acogía a jóvenes becados de todo el país que cursaban estudios técnicos y de normal, pues allí se formaron los únicos normalistas y licenciados técnicos que producía el país en la década del setenta del pasado siglo.

MIS INTENTOS POR TRABAJAR EN LA CAPITAL

Ya siendo técnico bachiller, me dispuse a conseguir trabajo en  Bogotá que era una ciudad en crecimiento. Presenté muchas hojas de vida y en tres meses de estar en la capital y gracias a los buenos oficios de mi padre como político conservador, conseguí mi primer trabajo como dictador de estilo, que no era otra cosa que leer el original para que el corrector de estilo hiciese su trabajo. Mi primer puesto de trabajo fue en ANDIGRAF, una editorial de la familia Gómez Hurtado, baluartes del partido conservador en el país. Allí conocí en persona al extinto estadista Álvaro Gómez Hurtado, masacrado por sus ideas, sin que a la fecha se sepa los autores intelectuales de su muerte.

Pero lo que ganaba, que supongo, hoy que era el mínimo, no me alcanzaba para cubrir mis gastos de alimentación, transporte y hospedaje, razón por la cual abandone el trabajo, pues mi jefe inmediato me triplicaba en edad y su salario era el doble de lo que recibía, y no veía futuro en esa editorial.

En mi época de juventud, la máxima aspiración era ser empleado de Estado. Se ganaba poco, era seguro y lo pensionaban joven, para salir luego a hacer lo de uno. Así decían quienes trabajaban en la capital y llegaban a la vereda con la cartera llena a jugar tejo, gallos y tomar cerveza y enamorar. Eran precisamente ellos los referentes y personas a imitar.

Intenté buscar trabajo en la Empresa de teléfonos de Bogotá, también en la Energía de  Bogotá, en la EDIS que era la empresa de los escobitas que aseaban la ciudad, en el DANE y desde luego en Ferrocarriles Nacionales. En esta ultima logré pasar las tres entrevistas, pero ya en la cuarta que era para conocer el sitio del trabajo, fui descalificado por proceder de un pueblo reconocido en la época como muy violento. Es Puente nacional. En otras palabras, disque por ser liberal, y lo que mi padre me había insistido era que los “cachiporros” eran muy malos.

AL MAGISTERIO SANTANDEREANO

Regresé entonces a Santander a probar suerte con los políticos con algún poder en Santander. Mi padre logró que el diputado Pedro Franco Pinzón (q.e.p.d.) me hiciese nombrar como maestro de la escuela urbana del corregimiento de la Belleza, municipio de Jesús María. En el decreto de nombramiento rezaba, “en reemplazo de Margarita González- mi primera esposa (q.e.p.d.), quien no aceptó el nombramiento”.  Ella ya estaba ejerciendo la docencia en el corregimiento de Providencia, municipio de Puente Nacional. Había sido nombrada tres meses antes que yo por ilustre puentano y reconocido político liberal Eduardo Camacho Gamba, quien fue el primer parlamentario de la provincia santandereana en haber estudiado en Londres.


Como maestro vengo ejerciendo con nombramiento oficial desde agosto de 1973, de los cuales 28 años los trabajé en comisión del Ministerio de Educación en la Diócesis de Socorro y San Gil en el campo de las comunicaciones masivas escritas y radiales.

Hoy a los 60 años de vida puedo afirmar que soy un adicto al trabajo. Siempre ejercía varias funciones y responsabilidades al tiempo. Trabajaba como docente y a la vez como director ejecutivo de una Fundación editorial. Y en las noches y fines de semana entregaba muebles del negocio de la familia. Y desde el año 1998 dicidí invertir los descansos de fin de semana en afianzar el hobby de la ganadería para iniciar los ahorros con los cuales he podido enviar a tres de mis hijos a estudiar en el exterior.

El trabajo permanente, la cultura del ahorro y el uso del ahorro como inversión a largo plazo podría afirmarse que han sido las bases del patrimonio familiar. Pero el mayor activo del trabajo de Margarita González y mío, es el presente y futuro que viven y tendrán los hijos testigos de este escrito.

Vi  el trabajo como una diversión y disfrute haciéndolo cada vez mejor, pero desde 2004 cambié mi visión, pensé más en los míos y en qué hacer, una vez cumpliese el tiempo de jubilación y orienté mis ahorros a la inversión en el campo en el renglón de la ganadería como un hobby y como una forma de realizar el sueño final de mi esposa Margarita, quien murió en el ambiente de la finca donde ella nació y creció, precisamente el lugar donde hoy hago esta remembranza.

Sin embargo, aunque fui un adicto al trabajo y  lo vi como una diversión, una de las causas de mi despido en el segundo trabajo que tenía, “fue la falta de idoneidad”. Quien gesto mi salida de la Fundación EDISOCIAL, hizo nombrar en mi reemplazo una ingeniera industrial sin ningún estudio y experiencia en las artes gráficas. Las funciones que desempeñaba en la Fundación fueron asumidas por tres personas, dicen que es una forma de generar trabajo.

Me despidieron del segundo trabajo argumentando 112  causas, ninguna de las cuales figura en el Código Sustantivo del Trabajo, no se me aplicó el debido proceso, no se me liquidó sobre el tiempo trabajado y no se tuvieron en cuenta las bonificaciones permanentes que venía recibiendo sobre los resultados financieros de cada año, los cuales permitieron convertir una Fundación con cero patrimonio a cerca de 800 millones al cierre del año 2008 en 20 años de vida jurídica.

Creo que la vida no se queda con nada. Uno cosecha de lo que siembra. Lo anterior ha dado merito a una demanda laboral cuya cuantía supera los ingresos que recibiría si me hubiesen dejado trabajar hasta jubilarme. Pero en el mundo estamos y los resultados de  la demanda  no se esperaron que se dieran. Conciliamos la parte laboral y la penal, y la indemnización fue generosa.

Este año ha sido considerado como el peor de la crisis financiera global, la cual será mayor que el año de la gran depresión en 1929. Pero a Colombia le fue bien económicamente hablando. Ahora los gurúes de la economía han acuñado una nueva definición de riqueza. Se es rico en la medida que tengas para vivir tantos meses sin percibir ingresos laborales. Creo que con mi trabajo, los ahorros y las inversiones, podría continuar viviendo sin premura por varios años mas mientras llega la pensión por los años laborados con los curas de la Diócesis de Socorro y San Gil. Pero las crisis traen oportunidades, y una nueva opción me ofrece la vida y es incursionar en el comercio internacional y ya con una participación en una sociedad limitada se podrían generar ingresos superiores a los que venia percibiendo.

Fueron necesarios cinco años para hacer posible la iniciación de este sueño, que por su retraso, estas vacaciones como docente, fueron inmóviles en casa a la espera de la primera importación de productos para facilitar el proceso educativo que todo niño debe tener: la juguetería  didáctica y que potencie la creatividad en los infantes del mañana.


4 comentarios:

  1. Anderson solis

    Una Coincidencia del destino

    Si a si lo considero hoy, una gran coincidencia del destino, un día en el año 1952 nació un hombre llamado Nauro en la vereda alto providencia y 5 años después nació otro hombre llamado Efrén, Nauro y Efrén son hermanos crecieron juntos, y sin duda se quieren más que nadie, ambos encontraron esposa muy jóvenes y ambos la encontraron en la misma vereda en el mismo sector, Nauro se organizó y se radico en san gil Efrén se organizo joven pero se radicó en puente nacional cerca de sus padres, hasta el momento en esta historia era una historia de dos hermanos que Vivían felizmente casados.
    En el año 2000 Nauro pierde a su esposa Margarita producto del cáncer, a pesar de que este hombre hizo todo por ella no logro ganar esta dura batalla incluso la llevo a cuba, pero no tuvo resultado. No sería una completa coincidencia hasta cuando en el 2011 Efrén pierde a su esposa Glorita también víctima del cáncer, y quien Efrén igual que su hermano Nauro hizo lo imposible por su amada.
    Pero aquí no para la coincidencia en el 2011 también los dos hermanos perdieron a su padre Agustín y también víctima del cáncer.
    Qué gran coincidencia del destino los dos hermanos tuvieron que afrontar lo mismo, quedar viudos jóvenes y a causa del cáncer. Porque esto tuvo que ser así.
    Hoy se encuentran en el cielo dos grandes mujeres dos grandes amigas Glorita y Margarita igual como se quisieron en vida se deben estar queriendo en la eternidad.

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    1. Si. Así es coincidencias del destino que los dos han tenido que afrontar, pero siempre se han tenido el uno para el otro tendiéndose la mano para recibir apoyo y para sobrepasar esas pruebas difíciles.

      Y como siempre la vida nos da nuevos motivos para seguir adelante aunque los recuerdos jamas se borraran, pues ellos cumplieron lo que la iglesia dice: Hasta que la muerte los separe.

      Mi frase par terminar

      "La vida nos ha sido dada, pero solo se merece, dándola"

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  2. hola Anderson. Solo ahora leo tu comentario a uno de mis notas. Gracias por hacerlo. Te felicito. A tu edad son pocos los jovenes que se atreven a escribir, a narrar, a describir y a expresar sus sentimientos.

    Lo que has escrito, me ha dejado entre la alegria y la tristeza. Tienes razon en las coincidencias. No las habia inferido. Gracias por escribirlas y recordarlas.

    espero tus comentarios a las sigueintes notas.

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  3. Nauro, simplemente decir que tus reflexiones, experiencias y narraciones son un regalo para la gente más joven y sobretodo permiten estar cerca a las personas que te hemos conocido y vivimos lejos.
    Finalmente mandarte un saludo y un abrazo para ti y para todos los miembros de esa gran familia que tienes, en especial a mi amigo y hermano Cristian y a Nana.
    Saludos desde España,
    Ángel

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Gilberto Elías Becerra Reyes nació, vivió y murió pensando en los otros.

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