Narrativa y poesía nauroniana
“Escribir poesía es como hacer el
amor,
nunca se sabrá si la alegría es
compartida”
Cesare Pavese
01/03/2023/DRA
Deja que me mire
en tus ojos pardos,
que mis ávidos labios
se dibujen en ellos.
Fija en la mía
tu pupila oscura;
envuélveme en tus ojos
como un ramo de lirios.
Déjame que me mire
en ellos replicado,
como si estuviera
en un estero veleño.
Déjame que me mire,
así no me quieran ellos.
¡No puedo¡ No puedo¡
tú tienes los ojos negros.
“El
poeta es el sacerdote de lo invisible”
Wallace
Stevens
03/03/2023
Inunda los ojos las lágrimas tribuladas,
deprimen, naufragan;
sobreviven
en el mar de la nostalgia y los recuerdos.
Las olas de la calma nadan al corazón,
mi alma se regocija por el perfume
que franquea el halito del Naciente.
Navego sin rumbo añorando
un puerto por musas poblado
atracando en la orilla del olvido.
En una, tus cabellos negros;
en otra, tus sonrisas tiernas;
en una, tus labios adiposos;
en otra, tus besos melosos.
Retorné tras tus arenas
en el puerto del reencuentro;
solo encontré polvo en la ensenada
y tus recuerdos tornaron
mustias lágrimas; y
un ciclón
arrastró tus
recuerdos sin arenas.
“El sueño es un arte poético
involuntario”
Immanuel Kant
03/03/2023
Caminas silenciosa en la alameda;
los vástagos de los álamos
te contemplan extasiados;
se mecen las hojas
en el viento de tus miradas.
Transitas por las calles empedradas
por el esquivo
horizonte escoltada
del ocaso que se asoma en las montañas;
a tu paso, impregna tu perfume
a níveas paredes y tejas arreboladas.
Tus fugaces miradas a tu paso,
escudriñan silenciosas a las mías.
Fui una leve brisa desde el anden
opuesto a la pasarela en la que caminabas.
Tus miradas: perennes recuerdos,
no solo en mí, sino en los que te miraron
con los mismos lentes de mis gafas.
“Me gustaría mirar
todo de lejos, pero contigo”
Mario Benedetti
04/10/2022
Quisiera caminar contigo asidos de la mano por la vereda;
ambiciono transitar tras de ti en el bosque que sembramos;
apetezco sentarme junto a ti en la arena, frente al mar;
anhelo bracear en tus aguas para oxigenar nuestro idilio
añoso.
Quisiera deslizarme por tu piel para perfumarme de ti;
anhelo esconderme silencioso en tus corpiños;
apetezco hacer melcochas en la ribera de la quebrada;
ambiciono cabalgar con tu compañía por el camino real.
Ansío amarte a lo viejo con los aromas de antaño;
quisiera amarte a lo viejo para restaurarnos en el ayer,
anhelo revivir las pasiones que otrora nos quemaban;
pero hoy, solo juntamos nuestras arrugas para calentarnos
y dormir ansiando arrebatadas pretéritas ilusiones
en la edad de la gratitud y los agradecimientos.
“El recuerdo
es el diario
que todos cargamos
con nosotros”
Oscar Wilde
07/02/2023
Para no quedarme en el rancho barriendo y lavando platos
cargando la múcura llena desde el ojo de agua al tendal,
mi madre me mandaba al oficio de cabestro para ayudar al
gañán.
Los novillos de tiro los encerrábamos al atardecer
con buen pasto imperial, salvado, cachaza y sal
para que cogieran las fuerzas ayuntados en la madrugada.
Aprontábamos los arreos:
el yugo cornal para uncir los bueyes,
el perdigo, el timón y lanzadera,
los tirantes para atar el yugo a los cuernos,
la mediana y la clavija para asegurar el perdigo al yugo
y la lanzadera afilada para horadar la tierra,
aperando con premura la yunta de bueyes de tiro.
Ya en el tajo del solar o en la labranza anual
aunábamos los bueyes, atábamos con la coyunta
el yugo y la lanzadera y empezábamos a arar
la tierra y barrancos desde el amanecer hasta el ocaso.
El gañán que amansó sus bueyes, con pericia en su mano
derecha
empujaba el timón, mientras con la izquierda a los novillos de
tiro
chuzaba con la picana para disminuir la tarea y descansar al
sol desteñirse.
Y yo, en mi oficio de cabestro con un largo varejón
reposado en la mediana, guiaba la yunta de bueyes
para un lado, para otro surqueando a la misma distancia
facilitando el apaleo fragmentando los terrones y barrancos
removiendo el suelo, zanjeando en contra de la escorrentía.
Hoy se extinguen los gañanes, los cabestros son historia,
a los novillos castrados no se amansan, no se ayuntan;
son contados los labranceros que acarician la tierra con
azadón;
hoy los niños, no trabajan, van a la escuela, no a jugar,
les informan que la rusa es oficio de iletrados y bestias
y desde muy jovencitos a la ciudad van a dar
a ranchar en las lomas en casuchas de madera.
“Cuando todos los ciudadanos no tienen los mismos
derechos
en todos los territorios, ya no hablamos de derechos
sino de privilegios”
Rosa Díez
08/0372023
Cresta del oriente colombiano
poblada por descendientes guanes, chitareros,
laches, yariguies,
muiscas y agatáes.
Conexión de chasquis, invasores y comerciantes,
moisés de independencias y libertades colombianas,
galería de arqueología, naturaleza y bellas artes,
cirio de la petroquímica, avicultura, y agricultura,
mostrador de bocadillos, amasijos y almojábanas,
feria del café, la panela, el cacao, la piña y ganados,
puerto multimodal interior, corredor turístico exótico,
pentagrama de guabinas, torbellinos, bambucos, vallenatos y
carrangas,
yunque de habitantes laboriosos y pasarela de mujeres bellas,
hontanar de los ríos Fonce, Opón, Carare y Lebrija,
hervidero de hormigas culonas y gastronomía exquisita
paraninfo del agroturismo, la aventura, la historia y la
cultura.
.jpg)
Vélez, la provincia primigenia en la historia, el folclor y
la música,
Guanentá, la provincia del germen comunero y el turismo,
Comunera, la provincia que guarece la historia santandereana,
Yareguies, la provincia de maderas finas, aguas y ganados
García Rovira, la provincia de paramos, bosques, fauna y flora,
Soto Norte, la provincia despensa de la zona metropolitana:
Girón, ciudad señora y colonial,
Floridablanca, centro hospitalario de Santander
Bucaramanga, capital del oriente colombiano.
Ariscas tierras santandereanas
asentadas por moradores sin iguales,
cuna de mis ancestros y maestros,
cesto de mi nacimiento, bulevar de mis amores,
nostalgias, sueños y desvelos,
poseedor del gran cañón de Chicamocha,
paraje con paisajes singulares;
a ti, Santander, mi departamento,
me encumbro con
respeto y reverencia.
“Los poetas son hombres
que ha conservado los ojos de niño”
León Daudí
Hoy, ansío llorar mi pena
cómo no he llorado tanto;
deseo llorar mi llanto
en esta noche sin luna.
Que mi tristeza brote
sudorosa en mi frente
secando mis labios
y evaporando mis agobios.
Para acariciar mis lagrimas
hoy ansió llorar más penas
y ojear mis manos
como flores secas.
Ansió atisbar en mis ojos
arreboles en ocasos muertos
y que mi corazón palpite
con suspiros lentos.
Codicio oír voces idas
y otras voces venidas
mientras el cansancio
congela mis heridas.
Quiero verme en el llanto del viento
como las rosas lloran en invierno
y mis lagrimas discurran al infierno
para no sentir mis penas creciendo.
Nauro Torres Quintero
¡ Buenas noches paisano¡ ¿Dónde se topa? “ En el primer puente de noviembre estaremos con Paul en Providencia. Iré a celebrar la...
